Bien el primer capitulo ya arreglado, espero que les guste!!! quiero saber su opinión!!! y bueno como ya tengo sueño solo lo subo...

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Las gotas de lluvia caen ruidosamente, sus pasos suenan a su compás, atravesó la calle y entró a la estación de trenes, su cabello, su ropa, todo su cuerpo se encuentra húmedo gracias a la lluvia, no importa, sigue corriendo sin parar, el reloj marca las 22:58 horas, el tren sale a las 23:00, en el altavoz se escucha la voz de la chica anunciando la salida del tren, corre más rápido, no importa atropellar a un par de personas con tal de alcanzar ese tren...

Desde muy temprano, él arregló su maleta, dirigiéndose hacia la estación del tren que se encargaría de llevarlo a otro destino, lo que él quería era huir…

Ella debe llegar, debe lograrlo, no importa el precio, ese tren no debe partir llevándose lo más valioso de su vida, aquello por lo cual su existencia tiene sentido, aquello por lo cual su vida ha cambiado...

Él subió al tren, y dirigió una última mirada a la que sería su última vista de su ciudad, Tokio.

A lo lejos, ella divisó el tren, en ese instante las puertas se cierran, entre las personas logró divisar su cabello naranja, aún tiene una pequeña esperanza en su corazón, pidió al cielo que él voltease, que la vea, que una vez más sus ojos ámbar se posen en ella...

De pronto... un milagro, como si sus mentes estuviesen conectadas, su mirada profunda la encuentra entre la multitud, él la vio... Él sintió el enorme deseo de salir del tren, de gritarle a

que allí estaba, pero, se detiene, ha tomado un decisión la mantendrá, ambos quedaron perdidos en la mirada del otro. Vienen a sus mentes los miles de recuerdos que vivieron el uno junto al otro, la historia que ha marcado sus vidas profundamente...

Fue hace un año... cuando se conocieron...

-Un día nublado, genial, por lo visto el día concuerda con mi humor –pensó Rukia en el momento en el que vió el cielo a través de su ventana.

Se dirigió a desayunar, como siempre, el elegante comedor estaba vacío, solo su lugar tenía comida, un par de hot cakes y un poco de fruta, desayunó rápidamente, era su primer día en la nueva escuela, una escuela de élite social llamada Seireitei, -ja, hasta el nombre es discriminativo "Corte de los Espíritus Puros" quien pudo tener la idea de crear una escuela solo para estudiantes de clase social alta, no sé como mi hermano ha sido capaz de meterme en ese tipo de escuelas, desde que tengo memoria, él se ha empeñado en mandarme a las escuelas elitistas del país, pero a pesar de ser de élite, siempre me han visto como el bicho raro, no he tenido amigos, más que Renji- pensó mientras se dirigia a la entrada, suspiró con resignación una vez más; en la entrada me esperaba un lujoso Lincoln MKR Concept negro, el portero le cierra la puerta del asiento trasero y el chofer le dice:

-Buen día señorita Kuchiki, ¿está lista para su primer día de escuela?

-No puedo negarme a ir… -dijo con desdén

Mientras tanto Ichigo hacía lo mismo, luego de bañanrse, cambiarse y desayunar, solo, se dirigió al auto que su padre le obligaba a usar, no le dejaba usar el suyo debido al exceso de velocidad tan acostumbrado en Ichigo.

-Buenos días señor... –dijo el chofer

-Buenos días- respondio Ichigo

-Su padre ha salido muy temprano hoy, me pidió que le dijera que probablemente no venga hoy a dormir, así que no quiere que le espera despierto hasta tarde... –el chofer era una persona de confianza, ya tenía varios años trabajando con la familia de Ichigo y su padre le tenía mucho aprecio.

-Está bien, no te preocupes, no pensaba quedarme despierto...-Dijo de vuelta Ichigo con un poco de malhumor.

El padre de Ichigo no estaba casi todas las noches en casa, desde que su madre había fallecido dedicó mas tiempo a su trabajo, claro, no como aquellos padres adictos, pero si lo suficiente como para alejarse de su único hijo varón.

