Notas de Autora:

*Ésta es una adaptación de "Faith" (tanto la serie televisiva como el anime, "Hakuouki" no me pertenecen)*

Aquí estoy denuevo con mi tercer fic :D me costo mucho adaptar el anime a la serie (tuve que cortar muchas partes y personajes que no concordaban T-T) pero espero que les guste.


* English:

ANNOUNCEMENT: the second chapter will be on if you guys send me REVIEWS, it's so hard to make an adaptation (takes so many hours T-T ... it seems easy, huh? but its not! D:) i'm doing this translation for my readers that doesn't speak spanish, i know some of them use the google translator thing to translate my Fanfic (i'm sorry for that) hope you can understand :) and support me as always.

*If some of you could help me to translate properly to english this story (or other one) it will be awesome! ... feel free to send me a PM or review*


* Español:

ANUNCIO: El segundo capítulo está condicionado a los REVIEWS, dado que es un trabajo difícil (toma muchas horas hacerlo... aunque parece fácil D:) espero me comprendan :) gracias por el apoyo de siempre.

Estoy en la búsqueda de alguna persona que pueda ayudarme a traducir ésta historia (o alguno de mis otros fanfics) a inglés... contáctenme a través de un PM o review.

¡Gracias nuevamente!


Faith: Dangerous mission / Una misión peligrosa

Capítulo 1

Kyoto, año 1764

Se dice que hace muchos años existió un doctor que causaba admiración; no había nada que él no pudiera curar, su forma de operar era única ya que paralizaba a los pacientes con anestesia general y abría sus cuerpos para poder tratar el órgano que se encontraba mal.

Aquellos rumores se extendieron por todo Japón llegando a oídos de un poderoso Shogun, quien sufría de dolor de cabeza crónica. El doctor lo trató con agujas de plata y el resultado fue exitoso.

El Shogun quería mostrarse invencible frente a sus enemigos con el objetivo de ganar poder, así que le pidió al doctor que trabajara exclusivamente para su uso personal, sin embargo fue rechazado por éste provocando su huida.

La misma tarde de ocurrida la desaparición se dio la orden de perseguir al doctor día y noche siempre y cuando regresaran con él.

Cuando finalmente lo encontraron, decenas de soldados lo acorralaron y amenazaron pero el hombre se rehusaba a ir con ellos.

-Rechazar la petición se castiga con la muerte- dijo el general mientras apuntaba con su espada

En ese preciso instante el sol cubrió la tierra y se creó un portal, una mezcla de luces y viento. Quienes observaron el acontecimiento lo describieron como la puerta hacia el cielo.

El doctor sonreía mientras caminaba hacia el centro de aquel agujero hasta que finalmente desapareció.


Kyoto, 04 de Noviembre de 1864

El sol en lo alto del cielo abrazaba el camino de un grupo de jóvenes de haori color celeste, ellos tenían la misión de proteger a la futura esposa del Shogun, una princesa traída de otro país. La unión traería la paz a dos pueblos, un matrimonio político.

El carruaje era majestuosamente elegante y resguardaba dentro de sí a la mujer, los guerreros encargados de proteger aquel tesoro debían completar la misión así les costara la vida, pues habían esperado una oportunidad de esa magnitud desde hace mucho tiempo para dejar en alto su bandera.

El camino era largo y la noche les cayó encima con ferocidad, la lluvia mojaba sus atléticos cuerpos y el viento obligaba a sus cabellos a danzar.

Hubiera sido imposible para cualquier persona atravesar aquel lugar por las inclemencias del clima, pero estábamos hablando de los valientes hombres del Shinsengumi.

La primera fase del plan era llegar a una posada, nadie esperaría que ahí se llevara a cabo una reunión de tamaña importancia, unir a la princesa y el Shogun.

Luego de vaciar el lugar, cerrar las puertas y ventanas se armó un fuerte improvisado, nadie podría ingresar o salir de la posada hasta culminar la reunión.

