La batalla fue dura. Aang, Avatar originario de la nación del aire ha logrado cumplir una parte de su misión, más muchas dudas han quedado sin aclararse aún, sin contar que el equilibrio del mundo no ha sido devuelto.

Recordemos cómo exactamente Aang logró detener esta guerra que había durado cien años. Todo inició como un accidente, cuando Katara y Sokka, hermanos pertenecientes a la tribu agua del sur, descubrieron un enorme iceberg el cual contenía a un niño en él.

Con su personalidad maternal y valiente, Katara libera al muchacho usando la vara de Sokka. Así, es como inicia esta larga aventura. Aang y Appa son liberados y tras algunas dificultades, logran empezar su travesía en busca de maestros elementales que enseñen al Avatar a dominar las esencias de la naturaleza.

Tras muchas aventuras, el Avatar consigue dominar el agua gracias a las enseñanzas de Pakku, de la tribu del agua del norte, y de Katara, al mismo tiempo que se enfrenta con una invasión masiva de la nación del fuego comandada por el Almirante Zhao. En esta historia también se presenta Zuko, el príncipe desterrado que cree que ha perdido su honor.

Más tarde conoce a Toph, quien le enseña el arte de la tierra-control. Una vez dominados tres elementos, el Avatar y sus amigos sufren una derrota. Azula, princesa de la nación del fuego y hermana de Zuko, se hace con Ba Sing Se y cree acabar con el Avatar.

Pero Aang y sus compañeros no se dan por vencidos. Con conocimientos de un eclipse, Sokka planea una invasión a la nación del fuego, día que daría fin a esa guerra. Más, cuando llega el momento, fallan.

De nuevo derrotados, el equipo Avatar se ve en la obligación de completar la formación de Aang: debe aprender a dominar los elementos, y para ello se necesita de un maestro fuego. Con complicaciones y dificultades, Zuko se une al equipo y enseña el fuego-control a Aang.

Ahora sí, con el poder completo de la naturaleza, el Avatar junto a sus amigos emprenden la batalla final: el enfrentamiento entre el señor del fuego y el único capaz de recobrar el equilibrio del mundo. Asustado e indeciso, Aang se enfrenta a Ozai, y justo cuando la batalla parecía perdida, el joven maestro entra en el "Estado Avatar", obteniendo el poder suficiente para ganar el combate.

Cuando desarma al señor del fuego, y teniéndolo a sus pies, Aang decide tener piedad con él, por lo que lo deja. Pero la necedad de Ozai hace que el Avatar tome medidas drásticas. Usa una técnica que le permite quitarle los poderes al rey fénix, dejándolo indefenso.

Sin un rey maligno que brinde destrucción al mundo y con muchos problemas en el mundo, en especial el vacío que dejaron los nómadas aire, Aang debe partir en una nueva aventura, esta vez para restaurar definitivamente el dolor que dejó la guerra tras de sí.

Aang ha madurado, ha crecido espiritual y físicamente, y el momento de que el Avatar actúe ha llegado. Esta vez no bastará el control de los elementos para regresar la paz, sino un poder que ni el más grande maestro puede igualar: el poder de la vida misma.