I won't say I'm in love.
By: Himura Megan.
Konnichi wa/ohayô gosaimasu/konban wa… Arigatô por pasar a leer mi fic espero que les guste, como ya muchos deben saber, los personajes de rurouni kenshin no me pertenecen aun que quisiera, n.nU son propiedad del ingenioso Nobuhiro Watsuki sama, y el tema de la canción es el opening de fruits basket, "for fruits basket" de otra gran autora Natsuki Takaya, so onegai espero reviews, para saber si continuo la historia o no, sayonara!
Capitulo I (1): "Buscándote".
Una fría tarde de invierno en el dojo Kamiya, el sol se escondía tras las montañas, poco a poco el rojizo atardecer daba paso al oscuro azul del cielo que a cada minuto se iba llenando de estrellas, y consigo, traía una tranquila noche no muy diferente a muchas otras en el dojo, pues desde algunos meses atrás, la batalla contra Enishi había terminado, Aoshi y Misao regresaron a Kyoto, Megumi se fue a Aisu, y Sanosuke partió en busca de nuevas aventuras, dándole la vuelta al mundo, dejando solos a nuestros espadachines favoritos y a nuestra querida Kendoka. Aun que para Kenshin todo era tranquilo, ella, cada día se sentía peor, no podía con la desesperación, y cuando pensaba que las cosas iban a mejorar, todo pasaba, y como un pétalo de sakura, era arrastrado por el viento, y nada quedaba, y cada vez las sonrisas, eran menos sinceras y mas difíciles de fingir, como, era lo que no lograba preguntaba constantemente en su cabeza, por mas que lo pensaba no lo podía entender, como, si lo amaba tanto, no le era posible ser feliz, con solo verlo, y tenerlo a su lado, que mas podía pedir, sacudió su cabeza, estaba siendo mal agradecida, con la vida por todo lo que le había dado y que ella no sabia apreciar, pero, cuando por fin se tranquilizaba, algo mas, de nuevo la atemorizaba, la inseguridad, el temor de que eso, que hoy conocía como felicidad, de alguna u otra manera se esfumara con el viento, dejando solo recuerdos, memorias de lo que un día fue. Así, continuaba su tortuoso meditar cotidiano, tratando de olvidar, se sentó sobre su Futón y se tallo los ojos como señal del comienzo de un nuevo día, como siempre, se había quedado dormida, una vez mas, pensando en todo lo que podría o no ser, lo que era y lo que fue, si seguía así, iba a terminar por volverse loca. Si es que aun no lo estaba, el lo provocaba, cuando podría escuchar lo que quería oír, salir de sus labios, y de su corazón, o es que no quería, el no lo sentía, se cubrió el rostro con las manos, y ladeo la cabeza, para luego levantarse, y ponerse su ge de entrenamiento y dirigirse al salón, para darle clases a su mejor alumno…
Totemo ureshi kattayo,
Kimi ga warai kaketeta,
Subete wo tokasu hohoemite…
Estaba muy feliz,
Cuando me sonreías,
Con una sonrisa, se aleja todo lo demás…
Agotada, se limpiaba el sudor del rostro con una pequeña toalla, recargada en la pared, ese chiquillo cada día se volvía más fuerte, y maduraba un poco más. Después de haber terminado su entrenamiento, se fue corriendo al akabeko, a trabajar para Tae y así poder ayudar un poco con los gastos de su hogar, además era una oportunidad perfecta para estar con Tsubame todo el día…
Salio del salón, y pasos lentos y desganados, se dirigió de nuevo a su habitación, se puso su kimono amarillo, con naranja, decorado de pétalos sakura, y una que otra flor completa, con obi azul a rayas, y un listón rosa adornando su largo cabello negro atado en una coleta alta. Salio de su habitación, de nuevo por el pasillo, se dirigía ahora hacia donde estaba la mesa, tal vez el estaría ahí para regalarle una de esas sonrisas que la hacían olvidar todo y recordar lo mucho que lo amaba y lo feliz que la hacia, pero no fue posible, busco por todos lados, por cada habitación del dojo pero sin resultado, se asomo por el pasillo, y se detuvo de frente a la puerta principal, colocando su mano, hecha puño sobre su pecho, miro hacia el cielo y pudo observar como comenzaba ligeramente a caer la nieve blanca, era hermosa, sin embargo, solo la hizo preocuparse mas por su seguridad.
