Título: "Siete años después"
Autora: Inefable
Pareja: Harry/Draco
Disclaimer: Los personajes son de Jo Rowling.
Sumario: Nada estaba bien.

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Habían pasado siete años, una eternidad sin completo control.

Potter había tenido razón, esa varita era más complicada de lo que parecía.

Le llevó tiempo aprender a darle órdenes a su nuevo cuerpo pero, finalmente, lo logró. Al comienzo, debía procurar que todo pareciera un deseo propio pero ahora ya no importaba, pues había conseguido controlar a Potter por completo.

Conllevó muchísimo esfuerzo hacerlo, ya que el joven tenía una extraordinaria fuerza de voluntad pero el poder era derecho y Potter nunca había sido el más poderoso de los dos.

Ahora estaba en su habitación, junto a Draco Malfoy, quien le estaba preguntando si se encontraba bien. Claro que sí. Hacía bastante tiempo que no se sentía de esa manera.

Las Reliquias de la Muerte. ¡Si lo hubiese sabido antes! En un primer instante, no había entendido lo sucedido pero no le llevó demasiado trabajo descubrir el funcionamiento de la Varita de Saúco. Esa varita no podía lastimar a su Amo, así que, ¿qué tan tonto había sido Albus Dumbledore al creer que un hechizo destruiría al Horrocrux? Dumbledore… Seguramente estaba revolcándose en su tumba.

El hechizo no sólo no podía matar a Potter, sino que tampoco podía eliminar al Horrocrux.

Fiendfyre, veneno de basilisco, metal forjado por gnomos… ¿Quién le había dicho a Dumbledore que un hechizo creado para destruir cuerpos podía destruir algo tan intangible como un alma? Después de todo, no era una falacia esa creencia en que las almas no morían mas sí podían abandonar sus cuerpos. La suya lo había hecho y la historia se estaba repitiendo.

La boca de Potter se curvó en una sonrisa.

—Estoy bien, Draco. No pasa nada.

Draco. Aquel chico era lo único que mantenía a Potter con esperanzas. Ya no podía controlar su cuerpo ni sus acciones pero su corazón continuaba puro como el de un niño; su corazón le pertenecía a Draco Malfoy, tal como lo había hecho durante los últimos cinco años.

Él no podía permitirle distracciones, no podía permitir quedar, otra vez, sumergido en un recóndito lugar de la mente de Potter, no podía arriesgarse, no podía permitir que Draco Malfoy continuara con vida.

El simple pensamiento hizo que Potter luchara y gritara internamente que no lo lastimara. Lord Voldemort rió y se acomodó las gafas.

—Cierra los ojos, Draco.

"¡No! ¡No lo hagas! Déjalo ir" rogaba Potter pero las súplicas no significaban nada para él y no tenía porqué sucumbir ante ellas. Era, ahora, amo y señor de Las Reliquias de la Muerte y poseía un cuerpo del cual nunca nadie desconfiaría, al menos, no hasta que fuera demasiado tarde. Pero no era cierto, sí había alguien que desconfiaba, el joven Malfoy, quien conocía a Potter mejor que nadie y sabía que algo no estaba bien.

—¿Para qué? ¿Pasa algo? —le preguntó el rubio.

—Quiero darte una sorpresa —respondió Lord Voldemort, con el amable tono de voz con el que Potter solía hablarle al otro muchacho.

—Prefiero tener los ojos abiertos.

Entonces, Lord Voldemort sonrió y apuntó la Reliquia al sorprendido rostro. Lo último que Draco Malfoy pudo ver fue un destello rojo sobre los verdes ojos, acompañando la inmortal y legendaria cicatriz.

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Este drabble fue escrito para un reto de la comunidad de Livejournal, Crack & Roll.

Con respecto al sumario, hace referencia a "all was well", las palabras finales del séptimo en Inglés. La traducción (?) de Salamandra dice otra cosa.

¡Gracias por leer! :)