Se me había olvidado, los personajes no son mios, le pertenecen a Stephany Meyer y orgullosamente les digo que la historia si es mia.
Les presento mi primer locura...
"Aquí está la cosa... ya me he vuelto loca una vez. Conozco mis límites" Bella Swan.
Era un sentimiento confuso, estar en un lugar rodeada con tanta gente, sintiéndote tan sola, a estas alturas de mi vida debería estar acostumbrada, pero todos sabemos que la soledad carcome el alma. Había aceptado salir con mis compañeros de trabajo únicamente para socializar, tenia aproximadamente un mes que me habían transferido de la sucursal de Phoenix y me había dedicado a trabajar. No los conocía del todo bien, pero sabía que tendría que trabajar con ellos, me gustase o no y como consecuencia lógica convivir o sobrevivir.
Con apenas 23 años tendría que valerme de toda mi inteligencia para mantenerme en la dirección general de las empresas Volturis Company, sorprendente ¿No?, lo sé, soy muy joven para esta responsabilidad, me costó mucho trabajo conseguir este codiciado puesto, y con orgullo, este es el resultado de todo mi esfuerzo, desde pequeña fui una especie de niña genio, siempre fui muy inteligente para mi edad, me adelantaban materias, claro siempre y cuando rodeada de chicos de mi edad, ya saben, para no terminar con alguna especie de trauma (un tipo de programa, con educación para chicos superdotados, sin que se les cambie el entorno), y a pesar de todo lo malo que me rodeaba, simplemente lo hacía a un lado y me concentraba un cien por ciento en los estudios, a muy temprana edad sabía que solo el estudio sería mi pase de salida hacia la libertad… "MI LIBERTAD", asi que en lugar de sentirme o hacerme la víctima, sacaba todo el valor que tenia acumulado en mi ser para dedicarme a ser una mejor persona, desconfiada, claro, ¿pero quién no lo seria en mi lugar?
Y heme aquí, nuevo puesto, nueva vida, nueva ciudad, nuevos compañeros de trabajo, ¿nuevos amigos? De acuerdo no soy muy sociable, por eso me dedicaba en cuerpo y alma a los estudios y ahora a mi trabajo, porque aceptémoslo, no nací para ser sociable, mi única amiga Angela Weber (que por cierto era mi vecina), me decía que si hubiera querido podía haber sido la chica más popular del instituto, pero como era tan retraída jamás fue mi meta en la vida, además no quería quitarle su trabajo a Lauren Mallory, ella se desvivía por hacerle la vida imposible a sus semejantes, y lo disfrutaba, al contrario de mi, pues parecía ser un requisito para ser popular tener cierto grado de maldad, cosa de la cual yo carecería y a ella le sobraba en abundancia…
Además ¿cómo hacer amigos si no podía confiar en nadie?, bueno la única persona que toco mi corazón, como ya lo había dicho fue Ángela, pero ni siquiera podía fiarme de mis propios padres, confié en ellos, y a pesar de ser inteligente eso jamás me brindo la experiencia de vida, por eso era fácil de engañar, y después de todo como podía confiar en las personas que me vendieron al mejor postor. Sí suena cruel pero sobreviví, prueba de ello es que aquí estoy. Aunque estoy viviendo esta nueva vida, los recuerdos aun me persiguen de vez en cuando.
Flashback
-¿Por qué me mentiste?- dije totalmente iracunda, me sentía decepcionada, estaba destrozada- ¿no sabes lo que significa todo esto para mí?
-¿Tu porque crees que lo hice?- contesto con esa sonrisa cínica que con el paso del tiempo aprendí a odiar- ¿De verdad creíste en un cuento de hadas, donde todos viven felices para siempre?
-¡Deja de ser un maldito bastardo! -Odiaba que no me tomara en serio- No te burles de mi… por favor… te lo ruego, solo quiero saber la verdad…- solloce, quería ser fuerte, quería mantener mi dignidad, pero la verdad fue impactante.
-Pequeña zorra, tu fuiste la que me sedujo yo solo llegue al mejor acuerdo, después de todo soy un hombre, con necesidades, ¿qué podía hacer? ¿Rechazarte? Un manjar tan apetitoso... Y tan... Dulce...
