Este es el primer fic que publico, espero q os guste. De momento es DracoHermione, aunque puede que la cosa cambie :P.

Disclaimer: ninguno de estos personajes me pertenece, todos son de J.K. Rowling

Una tenue luz iluminaba aquella estancia permitiendo verse las caras mutuamente a los que se encontraban en ella.

-¿Falta mucho para que llegue?- preguntó un chico pelirrojo y pecoso, el mejor amigo del chico que sobrevivió, Ron Weasley.

-Ay, Ron, nunca cambiarás. Tú y tu impaciencia...- exclamó suspirando Hermione, la mejor amiga de Harry Potter.

-Se supone que dentro de 5 min llegará aquí, si es que no ocurre ningún altercado. Recuerda que viene desde muy lejos- dijo Harry calmando a su amigo pelirrojo.

-Harry...¿va a venir la Orden del Fénix al completo o solamente hablaremos nosotros con ella?- preguntó Hermione. Harry se había convertido en un auror muy talentoso, y mucha gente lo respetaba y admiraba por ello. Ya había capturado a muchos mortífagos y la mayoría de sus planes nunca fallaban. Esta vez había creado un plan infalible, con la ayuda de sus amigos Ron y Hermione (Ron era también auror, Hermione trabajaba en el ministerio pero de vez en cuando les ayudaba),un plan tan brillante que dudaba mucho que fallara. Esta vez lograrían atrapar al señor oscuro de una vez por todas.

-No, nada más hablaremos nosotros con ella.- respondió Harry.

-Menos mal, no aguantaría tener que estar esperando otra media hora a que llegara más gente...- dijo Ron un tanto aliviado. Harry sonrió por la impaciencia de su amigo.

De repente, por la chimenea salió una chica. Por fin había llegado.

-Hola a todos- saludó Leila, una chica alta, de pelo negro y rizado que le llegaba a la cintura, ojos negros brillantes y de mirada penetrante, procedente de una familia muy distinguida árabe, teniendo sus raíces desde el Egipto Antiguo. Era la chica que habían estado esperando, una especialista en realizar misiones arriesgadas, sobretodo si se trataba de asuntos de mortífagos ella era sin duda una de las mejores.

-Hola - saludó Hermione levantándose educadamente.

-Bienvenida - dijo Harry, invitándola a que se sentara en uno de los sillones que se encontraba vacío.

-Ho-hola - la saludó Ron, con un tono de nerviosismo en la voz y colorado como un tomate. Esa chica lo puso bastante nervioso y no sabía porqué.

-Bueno, supongo que te contaron algo de lo que trata la misión¿verdad? - preguntó Harry.

-En realidad no, solamente se que es algo sobre mortífagos- dijo la chica con una sonrisa de autosuficiencia.

-Entonces te explicaré en que consiste: tu y Hermione (Harry la señaló para que Leila supiera quien era) vais a tener que adentraros en las filas de el-que-no-debe-ser-nombrado. Hermione irá no sólo porque esta bien capacitada, sino que también para llegar a un mortífago en especial, ya que ella tuvo algo con el...- Hermione estaba roja como un tomate-, ejem, bueno, este mortífago se llama Draco Malfoy, no se si lo conocerás.

-No, no lo conozco.

-Bueno, Hermione servirá de anzuelo y, digámoslo así, lo "utilizará" para llegar a el-que-no-debe-ser-nombrado. También es como una venganza para ella, por eso se prestó a hacerlo. Tu la acompañarás y como eres especialista para este tipo de misiones, cuidarás que no le pase nada y también te harás pasar por una mortífaga más. Cuando por fin estéis a punto de alcanzar vuestro objetivo, nos llamareis mediante este medallón - dijo Harry sacando de su bolsillo una cadena en la que colgaba un medallón con extrañas inscripciones y de forma circular- es muy simple, tenéis que leer las palabras en latín que están escritas en él. Mejor guardadlo muy bien, no se cual de vosotras lo hará, pero si lo perdéis vosotras también vais a estar perdidas ya que si ocurre algo nadie podrá ir a salvaros¿entendido?