Ichigo llegó temprano a la escuela, los murmullos y conversaciones normales no lo detuvieron en su camino, un rumor es el único que llama la atención, ese día habría una chica nueva…

Mientras, el chofer de Rukia se dirigió a la que sería su nueva tortura, su nueva escuela, seguramente como en las otras, la verían como el bicho raro, no tendría ningún amigo -rayos, ¿Por qué Renji tenía que atrasarse un mes en venir, estaré sola por un mes…? Pensó mientras veía pasar los edificios de Tokio; pensaba en lo que dirán todos al verla llegar en un lujoso auto, con chofer y todo, seguramente sería catalogada como la "niña asombrosamente rica" de nuevo… y nadie se porque, seguramente sería intimidante…

Al llegar a la que parece ser su nueva escuela, algo la toma por sorpresa, una larga fila de lujosos autos se para en la puerta de entrada de la escuela, bien, parecía ser que en esa escuela todos eran igual o mas ricos que ella, al menos no sería nada del otro mundo en la escuela… y es que no ha sido nada fácil pertenecer a su familia, la prestigiosa e influyente familia Kuchiki tiene fama de ser una de las más ricas y tradicionales de todo Japón, su hermano Byakuya es el actual líder de la familia. Una familia de empresarios con un pasado poderoso que tienen fama de ser tradicionales pues, también son una familia muy antigua de sacerdotes y sacerdotisas, de hecho la mayor parte de su infancia la vivió en el templo principal Kuchiki, muy lejano ahora, luego su hermano decidió que debía empezar a estudiar y desde entonces ha saltado de escuela en escuela por todo el país ¿porqué estaba en Tokio? Su hermano decidió mudar la central de la empresa familiar, como él es el jefe de familia, él es quien se hace cargo de los asuntos, pero desafortunadamente la arrastraba con él, en su afán de que permaneciera con los de "su clase".

Finalmente llega su turno de descender del auto, esta escuela era tan lujosa que hasta tenía a una persona encargada de abrirle la puerta del auto a los estudiantes, sonrió ante el gesto, y se encaminó hacia la que sería su nueva tortura…

-Vaya- pensó para sus adentros- esta escuela sí que es lujosa, probablemente la más ostentosa en la que he estado en toda su vida, y vaya si puedo jactarme de conocer varias escuelas, lo más probable es que el tamaño del edificio tenga el mismo tamaño que un hospital, eso sin contar los jardines, en el patio, ¿Cómo es tan grande para los pocos estudiantes que tiene?- los estudiantes conversaban y… uno que otro la veía con intriga y curiosidad, es mitad del semestre, le corresponde el segundo año, así que por lo menos esperaba quedarse allí el tiempo suficiente como para terminar la preparatoria y entrar a la universidad

Se encaminó a la recepción, debía recibir su horario y seguramente un mapa ya que siendo tan grande el edificio lo más probable es que se perdiera y no llegara a sus clases a tiempo, en la recepción el lujo continuaba, parecía el lobby de un hotel, se dirigió a la recepcionista, una mujer de mediana edad.

-Buenos días, Rukia Kuchiki, vengo por su horario – y un mapa o me perderé –pensó

-Buenos días, señorita Kuchiki, -respondió- bienvenida a Seireitei, esperamos que su estudio sea próspero con nosotros, aquí tiene su horario, y un mapa –genial, por lo menos no me perderé…- pensó.

Salió de la recepción y vio su horario, -aritmética- suspiró… observó su mapa, algo desconcertada, la escuela era tan grande, y pensó –esto es ridículo, una inmensa escuela para apenas 350 estudiantes- y luego pensó otra vez –seguramente todos se conocen, 350 estudiantes es muy poco, de nuevo seré el bicho raro- no se había fijado que estaba en el centro del inmenso pasillo pensando.

-Hola –una voz la sacó de sus pensamientos – ¿eres nueva verdad? Soy Tatsuki Arisawa es un placer conocerte, ¿te puedo ayudar?

La chica era muy amigable y al parecer, Rukia no le parecía intimidante –Hola –sonrió – soy Rukia Kuchicki y sí agradecería tu ayuda –la expresión de la chica cambió –no- pensó Rukia

-¿perteneces a la familia Kuchiki? –preguntó ella, ya se lo temía, esto era demasiado bueno para ser verdad -sí, seré el bicho raro…- pensó

-Sí, soy hermana menor de Byakuya- dijo con pesar

-Vaya es un verdadero gusto- dijo ella con una sonrisa, algo que la sorprendió, al parecer no se equivocaba, aquí todos eran más ricos que ella – ¿bien dime cual es tu primer clase?- Preguntó