-¡Maldito! Me entregue a ti porque te amaba y porque pensé que tú también lo hacías, de haber sabido... el tipo de bastardo que eres…
-¡Vamos! Jamás te dije que te amaba... y no te hagas la inocente, que solo yo te daba lo que tu tanto ansiabas, deja de ser tan cursi, tu sabias que solo era sexo,¿ que mas podía querer de ti?
-Sí, ahora veo lo idiota que fui, pero... ¿sabes qué? Lo puedo solucionar.
-¿Cómo?- pregunto burlón- ¿Que vas a hacer pequeña basura?
-¡Quiero el divorcio!- y ahí recibí el primer golpe. Y solo tenía quince años.
Fin flashback
Una sensación extraña me saco de mi ensoñación, voltee y mire alrededor, cuando de me tope con una mirada penetrante, un par de bellos ojos color verde, tan intenso, que parecían un par de esmeraldas. Me miraban con... ¿Interés?
Presentando al hombre más atractivo de la compañía, me lo presentaron a la semana que ingrese a trabajar, pues se encontraba de viaje cuando llegue a la compañía, se llama... Ed... Edmund... No... Edwin... Edward..., si eso es, bueno nadie podía culparme, su nombre es algo anticuado para esta época, cuando escucho el nombre de Edward me imagino a príncipe o caballero del año de 1918, cuando estuvo en su apogeo el romanticismo, pero no, él es Edward Cullen, gerente comercial, el segundo al mando, después de mí, claro… y eso es lo único que se, pues aun no me he puesto al día con los expedientes de todo el personal que trabaja conmigo.
-¿Por qué tan triste?- me asusto al sentirlo tan cerca, ¡Diablos! ¿Cómo llego hasta aquí? hace unos momentos lo vi al extremo de la mesa observándome y ahora está aquí enfrente de mí, no es que me queje, solo que me sorprende, si, lo sé, cuando me desconecto toda la realidad desaparece y no me doy cuenta de lo que pasa a mi alrededor… no sé si tenga mi cerebro algún tipo de interruptor integrado con el que pueda… ¡Demonios! ¡Otra vez estoy divagando! *habla pronto o pensara que eres una inadaptada…*
-Perdón, ¿Qué me decías?- comenzó a reír por lo bajo, si supongo que mi cara es un chiste.
-Preguntaba si estabas triste.
-No, claro que no estoy triste- bueno, a estas alturas no podía ser grosera a pesar de que se estaba burlando de mi, menos con el que se supone que tiene que ser mi mano derecha, no carezco de la experiencia, pero he aprendido que es mejor llevar la fiesta en paz- solo estaba pensando.
-Pues mira que no te trajimos aquí para que pensaras- me regalo una sonrisa- te trajimos para que te divirtieras, has estado aquí mas de un mes y te la pasas trabajando, apuesto lo que quiera a que tu rutina es "casa-trabajo y trabajo-casa".
-Gracias Edward, realmente eres muy amable, y no te preocupes, mi rutina no me molesta en lo absoluto- dije sonrojándome.
-No quiero ser entrometido, es solo que eres muy joven como para matarte trabajando, tienes que divertirte, vivir la vida- ¡Oh por Dios! Parece que estoy escuchando a Ángela, me pregunto, ¿no se habrá disfrazado de Edward Cullen y su misión secreta es vigilarme?
-Reitero mi agradecimiento Edward, pero déjame preocuparme de eso a mí- nota mental… vigilar si Edward no tiene costumbres parecidas a Ángela.
-De acuerdo, me preocupo por que eres agradable y como te has dado cuenta, nos comportamos como una gran familia, ¿feliz?, si creo que esa es la palabra.
-Dime Edward, ¿puedo preguntarte algo?- este hombre me desconcertaba.
-Creo que ya lo hiciste…- comenzó a reír, bueno, este hombre no tiene a alguien de quien más reírse o me he convertido en su payaso personal… contrataciones al 01-800- ME IMPORTA UN CUERNO- no perdona, continua.
-De acuerdo… Dime ¿el señor Volturi te paga algún tipo de comisión por el teatrito de "la compañía Volturi es una familia feliz"?, ¿o eso es publicidad gratuita?
-Jaja jaja- lo que me faltaba, más risas- disculpa, es solo que, eres graciosa.
-Supongo que te divierto- Hola, ¿no conoces el sarcasmo? ¿O quieres que te recuerde que rango tengo en la empresa?- realmente me estás haciendo enfadar.