La delicada mujer sube cuidadosamente los peldaños de madera acompañada por un hombre de ojos azules, al llega a una habitación, desliza al puerta y encuentra a un grupo de personas rodeando a un hombre, el Shogun.

En la oscuridad de la noche se podía escuchar ruidos extraños provenientes de la estancia, ubicada en el primer piso.

El ataque era inminente, las espadas brillaban como luciérnagas mientras uno a uno los enemigos caían.

-Señor, le pido que no se mueva de aquí, lo protegeré con mi vida- pronunció un joven de mirada azulada

-No lo haré- respondió el Shogun

El guerrero deslizó la puerta para abrirla y una decena de atacantes hacían su aparición. Espada en mano; cual escudo humano, el hombre se plantó en la entrada mientras combatía a sus oponentes, aun así eran demasiados por lo que uno de ellos logró atravesar la barrera y dar un preciso corte sobre el cuello de la princesa, quien cayó al suelo ante el emergente líquido rojo que salía sin control de la herida. La paz estaba en peligro.

Un doctor era parte de los hombres que viajaban en aquella caravana, haciendo hasta lo imposible por salvar la vida de la valiosa mujer detuvo el fluido de la sangre y reanimó su corazón, la vida de la princesa pendía en un hilo.

Los atacantes que capturaron luego del ataque se auto envenenaron, por ello nadie pudo descubrir quién los envió y así el destino de dos naciones perecían.

Un consejero decidió hablar, el médico había mencionado que sólo un milagro salvaría a la mujer y era precisamente aquello lo que buscarían.

El Shogun dio la orden de mandar al comandante de la misión a las puertas del cielo y traer consigo un milagro.

Con los primeros rayos de luz de la mañana siguiente, un grupo de hombres llegaron a un lugar sagrado según las creencias populares, tres piedras formaban un arco de aproximadamente un metro de altura, al centro del cual se observaba una luz blanca con destellos celestes, era como observar el ojo de un huracán desde el cielo.

Los camaradas del hombre elegido a hacer a aquel viaje observaron preocupados mientras el viento soplaba con fuerza.

El decidido hombre de ojos azules miró en dirección al Shogun, quien había insistido en ir al lugar y ver con sus propios ojos lo que acontecería. Sin embargo éste parecía dudar, en su cabeza rondaba la idea de que estaba mandando a uno de sus mejores guerreros a un destino desconocido.

-Deme la orden- pidió el joven de cabellos color índigo mientras hacía una reverencia

-Como última alternativa debemos intentarlo…- respondió el poderoso señor mientras asentía con la cabeza

-¡Saito!- alzó la voz uno de los hombres del Shinsengumi acercándose al joven esperando detenerlo

-Ésta es la orden del Shogun- replicó el guerrero

-Pero...- fue interrumpido el miembro más joven del Shinsengumi

-Voy a regresar- insistió Saito

El hombre de mirada azulada se acercó lentamente al portal hasta que finalmente fue rodeado por pequeños rayos de luz y desapareció.


Kyoto, 05 de noviembre del 2014

Cuando el guerrero cruzó del otro lado creyó haber entrado al cielo, dio una reverencia a una gran estatua de mármol frente a él y avanzó unos pasos, la conmoción era notoria, grandes edificios que tocaban las nubes, máquinas de metal con ruedas avanzando a velocidad, sus ojos observaban amenazados.

A lo lejos, vio un hombre vestido de monje y decidió acercarse.

