-El está lleno de tanto amor, que lo único que necesito es pensar en él… pensar siempre en él… -Una vez más se repite a sí misma esas palabras mientras contempla la oscuridad del universo a través de la ventana.

Una inmensa flor amarilla orbita la tierra, irguiéndose como monumento al entendimiento de la humanidad con sus invasores del espacio, producto de la mediación de Setsuna F. Seiei, quien finalmente pudo cumplir el plan dejado por Aeolia Schenberg, reuniéndose a sí mismo, un verdadero Innovator, con la tecnología del GN Drive, el Trans-am y las ondas cerebrales cuánticas para hacer posible el contacto entre las dos razas; pero yéndose del alcance de la mano de la joven que con tanta devoción continuó amándolo a pesar de estar tan lejos de él, y quien sigue esperándolo pacientemente, mirando cada noche con ansiedad hacia el cielo estrellado que él abrió para todos.

El gobierno de la Federación, luego del incidente de la invasión ELS, ha reconocido la existencia de los Innovators y, gracias a la mediación de Veda y de Celestial Being, promueve su identificación para darle seguimiento a la evolución de la humanidad desencadenada por Setsuna desde la primera activación del Trans-am Burst mode durante la batalla de Celestial Being, que liberó partículas GN sobre la tierra que despertaron las ondas cuánticas latentes en los seres humanos con predisposición a convertirse en humanos evolucionados, tal y como él, siendo cada vez más los casos detectados, aunque todavía muy pocos los que han despertado completamente a su capacidad.

Desde la batalla final con los ELS, Celestial Being cumplió con el propósito dejado por su fundador, conducir a la humanidad hacia los diálogos, por lo que su perfil bajó, no sin seguir actuando furtivamente para detener incidentes militares menores que podrían eventualmente contribuir al desarrollo de una guerra; sin embargo, todos los integrantes del Ptolemy y muchos científicos y técnicos de la organización pueden desde entonces disfrutar de una vida parcialmente normal, conociendo por temporadas la paz que tanto tiempo lucharon por mantener, aunque algunos miembros siguen más activos que otros…

Gundam 00 – La flor del entendimiento

Año 2316 A.D.

Ptolemy II – Órbita lunar, a 500 km de la flor espacial

El Ptolemy se desplaza silenciosamente a través del oscuro espacio. En su interior, una joven de ahora 23 años y cabello rosado corto permanece sentada en la silla principal del puente de mando de la nave mientras teclea información numérica para procesar los datos que recibe de su observación por medio del satélite Lagrange. En el puesto de piloto está Lasse, quien se limita a mirar televisión en su monitor de control, ya que llevan estacionados en la misma posición cerca de cuatro horas. Fuera de ellos dos, ningún otro miembro de la tripulación se encuentra actualmente en la nave.

-¿Qué tal va el asunto, capitana? –Le pregunta mientras ubica los brazos detrás de la cabeza para descansar en el asiento.

-Bien. Según los datos de Veda todavía no hay ningún cambio en la situación, pero me gustaría hacer unos cuantos cálculos extras. –Se da cuenta del tiempo que ha pasado y se sonroja un poco. –Disculpa, Lasse-san, no era mi intención tardar tanto…

-Nah, no hay problema. Después de todo, se trata de encontrar a tu hombre, ¿no es así? Eso es algo que todos queremos. –Contesta con expresión desinteresada, lo que ruboriza todavía más a su interlocutora.

-¿Eh? ¡No digas esas cosas, Lasse-san! –Lo reprende avergonzada. –No… no estoy buscando a Setsuna por esa razón… -Desvía la mirada mientras le responde.

-Si, por supuesto. –Asiente sarcástico. Ella da un suspiro y se sumerge de nuevo en su interacción con la terminal administrada por Tieria.

-Tieria, ¿cómo interpretas los datos enviados por el Qan del paquete 2265?

-Sin variación. La longitud de onda cuántica presenta demasiadas anormalidades como para ser examinada claramente. Setsuna sí que la hizo buena esta vez. –Se queja el innovade mientras su imagen en la pantalla parece revisar unos datos. –Pero, Feldt; me parece que este es un trabajo que podría realizar yo solo. Tú estás desperdiciando la oportunidad de estar en la tierra y compartir con los demás.

-Eso es lo que yo digo. –Agrega Lasse, luego de dar un bostezo. Feldt se sorprende ante el comentario de Tieria, pero se limita a apretar un poco las manos y mirar hacia unos datos en la pantalla.

