Espero Disfruten:
Infancia Perdida
El puñal seguía en su mano, la sangre goteaba por su mano con fluidez, tibia. Calentando su piel, rompiendo en estrepitosas manchas al tocar el suelo. Gota tras gota, un espectáculo incierto se fue creando en el piso, un cuadro monstruoso que seguramente algun artista estaría feliz de rescatar.
Pero ella no era artista, no era nada, no quedaba nada. Sus padres estaban desaparecido, su hermano la había abandonado y su casa era un pequeño punto en el mapa de otro estado.
Gota tras gota, sus recuerdos fueron llegando. La primera vez que recordaba haber cantado con su madre en la cocina, los juegos en el parque con su hermano, las historias nocturnas con su padre, los experimentos en casa, las risas, los llantos, las sorpresas, las fiestas. Todo fue pasando por su memoria en el débil conteo.
Todos la abandonaron y ella, sabiendo que nadie luchaba ya mas por su seguridad se dejo guiar por el consenso de los otros. Dejo que su propia sangre la abandonara poco a poco. Que se deslizara viscosa por sus brazos.
El dolor en los cortes no era tan insoportable como creyó que seria, su misma fuerza la tomo por sorpresa y aunque sus recuerdos continuaron lloviendo, se encontró frente a un vació delante de ella que ya no seria llenado con nada cuando viniese la muerte.
El pánico la tomo por sorpresa y antes de perder la conciencia creyó gritar por ayuda desde su pequeña posición. Ella no había hecho nada malo, aun y así su nuevo padrastro la había arrojado al sótano, olvidándola en el siniestro fondo, amarrada contra las tuberías a un paso del arsenal de casería que conservaba.
El suicidio, no fue su primera opción. Intento gritar, pedir ayuda a quien fuese que quedase con vida en los pisos superiores pero nadie llego. Los gritos de su madrastra desde la cocina la atormentaron las primeras noches pero el hambre y desesperación prontamente borraron el recuerdo cuando se vio nuevamente abandonada.
Ella quería vivir, necesitaba vivir pero la espera supero con creces su fuerza por lo que se vio arrinconada a tomar el cuchillo. Ahora, su lógica no parecía tan exacta y aunque quería parar el sangrado de sus brazos ya era muy tarde.
Sus fuerzas la abandonaron y su vista comenzó a mancharse, miles de agujas subieron por sus brazos por la falta de aire y después de un espasmo horrible que la obligo a gritar de dolor, suplicando por otra oportunidad: ya nada importo.
Cuando abrió los ojos el color blanco de las murallas la obligo a buscar la oscuridad, todo era demasiado brillante para su gusto y sentía como que su presencia resaltaba frente al estéril material que la rodeaba.
Sabia que estaba en el hospital nada mas escuchando el sonido constante de los monitores que vigilaban sus signos vitales, no muy profundos, tampoco muy distantes: su pulso por lo menos era constante.
Las vendas en sus muñecas, el dolor sobre su abdomen y la insensibilidad de su pierna le extrañaron. Ella recordaba claramente tener las manos heridas: ella misma se las había cortado en un intento por dejar este mundo pero sus suplicas finales parecieron tener resultado. Los demás golpes eran inciertos y desconocidos para su condición.
Intento mantenerse quieta el mayor tiempo posible, alineando su respiración e impidiéndose abrir los ojos mientras esperaba a que las presencias que en un principio había sentido en la habitación la dejasen sola para que pudiera examinarse.
A su sorpresa, cada vez que creía escuchar a alguien retirarse, entraba otra persona preguntando por su avance y ocupando la silla que había sido desocupada para seguir haciendo su guardia.
Las voces eran todas de adultos y no pudo unirlas a ninguna de las personas con las que recordaba haberse topado. La idea de que alguna de ellas fueran sus padres o su hermano la hizo moverse pero al parecer nadie pareció darse cuenta.
Al ultimo, cuando ya se había resignado y escuchado una o dos veces a las mismas personas, quiso abrir los ojos pero su cuerpo se mantuvo en su lugar sin prestarle atención.
La gravedad de sus heridas debían ser las seguras responsables de su cansancio y a pesar de que su lógica le dictaba el intentar nuevamente moverse, se deslizo rápidamente en el sueño.
Cuando volvió a despertar su mano derecha estaba presa entre dos manos y por instinto apretó el agarre, dándose cuenta en un minuto que quien se había tomado el permiso de tomar su mano era sin duda alguna un hombre adulto.
