"¿Qué estoy Haciendo Aquí?"

Se repetía una y otra vez en su cabeza el gran Príncipe de los Saiyajin. Sentando en una banca de espera viendo pasar a médicos y enfermeras que lo ponían mortalmente nervioso y que sabía, en cualquier momento terminaría fulminándolos a todos.

Ese día seria especial, hacia exactamente 7 meses que Bulma le había dado la noticia y no amerito en lo más mínimo una fiesta ni una felicitación para él, esa noticia le acarreo de varias preocupaciones. Pero no podía decírselas a su mujer porque ella estaba encantada con la noticia y arruinarle sus planes y verla triste era algo que él no quería ver.

Así que se guardo sus preocupaciones para él solo, intentando resolverlas con alguna idea, pensando y pensando por las noches sin poder dormir, tratando de no parecer angustiado o nervioso cada vez que Bulma le comentaba sobre alguna cosa que le había dicho el médico y que la había puesto más que contenta, Aun que para Vegeta todo hubiera sido más fácil si ese "pequeño estorbo" como le llamaba el, hubiera sido eliminado de sus vidas una vez que Bulma se hubiera enterado de su existencia.

"Necesito decírselo, ella necesita saber las consecuencias de esto, se que le dolerá pero tengo que tener el valor para advertirle… ¡Ella tiene que saberlo, maldita sea!"

-¿Señor Vegeta?-

El saiyajin alzo la cabeza abruptamente para ver quien había osado decir su nombre, vio a un medico en el pasillo el cual sabia había atendido a Bulma. Y No espero más y fue rápidamente hasta él y le tomo del cuello fuertemente.

-¡¿Por qué me hicieron esperar tanto?- Decía mientras zarandeaba al médico quien asustado intentaba explicarle al nervioso Príncipe.

-Señor, Ha sido un proceso complicado pero ella está bien, puede pasar a verla si usted…-

-¡Llévame con ella, Ahora!- Ordeno el príncipe lanzándole una mirada fulminante que hizo que el médico casi corriera delante de él para guiarlo hasta la habitación que no quedaba muy lejos, una vez adentro, el médico huyo antes de ser asesinado, dejando a un Vegeta totalmente paralizado en el umbral mientras veía la tierna escena delante de él.

-¡Hola amor, ven conmigo, Quiero que conozcas a tu nueva hija!- Dijo una emocionada Bulma desde la camilla de la Suite privada del hospital, hacia poco rato que la habían ayudado a asearse y vestirse después del parto, y ahora se veía reluciente, hermosa, feliz, contenta de tener finalmente lo que tanto añoro desde hacía varios años. Una hermosa Hija.

Vegeta trago saliva desde donde estaba, no podía, o mejor dicho, no quería moverse de donde estaba, sabía que sus más terribles temores se habían hecho realidad. Ahora solo necesitaba decirle a su mujer lo que tenían que hacer, tenía que quitarle esa sonrisa de la cara, tenía que informarle sobre la pesadilla que se avecinaba…

Empezó a caminar lentamente hacia donde estaba ella, ese bulto entre sus brazos empezó a moverse, fue donde Vegeta vio horrorizado como una pequeña cola de mono empezaba a moverse debajo. La expresión de horror que tuvo en su rostro no pudo ocultarla, y Bulma al darse cuenta de la cara que puso Vegeta se enojo.

-¿Qué pasa? ¿Por qué has puesto esa cara? ¡¿No ves lo hermosa que esta nuestra pequeña princesa?-

-¡Esa cosa no es mi hija!- Fue lo único que Vegeta pudo articular antes de retroceder 3 pasos, no sabía que hacer, quería tomar a la criatura y fulminarla entre sus manos y por otra parte, quería olvidarse de todo problema y poder compartir con Bulma esa Alegría que en ese momento le estaba arruinado.

-¡¿Por qué has dicho eso? ¿Vegeta?-Bulma se levanto con un poco de esfuerzo de la camilla y empezó a caminar hacia él con la bebe en brazos que empezaba a quejarse en llanto.

-¡Bulma, esa criatura solo traerá sufrimiento y pena a nuestro hogar! ¡No podemos quedarnos con ella! ¡ES UN PELIGRO!- Grito, intentando hacer comprender a la heredera Brief, que con lagrimas en los ojos, escuchaba las duras palabras del padre de sus hijos. Sin poder entenderlo, ella se acerco más.

-¡Eso no es cierto! Mi sueño de tener una hija lo he tenido siempre ¡Y tu no me lo quit...!- De pronto, sus palabras fueron cortadas por un grito, el príncipe vio como sangre comenzaba a manchar la bata de su mujer, ella cayó al suelo sin soltar a la bebe que lloraba más fuerte. Vegeta corrió a sostenerla, pero el bulto entre sus brazos empezó a esfumarse y al mismo tiempo Bulma comenzaba a perder vitalidad.

