Después de esa noche que jamas olvidare, Kung Lao y yo forjamos una relación al parecer prohibida para la sociedad, por lo que debíamos mantenerlo en secreto. Prácticamente nuestra vida romántica y sexual era únicamente en la privacidad de nuestra habitación. Aveces habían disputas entre nosotros, pero eran detalles menores y siempre nos reconciliábamos. Y después de eso, había algo mas, muy similar al dia que confesamos nuestro amor por el uno y el otro.

En realidad, no recuerdo ninguna vez en la que no nos terminamos acostando. En donde Kung Lao, siempre tomaba el control de mi cuerpo, algo que sin duda siempre me excitaba y por supuesto, algo que le excitaba a el también, que el fuera el dominante y yo el sumiso. Pero hubo una noche en la que me dio una noticia, que daría una vuelta a mi vida 180 grados. Y no hablo de terminar nuestra relación, gracias a Buddha. Kung Lao se tenia que ir con su familia por un tiempo y eso no tendría nada de malo, lo malo era que tenia que irse ¡Por 2 semanas!

Intente mostrarme comprensivo, pero eso no evito que Kung lao notara mi tristeza.

- Liu Kang, mi amor ,no llores...- Dijo con su mirada consternada -...Sabes que no me gusta verte asi...

Yo, estando con mi cabeza agachada, sin poder contener las lagrimas:

- P-Pero ¿Y si te pasa algo? - Pregunte alzando la cabeza - Recuerda que casi mueres a manos de Shao Khan, no quiero perderte, tu eres la persona que mas amo...

Se acerco a mi, agarrando me barbilla, dejando que viera sus hermosos ojos verdes, robándome un beso para que guardara la calma o por lo menos que cerrara mi boca de una buena vez.

- Shao Khan ya esta muerto, y Jerrod prometió no volver a atacar la tierra ¿Recuerdas? - Dijo viéndome a los ojos.

Asentí con mi cabeza, ademas tenia que ponerme a pensar que Kung Lao tiene una vida aparte de mi.

Al día siguiente, antes de subirse al tren, lo abraze sin la capacidad de separarme de el. No me importaba si había gente alrededor, que por cierto, las personas que estaban presentes, me pareció curioso que no mostraran asco o desagrado, mas bien la mayoría se mostraban comprensivos.

En fin ¿Que tan malo podría ser estar 2 semanas sin el?