-No… perdona… de verdad, es que nunca había conocido a una chica tan autentica como tú, eres como encontrar petróleo.
-¿Gra… gracias? Supongo…- me dejo confundida-¿esa es tu idea de un cumplido?
-Mmm, no, solo te dije lo que siento- me va a matar con esas sonrisas seductoras- bueno, dejémoslo así, no quiero que te enojes, ¿Qué te parece si para reivindicarme te invito a bailar?
-No bailo, gracias.
-No bailas… ¿Por qué no quieres o por qué no sabes?- vaya si es insistente.
-No sé bailar, y de verdad no quiero que me demandes por algún daño a tu persona.
-No importa, tengo seguro contra catástrofes- ni siquiera me pregunto por segunda vez, solo me tomo del brazo, me levanto de mi cómodo sillón y me llevo hasta la pista de baile.
Mire nerviosa a mí alrededor, tratando de encontrar algún tipo de tabla de salvación y de alejarme de su cercanía, cuando vi a Tania Denali, la encargada de las relaciones publicas. Me miraba con... ¿Odio?, ¡Dios parecía que echaba chispas! Supongo que estaba enamorada de Edward y ahora me he convertido en algún tipo de obstáculo.
La ignore, me concentre en la música y en no pisar a don hombre perfecto... recordé que desde que llegamos al bar New Moon me ofrecían una copa tras otra, mi capacidad para tomar alcohol no era mucha, pero trataba de controlarme, aunque debo aceptar que me sentía algo mareada.
Las luces de la pista bajaron de intensidad, sentí de repente como los fuertes brazos de Edward se aferraban a mi cintura y su boca cerca de mi oído me cantaba de una forma muy dulce una canción muy romántica.
"Todo cambió cuando te vi.
De blanco y negro a color me convertí
Y fue tan fácil quererte tanto
Algo que no imaginaba
Fue entregarte mi amor con una mirada"
...Me sentía hechizada, su olor, su voz, sus brazos alrededor de mi cintura, el calor de su cuerpo, me transporte a mi cuento de hadas personal, aquel que alguna vez pensé que había encontrado y que tan solo en un instante desapareció, me sentía perdida y a la vez tan segura en los brazos de Edward...
"Oh no Oh no no
Todo tembló dentro de mí
El universo escribió que fueras para mí
Y fue tan fácil quererte tanto
Algo que no imaginaba
Fue perderme en tu amor
Simplemente pasó Y todo tuyo ya soy"
...Me sentía mareada, como si hubiera ingerido alguna especie de droga alucinógena, sus brazos apretaron mas mi cintura, como si en ese abrazo deseara meterme dentro de su cuerpo, sentí su dulce aliento sobre mi rostro, un aroma similar a la canela golpeo mis sentidos, sentía que iba a enloquecer...
"Antes que pase más tiempo contigo amor
Tengo que decir que eres el amor de mi vida
Antes que te ame más escucha por favor
Déjame decir que todo te di
Y no hay cómo explicar
Pero menos dudar
Simplemente así lo sentí Cuando te vi."
...Comenzó a besar mi frente y mis mejillas para llegar finalmente a su meta, mis labios, mis brazos tomaron vida propia y se deslizaron por su cuello, mientras mis dedos juguetones se enredaban en su cabello cobrizo, acercándolo más a mí, si eso era posible...
"Me sorprendió todo de ti
De blanco y negro al color me convertí
Sé que no es fácil decir te amo
Yo tampoco lo esperaba
Pero así es el amor Simplemente pasó
Y todo tuyo ya soy"
...Estaba temblorosa, mi cuerpo se estremecía con cada intrusión de su lengua en mi boca, sentía muchísimo calor, estaba en el éxtasis de las sensaciones, jamás en toda mi corta vida, había sentido semejante calidez, mi corazón latía desenfrenadamente, de un momento a otro iba explotar...
"Antes que pase más tiempo contigo amor
Tengo que decir que eres el amor de mi vida
Antes que te ame más escucha por favor
Déjame decir que todo te di
Y no hay cómo explicar Pero menos dudar
Simplemente así lo sentí Cuando te vi
Todo cambió Cuando te vi"
Desperté de mi ¿sueño?, sentí gruesas lagrimas correr por mis mejillas, ¿qué paso? ¡Oh por Dios! ¡Soñé con los ojos abiertos!, claro es común en mí, pero con Edward, soñar con Edward, si apenas lo conozco.