- ¿Dónde estas? Si tan solo pudieras estar aquí con migo ahora, pudiéramos ver juntos este hermoso día, y me hicieras olvidar el frío y el temor…
Haru wa mada tookute,
Tsumetai tsuchi nurakate,
Mebuku toki wo matte tanda…
La primavera esta todavía lejana
Y la fría tierra esta todavía húmeda,
Esperando los primeros brotes de césped…
Sin poder esperar más, decidida e impulsada por la desesperación, salio a toda prisa del dojo, corrió, hasta llegar, de nuevo al lugar, que podría jurar tenia algo mágico, casi predestinado a los momentos mas importantes en su vida, el lugar que tantos recuerdos le traía, y tanto significaba para ella, el mismo sitio en el que el se despidió de ella cuando se fue a Kyoto, el mismo lugar en el que después de que pudieron sobrevivir a esa situación, y regresar de nuevo juntos a casa, ella le había dado la bienvenida, sin querer se detuvo, y sus pies la llevaron lentamente, hasta sentarse debajo de un árbol, a ver como el agua del río corría con libertad y fuerza, haciéndole recordar nuevamente al dueño de su alma y su ser, un vagabundo, libre pero que a cada paso arrastraba con el, una pesada cadena, era muy fuerte, pero justamente por eso, debía utilizar su fuerza para ayudar a los demás, y llevar por siempre esa cadena, que representaba el peso de su vida y su pasado…
- Es tiempo, Kenshin, de que olvides tus cargas y tus penas, y te des cuenta de que puedes, tienes que ser feliz, incluso, incluso si no fuera con migo, por mucho que eso me duela, es lo único y lo que mas deseo, pero quiero ayudarte, protegerte y darte un poco de todo lo que tu me has dado…
Tatoeba kurushii kyou datoshitemo,
Kinou no kisu wo nakoshitemo itemo,
Shinjitai kokoro hadaite yukeruto...
Por el contrario aun que todavía es penoso,
Incluso si las heridas de ayer se quedaran atrás,
Si le abriera el corazón a quien quiero creer…
En ese momento, Kaoru volteo hacia atrás, y para su sorpresa, sonrió al verlo ahí, parado mirándola con una sonrisa, dulce y calida, como siempre lo hacia…
- Kaoru dono… lamento haberla preocupado… ¿Qué hace aquí?
- Nada Kenshin, mira, ya dejo de nevar…
- Si, es por que se acerca la primavera, pronto podremos ver caer sakuras flores de cerezo de los árboles…
- Eso seria hermoso…
El chico la miro con una inocente cara de desconcertado. Que ella capto para explicarle… Se puso de pie y camino hacia el.
- Podremos verlas, juntos, Kenshin, ¿NE?
- Hai ni de gosaru na, Kaoru dono. – le contesto con una sonrisa mientras ambos caminaban juntos de regreso al dojo, a su hogar…
- ¿Y tu donde estabas Kenshin?
- Oro, em, sessha solo… solo fui a comprar algo para la comida, y… otras cosas…
- ¿Otras cosas?
- Hai Kaoru dono, espero que le guste… - Dijo mientras revisaba en la manga de su hakama, aun estaba ahí, seguro, esperando el día para llegar a las suaves manos de ella…
- ¿Qué cosa?
- Oro, ah iie de gosaru, Kaoru dono, olvídelo… hoy preparare onigiri… ¿me ayudara?
- ¿Eh? Ah, hai…
Umare kawaru koto wa dekina iio,
Dakedo kanbatte wa yakerukara,
Let's stay together… itsumo…
No podría llegar a ser otra persona,
Pero puedo protegerlo,
Vamos a estar juntos… Para siempre…
