EL UNIVERSO EN UNA MIRADA (death note Fanfic)

Se dice que L es un detective muy listo, inclusive puede considerarse el mejor del mundo, pero aun siendo tan listo como dicen, acaba cometiendo un grave error.

Pierde la cordura por aquel ser que le roba el corazón, sin saberlo estaría uniendo su vida con la de un ser que desconoce por completo, se trata del guardian de las puertas del infierno, un ser considerado como el más poderoso en el universo, esto le llevaría a compartir su terrible destino, o acaso hay forma de salvarles?...

Hace mucho tiempo, cuando el universo era considerado como uno en su totalidad, cuando existía completa paz entre todos los seres, existían los "yainikens" estas criaturas eran las encargadas de mantener el equilibrio del mismo. Ellos eran criaturas sumamente pacificas, sin embargo, poseían un asombroso poder que supera y por mucho al de otros seres, cada uno poseía un atributo (oscuridad o luz).Ellos tenían una criatura interior, era así como eran al nacer, es decir nacían como bestias y en unos días después del nacimiento volvían a su forma humana(no eran humanos pero su anatomía era casi idéntica a la de un humano), además sus diferencias era su pálida piel, tenía unas marcas negras en los ojos, después podían realizar su tercera forma, la cual un ser de energía (esta era la forma más poderosa de ellos).

Cuando el universo se encontraba en lo mejor de su esplendor, nació la criatura mas temible, Zant era su nombre, el era una criatura despreciable, había sido enseñado para odiar a los yainikens, ya que si estas criaturas no existieran, su especie podría gobernar a su antojo el universo. Los yainikens no tenían rival en cuanto a poder, su única debilidad era su alma pacifica y bondadosa, Zant sabía que si quería derrotar a los yainikens tendría que derrotarlos a todos en un solo movimiento…

El se hizo pasar por una persona de alma pura y conquisto de esta forma el corazón de una bella joven yainiken( ella era de luz), (a la cual consideraba como un ser horrible y repugnante),Zant creía que esta joven le abriría la puerta a Kalipzo (el planeta de los yainikens) y así fue, la bella joven tenia su corazón a merced de Zant y por lo tanto no dudaría en abrir tal puerta, ella estaba consiente de lo que Zant podía hacer una vez entrara en su planeta, pero le tenía demasiada confianza a su "Amado" como para negarle algo que sin dura ponía el peligro a toda su especie, ya que sus núcleos eran delicados por dentro, una explosión dentro del lugar podría acabar con todos.

Aquella joven esta comprometida con un joven llamado Ayagness (el era de oscuridad y su nombre significaba crepúsculo), el era considerado como el Yainiken mas poderoso de todos, además de que la amaba con todo su corazón. Al enterarse de lo sucedido Ayagness decidió hacer un hechizo especial en el cual ponía sus sentimientos a cambio de un signo extra (la luz), esto lo convertía en un ser aun mas poderoso, pero desgraciadamente inestable, por lo que no tendría mucho tiempo de vida.

Zant con la confianza de la tonta chica, hizo explotar todo Kalipzo (haciendo estallar el núcleo del planeta), y acabo así con todos los yainikens que lo habitaban, excepto uno, Ayagness.

Zant y Ayagness pelearon arduamente por determinar quien era el más poderoso, ambos terminaron por destruirse mutuamente, desde ese momento fue cuando el mal comenzó a existir en todos los rincones del universo. De los yainikens ya no se supo nada…Sin embargo, se dice, que con las ultimas energías Ayagness logro resucitar su mundo y a unos pocos yainikens, y para evitar que la historia se repitiera escondió de todo peligro a Kalipzo, juro que reencarnaría cada mil años para llevarse a las peores almas del universo a un lugar infernal.

