Eh aquí mi primera creación Yaoi, creo que este capítulo tiene más parecido al Shounen Ai, pero esto sólo es el primero... sí, habrá más... así que si te molesta este tipo de historias mejor retírate.

Esto no tiene nada que ver con el avance cronológico de la serie, los pensamientos están entre comillas y los diálogos comienzan y terminan con -

Ya saben, preguntas, ideas u opiniones pueden mandarme un review o un e- mail a: kaze_mrv@hotmail.com

Los personajes de Gundam no me pertenecen, pero los adoro y por eso dedico esta historia a ellos.

PD. No me cae bien Reelena, así que no me culpen por atacarla.

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"La ciudad se ve borrosa desde aquí, tal vez sea por la lluvia... la lluvia" el delicado rostro mojado formó una pequeña sonrisa, "hasta ahora no me había percatado de la lluvia". La mirada violeta se fijó en el cielo "el sol se ha ocultado, me doy cuenta de eso porque está más oscuro y el frío va en aumento... pero, ¿a qué hora se apagó la luz?". El joven de cabellos castaños bajó la vista y miró fijamente el abismo que se extendía bajo sus pies, "yo estaría mejor allá abajo" de nuevo una sonrisa y luego... nada.

La lluvia se hacía cada vez más delgada y el viento frío comenzaba a soplar con cierta dulzura. El gentil cuerpo que se encontraba sentado en la barda del mirador se estremeció un poco, el frío empezaba a inundarlo. Ya no eran suficientes la camisa negra de mangas cortas y los pantalones negros de vestir para darle calor, pero no le tomaba mucha importancia, parecía como si ya no le tomase importancia a nada. Su larga trenza se había desatado un poco por acción del agua. Un suspiro.

"¿Qué fue lo que te pasó Duo?" se preguntó a si mismo llevando sus manos hacia su rostro, "ya no se si realmente importa" levantó la vista, la lluvia ya no le calaba en los ojos. "Siempre pensé que sentía lo mismo por mi... que estúpido fui" frunció el seño y apretó los puños, "... pero..." bajó la mirada y se relajó de nuevo.

"Aquel día, después de la misión, él quedó muy mal herido, todo por no haberme esperado...¿y si me hubiera esperado?..." arqueo las cejas y echó una mirada triste al horizonte. Relajó de nuevo el rostro "... él no hubiera hecho algo así, es demasiado impulsivo... demasiado...", otro suspiro "... recuerdo que bajé de Deathscythe y corrí a buscarlo, estaba tan furioso con él. Ahora que lo pienso, no sabía, exactamente, por qué razón me había enfurecido tanto... no lo se...".

"Cuando por fin lo encontré estaba en la sala de descanso recargado en la pared, mirando el suelo y con lo brazos cayendo pesadamente a los costados... se veía tan frágil, nunca me imaginé que alguna vez llegaría a observar esa imagen de él..." frotó sus manos para darse un poco de calor, "... me armé de valor para acercármele, me daba tanto miedo verlo así... tanto que, cuando me puse frente a su persona, lo único que pude hacer durante el primer minuto fue observarle... no me salía palabra alguna de la boca..." subió las manos hasta su boca para soplar suavemente y darles calor.

Bajó sus manos y elevó su mirada "-¿qué quieres?- me preguntó él, había dolor en sus palabras, podía sentirlo... y, tal vez, a causa de esto, no pude detenerme cuando comencé a hablarle...

"-¿Por qué no me esperaste?- le pregunté, primero con algo de calma, pero al ver que no me respondía, que ni siquiera levantaba la vista para verme, empecé a levantarle la voz -¡respóndeme Heero!, ¿por qué no me esperaste?, ya viste lo que te sucedió, el Gundam quedó casi destrozado, pudiste haber muerto...- me detuve en seco, esas palabras... esas palabras resonaron en mi mente. ¿Y qué si hubiera muerto?, ¿por qué me tendría que importar si él hubiese muerto?. Una lágrima escapó de mis ojos..." un suspiro seguido de una pequeña sonrisa, "... sin darme cuenta mi corazón explotó y le alcé más la voz, -¡Habrías muerto Heero!, ¡en este momento no estarías aquí!... ¡mírate, estás destrozado, ¿qué hubiera pasado si yo no...- un beso... ¡el maldito se atrevió a callarme con un beso!..." llevó una de sus manos y pasó sus dedos sobre sus labios, "... un tierno beso, si me preguntan ahora...".