-Isabella ¿Te encuentras bien?- me miraba fijamente a los ojos, estaba en una especie de Shock.
-Bella...- logre corregir, no podía ser, estaba soñando despierta- me gusta más.
-Ok, Bella, ¿te encuentras bien?, te perdimos por un momento.
-¡Sii...! ¡Perdón!... Yo... Yo no sé que me paso- me sorprendí al encontrarme sentada en la mesa que compartíamos con los chicos.
-Creo que es mejor irnos... -dijo Emmett el novio de Rosalie la abogada de la empresa- también mi Rose está un poco mareada y no queremos que nada les pase.
-De acuerdo- dijo Edward con cara de preocupado- chicas yo creo que a Tanya la paso dejar a su departamento y a ti Bella a tu hotel ¿Que les parece?- se ofreció a llevarnos a casa.
-Yo encantada Eddie, pero que te parece si yo te acompaño a dejar a Bella a su hotel y de ahí vamos a mi apartamento- le dijo a Edward de una manera muy sugerente. ¡Por Dios mas ofrecida no podía ser!
-Tanya, te he dicho mil veces que no me digas Eddie, y sabes que tu departamento queda de paso al hotel de Bella y tendría que regresar a dejarte, por eso...
-De hecho- interrumpió Rosalie oportunamente para Edward- a Emmett y a mí nos queda de paso tu departamento Tanya, por lo que podemos pasar a dejarte.
-Gracias Rose- la miro con cara de agradecimiento- no sabes el camino que me ahorras, vámonos Bella- solo dejo unos billetes sobre la mesa y me tomo de a mano para prácticamente arrastrarme hacia la salida, antes de que Tanya tuviese la oportunidad protestar por el ofrecimiento de Rose.
Me subió a su auto, y digo me subió, por que al abrirme la puerta casi me cargo para acomodarme en el asiento del copiloto, su auto era lindo un volvo color plata, que quedaba perfecto con su estilo, moderno y atractivo.
-¿Todo bien Bella?- pregunto poniendo en marcha el automóvil.
-Si Edward... todo está bien… ¿Qué tienes con Tanya?- juro de verdad que mi boca se movió sola al hacer esa pregunta.
-¿Por qué te interesa?- se dibujo una sonrisa en su rostro- ¿Acaso estas celosa?
-Si claro, estoy "súper" celosa...
-Lo sé, es un efecto que causo en todas las chicas hermosas- sonrió ahora de una manera muy seductora.
-Jaja... ¡Detén el auto, rápido!- grito y el freno tan rápido que de no ser porque traía puesto el cinturón de seguridad, mi cuerpo se hubiera impactado hacia el frente.
-¡¿Que sucede Bella, estas bien?- Dijo con una cara de espanto a tal grado que me remordió la conciencia.
-Sí, es solo que tengo que bajar por que tú, yo y tu ego no cabemos en este auto- no aguante y solté a reír.
-¡Por Dios Bella, me asustaste!
-Lo siento- me sonroje- solo era una broma, era mi turno de reírme a costa tuya, ya que toda la velada fui tu chiste personal.
-No te preocupes, todo está bien... pensándolo mejor, es una broma muy graciosa, ocasionar mi muerte de un paro cardiaco o de un accidente automovilístico, sería algo parecido al humor negro, suerte que soy muy hábil manejando- ahí estaba el "todo lo puede" Edward Cullen.
-Claro, sigo pensando que tu ego me va a sacar por la ventana, si no es que primero muero aplastada, deberías manejar un automóvil mas grande, si es que piensas traer copiloto.
-Eres muy graciosa- dijo rodando los ojos.
-Si consideras el sarcasmo como un tipo de humor, tengo la opción de que si fracaso en Volturis Company puedo dedicarme a ser comediante de algún centro nocturno.
-No podría imaginarte como comediante...- nos quedamos callados en un cómodo silencio, hasta que lo rompió con la pregunta que durante la última hora suplique mentalmente que no hiciera- ¿Por qué lloraste allá en el bar?- ¡Dios no! ¡El universo está en mi contra!, algo muy malo debí de haber hecho en mi vida pasada.
