Recuerdos encerrados
Capitulo I
Era una calida noche de primavera, el viento jugaba graciosamente con sus cabellos castaños, la luna se asomaba por entre los árboles de cerezo, el silencio de la calle resultaba un deleite para el caminante…
Sakura Kinomoto regresaba mas tarde de lo habitual, después de la muerte de su padre, Sakura había prometido fielmente que sacaría las mejores notas y entraría a la Universidad de Tokio… por lo que era cotidiano que al terminar las actividades del club de redacción, se quedara a consultar dudas de matemáticas en las asesorias de la escuela.
El panorama a pesar de ser hermoso, provocaron en la bella señorita que a su mente regresasen recuerdos, los cuales había intentado encerrar, en el mas profundo lugar de su corazón.
Sakura era una chica bastante linda, sus ojos antes tan alabados ahora los escondía tras unas gafas que cambiaban a oscuro si la luz era intensa…
Su cabello ligeramente sobrepasaba el hombro, sus labios delgados y sus mejillas con un rosado peculiar, complexión delgada, alta y de apariencia seria era ahora la imagen que proyectaba.
Su voz armoniosa y sus sutiles movimientos reflejaban a una persona delicada, hasta cierto punto frágil, tímida y muy inteligente; cumpliría los 17 años en un par de semanas, este hecho no la ponía feliz en absoluto, pues en esa fecha había experimentado situaciones muy dolorosas, que en ocasiones recordaba, y sus bellos ojos color esmeralda, se llenaban de lágrimas…
Al llegar a casa, su hermano estaba en la cocina preparando la cena, la casa fuera de los sonidos que producía el agua hirviente y el cuchillo que era utilizado para cortar las verduras, estaba cubierta por un silencio sepulcral.
—Buenas noches, hermano— -interrumpió Sakura en los pensamientos de Touya-…
—Esperaba tu llegada Sakura, — -a Touya le había afectado también la muerte de su padre, y la ausencia de Yukito, pues su hermana había dejado de ser "Monstruo" para ser llamada: Sakura—
—En un momento bajo Touya voy a cambiarme—…
Sakura subió las escaleras, desganada, ahora su casa le parecía estar tan fría, tan oscura, cuando antes era tan calida, era su hogar…
La única forma de alejarse de la realidad, era el anime, la música, y el estudio,
Su cuarto estaba pintado de un azul claro muy bonito, además de lila… en el techo le había pedido a Touya que le dibujara un eclipse de luna, la ventana daba a su jardín trasero, en donde su padre había sembrado algunas rosas, la luna iluminaba ese patio, en donde Sakura parecía ver la silueta de su padre, algunos días, algunas noches…
Se apresuro en bajar, y encontró una mesa dispuesta, en donde la comida tenía apariencia deliciosa
—Sakura, -dijo Touya- —debo decirte algo… Veras, me han ofrecido un trabajo en la universidad, pero… tendría que salir de Tomoeda un par de semanas… y bueno —…
—No te preocupes por mi hermano, yo estaré bien, sabes que esta ciudad es pacifica, y que gracias a que me has enseñado, se como defenderme, y-
—Sakura, no es eso, me preocupa que te sientas sola, sabes que te quiero mucho y no soportaría saber que te has puesto triste por mi culpa—.
—Descuida, yo estaré bien, puedes irte tranquilo, bueno, muchas gracias por la comida, debo irme a dormir, mañana tendré examen de física y además me siento ya muy cansada, hasta mañana onii san!!! —
—Sakura, -susurro Touya- cuando volverás a sonreír de la forma en que lo hacías? —
Sakura a pesar de tener una apariencia hasta cierto punto frívola, temía esa ausencia de su hermano, pero sabia que Touya, debía hacer lo que gustase, y que si ella no lo apoyaba, el se sentiría muy triste, después de todo, ahora solo se tenían el uno al otro para sentirse apoyados
Cayó en la cama, y vio el póster de Chobits que había pegado en la esquina del techo, seguido por una imagen de Watanuki de xxxHolic perseguido por unos fantasmas muy graciosos.