Bajó la mano, sentía una presión sobre su pecho y su mirada se nublaba más al tiempo que las gotas removían la sonrisa del rostro, "... eso me tomó por sorpresa; hubiese esperado un golpe o simplemente que me ignorara como solía hacerlo... jamás un beso..." el cuerpo frágil se estremeció un poco, "... después él pasó sus manos por mi cintura y me abrazó, tenía su cabeza sobre mi pecho, él estaba temblando... y yo estaba demasiado sorprendido que ni siquiera pude abrazarlo para darle tranquilidad..." bajó un poco más la cabeza, las gotas de lluvia resbalaban por sus cabellos y llegaban a su rostro, "... aún no se por cuanto tiempo me abrazó, tal vez fueron minutos o segundos, pero se que durante ese lapso yo estuve en shock y no le correspondí..." una pausa seguida de una pequeña ráfaga helada que recorría su cuerpo.

"De pronto sentí que su cuerpo se hacía cada vez más pesado, había perdido el conocimiento..." se enderezó un poco, "... lo levanté, más por inercia que por otra cosa, y corrí, con él en mi espalda, hasta llevarlo al hospital..." se detuvo un momento mientras las imágenes inundaban su cabeza como atraídas por la frágil llovizna, "... simplemente lo dejé y me fui, estaba temeroso de lo que pudiese decirme el doctor o el mismo Heero cuando despertara, mi cabeza estaba totalmente confundida por lo ocurrido... ahora que lo pienso, aquel día llovía, de la misma manera en que llueve en este momento.

"Caminé durante un largo rato, sólo dando vueltas, sin un destino específico. Cuando al fin, sin saber cómo, llegué a mi departamento, estaba totalmente exhausto... cansado de pensar en la misión, en lo que había ocurrido, en Heero..."

-Heero- sus labios al fin formaron la palabra, "ahora se escucha extraño" otro suspiro, "... en aquel momento desconocía lo que sentía por él, por el soldado perfecto... lo hubiese entendido si hubiera sido Quatre o Trowa, incluso Wufei... Wufei... él hubiese sido perfecto para mi... pero... ¿por qué él?... ¿por qué Heero?... él, que siempre me trataba tan mal, que le importaba un pepino lo que me ocurriera... a él que sólo le importaban esas estúpidas misiones..." una pequeña carcajada de ironía, "pensándolo bien, aún no encuentro la respuesta concreta de por qué siento esto por él... y yo que tarde todo un día en poner en claro mis sentimientos...".

"Pasaron dos días hasta que regresé al hospital, no lo hubiera hecho porque aún tenía algo de miedo de ver a Heero a los ojos, pero un día antes Noin había llegado hasta mi puerta para entregarme los papeles y la laptop de Heero, pidiéndome de favor que se los llevara ya que ella no podía hacerlo... como rehusarme..." el frío lo hizo detenerse un momento, por un pequeño lapso su mente quedó totalmente en blanco, no pensaba, únicamente sentía el helado viento enterrándosele en el cuerpo como pequeñas agujas.

Cuando logró superar ese frío dio otro suspiro y prosiguió "...durante el camino hacia el hospital permanecí con la cabeza gacha, ¿qué me diría Heero?, ¿qué reacción tendría después de lo ocurrido?, ¿yo lograría decirle lo que no pude en aquel momento?, eran preguntas que rondaban en mi cabeza, tan insistentes... permanecí cinco minutos frente a la puerta cerrada del cuarto en donde se encontraba él, incluso entonces no me había percatado de las personas que se encontraban dentro.

"Al fin me decidí a entrar, mi corazón estaba como loco mientras giraba la perrilla, mis extremidades temblaban y yo sólo pensaba en salir corriendo, pero mis piernas no me lo permitieron... la puerta se abrió y entré...