-Realmente no fue nada- puso cara de"no te creo nada"- de verdad... Solo fantasee contigo- intente sonar graciosa, anteriormente había funcionado para romper la tensión, bueno y realmente no estaba lejos de la verdad, fue un momento tan intimo que solo de recordarlo me estremezco.
-Estoy seguro, que algún día me tendrás confianza, no ahora, pero si en un futuro muy cercano- ¡ja! Aun recuerdo sus palabras
-¿Hay algo que Edward Cullen no pueda hacer?- vaya superman se queda corto con este espécimen de hombre.
-¿A qué te refieres?- si fuéramos caricaturas, que no lo somos, la cabeza de Edward sería sustituido por un enorme signo de interrogación.
-Eres director comercial de Volturis Company, excelente bailarín, un play boy, un rompecorazones, un caballero en su brillante armadura, cazatalentos y ahora ves el futuro… ¿De casualidad no lees la mente?
-No Bella, lamento decepcionarte, pero aun no aprendo a leer la mente…- se cayó para luego volver a preguntar- ¿En quién pensabas? ¿Dejaste algún amor en Phoenix?
-¿Sabes que aun no te tengo confianza? No puedo ir por la vida contando toda mi historia, no soy así Edward, no soy un libro abierto, desgraciadamente perdí esa capacidad- ¡demonios, hable de mas! Tape mi boca haciendo notar mi error.
-Si claro, algún día pequeña... Hemos llegado...- anuncio, pero antes de que pudiera decir algo bajo corriendo para abrirme la puerta y me ofreció la mano para ayudarme a bajar.
-Muchas gracias Edward, hasta mañana que descanses- me despedí.
-¿No me vas a invitar a pasar?
-¡Wow! Detente galán, creo que si hubieras querido algo así, hubieras ido a dejar a Tanya a su casa, ella se veía muy dispuesta y ansiosa por dejarte pasar mas allá de la puerta de su habitación, para la próxima solo recuérdalo y toma la mejor opción.
-Si hubiera estado interesado en ella, no hubiera dudado en irla a dejar- hizo una mueca de… ¿horror?- además querida Bella, tome la mejor opción aunque creo que no sucumbiste ante mis encantos... Espero no fallar la próxima vez.
-Recuérdame, sufro de pésima memoria… ¿Qué tienes con Tanya?, al parecer ella se siente con el derecho divino de tu exclusividad, dime, ¿Qué nos deja a las pobres mortales, como yo?
-Ok. A diferencia tuya, yo si te voy a contar lo sucedido.
-¡Dios!, puede ser el acontecimiento del años, necesito poner toda la atención posible.
-¿Ahora quien es el chiste personal de quien?- cruzo los brazos sobre su pecho en un distintivo gesto molesto, que no duro mucho- De acuerdo, hace algún tiempo, el puesto que tú tienes se lo dieron a Tanya, pero se portaba altanera y elitista, cosa que a mí nunca me agrado, tenía que trabajar a la par con ella, pues yo en ese entonces era el asistente de Aro Volturi, y como era solo un empleado de clase media, me humillaba… un día harto del trato que me daba, se lo conté a Rosalie, quien estaba en la misma situación que yo, por que Tanya se sentía superior a todos nosotros y surgió una estúpida apuesta.
-¿De verdad?, ¿eres apostador?
-No frecuente, pero en ese entonces Rose ya salía con Emmett y ambos me obligaron sutilmente a apostar.
-Ahora agregamos, Edward el mártir.
-¡Diablos! No a esa intensidad, pero cuando reaccione de lo que hice me arrepentí, solo que ya no me dejaron salirme.
-Y a todo esto, ¿en qué consiste la dichosa apuesta?
-Tenía que conquistar a Tanya en un lapsus de tres meses, para bajarle los aires de diva que tenia. La primera semana comencé con el papel del admirador secreto, le dejaba una flor, un chocolate o un verso en su escritorio- rodo los ojos- lo sé, cursi…
-Uno más… Edward el cursi.
-Bueno tu estas dispuesta a hacer una lista ¿verdad?…
-Oye es una excelente idea… te lo prometo, algún día te la mostrare- dije levantando la mano en señal de promesa- ahora continua con tu relato.