A veces soñaba con formar parte de un anime, tal como lo veía en sus historias favoritas…
prendió su reproductor y escucho la canción Sayonara de un anime que había visto tiempo atrás llamado Saikano, en el que lloro al ver ese sacrificio de amor; el amor que veía como parte solo de el mundo de fantasía y no mas…
—Wang,,, la vida es tan compleja,,, Padre,,, — -suspiro, cayendo en el mundo de los sueños, sin mas ni mas, dejando sus recuerdos encerrados una vez mas en su débil corazón…
A la mañana siguiente despertó, con su viejo reloj a las 6:30am, un nuevo día al que debía enfrentarse con mucha energía.
Se vistió, como siempre, con lo que estuviese mas a la mano, cuidando que combinara de alguna manera, se metió a bañar, aliso su cabello, y lo amarro en media cola, al salir de su habitación, agarro sus gafas, y se las coloco se miro al espejo, e intento esbozar una sonrisa, sin embargo, hacia mucho que una sonrisa nacida de el alma no se dibujaba en su rostro…
Bajo las escaleras, y noto que su hermano había dejado el desayuno servido, una rosa y una carta, la cual leyó inmediatamente después que la vio…
Sakura:
Muchas gracias por apoyarme, espero tengas un grandioso día, cuídate mucho, te llamare todas las noches, en las próximas dos semanas, recuerda que te quiero, aunque casi no te lo diga, que disfrutes el desayuno.
Touya Kinomoto
—Hermano… espero disfrutes tu trabajo –tomo el jugo que le había preparado, y comió tan lentamente como pudo, se limpio, y salio de la casa.
Sus patines eran sus mejores aliados, cuando el tiempo era escaso, seguido se encontraba con muchos de sus compañeros que al igual que ella iban corriendo, por quedarse dormidos, se detuvo frente a la preparatoria en la que alguna vez, su hermano y Yukito estudiaron…
-Que, que fue del joven Yukito?, pues fue solicitado en la universidad de Inglaterra, como el tutor para uno de los viejos amigos de Sakura, el cual no había visto desde la salida de la primaria: Eriol Hiragisawa.
Su hermano que por alguna extraña razón, siempre miro con cautela a ese niño, al que se refería tan despectivamente, la razón tal vez, es que posteriormente le separo de una de las personas mas importantes para el.-
Sakura sintió la mirada de alguna persona, pero al voltear no vio a nadie conocido, se dirigió a su salón recordando las formulas de corriente en paralelo y serie. Abrió la puerta, y pronuncio —Buenos días— que supuso solo ella habría escuchado.
Se sentó en donde siempre y espero a que llegase el profesor,
—Buenos días Jóvenes— -anuncio la profesora Nakahara- —Silencio por favor, les presentare a una nueva compañera, que llega de ultimo momento para integrarse a la clase, sean amables con ella por favor, señorita Daidouji pase por favor— -el silencio domino el salón, y apareció una bella chica de cabello largo y negro, tez blanca y ojos negro azulados, delgada y con una hermosa voz…
—Buenos días, mi nombre es Tomoyo Daidouji, a partir de hoy compartiré clases con vosotros, espero nos llevemos bien— -sonrió ampliamente y espero las ordenes de la profesora; en el salón empezaron a escucharse diversos comentarios, sobre lo bonita que era esta alumna, Sakura solo le dedico una mirada, y en seguida siguió tratando de concentrarse en el próximo examen-
—Señorita Daidouji, pase y sientese tras la señorita Kinomoto, Kinomoto alce la mano por favor— -Sakura lo hizo y Tomoyo paso a sentarse dirigió una calida sonrisa a la joven que le miro de alguna forma indiferente… Lo que ella no sabía, era que esa joven, iba a venir a ser, uno de los tantos factores, que iluminarían su vida una vez más.