-Si - contestó Leila

-Si- contestó también Hermione.

-Creo que eso es todo, si tenéis alguna duda...

-Si¿cuando empezaremos la misión?- preguntó Leila con curiosidad

-Mañana mismo por la noche. Todo está listo. Hermione se cambiará de aspecto porque sino Malfoy la va a reconocer...No creo que haga falta que tu también te cambies...no se...

-No hará falta, siempre me cambio el aspecto cuando trabajo con mortífagos, por una vez que no lo haga no pasa nada, no me reconocerán.

-Esta bien. Ah, bueno, se me olvidaba, ya se acordó una cita con un espía mortífago que tenemos, aunque últimamente sospechan de él...pero bueno, mientras mostréis vuestra fiel devoción no pasará nada, y así él también podrá recobrar su puesto entre los mortífagos.

-Una última pregunta...¿Cómo es físicamente ese tal Draco Malfoy? Así lo puedo localizar rápidamente.

-La verdad que no pasa desapercibido, jeje. Es alto y rubio platinado. Es muy arrogante.

-Es bastante apuesto, tiene los ojos grises y es un poco corpulento, no mucho- inquirió Hermione un poco colorada dando más detalles sobre Draco, algo que molestó bastante a Ron porque él sabía que ella nunca había olvidado a esa vil serpiente.

-Ah, esta bien. Por lo que veo si que no pasa desapercibido.

Harry, percibiendo que Ron poco a poco se estaba enfureciendo, decidió que era hora de reunirse con la Orden del Fénix así Leila podía acomodarse en su cuarto.

Después de que concordaron detalles en general sobre el plan con la Orden del Fénix al completo, salieron para ir a cambiarle el aspecto a Hermione. Tonks se encargaría de ello. Mientras Harry y Ron se quedaron solos charlando en la sala.

-Harry, no me gusta nada que Hermione tenga que ir a esta maldita misión, sobre todo porque se va a tener que ver involucrada nuevamente con esa maldita serpiente.

-Cálmate Ron, ella solita sabe cuidarse, además ya sabes que ella misma quiere darle su merecido a Malfoy.

-Ya, ya lo sé, pero no me gusta nada..., se nota demasiado que todavía sigue enamorada de él y eso podría hacer que ella fallara y lo dejara todo por él...

-No lo creo. Confío en Hermione y ella jamás nos traicionaría. Además esta demasiado dolida como para volver con él. Las heridas como las que Malfoy le dejó a ella no cicatrizan tan rápido.

-Tienes razón, pero...

-Ron, tranquilo. Confía en ella. Además no olvides que Leila va a acompañarla por si algo sale mal. Conociendo a Hermione, no creo que de un paso atrás antes de comenzar.

-Bueno, esta bien Harry, te haré caso, pero eso no va a evitar que deje de preocuparme...

-Ya lo sé. Bueno, ahora salgamos para ver que nuevo aspecto tiene Hermione- dijo Harry guiñándole un ojo a Ron.

Cuando salieron se asombraron del nuevo aspecto de Hermione. Ahora era rubia, pelo liso, nariz más puntiaguda y con muchas pecas. Sus ojos no habían cambiado en absoluto, todavía se podía percibir el brillo característico de Hermione.

-Guau Hermione¡menudo cambio!- exclamó Tonks

-Si Hermione, estas...¡sexy! jajaja - dijo Ginny haciendo reír a todos, aunque la verdad es que no se alejaba de lo cierto. Esas pecas le daban un toque de inocencia pero a la vez de picardía.

-Bueno Hermione, escúchame, el contrahechizo es "Luaidendus non"¡no te olvides por si acaso!

-Esta bien, no me olvidaré.

-Bueno, creo que ya es hora de que descansemos todos, mañana va a ser un día muy duro- dijo Lupin.

-Si, es verdad, mejor vayamos a descansar - dijo Luna Lovegood.

