Kingdom Hearts: El reto de Hypnos - El Camino de Reyu:
Capítulo 1:
El carruaje de Helios comenzaba a llegar al final de su viaje diario. El cielo comenzaba a oscurecerse y, como cada día, la batalla de Hercules, el evento principal, acababa de terminar.
- Lo has logrado de nuevo - gritó el sátiro entrenador del héroe.
- Gracias - dijo un muchacho musculoso golpeado al mismo tiempo que todos los presentes lo sacaban en brazos para celebrar el nuevo triunfo.
El anfiteatro de batallas estaba vacío a excepción del cadáver de una Quimera que se encontraba tirada en el suelo de la batalla que acababa de perder y de un joven de cabello castaño y ojos verdes que se encontraba tirando del cuerpo muerto del animal.
- "Saca a la Quimera." Si no necesitara comer no me dignaría a hacer este tipo de trabajos - decía mientras jalaba el cuerpo de león hacia la parte trasera del Coliseo.
El joven continuó moviendo a la bestia hasta que el pasillo por el cual había entrado terminó abruptamente en un foso sin fondo. Al encontrarse justo en el borde, el joven le dio la vuelta para ponerse del lado del rostro del animal y terminó su trabajo lanzandolo al abismo.
- Listo, un nuevo trabajo, cortesía de Hercules, terminado - el muchacho comenzó su camino de regreso mientras seguía hablando consigo mismo. - Hay veces que desearía que él perdiera, al fin su cuerpo no lo sacaría yo porque le harían un funeral, no como a estos pobres animales.
- Reyu, que bueno que te veo - dijo Fil, el sátiro, al ver al joven cuando acababa este de ingresar a la arena.
- ¿Qué pasa?
- Dionisio tomó demasiado vino y vomitó antes de llegar al baño, puedes...
- Sí, ya sé. Voy de inmediato.
- Gracias muchacho, pero bueno te encargo. Yo regresaré a la fiesta que esta vez vinieron unas musas que deberías ver - en ese instante las pequeñas patas decabra corrieron lo más rápido que pudieron desapereciendo a los pocos segundos.
- Vomito de Dios¿me debo de sentir orgulloso por limpiar estas cosas? - el joven caminó a un pequeño armario, tomó un trapeador e inicio su caminó hacia donde Fil corrió sin detenerse.
El salón se encontraba atascado de celebridades olímpicas, cosa que emocionaría a Reyu si no fuera porque los había visto todos los días desde que el Coliseo reabrió sus puertas hacia ya un par de años. La fiesta estaba en su punto cumbre; unos como Poseidón preferían socializar con todo pariente que se encontraba mientras que otros como Artemisa preferían bailar en la pista junto con Megara y Hercules, el alma de la fiesta. Al mismo tiempo, en un rincón Dionisio seguía bebiendo junto con su carabana de seguidores cerca de donde un joven limpiaba el recuerdo que acababa de dejar.
- ¿Y luego por qué vomita? - decía Reyu antes de que Fil llegara decepcionado. - ¿Qué ocurrió con esas musas?
- No te burles, chico. Bien, veo que dejaste el piso como si nunca hubiera habido restos de uvas dijeridas y expulsadas en él.
- Sí, ya termine. ¿Puedo irme ya, Fil?
- Pero chico, es el mejor momento de la fiesta...
- No estoy de humor, Fil - aunque Reyu tenía un poco de ganas de estar allí, sabía que en cualquier momento otro bebedor iba a dejar un recuerdo de su borrachera y el sería el que tendría que pagar los platos rotos, así que era mejor huír antes de que eso ocurriera.
- Está bien. Te veo mañana.
- Sí, hasta mañana.
Reyu caminó durante media hora desde el Coliseo hasta su "casa", la cual en realidad era un cuarto en una gran vecindad de piedra pulida. Abrió la puerta de su habitación con, más que flojera, falta de energía y ya dentro la asotó detrás de él. Estaba listo para irse a dormir, pero las lágrimas no dejaban de correr de sus ojos:
- Esto no estaría pasando si siguieras aquí - dijo arrodillandose frente a la foto de una bella muchacha que apenas y se podía distinguir por la oscuridad de la habitación. - Cuando tu estabas conmigo al menos tenía una razón para vivir, ahora ¿qué me queda?
El joven agacho la cabeza para soltar el llanto cuando un sonido extraño lo hizo voltear...
- ¿Quién está allí? - dijo fingiendo voz de valiente, cosa que en realidad no era en ese momento.
Nadie respondió.
La luz de Selene (la luna), iluminaba una pequeña parte del lugar, pero era suficiente para que Reyu supiera que algo andaba mal, ya que del suelo una sombra comenzó a cobrar vida y tomar una forma semihumana.
- ¡¿Qué es eso?! - gritó asustado antes de que la sombra se arrojara sobre él.
¿Quieres participar en el proyecto ambisioso del universo de Kingdom Hearts? Entra a http://khhypnos.foro.st