-¿De qué están hablando? Ustedes saben que la tripulación del Ptolemy es como mi familia, y no estaré tranquila hasta saber que Setsuna se encuentra bien. Aún si tardo mucho tiempo en hacerlo, de seguro hallaré la forma de comunicarnos… -Sonríe ligeramente melancólica. -Después de todo, nuestra aventura entera fue para que las personas puedan entenderse los unos a los otros… mi aventura al lado de Setsuna debe tener una conclusión… -Piensa en la flor de Setsuna, de que ella se ha encargado personalmente de cuidar hasta que él regrese.

-Bueno, sabía que dirías algo así. –Se encoge de hombros el pelimorado virtual.

-Siempre has sido la misma Feldt. –Repite su compañero. –Pero en lo personal ya me entró el aburrimiento, así que iré a… -Comienza a decir el piloto de la nave, pero lo interrumpe la señal del canal de comunicación. -¿Huh? –Vuelve a ver a la pantalla y se sorprende de las coordenadas que se muestran en el monitor. -¿Qué rayos son esos datos? –De inmediato se aproxima al lugar donde Feldt está sentada para ver en su pantalla. La chica tiene sus ojos abiertos de la sorpresa y la confusión de ver datos saliendo desde las coordenadas espaciales de la flor dejada por los ELS cuando Setsuna desapareció.

-Son datos de ondas cuánticas. –Reconoce Tieria.- Pero son diferentes a los regulares. –Una gran cantidad de información comienza a rodear la imagen de Tieria en la pantalla. –Según los registros de Veda, estos tipos de datos no están clasificados. –Su cara pasa de tranquilidad a notoria sorpresa.

-¿Son de los ELS? –Inquiere nerviosa la joven. -¡¿De Setsuna? –Un brillo aparece en sus ojos, una emoción que ni Tieria ni Lasse veían en ella desde hace mucho.

-Oe, oe, no te alegres tan pronto. Esto puede significar muchas cosas. –Le dice Lasse, poniéndole una mano en el hombro para apoyarla. Ella deja ir su entusiasmo inicial y asiente.

-Es verdad. Por lo pronto lo más conveniente sea analizar esos datos. –Propone mientras empieza a teclear en la computadora.

-Lasse, necesito que lleves la nave más cerca de las coordenadas que recibimos. Quédate en un rango suficiente para poder expandir el sistema Quantum provisional instalado en el Ptolemy. –Le indica Tieria, que se pone de brazos cruzados.

-¿El sistema Quantum? ¿Acaso puedes utilizarlo sin tener cuerpo, Tieria? –Le pregunta el piloto, sorprendido. Feldt, al escuchar a su amigo, levanta los ojos y mira al Meister con determinación, ambos de acuerdo en el plan a seguir. Lasse los observa un momento, luego se ríe un poco para sí y se dispone a pilotar hacia las coordenadas indicadas.

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Allelujah Haptism y Marie Parfacy se encuentran acampando en una montaña en peregrinaje hacia una ciudad autóctona del área. La mujer de cabello plateado, cubierta por un poncho tradicional, está haciendo un guiso en una olla expuesta al fuego de la fogata, con el rostro feliz de estar esmerándose por cocinar algo apetitoso para su pareja. Asoma la nariz al vaho de la preparación, saca un poco con el cucharón y agrega unas especias que tenía previamente cortadas.

-¿Qué tanto haces, Marie? -Le pregunta Allelujah, que viene saliendo de la tienda de campaña. Deberías abrigarte mejor, ya cae la tarde y empieza a hacer frío. –Mira a la distancia y observa los colores rojizos y naranjas del sol que se pone.

-De acuerdo. Solo deja que termine de preparar la cena. –Contesta afable. –El frío no me molesta, además, me gusta mucho sentir cómo cambia la temperatura. –Cierra los ojos y expone su cara a los débiles rayos del sol y a la brisa que los baña. Allelujah cruza los brazos y sonríe un poco.

-No te gusta tanto cuando te enfermas. –Viene y se deja caer a su lado, mirándola con devoción y felicidad de tenerla a su lado. –Porque, entre otras cosas, cuando eso pasa soy yo quien debe cocinar. –Hace un gesto de buen gusto con la mano. Ella sonríe y niega con la cabeza mientras le da la última removida a su preparación.