-¡Bulma! ¡Maldita sea, REGRESA!- grito apretándola en sus brazos viendo como el cuerpo empezaba a dejarse caer totalmente sin vida. El bulto que antes era una hermosa bebe de cabellitos azules, ahora era una mancha de sangre en el suelo que cada vez se hacía más grande y manchaba los pies de Vegeta, quien lloraba en el suelo, gritando por el amor de su vida…

-¡BULMAAAAAAAAAA!

Despertó.

Miro alrededor de sí mismo, estaba acostado, alado su mujer sana y salva y mas que dormida, pues al ver el reloj se dio cuenta de que eran las 4:15 AM y posiblemente el sería el único despierto en Capsule Corp.

Opto por no decir ni levantar a nadie y poco a poco fue levantándose de la cama, cuidadoso de no despertar a su mujer quien dormía plácidamente del otro lado. Una vez fuera salió al pasillo y pudo ver entonces al fondo la habitación que hasta ese momento, le había dado "temor" entrar, con miedo de que alguno de esos sangrientos sueños de los que había tenido desde que nació se hiciera realidad.

"Tengo que verla, tengo que terminar con esto de una buena ves…"

Entro a la habitación, el cuarto estaba decorado hermosamente de rosa, con muchos grandes y enormes juguetes en su mayoría para bebes los cuales adornaban infantilmente el ambiente y en medio de la habitación una enorme cuna de caoba en la cual entre almohadas y peluches dormía inocentemente una hermosa bebe, a la cual habían puesto hace apenas 1 semana el nombre de Bra Brief.

Vegeta se asomo sin previo aviso, era tan indefensa, la pobre criatura tendría que pagar por los crueles instintos saiyajines, pero él tenía que hacerlo, o si no, mucho sufrimiento se desataría en la Mansión de los Brief. Él lo sabía más que nadie, y por eso levanto una mano y en esta empezó a formarse una bola diminuta de energía, pero suficientemente cargada como para matar en un microsegundo a la nena.

-Lo siento… Princesa- Dicho esto, cerró los ojos para evitar sentir más pena por la hermosa hija que había parido su mujer, y lanzo el poder.

-¿Papá que haces? – Menciono la vos de un Niño detrás.

Vegeta abrió los ojos de golpe, totalmente paralizado, vio hacia abajo esperando ver el cuerpo muerto de la criatura, pero lo único que miro fue a la hermosa nena que seguía durmiendo tranquilamente y en vez de ella, uno de los ositos de peluche que estaban adornando la cuna se había quemado totalmente por la bola de poder, el había fallado su ataque.

-Lo que esté haciendo aquí no te incumbe, ¡Regresa a la cama!- Ordeno, volteando a ver a Trunks de apenas 10 años que se había levantado a ir al baño, el niño miro a su papa primero y luego a su hermanita que dormía, y después salió del cuarto con ansias de volver a dormir en su cómoda y calientita cama.

El Príncipe de los saiyajines se volvió para ver a Bra, era tan hermosa, tan adorable, la bebe sencillamente más bonita que había visto desde que había llegado a la tierra, era una gran lastima matarla, tal vez si tan solo el mantuviera la esperanza de que los instintos saiyajines no afectarían en lo mas mínimo a su hija, a su familia, a la tierra y humanidad completos. Solo tal vez así el podría dejarla vivir y dormir tranquilo por mucho tiempo.

Suspiro.

-Al parecer la sabandija de Kami-sama quiere que vivas, Mocosa- Susurro Vegeta a su hija mientras la observaba descansar. –No soy capaz de matar a mi descendencia, y menos a una cosa tan hermosa como tu… Así que es mejor verte crecer y convertirte en una hermosa dama, confió en que el destino está a nuestro favor… -Vegeta frunció el ceño. Si la suerte los abandonaba y todo saldría peor de lo que planeaba, el mismo tendría que enfrentarse a muchos problemas después.

-Pero ahora tu eres mi Princesa, y yo tu Padre Protector y Mientras yo esté vivo, a ti no te pasara Nada…Absolutamente NADA-Y finalmente, apartándose de la cuna poco a poco, salió de la habitación volviendo con su mujer, y su difícil secreto del cual, a partir de ese día, nunca se libro hasta ver a su hija cumplir la mayoría de edad…

Continuara.

El Príncipe de los Saiyajines Guarda celosamente un Secreto con relación a su Hija, Bra Brief, Algo muy malo le pasara a Los Guerreros Z una vez que ella cumpla la mayoría de edad. La raza Saiyajin está en Peligro, La Raza Humana Nunca podría perdurar sin Ellos.