Y en verdad aquello que se dijo, era verdadero. Cada mil años a partir de ese momento, entre los pocos Yainikens que quedaron, nacía aquel al que se le llamaba Ayagness un misterioso ser, que era considerado como el guardián de las puertas del infierno por los mismos, Esa criatura era más fuerte que todos los otros, poseía dos signos la luz y la oscuridad(como mencione anteriormente un Yainiken solo nacía únicamente con un signo, que podía ser cualquiera de los dos), desde pequeño, aquel ser era criado por los mejores maestros de todos los universos para aprender tácticas y habilidades, prácticamente esta sería su tarea durante toda su vida. Los yainikens consideraban a Ayagness como el más poderoso y la criatura mortal más fuerte, todos anhelaban aquel poder, sin embargo, aquellos que nacían con aquel "don", solo se maldecían puesto que esto consumiría toda su corta vida,(la vida promedio de un Yainiken era de 300 a 250 años humanos), a diferencia del Ayagness original, sus reencarnaciones si poseían los sentimientos que le fueron arrebatados a este. Sin embargo, dado que ellos nacían inestables, lograban vivir más años humanos que los que vivió este, pero el preció por más vida, era volver su corazón oscuro, por lo que cuando un Ayagness empezaba a oscurecer su corazón era asesinado por los mismos Yainikens para evitar la existencia de un segundo Zant, ya que aunque la oscuridad en si no era mala, pero al entrar al corazón de un Yainiken, volvía negativos y oscuros sus sentimientos, convirtiéndose en una criatura cruel y despiadada que destruiría todo el universo, si se dejaba florecer. Así que recolectaban todas las peores almas que podían, luego su inestabilidad se apoderaba se su cuerpo y este era consumido por la oscuridad pero, antes de que esto sucediera hacían un místico ritual Yainiken que los exoneraba de la toda la oscuridad y también les quitaba la vida, por lo que podía ser considerado por el Yainiken sucesor como una terrible maldición.

Se decía que no había forma de salvarse de aquel terrible destino, por lo que todas las reencarnaciones estaban destinadas a morir de esta forma. Ayagness era identificado al nacer después de cada mil años del nacimiento de uno anterior, afrontaba su destino, muriendo leal, y con honor.

Kalipzo, estaba dividido en Siete núcleos, uno por cada líder principal, que eran los Yainikens restantes y sus familias, los demás habitantes, eran las mejores personas de todos los habitantes de los diversos universos, cuando un de ellos desobedecía las ordenes, era desterrado de Kalipzo, y condenado a olvidar su pasado y vivir en el universo al que ellos consideraban ordinario (Kalipzo era como el paraíso mortal).

Los únicos que podían salir a su antojo de Kalipzo eran los yainikes, y los soldados Kalipzianos, ya que se aseguraban de que todo estuviera en orden en los otros mundo y fuera de este, especialmente Ayagness, que era quien pocas veces se hallaba aquí, puesto que después de recibir su duro entrenamiento, libraba grandes batallas, ya que a veces ocupaba un lugar en el ejercito Real, (Kalipzo tenía un ejercito, el cual mantenía alejados a las criaturas indeseables del mismo).

Podía considerase a Ayagness como un ser únicamente nacido para servir a su Planeta y al universo, por lo que ninguno había logrado encontrar su salvación, por el contrario todos habían muerto a muy temprana edad, entre los 15 y 20 años, dependiendo de que tan rápido de oscureciera su corazón. Ellos tenían que afrontar ese terrible destino…

Los yainikens mejoraban su raza con cada generación, puesto que se mezclaban con otras poderosas criaturas, en vez de perder poco a poco sus genes, estos absorbían los beneficios de los nuevos, creando Yainikens cada vez con menos debilidades y aun más poderosos que los originales.

En Kalipzo, habían pasado ya los mil años después de la muerte del último

Ayagness, se predecía el nacimiento ya de su futura reencarnación.