-Ayúdame a sacar esto. –Le dice mientras le pasa una manta para sujetar el mango de la olla. El Meister obedece y la saca del fuego, poniéndola en un descansadero improvisado con rocas.

-Si que piensas en todo, Marie. Nunca dejas de sorprenderme. –Comenta mientras trae los platos y ella vierte un poco del guiso en cada uno de ellos, pero antes e empezar a comer, ella junta las manos y reza en silencio, acto que su compañero imita de inmediato. Al cabo de unos segundos, ella hace la señal de la cruz sobre su pecho, alcanza un trozo de pan y empieza a comer.

-Gracias Señor por estos alimentos. –Dice antes de dar el primer bocado. Allelujah siempre estuvo entre intrigado y fascinado por la religión de Marie, la que gracias a ella había empezado a seguir, mas todavía no está plenamente convencido de las enseñanzas del Cristianismo. No después de que tanto ella como él lucharon tanto y tomaron tantas vidas como durante su época de batallas. Para él es imposible pensar que almas como las de ellos tendrían redención en un reino como el descrito por los libros de Marie. Sin embargo, al ver su fe, a veces comenzaba a creerlo posible.

-¿Sabes? Hoy por la mañana recibí un mensaje en la terminal portátil. –Comenta con entusiasmo. Ella, al verlo con esa expresión, lo escucha con toda su atención, no sin dejar de comer a su ritmo.

-¿Qué sucede?

-Es una nota de Sumeragi-san. Dice que Crossroad-kun y su novia van a casarse, y quieren invitarnos a su boda. –Esa última palabra lo hace ponerse visiblemente nervioso o incómodo. Marie tuerce la cabeza hacia un lado intentando determinar esa extraña emoción en el rostro de Allelujah. Sin embargo, no deja de ponerse contenta ante el anuncio.

-¿De verdad? Eso es una gran noticia. Crossroad-kun siempre estuvo muy enamorado de Halevy-san; debe estar muy contento. –Celebra con una sonrisa. -¿Y cuando es la boda?

-Dice que en un mes. Tendremos que volar hacia la capital de la Unión, hacia el área donde Setsuna solía vivir. Parece que ambos decidieron establecerse en ese lugar después de todo.

-La capital de la Unión… -Reflexiona Marie. –Ahora que lo pienso, yo nunca he estado en la Unión. –Se lleva una mano a la barbilla para meditar, luego de lo cual vuelve a mostrarle su sonrisa a su pareja. –Me gustará mucho ir.

-Marie… -La mira contento. Vivir con Marie de esa forma ha representado su esperanza de construir un nuevo futuro junto a ella. Un futuro que ambos están viviendo ahora. Sin embargo, sus pensamientos tranquilos se interrumpen cuando a los oídos de ambos llega un sonido agudo que los hace reaccionar adoloridos, tapándose las orejas y poniéndose de pie.

-¡UGHH!

-¿¡¿Qué es esto? –Profieren ambos. Por sus mentes fluyen imágenes rápidas de una figura similar a un ELS, que se traslapa con los ojos de Setsuna y con la vista de frente del 00 Qan. Un momento después, la sensación se ha ido.

-Allelujah, esto es… -Le dice Marie, con las manos juntas y la espalda inclinada hacia delante.

-… Setsuna. –Eleva su mirada al cielo y fija sus ojos en la flor espacial que se ve desde la tierra.

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Amia Lee, de ahora 18 años, es una joven Innovator que despertó a su naturaleza cuando fue atacada por los ELS en la invasión de hace dos años. Hace un año terminó su tratamiento de rehabilitación de la infección de células metálicas en la mitad de su cuerpo, y ahora el único rastro que queda de dicho ataque es una leve película metálica en la palma de su mano, lugar donde los aliens hicieron contacto con ella por primera vez al tocar la manija de la puerta de su casa. Siendo una Innovator, poco a poco se ha dado cuenta de sus propias habilidades y está consciente de la existencia de los demás de su tipo, aunque todavía está recelosa de exponerse públicamente como una. Sin embargo, eso no ha impedido que Celestial Being le de seguimiento al desarrollo habilidades, siendo ella cronológicamente la tercera Innovator genuina en despertar, antecedida por Setsuna F. Seiei y Descartes Shaman respectivamente. Dicha posición le ha valido ser monitoreada por Celestial Being, a través de Lockon Stratos, desde hace ya una temporada.