"-Hola Duo- mi amigo Quatre, el niño dulce y de ojos tiernos se encontraba en aquel momento en la habitación, al igual que Trowa, Wufei y..." hizo una pausa, bajó un poco más la vista y trató de apretar sus puños sin éxito, "Reelena Peacecraf... la odié en aquel momento, pero no supe si era por habernos mandado a aquella misión o porque estuviera sentada al lado de Heero, casi subiéndosele encima..." una pequeña risa salió de sus labios, "... a decir verdad, desde la primera vez que la vi no la soporté... pero al final ella fue quien ganó, igual que en los cuentos de hadas o en las películas en donde la princesa es quien se queda con el príncipe, mientras que el infeliz amigo incondicional de este yace bajo algún triste árbol..."

-Supongo que las cosas tienen que ser así...- se detuvo un momento, miró el cielo y dejó que las gotas le dieran de lleno en el rostro.

"Me quedé paralizado al ver aquella imagen, pero sobre todo al ver la cara de Heero, llena de indiferencia hacia mi... el dulce tacto de Quatre sobre mi hombro me sacó de aquel trance.

"-¿Te sientes bien Duo?- me preguntó, había cierto aire de preocupación en aquellas palabras.

"-Estoy bien- le respondí, no podía decirle nada más ya que ni yo estaba totalmente seguro de qué era lo que me sucedía. Me acerqué a Heero tratando de mostrar aquel rostro de indiferencia que poseía él, sin éxito.

"-Veo que sobreviviste- le dije de la manera más fría que pude, de pronto cierto dolor se empezó a acumular en mi pecho.

"-¿Qué haces aquí?- él respondió de igual manera, frío, y esas palabras se enterraron en lo profundo de mi alma -veo que te encargaron entregarme los papeles y mi laptop, increíble que no fallaras en esta misión tan difícil- lo que antes había sido dolor se convirtió en enojo, aquellas palabras hicieron hervir mi sangre... no sólo las palabras, también aquella expresión de burla me hizo enfurecer.

"-¡Aquí tienes tu estúpida computadora!- le dije mientras arrojaba las cosas a su cama, su semblante cambió durante unos segundos, creo que le sorprendió verme tan enojado.

"Salí de la habitación furioso, sin despedirme de nadie y azotando la puerta detrás de mi paso... llegué a mi departamento. En cuanto cerré la puerta las lágrimas comenzaron a brotar, lágrimas de ira... por sentir que él me menospreciaba y yo, como todo buen idiota puede ser, amándolo tanto... amándolo.

"Descargué todo mi enojo en mi pared, creo que aún sigue manchada de la sangre de mis nudillos... el tiempo me abordó de nuevo..." bajó la mirada.

"No supe cuanto tiempo había pasado, yo estaba sentado en la cama, frente a las puertas abiertas del balcón, bajo el frío manto de la noche y totalmente sumido en la oscuridad. Sentí una mano sobre la mía, al levantar la mirada me tope con aquel verde aqua de los ojos de Quatre, esa tierna expresión ahora tenía la sombra de preocupación sobre ella..." miró sus manos, "...desconozco la razón por la que puse mi frente en su pecho, y cuando hice esto las lágrimas brotaron de nuevo. Quatre me abrazó, pero ahora era diferente, me sentía seguro junto a él... lloré hasta que perdí todo conocimiento.

"Cuando desperté estaba tendido en la cama, aún con la ropa que había llevado el día anterior, los nudillos me dolía bastante... afuera, el cielo comenzaba a aclarar, Quatre estaba en el balcón mirando el amanecer, se veía tan melancólico... entonces me odié... me odié por haber lanzado una tormenta innecesaria al corazón de Quatre... y odié a Heero..." una pequeña carcajada, "... supongo que no podía asumir toda la culpa...

"Me senté a la orilla de la cama, creo que Quatre sintió mi movimiento porque volteó para verme, lo miré a los ojos y le sonreí... era fácil para mi sonreír sin sentirlo... él se acercó a mi, se hincó, tomó mis manos entre las suyas y me dijo -duerme un poco más, yo vendré más tarde por ti y curaré tus manos- se puso de pie, me dio un tierno beso en la frente y salió de mi habitación. En ese momento comprendí que Quatre era mi mejor amigo, yo daría la vida por él... él me había cuidado toda la noche y yo no permitiría que se pusiera triste a causa mía, así que hice lo que me dijo..." levantó un poco la vista, la lluvia y el viento aún seguían.