-La segunda semana, la dejaba que me encontrara mirándola o con la ayuda de Rose me encontraba declamando alguno de los versos que le enviaba, como su vanidad no la dejaba ver mis verdaderas intenciones, comenzó a interesarse en mí, pero…todo cambio cuando a la tercera semana se retiro Aro Volturi y resulta ser que no era yo un simple asistente, si no su reemplazo, sin darme cuenta me fue dejando todas las responsabilidades de la empresa, lo cual a su opinión, di una solución rápida y concisa, sin la necesidad de dramas, a su vez Rosalie quien era asistente de Marco Volturi quien en ese entonces era el director del departamento jurídico paso por la misma situación que yo y ascendió a la dirección del departamento, por otro lado, Marco y Aro no estaban contentos con el desempeño de Tanya y la movieron al departamento de relaciones públicas y te solicitaron a ti de Phoenix, pues te descaste entre todo los candidatos, para ese puesto.
-Y… ¿Cómo quedo la dichosa apuesta? ¿Acaso…
-Por favor, déjame continuar… al ascender de puesto y salario y a ella bajarla de puesto, si así, soy atractivo- *modesto* pensé, y rodé los ojos antes su muy bien observado comentario- me volví un buen prospecto para ella, y Rosalie ocupo el puesto de su "mejor amiga" y para beneficio mío, desde ahí pude cambiar el acuerdo de la apuesta y solamente le iba a dar alas, nunca hacerle caso y hacerle todos los desplantes posibles… por eso viste que Rose me ayudo a salir de sus garras.
-¿Y ahora planeas darle celos conmigo?- no entendí como no me di cuenta antes, tan perfecto no podía ser.
-¡No por Dios mujer, no pienses tonterías! Tú me agradas…- en esta parte podría jurar que susurro un "bueno gustas"- mucho y no tienes nada que ver en esta tontería que nos traemos Rosalie y yo con Tanya.
-Supongo que debo estar feliz, de la noche a la mañana me he ganado una enemiga, primero le quito su puesto y ahora estoy con su… ¿verdugo de amor?- ¡Caramba! Debo ampliar mi vocabulario, no se me pudo ocurrir nada más estúpido- Buenas noches Edward- antes de que avanzara molesta, hacia él hotel me detuvo asiéndome del brazo.
-Espera Bella, por favor, pongamos las cosas en claro… lo que quiero que entiendas, es que de ninguna manera voy a utilizarte y mucho menos por culpa de Tanya, solo eso quiero que entiendas- me miro a los ojos, se veía que era sincero, pero ya había cometido ese error, el creer en la sinceridad de las personas- que me agradas más de lo que crees.
-No te preocupes por eso- suspire, esperen un momento, ¿suspire?- realmente no es de mi incumbencia- trate de sonar lo mas indiferente posible.
-Está bien Bella, sin presiones, pero al menos me merezco que te despidas de mi con un beso en la mejilla- hizo esa sonrisa encantadora que derretiría un iceberg.
-De acuerdo- me puse de puntas para alcanzar su mejilla, pero al momento de acercar mis labios se volteo de manera tal que mis labios rozaron los suyos- hasta mañana- salí corriendo, sin siquiera voltear a verlo, estaba totalmente avergonzada.
-Hasta mañana mi hermosa Bella- alcance a escuchar, bueno, realmente no sé si fue una mala jugada de mi imaginación, como cuando estaba bailando con él, preferí no hacerme ningún tipo de ilusión.
Subí a mi cuarto pensando en Edward Cullen, este hombre estaba haciendo estragos en mi, en tan solo un par de horas derrumbo la barrera que ningún otro hombre había logrado, desde que me paso mi peor pesadilla.
Me propuse que revisaría su expediente, mi intuición y mi experiencia me decían que un hombre no podía ser tan perfecto, ¿Que secretos descubriría de Edward Cullen?
Hola mis niñas lindas, aquí les traigo está loca idea, me costó un poco trabajo, pero espero poco a poco sacar esta historia adelante, y no creo que sea muy larga. Sé que faltan algunos detalles, pero ténganme paciencia, la idea es buena y espero poder capturar su atención. Apóyenme chicas con sus comentarios, sean buenos o malos, todo los voy a tomar en cuenta y si encuentran por ahi algun error por favor diganme, así me van a hacer crecer.
Les mando un abrazo… y gracias. (n.n)