-aritmética- contestó Rukia

-Que bien, también es la mía, entonces vas en segundo año –afirmó la chica

-Sí, ¿como lo supiste? –le preguntó -seguramente me estarían esperando- pensó

-Pues verás, en esta escuela, casi todos los chicos de segundo año tenemos los mismos horarios, solo varían uno o dos, y algunas clases las compartimos con los de último año, si quieres, te puedes quedar conmigo así no te perderás ni te sentirás sola –dijo con otra sonrisa

Agradecida Rukia le sonrió…

Las clases pasaron rápidamente tanto para Ichigo como para Rukia, Tatsuki tenía razón, todas las clases antes del almuerzo les tocaron juntas a ella y Rukia, eran pocos los rostros que cambiaban con el cambio de horario, aritmética, literatura, arte, gimnasia, pasaron rápido, estaba realmente agradecida de que hubiera alguien como ella, llegó la hora del almuerzo, la hora en la que todos los estudiantes juzgan y más aún cuando no hay un rostro que no han visto antes…

Ichigo se dirigió a la mesa que utilizaban todos los días, junto a la ventana, allí ya se encontraban sus amigos Ishida e Inoue y su amigo Sado caminaba también hacia ellos.

-Kurosaki kun- dijo la chica mientras muy entusiasmada le ofrecía la silla contigua a la suya a Ichigo

-Kurosaki- se limitó a decir Ishida

-Hola…-fue la única palabra del chico

-¿Has visto a la alumna nueva? – le preguntó Ishida con cierto tono de curiosidad...

-No –respondió- rayos otro par de ojos que nos juzgará…

-Lo dudo –respondió Ishida- he escuchado que la alumna es tan distinguida que casi no se ha relacionado con ninguno

-Genial, entonces es una alumna que se cree superior a los demás, por lo menos no seremos los únicos excluidos aquí.

Se escuchaban vagamente los murmullos de los otros estudiantes, en un momento en el que Ichigo no se dio cuenta, el tema cambió y solo se centró en una persona, la chica nueva. Rukia y Tatsuki entraron en la cafetería, Rukia un poco nerviosa, Ichigo, al ver el revuelo que se armó no pudo aguantar la curiosidad y volteó a ver, y lo que pudo observar lo dejó sorprendido la chica era hermosa, de piel blanca, un cuerpo perfecto, un peinado un poco ridículo lo que le causó un poco de gracia, era bajita y delgada, lo que le daba un aspecto de fragilidad, unos ojos azul oscuro que le daba un aire misterioso, una sensación extraña recorrió su cuerpo, ella, le recordaba a alguien, alguien de su pasado, pasado el cual no quería recordar, Rukia observaba toda la cafetería, una chica seguramente amiga de Tatsuki las saludó, tenía el cabello rosa, corto y usaba gafas rojas, -por aquí- dijo moviendo las manos para que se sentaran con ella.

-Así que ella es la nueva- dijo Ishida interrumpiendo los pensamientos de Ichigo

-Si- respondió él intentando que su voz no sonara con tanto interés, furtivamente Ichigo continuó observando a la chica, esperando que nadie lo notara

Rukia y Tatsuki llegaron hacia donde la chica les hacía señas.

-Hola- dijo cuando vio que Rukia venía detrás de Tatsuki- soy Chizuru Honshō- dijo muy alegremente

-Ten cuidado con ella o querrá cortejarte—dijo Tatsuki – será mejor que no le des confianza –terminó, el rostro de Rukia se volvió cauteloso

-No seas así, me creas mala fama- se defendió Chizuru

Ellas rieron, Rukia junto con ellas, discretamente observó toda la cafetería, intentando ver quienes la estaban observando, así sabría quienes estarían habando de ella "la nueva". Todos comían amenamente, al parecer no se equivocó y se topó con algunas miradas curiosas que pronto se hacían los desentendidos al sentirse descubiertos, en su afán de observar, la vista de Rukia se posó sobre un grupo de chicos, apartados de los demás, se veían diferentes…