-Vengo del otro lado de la frontera del mundo y estoy buscando a un genio- habló el guerrero

-¿Genio? Creo que necesitas un doctor...- respondió el hombre observando las extrañas ropas del joven

-Sí-

-Bueno... existen diversas especialidades ¿dónde te duele?-

-Es un corte- respondió Saito señalando su cuello

-¡Oh! Entonces necesitas un cirujano, hay una convención de médicos aquí cerca, ve hacia el edificio que se ve entre los árboles- respondió el hombre señalando el lugar

-Gracias, monje- dijo el guerrero mientras se alejaba camino al lugar señalado

-Debe ser una especie de cámara escondida…- susurró para sí el hombre

El guerrero del Shinsengumi respiró profundo antes de atreverse a cruzar una pista llena de vehículos que iban a gran velocidad, afortunadamente todos se detuvieron a tiempo causando un gran alboroto vial pero ningún herido.

Mientras caminaba hacia su destino algunas personas lo observaban sorprendidas y otras sacaban sus cámaras y le tomaban fotos con flash, ante cada destello de luz el guerrero tocaba el mango de su espada amenazando a las personas a su alrededor pero a pesar de los percances pudo llegar al edificio.

Cada paso que daba dentro del lugar lo desconcertaba aún más, era toda una sala de conferencias repleta de instrumentos médicos y máquinas de alta tecnología, perdido en lo que creía era el cielo escuchó una voz femenina, siguió las ondas del sonido hasta que, sin darse cuenta ingresó a un salón lleno de personas que reposaban sentadas. Había una mujer vestida completamente de blanco, lo cual resaltaba sus cabellos largos y marrones. Ella se encontraba de pie hablando hacia su público mientras un conjunto de imágenes de diversos tipos de heridas y males se veían sobre la pared.

Las personas alrededor notaron la presencia insólita del joven y dejaron de prestar atención a la conferencia de la mujer, quien comenzaba a mostrarse incómoda, pasados unos minutos dos hombres se acercaron por la espalda del guerrero tomándolo de ambos brazos para sacarlo del lugar.

La habitación era pequeña y en la pared que se encontraba frente al hombre de ojos azules habían un sin número de imágenes que se movían pero entre ellas reconoció con sorpresa a la mujer que había visto minutos antes, su nuevo objetivo era encontrarla.

El jefe de seguridad intentaba interrogarlo mientras observaba las extrañas vestimentas del hombre, rápidamente se percató que éste traía una espada consigo y estiro la mano para tomarla pero el guerrero lo tomó fuertemente de la muñeca logrando doblarle el brazo.

Los otros dos hombres de seguridad que se encontraban ahí sacaron unas varas negras mientras se acercaban para golpear el objetivo frente a ellos pero con sólo un movimiento el guerrero partió esas armas en dos con el filo de su espada, provocando así la huida de sus captores.

El hombre de mirada azulada continuó observando tranquilamente a través de las cámaras de seguridad esperando poder encontrar a la mujer.

Saito avanzó rápidamente por los pasillos, tras encontrar a quien buscaba y ponerse frente a ella ambos se observaron directo a los ojos.

-Hay un paciente que ésta muriendo, nuestro doctor dice que tiene rotas las venas del cuello ¿Usted puede venir a salvarla?- cuestionó el guerrero

-¿Por qué me pides eso a mí?- respondió la mujer intentando restarle importancia

-Le pregunté si puede salvarla- alzó la voz el hombre del Shinsengumi

Rápidamente la policía llegaba al lugar rodeando a ambos jóvenes, Saito sacó su espada ante la mirada de horror de la mujer.

-¿Es posible salvar a ese paciente?- cuestionó nuevamente el hombre observando a la doctora

-Bueno... tengo que ver primero la herida, en qué parte es la lesión y que tan profunda está...- respondió la joven observando con miedo la espada del hombre

-¡Baja el arma!- gritó uno de los policías

El guerrero de ojos azules se detuvo a pensar un momento después de haber reducido a los hombres armados, tras llegar a una conclusión hizo un corte con el filo de su espada en el cuello de uno de los policías que tenía frente a él para luego colocarlo sobre una mesa.

