Summary:
¿Qué ocurre si te enamoras perdidamente de alguien pero ya has hecho tu vida con alguien más?
Disclaimer: No me pertenece Sakura Card Captor.
Nota: En esta historia la magia no es utilizada. Fic basado en la película "Falling in love".
Capitulo 1
Se escuchó el sonido del tren eléctrico llegando a la estación. Una joven castaña y ojiverde entró corriendo a un vagón segundos antes de que la puerta se cerrara. El vagón estaba atiborrado de gente y apenas y podía moverse. Fue haciendose paso y se acomodó en un rincón. Minutos más tarde, el tren se detuvo en la estación siguiente, algunas personas bajaron y la chica pudo sentarse. Miró por la ventana mientras el tren avanzaba de nuevo. Compras de Navidad en la ciudad de Tokio justo el día 23, un suicidio para cualquiera, pensó.
Algo entre la gente llamó su atención. Un joven castaño llevaba el libro que ella había leído hacía unos meses. Ella miró a su alrededor. Nunca había conversado con desconocidos en el tren, pero sintió el impulso de hablarle. El dueño del libro no se dió cuenta de que era observado, miró su reloj y guardó el libro. El tren se había detenido casi por completo. La ojiverde miró por la ventanilla y vió que habían llegado a la ciudad.
Horas más tarde caminaba cerca de los grandes almacenes, abriéndose paso entre la gente. Buscó con la mirada entre el gentío. ¿Dónde podría...
-¡Sakura!- una joven de cabello negro azulado, mas o menos de la misma edad de la ojiverde le hacía señas con las manos desde una mesa en una cafetería. Sakura llegó como pudo hasta la mesa.
-¡Hola Tomoyo! ¿Cómo te fue en tu viaje?
-El Caribe es lo mejor, te relaja, te hace olvidarte de tus problemas...y del frío que hace aquí - se quejó Tomoyo mientras se ajustaba la bufanda.
-Jajaja, si ya lo creo.
-Hubieras ido, estoy segura de que te habría hecho bien.
-Si, pero ya sabes lo de mi papá, tengo que quedarme aquí y no me quejo, los doctores todavía no saben qué pueda pasar. - Sakura fingió estar muy interesada viendo la gente pasando junto a ellas. Tomoyo intuyó que su amiga se había entristecido.
-Sakura, lo siento, verás que todo saldrá bien y a la próxima nos iremos juntas.- Sakura sonrió y asintió con la cabeza.- ¿Y cómo va todo con Daikoku?
La ojiverde sintió como si algo muy pesado le cayera encima. Si por ella fuera, se iría a vivir a la ciudad, pero nunca pensaba en eso como una posibilidad real.
-¿Qué puedo decir? Casarse mata a la gente de aburrimiento- Sakura suspiró. Miró a su amiga, que sonreía.- Tomoyo, ¿conociste a alguien?- Tomoyo soltó una risita.
-Mi compañero de asiento en el avión también trabaja aquí en Tokio, es muy amable - y se quedó embobada, pero de pronto frunció el ceño.- Sólo que era casado. - Fue el turno de Sakura de reír.
-Pues te deseo mucha suerte, porque hasta ahora no he tenido gran cosa- dijo mientras pagaba la cuenta. Las chicas salieron. El frío viento les golpeó la cara. - Bueno nos vemos en Enero, todavía tengo que comprar regalos.
-Sí, ¡adiós! - Se fueron caminando en sentidos opuestos. - ¡Y Feliz Navidad!
-¡Feliz Navidad!
En esos momentos, justo en la acera de enfrente, un chico se apresuraba hacia una mesa.
-Lo siento, demasiada gente en las calles antes de Navidad- se disculpó, sentándose frente a un chico de anteojos, de su misma edad.
-Sí, ni lo digas- el chico parecía algo triste.
-¿Y bien?- el castaño miraba su carta. Como nada lo convenció, se limitó a pedir un café. Hasta entonces se dió cuenta de que algo le pasaba a su amigo. - ¿Te pasa algo?
-Eh... bueno, define "algo"
-¡Eriol! Tienes algo, no mientas. De eso querías hablar ¿no?
-Pensé que sólo te había mencionado mi viaje...- dijo Eriol confuso, rascandose la cabeza. El castaño rió.
-Te conozco lo suficiente como para saber que siempre eludes el tema principal.
-¿Y cómo están los niños?
-¿Ves?- y volvió a reírse.- De todas formas, ellos están bien, gracias. Ahora ya puedes decirme lo que provoca que hayas cambiado tanto de tema. – Su compañero se quedó con la vista clavada en su taza de café.- ¿Eriol?
-Voy a divorciarme de Yasu - El castaño lo interrogó con la mirada.- Vamos, Shaoran, no es nada del otro mundo, es sólo que ya no es lo mismo, ni siquiera siento estar enamorado... je, bueno no pretendo que sepas cómo se siente pero tal vez puedas darte una idea...¿Shaoran?
Pero las palabras de Eriol habían puesto a pensar a Shaoran...hacia 5 años que estaba casado con Kameko, pero nunca se había detenido a pensar si seguía queriéndola como antes. A decir verdad, casi desde el principio todo se había vuelto rutinario. Aún teniendo a los gemelos...parecía que eso era lo único bueno en su relación.
Los únicos momentos "felices" que habían pasado, se podría decir que fue cuando se conocieron en la universidad, unos 8 años atrás y el día de su boda.
-Sí, eso creo- respondió sin siquiera saber qué estaba contestando. - Espero que todo se solucione Eriol, en serio. - Shaoran pagó la cuenta y miró hacia la calle, que estaba llena de gente cargando bolsas. Hizo una mueca de fastidio.
-Olvidadizo...Compras de último momento ¿no?- se burló Eriol.
-Ciertas cosas no se quedan en mi memoria ¿sabes? Nos vemos, Feliz Navidad- se despidió Shaoran.
-¡Feliz Navidad! Saludos a los gemelos.- Y los dos se perdieron entre la multitud.