Creyendo que se trataba de su nuevo padrastro o, en el peor de los casos del oficial que la recolectaba siempre para llevarla de vuelta al hogar de menores, intento quitar su mano pero estas, al sentir nuevamente su movimiento la agarraron con más fuerza
"mi dios Temperance….¿despertaste?" pregunto con evidente alegría el hombre y ella surco las cejas al desconocer por completo a quien le hablaba pero sintiendo como su corazón golpeaba con fuerza solo al saber que era feliz por verle despierta.
"me duele la cabeza" verbalizo cuando intento sentarse sobre la cama y aunque el hombre todavía no soltaba su mano, la ayudo a acomodarse cuando se dio cuenta de que apenas podía cargar con su cuerpo antes de tocar el botón para llamar a las enfermeras.
"vaya susto que me diste ahí Huesos… nunca en la vida vuelvas a hacerlo oíste?!" antes de que pudiese preguntar de que estaba hablando, su vista se centro en la figura de una mujer asiática en la puerta que había dejado caer una taza al piso.
"oh dios mio" la escucho susurrar mientras las lagrimas surcaban libremente por su rostro "oh dios… Bren…. Estas despierta" cuando el shock inicial paso, la mujer corrió hasta ella y la abrazo con cuidado de no tocar ninguna de sus heridas
"siento haberlos preocupado" dijo en un susurro mientras sus mejillas se coloreaban al ver que, al parecer, nuevamente la habían cambiado de hogar mientras estaba recuperándose.
"hey… esta bien… ahora lo único que importa es que estas bien" dijo con una sonrisa en el rostro el hombre que tenia su mano y ella bajo vergonzosamente el rostro al recordar el motivo que la había traído al hospital.
Antes de que alguien pudiese decir palabra alguna, entro el doctor cargando con la carpeta. Aun y así, Temperance presto poca atención al Doctor cuando vio que, al momento de pararse, el hombre que antes había tenido su mano, movió su chaqueta dejando ver la placa y el arma que tenia en la cintura.
Contestando con monosílabos a las preguntas que el doctor le hacia, sintió como la rabia y el dolor se apoderaba de ella. "puedo ver el informe" pregunto precipitadamente y tanto el hombre como el doctor se miraron antes de que este ultimo le extendiera la carpeta y la dejase examinar su condicion.
Lo primero que llamo su atención fueron la cantidad de hojas que ahí se archivaban, y es que a pesar de saber que sus visitas al hospital eran frecuentes desde que entró en el sistema, no recordaba haber tenido tantas.
Después, se fijo que la hoja que estaba al principio y que dictaba concisamente las lesiones de su ultimo accidente.
"herida de bala en el franco derecho, 11ª y 12ª costillas rotas, fractura desplazada distal de fémur, laceraciones simples de carpo izquierdo y derecho, trauma encéfalo craneal leve con inflamación de la rama anterior de la arteria Meníngea media."
"si que me di duro" dijo con cierto humor, extrañandose por la nula existencia de sus cortes auto impuestos hasta que se dio cuenta de la fecha que tenia el papel. "¿tú escribiste esto verdad?" pregunto mirando al doctor que estaba frente a ella, sin siquiera inmutarse al recibir un pequeño reto del hombre que ahora estaba a un lado de la mujer que antes la había abrazado.
"am.. si Dra. Brennan… como siempre" ella miro sin emociones al hombre por un par de segundos mientras pensaba las cosas antes de asentir en silencio y volver a acostarse, tirando de las cubiertas de la cama hasta que le cubrieran por completo.
La habitación quedo en silencio completo antes de que sintiera al hombre que había identificado como policía, tirar las sabanas para poder verla con evidente curiosidad "am… Huesos…. ¿no vas a revisar tus radiografías?" pregunto y ella, aunque quiso preguntar el porque haría ella eso, se dio cuenta de que él, nada mas mirarla, sabia que algo no estaba bien.
"no.. voy a quedarme aquí y esperar a despertar" fue su respuesta y el miedo en el rostro de él se hizo mas evidente por lo que se vio obligada a desviar la vista. "¿de que estas hablando Bren?" pregunto finalmente la mujer al ver que el agente parecía congelado en su lugar.
"miren" suspiro en derrota, levantándose a duras penas hasta quedar sentada "obviamente, el shock creo esta… ilusión, sueño, fantasía, lo que sea, así que me voy a recostar aquí y esperar a despertar porque no hay forma posible de que esto sea verdad" a su sorpresa, los que creía efecto de su imaginación la miraron extrañados y su doctor, después de salir de la sorpresa, le pidió a la pareja que abandonara la habitación para realizar una nueva evaluación.