Dicho esto todos se fueron a dormir, mañana sería el día en que la misión daría comienzo y tenían que estar bien despejados. Después de tantos preparativos nada podía fallar.

Mientras tanto, una chica que ahora era rubia no podía dormir, y no podía evitar que amargas lágrimas cayeran por sus mejillas. El sólo recuerdo de aquel rubio la hacía entristecerse, y con tan sólo pensar que lo volvería a ver...después de tanto tiempo y tanto dolor causado...Ella no sabía todavía como iba a reaccionar ante él, pero de una cosa estaba segura: no defraudaría a sus amigos, cumpliría la misión que se había encomendado y saldría adelante como había hecho antes. Él no volvería a hacerla sufrir otra vez, y pagaría lo que le había hecho. De repente una nube de recuerdos inundó sus pensamientos. Recordó aquella tarde de 7º año en la que había comenzado todo.

------FLASH-BACK------

Hermione se encontraba en la biblioteca como casi siempre, ensimismada en sus pensamientos y sin darse cuenta chocó con alguien, pidió perdón como un acto reflejo y sin darse cuenta, pero una voz la sacó de su ensimismamiento.

-Mira por donde andas sangre sucia, no quiero que ensucies mi uniforme.

Hermione se había cruzado con el que menos quería cruzarse en ese momento. Cómo lo odiaba. Sí, era Malfoy, el mismísimo Draco Malfoy, su peor enemigo, el chico que le había hecho la vida imposible desde su primer año en Hogwarts.

-Apártate tú, Malfoy, yo no te hice nada, la próxima vez fíjate bien por donde caminas, así evitas chocarte con una "asquerosa sangre sucia" como yo- le espetó Hermione con tono irónico, imitando el suyo.

-Ja, ahora la culpa la tendré yo. Yo no soy el que va caminando embobado pensando en Potter todo el tiempo.

Hermione se quedó de piedra. ¿Tanto se notaba que le gustaba Harry? Y ese tono de voz de Malfoy¿era ella que se había vuelto loca o Malfoy parecía celoso?

Mientras Hermione se perdía en sus pensamientos, Draco la miraba con aires de superioridad, y con una mirada que congelaba a cualquiera. La había vencido, le había dado en su punto débil sin siquiera saberlo. Definitivamente tenía que admitir que no se le daba mal eso de descubrir los puntos débiles de los demás.

-Para que te enteres, Harry es nada más mi amigo, aparte a ti no te incumbe mi vida amorosa, Malfoy.- dijo Hermione suspicazmente.

-¿Acaso insinúas que yo estoy celoso? Por favor Granger, no me hagas reír- pero su mirada expresaba lo contrario.

-Pues entonces, si es que no te interesa¿podrías dejarme ir de una vez?

Malfoy no se había dado cuenta, ni siquiera Hermione hasta hacia poco, pero Malfoy la había acorralado contra un rincón de la biblioteca, sin escapatoria alguna.

-¿Y si no quiero?

-Malfoy, o me dejas ir o...

-¿O qué? Tu situación no es muy favorable en estos momentos- dijo Draco sonriendo a medias. Ahora si que la había acorralado completamente, y no sólo eso, ahora estaba acercando su cuerpo contra el de ella, haciendo que la chica se pusiera muy tensa al tener al rubio encima suya. No es que le gustara Malfoy, pero es que no podía negar que era muy apuesto y tenerlo tan cerca la ponía nerviosa.

-Malfoy, aléjate de mí...

-Jajaja, así que tu otra debilidad es que yo me acerque a ti de esta manera¿no? Puedo sentir lo tensa que estás, pero tranquila - dijo Draco agarrando el mentón de Hermione para que esta le mirara a los ojos- no te voy a hacer nada malo.

Ahora si que se podía notar demasiado el nerviosismo de Hermione al tener tan cerca de Draco. Ella había estado evitando mirarle a los ojos porque sabía que si lo hacía se pondría más nerviosa todavía. Para colmo, estaba más colorada que un tomate, algo que no le pasó desapercibido a Draco.