"Cuando desperté de nuevo él estaba sentado en el sillón que está a un lado de mi cama, me levanté de golpe y el se puso de pie y caminó hasta la puerta de mi habitación.

"-Toma un baño, puse tu ropa sobre la cama... mientras yo haré el desayuno, debes tener hambre- me dirigió una de sus cálidas sonrisas y salió de la habitación.

"Cuando llegué al comedor ya estaba totalmente listo para ser el mismo de antes, no iba a permitir que Quatre se preocupara más de lo necesario...." otra sonrisa invisible, "... Quatre y yo nos sentamos a la mesa, y, como siempre, comencé a hablar de cosas sin importancia, volvía a ser el tipo simple y alegre del pasado, y él solo se limitaba a sonreírme como sólo él sabía hacerlo..."

Abrazó un poco su cuerpo en busca de calor, "... cuando terminamos de desayunar Quatre fue por el botiquín para atender las heridas de mis manos, yo sólo esperaba aquella pregunta que llegaría sin lugar a dudas... y llegó...

"-¿Por qué?- me sorprendió la forma en que lo dijo, sin verme a los ojos y de manera de regaño. Lo único que pude hacer fue mirar hacia otro lado, cuando estaba a punto de contestarle me interrumpió -aquí no Duo, primero quiero mostrarte algo...- termino con mis manos y nos dispusimos a salir, durante todo el camino no dijimos una sola palabra, me sentí bastante angustiado porque Quatre se veía tan distante, y ahí estaba él, preocupándose por mi cuando, de seguro, tenía sus propios problemas..." tomó un poco de fuerzas y prosiguió.

"Este fue el lugar al que me trajo para que habláramos, tiene una hermosa vista de la ciudad y se encuentra bastante alejado... -¿Puedes decirme qué es lo que te sucede Duo?- me preguntó de nuevo, pero ahora sentía que tenía que contestarle con toda la verdad... así que le conté todo lo que me había pasado, él sólo se limitaba a escuchar y asentir en señal de que me estaba dando toda su atención. Cuando terminé de contarle me sentí muy ligero, fue como si me hubieran quitado un gran peso de encima.

"-Pero, sabes, eso ya no importa, además ese tipo siempre me ha parecido muy extraño- terminé diciéndole, el Duo de antes había regresado por completo, pero Quatre aún se veía algo preocupado -estoy bien, en serio- le sonreía de la manera más amplia, después me quedé algo serio.

"-¿Qué sucede?- me dijo él sorprendido al ver mi semblante preocupado.

"-Tu me preocupas Q-chan, te eh sentido algo lejano, ¿te sientes bien?, ¿te sucede algo?- le pregunté sin dejar ese semblante. Él me sonrió, pero creo que su sonrisa fue más forzada que nacida del corazón.

"-Yo estoy bien Duo, no me sucede nada- sabía que mentía, él no miente muy bien. Le sujeté ambas manos y me coloqué frente a él.

"-Tu me ayudaste amigo, deja que te ayude ahora, es mi turno, ¿sí?- él bajó un poco la vista y observó nuestras manos entrelazadas. Él me contó, de la manera más triste, que estaba totalmente enamorado de Trowa, eso ya lo imaginaba, eh visto como lo trata y también eh visto a Trowa; pero hacía dos días Trowa le había pedido un consejo a Q-chan acerca de un regalo, al parecer el payaso silencioso se declararía a aquella persona que amaba pero no sabía qué regalarle y quien mejor para esto que Quatre.

"Q-chan estaba muy triste, él nunca se le había declarado al joven de mirada esmeralda y al parecer ya no tendría oportunidad. Mi querido amigo comenzó a derramar enormes lágrimas así que decidí abrazarlo y reconfortarlo como él lo había hecho conmigo..." miró de nuevo el abismo a sus pies y esbozó una pequeña sonrisa -lo lamento Quatre, en el futuro te fallaré...-.

"Nos quedamos en ese lugar hasta entrada la tarde, Quatre me llevó de regreso a mi departamento y me dispuse a bajar del auto.

"-Gracias Duo- me dijo al tiempo que abría la puerta para salir.

