Coraza de Hiero, Martillo de Fe.
La noche había llegado a toda Runaterra, trayendo consigo el fin del día y el de las batallas en la grieta del invocador, al menos por el día de hoy.
En las cercanías al instituto de guerra, escondido por los arboles, se encontraba un yordle de pelaje azul recostado sobre el tronco de un árbol, mantenía sus ojos cerrados y se relajaba con la suave brisa que soplaba, disfrutaba del momento aunque eso no era del todo posible ya que estaba algo molesto.
—"¿Quién manda una carta con una hora especifica a la que no llega?" —pensó con fastidio y suspiro de manera pesada
Aquel día después de haber terminado todas sus partidas programadas, se dirigió a su alcoba en la cual enfrente de la puerta encontró un sobre con una pequeña carta y por pequeña se refería a que era muy breve, solo tenía escrito un lugar y hora junto a un "llega puntual", al principio no le tomo importancia, pero su curiosidad llego a tal punto que decidió al final ir a aquel lugar.
Realmente no confiaba del todo, no tenía muchos amigos y por lo general cuando le mandaban algo, terminaba con una explosión, por lo cual se llevo un pequeño paralizador eléctrico que él había creado, ya que uno debía estar preparado para cualquier situación.
Pero estaba algo desesperado, ya llevaba al menos una hora esperando en aquel paramo y no había señales de nadie.
—¿Habrá sido una broma? —se pregunto a si mismo mientras sacaba la carta del bolsillo de su pantalón y la leía otra vez—. Supongo que ya no tengo nada que hacer aquí —se levanto y empezó a caminar para regresar a su habitación.
—¡Espera! —escucho una voz femenina detrás de él.
El pequeño volteo encontrándose con una de las pocas campeonas yordle que había dentro de la liga de leyendas.
—¿Poppy? —su voz estaba llena de confusión.
—Que hay Rumble —contesto haciendo un pequeño saludo con la mano y la cabeza agachada.
Rumble realmente estaba sorprendido, de todos los campeones que imagino que pudieron haber mandado esa carta, jamás le pasó por su mente que la que mandara esa carta fuera Poppy.
—Entonces ¿tú mandaste la carta? —le pregunto a la yordle con armadura y obtuvo como contestación un "si" casi imperceptible.
Rumble se acerco a Poppy hasta quedar al frente de ella, lo cual provoco que la pequeña Yordle bajara su cabeza un poco ya que ella era un poco más alta que Rumble.
—Bueno, se puede saber ¿para qué me llamaste a este lugar? —pregunto de manera calmada ya habiendo perdido el rastro de enojo de hace un rato, a fin de cuentas, no se podía enojar con su mejor amiga.
Poppy simplemente se quedo callada y estática, parecía tratar de decir algo, pero ella misma se cortaba y no completaba la idea, por lo cual Rumble le pidió que se calmara, pensara las cosas y finalmente hablara, Poppy hizo caso y empezó a respirar hondo para calmarse, ya más tranquila ahora empezó a hablar.
—Veras Rumble, la razón por la que te pedí que vinieras aquí a esta hora es porque —guardo silencio y agacho la cabeza—. Quiero decirte que me gustas —susurro de manera muy baja lo cual hizo que Rumble no escuchara bien,
—Disculpa, pero lo puedes decir más fuerte —le pidió de manera cortes.
—Me gustas —volvió a decir un poco mas fuerte pero balbuceando.
—¿Qué dices? —pregunto acercándose aun más.
—¡Que me gustas, está bien! —grito de golpe lo que provoco que su acompañante diera un pequeño salto del susto y cuando proceso lo que le dijo se puso rojo a más no poder.
Después de eso hubo un silencio, cosa que empezó a provocar que la "guardiana del martillo" comenzara a temblar y en sus ojos se empezaran a formar lágrimas, pero antes de siquiera plantearse la idea de correr, fue apresado por los brazos de su acompañante y sintió sus labios tocar los de él.
Fueron escasos segundos de ese beso, pero para ella se sintió como una eternidad en la gloria, pero sobre todo se sentía feliz de haber sido correspondida, cuando se separo pudo ver como Rumble la miraba con una mirada enternecida, a lo cual ella le dedico una sonrisa llena de regocijo.
—Sabes —hablo en un tono suave—. Pensé que no te gustaba y por eso me mantuve cayado todo este tiempo, vaya que fui torpe—dijo sonriéndole a ella.
—Bueno, lo único que quisiera saber es ¿desde cuándo te gusto? —pregunto con intriga.
Rumble se sentó en el pasto y le dijo que se sentara junto a él, le conto sobre la primera vez que se conocieron, hace mucho tiempo cuando ella ingreso a la liga de leyendas, le resulto alguien interesante, que fue una de las pocas personas que se juntaban con él y por eso apreciaba su compañía, pero con el tiempo su sentimiento de amistad fue creciendo hasta convertirse en amor y de ahí todas las luchas internas que tubo sobre si decir o no sus sentimientos.
—Sabes, ya que dijimos todo, te pregunto ahora —mostro una sonrisa—. ¿Te gustaría ser mi novia?
—¡Por supuesto que sí! —contesto de manera eufórica lanzándose a los brazos de su ahora novio.
Poppy se sentía en el paraíso, la persona que más quería, las que más amaba le había correspondido, no había mayor satisfacción que esta, tal vez su misión era encontrar al héroe que portara el martillo y repartiera justicia, pero ella ya había encontrado al héroe que protegiera su corazón y estaba seguirá de que él jamás la lastimaría, a fin de cuentas ya habían compartidos bastantes años juntos dentro y fuera de la liga de leyendas.
Rumble se paro y ayudo a levantar a Poppy, la cual acepto gustosa y ambos se dirigieron para los dormitorios, y antes de tener que separarse para ir a sus despectivos dormitorios donde debían descansar para el día de mañana, tomo a la yordle de los hombros y le deposito un beso en los labios.
—Eso es para que no me olvides, y esto —dijo jalándole la mejilla a la pobre —. ¡Es por haberme hecho esperar una hora! —dijo de manera furiosa y juguetona.
—Lo siento. —dijo quitando la mano del yordle de pelaje azul y jalándole el cachete a Rumble en forma de venganza, pero luego de quitar su mano, ambos rieron y se dieron un último beso, al menos por el día de hoy.
Si, quizás ambos sean algo infantiles y locos, pero es eso lo que los une y vuelve su amor puro, a fin de cuentas…..
¿Quién dijo que el amor no es ciego y sobretodo loco?