-Malfoy, suéltame...

Draco la había agarrado con una mano por la cintura y la otra la tenía apoyada contra la pared, así ella no podía escapar.

-No me apetece, Granger, yo hago lo que quiero.

-No conmigo, maldito - dijo Hermione intentando zafarse de Draco, sin éxito aparente, ya que Draco era mucho más fuerte que ella y no la permitía soltarse.

-¿Qué no¿Acaso me estás desafiando? Mejor no te atrevas a hacerlo porque tu no sabes de lo que soy capaz de hacer.

-Vamos Malfoy, yo soy una asquerosa "sangre sucia" para ti, no creo que hagas algo más que esto. Deja de amenazarme, sabes que no harías algo más que esto.

Hermione se reprochó lo que había dicho. Ciertamente sabía que Malfoy era capaz de cualquier cosa, y desafiarlo de esa manera no era muy buena idea. No le gustaba tenerlo tan cerca, con su nerviosismo no sabía ya ni lo que decía. De repente sintió como el rubio besaba lenta y sensualmente su cuello, sintiendo como un escalofrío recorría todo su cuerpo, su mente no reaccionaba, sólo sabía que intentar apartarlo sería en vano, ya que él era más fuerte que ella y ella no podría zafarse. Además, tenía que admitir que le gustaba como le besaba el cuello el rubio, pero era Malfoy, su peor enemigo¡no podía permitirlo! Antes de que intentara en vano zafarse de los brazos de Malfoy, este paró, y miró fijamente a Hermione a los ojos. Su mirada no expresaba odio ni nada por el estilo, sino que expresaba pasión y deseo. ¿Pasión y deseo¿Pero que le pasaba? Tenía que alejarse de Malfoy, tenerlo tan cerca la hacía delirar, no podía continuar así...Pero volvió a mirar sus fríos ojos grises y en lugar de ver esa mirada de odio característica, se encontró otra vez con las misma mirada que había visto antes, de deseo y pasión. Definitivamente no estaba delirando, pero algo no encajaba. Era imposible que Malfoy la mirara de aquella manera, completamente imposible. ¿Qué le pasaba a él con ella¿Y a ella con él¿Cómo había podido dejar que la besara de aquella manera sin siquiera intentar apartarlo¿Qué acababa de pasar? Todas esas preguntas circulaban por la mente de Hermione mientras seguía mirando aquellos ojos grises.

Malfoy se apartó de repente de Hermione y antes de irse le dedicó una fría mirada, después dio media vuelta y se fue, sin dar ninguna explicación.

Hermione se quedó en el mismo lugar, y ahora en lugar de estar colorada, estaba pálida. No encontraba la explicación de porqué había pasado eso. Decidió irse antes de que alguien la viera ahí de esa manera y pensara que estaba loca.

Lo que descubrió y que no le gustó nada es que al estar tan cerca de Malfoy se había puesto demasiado nerviosa y no reaccionaba a nada. Eso ni siquiera le había pasado con Harry cuando se habían besado una vez y habían estado tan cerca. ¿Acaso le gustaba Malfoy? No, era su peor enemigo, nunca le podía gustar.

Hermione salió de la biblioteca y salió del castillo para tomar un poco el aire y así despejarse d etoda la situación antes vivida. Por suerte, sus amigos estaban sentados en el lago, hablando de quidditch, como solían hacer. Fue una suerte encontrarlos allí, porque hizo que Hermione se despejara y olvidara por un momento lo sucedido.

Sin embargo, cierto rubio todavía no se había olvidado de lo que había pasado, y se encontraba leyendo en su sala común un libro que a su parecer era interesante, pero que no lograba leer porque cierta castaña de ojos miel rondaba sus pensamientos.

------FIN FLASH-BACK------

Hermione por fin logró conciliar el sueño, aunque aquel chico rubio ni en sus sueños desaparecía.