"-Gracias a ti amigo, no se que hubiera hecho sin tus consejos- le regalé una de mis mejores sonrisas, bajé del auto e hice el ademán para despedirlo. Subí a mi departamento, el hablar con Quatre me había hecho tanto bien, ya no pensaba en lo ocurrido.

"Una semana después regresé a la base, tenía que trabajar en Deathscythe ya que no lo había visto desde la última misión. Durante todo el tiempo que estuve con mi Gundam no vi a Heero, y en ese momento no me importó, sentía como si nada hubiese cambiado.

"Algún día tenía que descansar, así que fui al cuarto de esparcimiento, pensaba que tal vez podría echarme a dormir al menos una hora en el sofá de aquella habitación. Cuando llegué a la habitación se encontraban Heero y Trowa en ella; Trowa estaba sentado en el sofá, muy callado, creo que más de lo normal, y Heero estaba en el sillón individual, leyendo su estúpido periódico. La tensión era abrumadora.

"-Pero que plática tan interesante- dije en tono de burla tratando de romper el hielo -apuesto a que ustedes dos no se aburren para nada- Trowa se puso de pie y salió de la habitación, eso me dejó sorprendido, aún viniendo del payaso silencioso. -¿Qué le sucede?- le pregunté a Heero que aún tenía clavada la vista en el periódico, pero este ni siquiera se dignó a verme, no le tomé importancia y me tiré en el sofá -bien, no importa, así tengo el sofá para mi solito- cerré los ojos y dejé de prestarle atención al tonto de Heero."

Sus brazos ahora caían pesadamente a sus costados y la cabeza aún estaba gacha, "... dejé de prestarle tanta atención que no me di cuenta cuando se levantó y se sentó a mi lado... la habitación se quedó en un silencio casi absoluto, así que pensé que algo andaba mal, no se escuchaba el ruido de las hojas del periódico, abrí los ojos para cerciorarme de que todo estaba bien, pero lo siguiente que vi fue muy de cerca el rostro de Heero... me besaba de nuevo..." se estremecía un poco pero ya no se daba cuenta.

"Al principio traté de zafarme pero él me sujetaba fuertemente por la cintura... cedí... esto era mejor que la vez pasada, pero ¿qué me ocurría?, ¿por qué dejaba que sucediera de nuevo después de lo que me hizo?... no respondí, en ese momento me convertí en sólo un cuerpo sin alma, solo en la profundidad de mis pensamientos ignorando lo demás. Heero me soltó y se puso de pie, me lanzó una de sus miradas frías... lo único que yo esperaba era que saliera del cuarto y me dejara solo, no lo hizo, se quedó de pie mirándome... yo no sabía que hacer, lo amaba, pero ¿qué sentía él?.

"Me incorporé lentamente sin mirarlo a los ojos... enojo, felicidad, angustia, toda una gama de sentimientos se debatían en mi corazón y me quemaban el alma, apreté los puños tomando fuerza para poder gritarle que se fuera, pero antes de decir algo él me abrazó... fue uno de esos abrazos rápidos y salió de la habitación sin decir nada, me quedé totalmente anonadado, no entendía que había significado todo eso, la curiosidad me carcomía la razón. Me decidí y salí corriendo en su búsqueda.

"Lo encontré en el hangar, estaba dentro de la cabina del Wing Zero reparando algo, me armé de valor y subí, -¿por qué?- le pregunté, él dejó lo que estaba haciendo a un lado y se paró frente a mi.

"-¿A que te refieres?- era diferente... su mirada era diferente... como si estuviera confundido.

"-¿Por qué me besas de esa forma y luego te marchas?- pregunté tratando de no prestarle mucha atención a esa mirada cobalto.

"-Escucha, llegas a decir una palabra y juro que te mataré- malditas palabras acompañadas de su renovada mirada fría, ¿matarme?, a mi no me importaba la muerte, por fuera pareciese como si yo amara la vida pero en realidad no me importa.

"-Hazlo, no me importa... tus estúpidas amenazas no me dan miedo- traté de mirarlo de la misma manera en que él me miraba. Parecía como si mi respuesta lo hubiese tomado por sorpresa, o al menos eso fue lo que me indicaron sus ojos.