-¡Lyle! ¡Ya está el desayuno! –Lo llama la chica desde el comedor del departamento. Después del incidente de los ELS, Tieria, por medio de Veda, arregló los registros oficiales de la familia Lee para que el nombre de Lyle Lee figurara como tío de la joven, para que así fuese él quien se hiciese cargo de ella al haber muerto toda su familia como resultado del incidente. Al principio, Lyle Dilandy no pensó en ello más que como otra asignación, dejando de lado el hecho de lo interesante que le parecía el hecho de ser un soltero viviendo con una chica universitaria. Sin embargo, en el año que han vivido juntos, y en parte debido a la falta de actividad en misiones de Celestial Being, el Meister ha llegado a encariñarse con la chica.

-Aquí estoy. –Se presenta con una chaqueta de cuero al hombro y una camisa parcialmente desabotonada. Se sienta a la mesa y deja que la chica le sirva una taza de café y le pase un plato de hotcakes.

-Toma, que te aproveche. –Le dice antes de darle un sorbo a su propia taza.

-Vaya, eres tan responsable que terminarás siendo una gran esposa, ¿lo sabías?

-Debo ser responsable porque tú eres un vago que no hace nada por la casa. –Contesta con una pose de indignación fingida.

-Oye, oye. No hago nada porque tengo que trabajar. –Se excusa con los hombros levantados y las manos hacia los lados. –Además tú tienes una percepción que está más allá de la mía. –Comenta aventurándose a poner información valiosa sobre la mesa. El comentario inquieta a Amia, que de inmediato procede a acomodarse su cabello castaño corto por detrás de la oreja, mirando el reloj que lleva en la muñeca de la otra mano. Lockon identifica la cadena de acciones como parte de la reacción de incomodidad ante un secreto grande.

-Así que ya estás consciente de ello… -Piensa al verla. De inmediato toma una acción para tranquilizarla. –Hey, ¿Sabes algo? Te invito a salir de viaje. –Le dice con su voz fresca acostumbrada. Ella reacciona positivamente ante la propuesta.

-¿De viaje? ¿A dónde? –Se pone contenta y se arrodilla sobre la silla, depositando parte del cuerpo sobre la mesa, llevando su cara cerca de la de él. Lockon se sonroja un poco y retrocede levemente.

-A la capital de la Unión. Unos viejos amigos míos van a casarse y me han invitado a su boda. Pensé que no estaría mal presentarles a mi querida sobrina Amia. –Dice con la boca estirada hacia un lado.

-¿A la capital? –Los ojos le brillan con entusiasmo. -¿Cuándo nos vamos? –Pregunta moviendo las piernas tras ella, a lo que Lockon reacciona poniéndose la mano en la barbilla.

-Tal vez cuando decidas dejar la puerta del baño y… -Comienza a hablar, pero es detenido por una cachetada que lo deja mudo de golpe.

-¡Degenerado! –Vuelve la cara hacia un lado haciendo el ¡jum! Característico.

-… La boda es en un mes, pero habrá que estar una semana antes… ya tengo permiso en el trabajo… -Piensa en Sumeragi detrás de un escritorio en actitud marcial.- Así que podemos ir y hacer un poco de turismo.

-¡Ahh! ¡genial! –Dice otra vez con ojos de estrella.

-Rayos, ¿Qué esta chica no sabe lo que es estar enojada más de un minuto? –Piensa en voz alta. Luego reflexiona para sí. –Tal vez su actitud es la que hace falta en los tiempos que ahora vivimos… -Mira de reojo hacia la ventana. -¿No es así, Setsuna?

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Estamos en el punto indicado. –Le informa Lasse a Feldt y a Tieria, que están enfrascados en la descodificación de los datos recibidos.

-Entendido. –Responde Feldt. –Tieria, es hora. –Le dice mientras se pone de pie.

-Si tú estás lista, entonces lo haremos, Feldt. –Contesta el Innovade.

-¿Hacerlo? ¿Con Tieria? ¿Aquí? –Pregunta Lasse, pero solo recibe un golpe en la cabeza con un contenedor de bebida como respuesta. –De acuerdo, lo siento, de veras. –Se disculpa con un gesto de mano, pero la joven pelirrosada ya no se encuentra en el puente. Camino al hangar, la chica luce nerviosa y emocionada de atreverse a hacer lo que se propone, con el único objetivo en mente de contactar a su tan añorado objetivo. Unos segundos después se encuentra al interior de una cabina, vestida con un traje espacial rosado y verde. Tieria aparece en la pantalla de la unidad, con los brazos cruzados.