El séptimo núcleo, era un lugar muy hermoso, la naturaleza se veía intacta, sin embargo había muchos edificios sofisticados, los animales corrían libremente pacíficos y dóciles, había amplios pastizales verdes, las personas, todas eran amables, en medio de todo ese mundo se encontraba el palacio real, un edificio blanco, sofisticado y hermoso, ahí las personas vestían túnicas blancas, y otras que eran los guerreros, vestían la ropa tradicional Yainiken, que era una armadura con ornamentos Yainikens, todo se veía casi perfecto, había un orden impenetrable en aquel lugar, pareciese como si todos estuvieran ya programados, hasta que…

En la habitación principal, la reina de Kalipzo estaba apunto de dar a luz a su primer hijo, ella era hermosa, su nombre era Ayagna (muy parecido al del guardián de las puertas del infierno), este se lo había puesto su madre, quien era una poderosa hechicera, y le pareció perfecto, ya que Ayagna significa día en Yainiken antiguo y ella era de la luz. Ella era pálida, tenía los ojos verdes, y el cabello amarillo, sus orejas eran puntiagudas (lo había heredado de uno de sus padres que no era Yainiken).

Ayagna se hallaba posada sobre una cama, se veía muy débil, tenía a un equipo de especialistas en partos a su alrededor, sin embargo, estos solo se limitaban a mirar, dado que no podían interferir hasta que el bebe saliera a fuera. El parto Yainiken era por mucho, distinto al humano, ya que la criatura salía del cuerpo de su madre en forma de energía, luego se convertía en bestia (como lo mencione al principio), y había que estar muy preparados para que no se hiciera daño a si mismo.

El esposo de aquella mujer, se hallaba hecho un manojo de nervios, pues este nacimiento significa la llegada su sucesor, se hacía una y otra vez la misma pregunta. ¿Como sería aquel ser?, talvez sería de la luz, de la oscuridad, tal vez sería un lobo, o una ardilla, la criatura interior era muy importante, puesto que representaba su segunda forma, un animal débil, pensaba, seguramente sería una gran decepción para el.

La reina estaba ya apunto de terminar, sus ojos se cerraban como si estuviera muriendo, dejaba de aruñar las sabanas de la cama, como si algo le quitara las energías, derepente sus ojos se tornaron de un azul muy claro, y dejo de moverse. En ese momento de su pecho, salía algo parecido a una bola de energía, que se quedaba sobre ella, hasta salir por completo de su cuerpo, esa enorme esfera posada sobre aquella mujer, se revolvía, y parecía como si algo dentro de ella quisiera salir, derepente un símbolo se postro en aquel objeto, aquel símbolo, era el de Ayagness, que se apoderaba de aquella esfera y transformando así la mitad de esta de un color azul muy fuerte y la otra de uno claro, era obvio que esos colores significaban los signos de la luz y la oscuridad uniéndose para formar uno solo.

Después de ese impresionante suceso, la esfera se transformo en un poderoso dragón de oscuridad y luz, fue tan enorme que destruyo el techo para volar por los cielos tratando de salir de Kalipzo, en ese momento los especialistas y el rey reaccionaron, y transformándose en yainikens puros (su tercera forma), salieron del edificio para capturar al nuevo Yainiken.

El rey fue el primero encontrarlo, era un poderoso dragón, se veía un poderoso, pero gracias a que era tan solo un bebe, no fue de mucha dificultad para el calmarlo y volverlo a su forma humanoide.

El rey usando su poder psíquico, le hablo al pequeño con una voz que parecía tener eco-Hijo mío, eres un gran orgullo para nosotros, pronto te convertirás en un ser muy poderoso, y me sucederás como rey, es por eso que yo te amo.

El bebe al oír aquellas palabras bajo del cielo, y frente a su madre, aquel dragón iba transformándose poco a poco bajo una intensa luz, en un ser muy parecido a un humano, aquel bebe era hermoso, tenia los ojos de un azul cielo (representaban el día en su ser), su piel era muy pálida, y su cabello era negro, muy oscuro y brillante a la vez (representaba la noche). Y definitivamente era una niña, la más hermosa persona vista alguna vez. Ella tenía lo mejor de sus ancestros, poseía el control de los elementos, tenía poderes Youkai, y la valentía de sus tatarabuelos Hylianos.