-La herida tiene ésta forma y la misma profundidad ¿Usted es capaz de salvarlo?- cuestionó Saito

-Llamaré al 911- gritó sorprendida la mujer ante los que sus ojos observaban

-Si usted no salva a ésa persona haré lo mismo con otra- amenazó el guerrero señalando otro de los policías que yacía inconsciente en el suelo

-E-está bien, necesito material... abrazaderas y antisépticos- ordenó la mujer mientras caminaba alrededor del lugar buscando lo que necesitaba

Poco a poco más patrullas policiales rodeaban el perímetro del centro de convenciones, el tiempo pasaba y la joven doctora de ojos marrones terminaba exitosamente la intervención quirúrgica, el hombre seguía con vida pero la policía preparaba una emboscada para atrapar al guerrero.

-Éste hombre... ¿Se va a poner bien?- cuestionó Saito a la doctora de cabellos marrones

-Sí, la cirugía fue un éxito- respondió temerosa la mujer

-Tendrás que venir conmigo- ordenó Saito

-¿Yo? ¿Por qué?- preguntó sorprendida la voz femenina

-Hay alguien que debes salvar- repitió el guerrero mientras tomaba el bolso de la mujer e introducía en el todo lo que anteriormente la doctora había utilizado para la cirugía

-¿Qué haces?- sollozó la joven

-El camino puede ser peligroso así que debes mantenerte a mi lado...- ordenó nuevamente el joven de cabellos color índigo mientras se acercaba a la temblorosa mujer

-Discúlpame... pero yo no puedo ir-

Aprovechando su último intento de escapar, la doctora corrió en dirección contraria a la del guerrero, quien al percatarse del problema caminó rápidamente hacia ella y la tomó del brazo.

-¿A dónde me llevas? Afuera ésta la policía-

-Vamos a enfrentarlos- respondió el hombre sin mostrar emoción alguna en sus ojos

-¿E-enfrentar...los?- sollozó la mujer asustada mientras las lágrimas recorrían sus mejillas

-Lo siento, voy a tener que portarme grosero con usted…- explicó Saito observando a la joven mientras hacia una pequeña reverencia frente a ella

-¿De qué estás hablando?- cuestionó la mujer mientras rápidamente era cargada en hombros por el guerrero y llevada por él hacia una salida de emergencia

Así llegaron al punto de inicio, ambos se encontraban frente al portal.

La policía no pudo hacer nada para detener al hombre del Shinsengumi pues llevaba a un rehén con él y no era cualquier rehén... llevaba consigo a la doctora Yukimura Chizuru, la más reconocida cirujana en todo el país.

-Cuando salves a esa persona te traeré de regreso- afirmó el guerrero

-¡Mentira! He visto tu rostro, me matarás- sentenció la doctora mientras se arrodillaba entre sollozos sobre el suelo

-Yo, Saito Hajime capitán de la tercera división del Shinsengumi pondré mi vida en garantía como promesa de que regresarás-

-¿Shinsengumi…?- susurró la mujer mientras hacía memoria sobre las clases de historia de su instituto años atrás

Finalmente, la doctora asintió con la cabeza mientras secaba sus lágrimas y juntos atravesaron el portal.


Kyoto, 6 de Agosto del 2014

Una mujer solitaria y sin suerte en el amor recurría a una salida desesperada, ella era una persona de ciencia pero de todas formas iba a intentar que una misteriosa fémina leyera su suerte.

Sus ojos marrones observaban con escepticismo mientras escuchaba con atención.

"Vendrá un guerrero del cielo a buscarte, sin embargo no es cualquier persona. Él pertenece al pasado... verás en persona a ese hombre y cumplirá todos tus deseos.

El pasado y el presente se cruzarán el 05 de noviembre."


Notas Finales:

*Español

Espero haya sido de su agrado :)

Importante: Si desean que continue esta historia, por favor leer los anuncios iniciales, gracias ;)

*English

Important: If you guys want me to continue this story, please read the initial announcements, thank you! ;)