-¿Estás lista? –Le pregunta una última vez su compañero. Ella asiente mientras baja el cristal de seguridad de su casco y lo conecta con la interfase de Veda instalada en la cabina.

-¡Feldt Grace, Nephilim, saliendo! –Exclama mientras su unidad sale por las vías de la catapulta linear, volando hacia el espacio. Es un Gundam blanco con coloraciones rojas y verdes, en un estilo similar al de su uniforme. La unidad tiene una cabeza similar a la del Kyrios, con dos alas retráctiles blancas y rojas, que sirven como amplificadores de las ondas cuánticas por medio del GN Drive de la parte posterior. En los últimos dos años, la joven se propuso dominar el pilotaje de un mobile suit, llegando a desarrollar una capacidad bastante avanzada.

-¡¿QUÉ? –Exclama Lasse al ver el Mobile Suit salir del hangar de despegue. -¿Feldt? ¡¿Desde cuando tú…?

-Lasse. –Lo llama Tieria. –Debes estar listo para intervenir si algo llega a suceder. Recoge el Mobile Suit y sácanos de aquí lo más rápido que puedas si ves que Feldt llega a perder la conciencia.

-Si, pero… ¿Qué es lo que van a hacer? –Inquiere mientras se sienta. La imagen de Tieria aparece de nuevo en el monitor contiguo.

-Lo que vamos a hacer es a utilizar una versión portátil del sistema Quantum para que Veda filtre la información a través de Feldt.

-Oye, ¡pero Feldt no es una innovator! ¡¿No es peligroso para ella? –Inquiere más preocupado el piloto, generando unos momentos de silencio.

-… Lo es. –Contesta ella luego de un momento. Pero si tengo una oportunidad de lograrlo, debo utilizarla, sea cual sea el riesgo. –Explica determinada. Lasse tiembla por unos momentos y asiente.

-Te mataré si te haces daño a ti misma, niña tonta.

-De acuerdo. –Le responde mientras ubica el suit en posición. Sus alas se extienden hacia el frente y adoptan posición como de antenas receptoras, mientras los ojos del Gundam se encienden y genera un campo GN a su alrededor. Feldt da un suspiro profundo y aprieta el botón para encender el sistema Quantum, llenando al mobile suit de líneas doradas mientras las ondas cuánticas llegan hacia ella, entrando directo a su mente a través del sistema.

-Feldt, concéntrate en lo que quieres saber, y eventualmente encontrarás esa información. El filtro que estoy utilizando debe ser suficiente para que tú puedas manejarlo. –Explica Tieria. Ella respira profundo y con los ojos cerrados comienza a buscar a través de un torrente masivo de información la figura que tanto añora.

-Setsuna… -Su voz sale inconscientemente de su garganta. -¡SETSUNA! –Grita con más fuerza, mientras su cuerpo comienza a sacudirse dentro de la cabina.

-¡Feldt! –La llaman Tieria y Lasse, pero ella aprieta fuertemente los controles y se dispone a seguir explorando. Se ve una silueta de ella misma volando por el interior del túnel de luz, pasando por un conjunto de ELS que vuelan a sus lados a gran velocidad, hasta encontrarlo a él de espaldas, que eventualmente siente la presencia que lo busca.

-¡SETSUNA! –Lo llama con toda su voz. El joven se percata de los sentimientos que lo llaman, se vuelve y extiende su mano hacia la de ella, que roza la de él, tocándose leve e intensamente a la vez, sintiendo como si entre ambos atraparan una mariposa.

-… Feldt… -Es lo único que alcanza a decir, antes de que sus figuras desnudas semitransparentes se tomen decididamente de la mano. Ella lo hala hacia él y la luz se vuelve más fuerte. Setsuna intenta alcanzar su mano y de repente, cuando la chica abre los ojos, despertando del vívido sueño de volar a ese mundo perfecto, encuentra que su Gundam está tomando la mano de un dañado 00 Qan.

-Setsuna… -Profiere antes de quedarse inconsciente, luchando inútilmente por permanecer despierta ante la visión que por tanto tiempo persiguió. No sabía lo que había sucedido, si él estaba con ella o si ella había viajado hacia él, pero por fin lo tenía cerca… por fin podría volver a verlo. –Set… suna… -Es lo último que sus labios dicen antes de perder el sentido.

(Continuará)