"Con esto yo esperaba el cañón de un arma en mi cabeza seguido de la oscuridad eterna, pero no... tomó mi mano, me atrajo hacia él y cerró la cabina. Ahí estábamos, él y yo en un espacio reducido, y lo primero que pasó por mi mente fue que de esa manera nadie observaría el crimen que estaba a punto de cometer.

"-No lo se- por primera vez me había respondido a una pregunta, algo tarde, pero la había respondido, postró su mano sobre mi mejilla -pero te ruego que no se lo digas a nadie, sólo estaremos tu y yo-."

Una pequeña sonrisa, "...él y yo, eso sonaba bien para mi en ese momento, se lo hice saber, pasé mis manos por su cintura y lo atraje hacia mi, lo besé... el solo pensar que estaría con él me hacía feliz, era una sensación extraña pero me gustaba...".

-Si solo se hubiese congelado el tiempo en ese momento... sueñas Duo- tosió un poco, parece que agarraría más que un simple resfriado.

"Cuando regresé a mi departamento esa tarde estaba algo confundido, ¿por qué esconder lo que sentíamos Heero y yo?, ¿es que acaso sólo me quería como su juguete?, ¿era eso?...tocaron a la puerta, me levanté a abrir y cual fue mi sorpresa al encontrarme a Wufei de pie en la entrada.

"-Hola Wufei- le dije algo sorprendido, él volteó a verme fijamente, eso me extrañó bastante y a la vez me puso algo nervioso -¿qué sucede Wu?- le pregunté.

"-¿No piensas invitarme a pasar?- dijo con su típico tono serio

"-¡Oh, claro!, pasa, pasa- le sonreí mientras le habría camino hacia la sala -y, ¿a qué debo el placer de tu visita amigo Wu?- él me entregó un sobre y se sentó en uno de los sillones, yo hice lo mismo -¿qué es esto?- le pregunté señalando el sobre.

"-Si no lo abres, no sabrás qué es-

"-¡Tienes mucha razón!- comencé a abrir el sobre, contenía el papeleo que tenía que llenar después de revisar a Deathscythe, se me había olvidado por completo hacerlo en el hangar, y aunque le estaba poniendo seria atención a los papeles no podía dejar de ver a Wufei, ¿por qué él me había llevado los papeles?, podría haberlos llenado el día siguiente, él se percató de que lo veía demasiado y clavo su negra mirada en mi, haciéndome sentir más nervioso.

"-¿Qué sucede?-

"-No nada... bueno, yo... jajajaja- no podía preguntárselo, estaba demasiado nervioso.

"-Si no me dices jamás me enteraré- clavó aún más su mirada en mi.

"-Bueno, yo me preguntaba por qué me habías traído los papeles hasta aquí- bajé la vista.

"-Sally me pidió que los trajera, los necesita de urgencia- esa respuesta calmó mi corazón -y yo...- oh oh, ese y yo no me gustaba para nada y me vi forzado a levantar la mirada para saber el motivo de su visita -necesito hacerte una pregunta- eso me desconcertó, ¿una pregunta por parte de Wufei?.

"-¿A mi?- pregunté, tenía que saber si había escuchado bien.

"-¿Qué sucede entre tu y Heero?- preguntó sin quitarme la vista de encima, me sentía realmente nervioso, no podía decírselo.

"-No se a que te refieres- me costaba trabajo articular las palabras.

"-Escucha Duo, aunque seas una molestia eres mi amigo y me preocupo por ti...- ¡se preocupa por mi!, me sentí muy feliz por saber que Wu no sólo nos usaba como armas, pero ¿por qué tenía que preocuparse en ese momento? -tu humor cambió desde aquella misión, sin contar lo del hospital... no permitiré que ese infeliz de Heero te haga perder esa chispa- no estaba seguro de si mis sentidos me fallaban, pero algo me decía que él estaba celoso de Heero, no pude evitar mostrar una amplia sonrisa.

"-Pero que cosas dices Wu- él se acercó más a mi y tomó mis manos.