-Vaya, vaya, así que son los chicos populares- pensó –deben ser aquellos egocéntricos que se creen el centro del universo- eran cuatro, tres chicos y una chica, probablemente la novia de alguno de ellos, por la forma en que se comportaban estaba segura que no se equivocaba en sus conclusiones… uno era grande, moreno, de aspecto fuerte, probablemente de antepasados hispanoamericanos ya que su apariencia eso daba a entender, el cabello le cubría media cara, no hablaba mucho y era muy serio; otro de los chicos era algo flacucho de gafas, daba la apariencia de ser muy listo, tampoco hablaba mucho, solo se limitaba a ver a los demás a través de sus gafas y analizar cada cosa que hacían; la chica, hermosa, cabello largo rojizo con toque de naranja, ojos entre grises y azules, cuerpo perfecto, del tipo superficial y arrogante seguramente la envidia de muchas chicas, novia del tipo raro que se sentaba a su lado; ese chico al mismo tiempo parecía diferente, no sabía que en realidad, su aspecto era el de un chico rebelde, su cabello naranja sin duda era llamativo, no es que nunca preguntaran acerca de su extraño peinado el cual intentó cambiar desde que tenía conciencia sin lograr conseguir nada; sus ojos café eran preciosos lograron hipnotizarla por un momento, su mirada era seria y un poco fría, pero aún así tenía algo de calidez en ella, sus ojos… algo en ellos le era familiar, aunque no sabía que, de pronto se dio cuenta de que la hacía recordar a alguien, alguien a quien nunca más había vuelto a ver, vaya, realmente se estaba volviendo loca, ¿como podía ese chico ser aquel niño a quien había visto una sola vez en su vida?

Ishida se dio cuenta de las furtivas miradas de Ichigo hacia la chica nueva.

-¿Porque no le hablas? Parece agradable

-Me da igual- dijo Ichigo mientras pensaba - demonios ¿es que acaso mis intentos por disimular no dieron resultado? Inoue solo fue capaz de verlo sin decir una palabra

De pronto, la mirada de Ichigo y Rukia se cruzó, por una fracción de segundo sus ojos se encntraron directamente pero nerviosa, ella bajó la mirada… -demonios- pensó, -espero no volvérmelo a encontrar hoy- mientras Ichigo pensaba que quizás la había asustado, Tatsuki pudo ver que algo puso nerviosa a Rukia, pero no preguntó nada, por el contrario, lo ignoró, se levantó de la mesa y se dirigió hacia la mesa de los chicos, por lo visto también era su amiga… Rukia no imaginaba como alguien tan amigable como ella podía andar con un grupo como ese, al parecer ella y la chica de cabello naranja eran muy amigas… no dio importancia a eso.

-Hola Tatsuki- dijo Ichigo cuendo finalmente ella estuvo cerca

-Escúchame Ichigo, idiota, ni se te vaya a ocurrir asustar a Rukia o te las verás conmigo, es nueva y por lo que veo será tratada igual que ustedes, ninguno le quiere dirigir la palabra, no sería mala idea que ustedes le hablen –dijo Tatsuki muy seria

-No te preocupes Tatsuki le hablaremos y seremos amables con ella- dijo Inohue

-¿Y porque tanto respeto hacia ella por parte de todos los demás? –preguntó Ishida- ¿Qué tan importante es? –sus palabras fueron curiosas…

-Bueno –dijo Tatsuki- es una Kuchiki, hermana del líder de esa familia Byakuya Kuchiki

-Oh ya veo…-dijo Ishida

En su interior Ichigo se alegraba de contar con Tatsuki, pues le había ayudado a averiguar el nombre de la chica nueva, y por otro lado, entendía el porque de tanto revuelo, los Kuchiki eran reconocidos como una de las familias mas poderosas y antiguas de Japón pues según la historia, tenían orígen en el Japón medieval y en la actualidad eran una de las familias más tradicionales e influyentes, dueños de varias empresas y además conformada por varios sacerdotes de templos lejanos japoneses, sin duda una familia muy importante, demasiado pues hasta sintió pena por la pobra chica ya que él entendía lo que era estar sometido al escrutinio de los demás, que los consideraban diferentes…

El almuerzo terminó todos se dirigieron a su siguiente clase, la de Rukia era inglés, Tatsuki no compartiría esta clase con ella y como no quería ir y molestarla se dirigió a la siguiente clase sola, pero, para su mala suerte se perdió en el gran edificio, cuando por fin encontró la clase, todos los estudiantes a habían llegado y la clase estaba a punto de empezar, se pude dar cuenta de que en esa clase había algunos de último año, se dirigió al profesor y le dio sus documentos, -Bienvenida señorita Kuchiki -dijo al tiempo que me señalaba con la mano un lugar vacío –tome asiento por favor- su sorpresa fue ver al lado de quien se iba a sentar, su corazón casi se sale de la impresión, pero pensó, -tranquila es sólo una clase…