Yo aquí de Nuevo con mis locuras. Espero que les guste.

Este three-shot está dedicado a SamMei. Querida gracias por tu apoyo y esos buenos consejos acompañados de unas buenas carcajadas, sé que lo público algo tarde, pero ya sabes el por qué. Va con todo mi amor y cariño

Naruto No me pertenece, solo esta historia que publico sin ningún fin de lucro.

MI MASCARA

En el inmenso bosque de la villa de Konoha, dos sombras se movían sigilosamente por los árboles. La primera figura dada su fisonomía se deducir inmediatamente que era un hombre. La segunda, si no fuera por su cabello largo y en una alta coleta, se confundiría con un chico. Ambos con capuchas negras y con máscaras.

La del hombre era blanca con un solo ojo visible, la de la chica era negro con líneas intrínsecas en un azul metalizado, apenas podían llegar a verse unos ojos perlas detrás de ella.

Dada la velocidad que ambos llevaban se notaba iban con bastante prisa, en ningún momento voltearon hacia los lados o hacia atrás. Y aun así, su respiración parecía tranquila, como si solo fueran caminando por el inmenso bosque que rodea la Aldea Oculta Entre Las Hojas.

-¿Estás completamente segura de lo que viste? ¿No hay ningún error?- Pregunto el chico sin mirar a su acompañante mientras cambiaban un tanto la dirección.

-Completamente segura. La aldea está siendo atacada por un gran número de milicia. Con muy poco poder pero son demasiados. La mayor parte está siendo en estos momentos controlada, solo que...-La suave voz de la portadora de la máscara negra fue apagándose, señal evidente de que algo la preocupaba.

-Habla. Necesito toda la información para realizar un plan.- Esta vez sí volteo a verla, mientras que por el orificio de su ojo derecho se veía un destello rojo.

-Los más fuertes están concentrados en la Villa Uchiha. Tienen de rehén a Mikoto-sama nii-san.- Su voz se alteró un poco mientras aumentaba inconscientemente su velocidad.

El chico al escucharla le hizo una señal para que se detuviera ya a las orillas de la aldea, en la tierra hacia una figuras y señalaba ciertos puntos mirando a su acompañante quien asentía o también aportaba al plan.

Mientras tanto dentro de la aldea, específicamente en la Villa Uchiha, se miraban pasar o surcar los cielos bolas de fuego o gritos desgarradores de algunos atacantes. Kunais y shurikens pasaban volando y en algunos casos dando en el blanco del contrincante. Ya la mayor parte de la milicia estaba siendo controlada, no solo los Uchiha estaban defendiendo su territorio, algunos shinobis de otros clanes ya se encontraban apoyando. Sin embargo en el centro de la villa la situación era un tanto crítica, la familia principal del clan del Sharingan no podía creer lo que pasaba frente a sus ojos. Tan complicada era la situación que el mismo Hokage, Minato Namikaze no encontraba una rápida solución a dicho problema. Frente al jefe de policía de la aldea, Fugaku Uchiha, el Hokage, el equipo ocho conformado por Naruto Namikaze, Sakura Haruno, el chico raro de reciente incorporación Sai, uno de los mejores Anbu Itachi Uchiha y su hermano menor, hasta hace poco miembro del equipo ocho, Sasuke Uchiha estaba el jefe de la milicia, en el centro de un extraño sello en el piso con Mikoto Uchiha desmayada y siendo retenida con un Kunai en la yugular.

-¡Ya se los dije bastardos! ¡A menos que se retiren cortaré el cuello de su matriarca! ¡Solo le sacaré sus hermosos ojos y les regresaré lo que quedé de ella!- Les grito con una sádica sonrisa en el rostro.

Sasuke e Itachi casi saltan sobre el hombre sino fuera por el hecho de ese extraño sello. Dentro de el, ya había varios cuerpos desmayados de diferentes shinobis. El sello actuaba anulando cualquier tipo de chacra o genyutsus. Así que el usar el sharingan estaba totalmente descartado. Detrás de ellos se sumaban varios miembros del clan Hyuga que ya se habían percatado de la situación, entre ellos el líder de dicho clan. Se situó al lado del Hokage para cualquier indicación que fuese a dar.

Bien era sabido por todos en la Aldea de la Hoja de la enemistad del ojos azabache con los de ojos perlas, peo dada la situación, ambos clanes recordaban que formaban parta de un todo en esa Aldea.

Sasuke estaba perdiendo la paciencia al ver a su madre en esa situación, Itachi a su lado se encontraba al pendiente de que por su impulsividad no fuera a agravar aún más los hechos. Sakura empuñaba sus manos lista para dar uno de sus colosales golpes para ayudar y si fuera posible quedar bien a los ojos de su eterno amor. Naruto despotricaba hacia su padre haciendo ademanes hacia su padre para que hiciera algo para salvar a la amiga de su mamá. Minato sabía cómo desactivar ese sello, pero el hecho de que el hombre apuntara con un kunai a la garganta de la mujer hacia el trabajo un tanto difícil. Un destello frente a él, en negro y blanco lo descompuso un momento, pero al reconocer al extraño shinobi frente a él supo inmediatamente que esa pesadilla pronto terminaría, pues si el enmascarado estaba ahí, ella también estaría por los alrededores y si estaba oculta mucho mejor.

-Hokage-sama, déjenos esto a nosotros, terminará en menos de cinco minutos.- Inclinado frente a la máxima autoridad estaba el encapuchado.

Apareciendo frente a todos ellos todos estaban sorprendidos, sobre todo los Uchiha, ya que había aparecido en una espiral, y según ellos solo Shisui Uchiha podía hacer eso, por eso se le conocía como Shisui el de Cuerpo Parpadeante. Pero bien sabían que no era él quien estaba frente a ellos, su chacra era muy diferente.

-Se los encargo. Confió en ustedes, actuaré cuando hayan salvado a Mikoto.- Hablo de manera paternal el Hokage. Todos miraron expectantes al enmascarado.

-¡No importa quien jodidos seas! ¡Si te acercas terminarás igual que los otros idiotas que lo intentaron!- Levanto el kunai hacia su oponente. Eso fue su peor error.

Inmediatamente después de eso los ojos de él hombre se pusieron desorbitados, su cuerpo totalmente rígido, después de eso un látigo tomo la mano del hombre alejando el kunai para cualquier posible peligro. Al otro extremo del látigo una chica enmascarada lo sujetaba tan fuerte que de apoco el hombre volteaba hacia ella, dejando ver en el cuello, específicamente en el atlas un sembon, perfectamente colocado. Hiashi inmediatamente supo que la chica no era cualquier tipo de shinobi. Todos los presentes quedaron sorprendidos. Mas unos azabaches, ambos hermanos.

Si llegaron hasta aquí, muchas gracias. No olviden dejar su comentario ahí abajo. Nos vemos en unos tres o cuatro días.