"-Si algo cambia en ti, me ocupare del soldado perfecto, ¿entiendes?- al decir esto quedamos en silencio por unos segundos, no podía evitar perderme en el mar negro de sus ojos. Él se puso de pie y caminó hacia la puerta -que no se te olvide llevar esos papeles mañana- dijo y salió, estaba realmente sorprendido por lo que acababa de decir, pero la sorpresa no evitaba que me sintiera feliz..." sonrió un poco mientras llegaban imágenes de Wufei a su cabeza, -Oh mi querido amigo, sólo espero que no maltrates a Heero por esto...-

"Al siguiente día nos citaron a una junta pero no pude concentrarme en ella, tenía tantas cosas en mi cabeza como si aceptaría o no la proposición de Heero, lo que me había dicho Wufei, seguía preocupado por Quatre... cuando al fin termino la junta me puse de pie y me acerqué a la ventana, amo la vista que se tiene desde ese lugar, todos comenzaron a salir, todos excepto Heero, la verdad es que no me había percatado de que ya nos encontrábamos solos, estaba tan sumergido en mis pensamientos. Él se acercó por detrás de mí, pasó sus manos por mi cintura y me dio un cálido beso en la mejilla, fue como si me transmitiera tanto con ese beso, con eso decidí aceptar la propuesta de Heero.

"Durante un mes solo fuimos él y yo, nadie más lo sabía, incluso dejé de ver a mi amigo Quatre y ya no hablaba con Wufei, estaba totalmente a su merced... fui tan egoísta..."

"Ya no siento los brazos..." trató de moverlos pero era inútil carecía de la fuerza necesaria para lograrlo. La lluvia empezó a caer más fuerte y a medida que la noche avanzaba el frío se hacía más insoportable, "... no importa..." dejó escapar otra pequeña sonrisa, "... jamás imaginé que acabaría de esta manera..."

Un recuerdo abordó su mente, toda sonrisa se había borrado de sus labios, cualquier brillo que antes poseía sus ojos violeta ahora era solamente un recuerdo, "... esta tarde me dirigí al departamento de Heero, estaba tan emocionado y decidido de pedirle que ya no nos escondiéramos, me dolía bastante engañar de esa manera a mis amigos... compré un par de boletos para el cine, después de relajarnos un poco viendo una buena película le diría todo y esperaría su respuesta. Me paré frente a la puerta de su casa, normalmente le habría avisado que iría, pero esa vez no lo hice, quería darle una sorpresa...".

"Abrí la puerta y quedé pasmado por lo que vi... la arpía de Reelena tenía entre sus brazos a Heero y lo estaba besando... permanecí ahí, de pie en la puerta, viendo la horrorosa escena frente a mi, se dieron cuenta de mi presencia y voltearon a verme.

"-¡Vete de aquí!- malditas palabras salidas de boca de mi amado, salí corriendo dejando las entradas en el suelo..." lágrimas.

"El rostro de Reelena... maldito rostro triunfante y lleno de satisfacción que me estaba asfixiando, y la molesta expresión de Heero, dos cosas que no olvidaré cuando esté en el maldito infierno..." la respiración se volvía cada vez más pesada y la lágrimas seguían fluyendo.

"Siempre debí esperarlo, después de todo son la pareja perfecta, ¿no?..." su mejillas se tornaban cada vez más rojas, sus labios palidecían y los ojos se volvía vacíos, perdía visión, "todo se vuelve borroso..." sonreía "creo que ya no es por culpa de la lluvia..."

Su cuerpo se estremeció totalmente, pero él no se daba cuenta de ello, "... lo bueno es que todo terminó..." aún con lágrimas cerró los ojos y se rindió, ya no podía permanecer sentado en la barda, caía lentamente hacia delante como atraído por el abismo. Pero algo lo detuvo, alguien lo sostenía de la cintura y lo jalaba evitando su caída.

Tomó las fuerzas que le quedaban para abrir los ojos, se encontró con la imagen borrosa de Heero, era él quien lo sostenía en brazos, intentó una sonrisa pero fue inútil, las lágrimas seguían cuando cerró los ojos, había perdido el conocimiento.

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¿Qué les pareció?, creo que Reelena se merece un buen castigo después de esto, y Heero, pues a él lo dejaremos que se defienda en el próximo capítulo.

¿Qué es lo que siente Wufei?, ¿Qué le sucede a Quatre?, próximamente.

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