La reina que ya había despertado, se sorprendió al ver la belleza de su hija, cayo de rodillas ante ella, miro a su madre y le sonrió, aquella mujer tomo a su hija en brazos, y al ver la marca de Ayagness en su brazo, soltó el llanto, la apretó fuerte, y con las lagrimas en los ojos, le dijo- Mi pequeña, no dejare que tu destino te aparte de mi.

El rey llego a la escena y le dijo a ella- Ya lo sabes…

La reina le miro con tristeza y aun con su pequeña entre sus brazos le dijo- No permitiré que ese destino azote la vida de mi hija.

Así que es niña, estoy seguro que nos orgullecerá- un silencio recorrió la habitación y prosiguió -déjame decirte que deseo de todo corazón que esto no fuera así- el rey apunto de llorar le dijo casi gritando- Daría mi vida por salvar a mi primogénito, una impotencia horrible inunda mi corazón…

Se acerco y tocando el cabello de su pequeña hija, abrazo a la reina. Entonces ella le dijo al oído-su nombre es Lapsai. El le sonrió a su joven esposa, y después la demás familia llego a conocer a su nuevo integrante.

Después de unos meses, cuando Lapsai apenas comenzaría su iniciamiento y diversos entrenamientos para convertirse en Ayagness (así de pequeños ya debían ser iniciados, puesto que sus vidas eran muy cortas), la pequeña se encontraba con su madre en un río, que estaba muy cerca del palacio real, su madre le hablaba de los grandes reinos, y las criaturas impresionantes que había, sentadas sobre una roca a la orilla de aquel río.

La reina le dijo-Mi pequeña Lipsy, más aya de nuestro reino se hayan los reinos vecinos, aya se encuentra tu abuelo y mi padre, estoy segura que pronto, cuando puedas entenderme te encantara escuchar sus historias.

Más aya de esa muralla se encuentra el mundo, al que nosotros llamamos común, yo jamás he salido de Kalipzo, por mi estado de salud(ella era muy enfermiza y débil a pesar de ser un Yainiken), pero dicen que es un mundo muy extraño, estoy segura que tu si podrás verlo…Ella seguía hablando, pero Lapsai se distaría con el correr del agua.

Lapsai, sin que su madre lo notara, por error le lanzo un hechizo, el cual la dejo inconciente, se alejo de su lado, y siguiendo el curso del río, se alejaba cada vez más de ella.

Ella vio un pez en el agua, que le pareció muy hermoso, entonces se arrojo hacía el, el pececito se fue siguiendo el agua en el río.

La niña no sabía que ocurría, pero podía sentir que algo le evitaba la respiración, y casi no podía moverse, en efecto, era el agua, la cual ahogaba a aquella criatura.

Lapsai podía sentir como su vida se escapaba.

En ese momento el poder de Ayagness despertó en Lapsai. Sintió como el poder recorría su pequeño cuerpo, entonces Lapsai se transformaba de nuevo en el poderoso dragón que había sido al nacer, y, como ahí no había nadie que se asegurara de que no saliera, Lapsai inconcientemente atravesó la barrera que separaba su mundo del otro.

El dragón sin rumbo, perdía fuerza, recorriendo los enormes espacios del universo vacío, hasta caer al mundo más cercano que encontró.

Se trataba de un mundo Shinigami, el suelo se veía infértil e inerte, como si estuviera muerto, los árboles totalmente secos y podridos por dentro, ese lugar definitivamente no era el más apto para un bebe.

Lapsai, sin más energía para seguir volando, y como aún era muy pequeña, cayó a la sombra de un árbol, y se quedo dormida.