Buenas! Y aquí estamos de nuevo! Yo escribiendo, y espero que vosotros leyendo (?) Espero que os haya gustado todo lo anterior que hice referente a la BO y demás, y que esta otra parte os guste tanto o más que las demás (se está haciendo demasiado largo todo, tal vez?).

Doy las gracias a Annimo2009 por sus últimos reviews en la anterior temporada, puesto que en modo Guest no puedo devolverle jejejejeje me alegra ser una de las pocas a las que dejas reviews :3

Esta vez en la foto he puesto los personajes que más papel toman en la temporada, puesto que no me cabían todos XD de izquierda a derecha y empezando por arriba: Iki, Hyou, Mamoru, Drake, Thea, Chizuko, Asami, Sakura, Shouta, Yui, Christopher, D.E., Tetsuya y Himitsu. Deseo que les gusten los personajes ;)

Sin mucho más que decir, aparte de que espero de nuevo vuestro apoyo **reverencia cordial**, os dejo con la nueva temporada jejejejeje

^^Shihoran^^

11 de Junio


Por los Años III: la agencia extra de los Black

Reencuentro

Se cogió a la mano de Mamoru y sonrió feliz. Hacía mucho que esperaba eso de nuevo y hoy quizás sería un bonito día para hacerlo... aunque estuviera lloviendo. Mamoru se soltó del agarre y finalmente la rodeó con el brazo por la espalda para atraerla más hacia él. Le preocupaba que se mojara y volviera a enfermar. Ella sonrió aún más y se ruborizó un poco.

— Eres feliz con nada... —susurró Mamoru al oído de la chica.

Ella afirmó con la cabeza y lo miró. Él le robó un beso en ese momento, mientras un fotógrafo se plantaba delante de los dos para fotografiarlos. Los dos lo miraron y entonces el hombre pareció reconocerlos. Los señaló tartamudeando sus nombres asombrado y Asami y Mamoru se rieron. El hombre echó a correr, seguramente para dar la noticia a sus superiores. Ellos dos bajaron por las graderías hasta donde estaban cubiertas y se sentaron en sus asientos a primera fila. Mamoru le había dicho que el partido iba a prometer. Asami no sabía a qué se refería pero aún así, pasar un día entero a solas con él, después de pasarse en cama 3 días enteros y después de casi un año sin tenerlo a su lado... no podía decir que no. Se sentaron en los sillones y Mamoru cerró el paraguas mientras Asami se escondía el pelo bajo un sombrero de color negro y le ponía la capucha del chándal que llevaba a él. Mamoru le sonrió cómplice y le robó otro beso. Asami no podía dejar de sonreír. Al cabo de un rato, y cuando todo el público ya estaba lleno de pancartas con un: '¡vamos equipo Akira! ¡Os aplaudimos en silencio!' o '¡Queremos a Chieko!' o también '¡Como siempre ganaréis 'Balas Pequeñas'!'; unos presentadores empezaron a hablar por los altavoces.

— ¡Buenas noches a todos de nuevo, gente! —una voz grave y potente de hombre gritando por encima del murmurio de la gente—. ¡Cómo siempre aquí está Anzai Makoto para retransmitir este emocionante partido! —Asami frunció el ceño y miró a Mamoru que sonrió—. ¡Me acompañan como siempre Irie Renzo y Asahara Aiko para detallaros este partido benéfico que organizan los cantantes del grupo Bullet Junior... y amigos!

— ¿A qué ha venido ese espacio separado de amigos? —preguntó la voz de Aiko mientras Asami buscaba en las graderías para localizarlos.

— Bah, los únicos que se esfuerzan en ganar cada partido son los Bullet Junior —se quejó Makoto—. Si estuviera aquí ese detective seguro ganarían los amigos. Asami los vio al lado de la pista, en medio de dos bancos en los que representaba tenía que sentarse los equipos. Aiko le fulminó con la mirada y Mamoru se rió. Asami lo vio.

— Sigue teniendo confianza ciega contigo —se rió Asami.

— Y Aiko se la tiene más a Akira. Están siempre igual —susurró Mamoru—. Retransmiten los partidos por la televisión y por la radio solo con sus voces de fondo.

— Tienen potencial —se rió Asami.

— Makoto está siempre de parte del grupo, mientras que Aiko está siempre de parte de Akira y los demás, dejando a Irie en un término medio —informó Mamoru mientras la voz de Aiko le respondía algo que hacía reírse al público.

— Bueno, bueno, no empecemos a pelearnos tan pronto —se quejó la voz de Renzo—. Empezaremos como siempre presentando a los dos equipos.

— Para el equipo de amigos —Aiko sonrió y levantó una mano al aire para irlos numerando conforme alzaba los dedos—. ¡Kuroba Takeshi! —un grupo de chicas detrás de Asami estallaron en pequeños chillidos y gritos de amor dirigidos hacia el chico, que entraba desde los vestuarios hacia el centro de la pista aplaudiendo los aplausos—. Lo siento chicas —Aiko miró hacia ellas—. El chico ya está medio cogido —ellas se sentaron medio avergonzadas, y Asami pudo ver una pancarta de 'Te queremos Takeshi' esconderse un poco en el pecho de una de ellas—. Le sigue... ¡Kuroba Hiro! —un grupo de hombres al otro lado se levantaron con grandes aplausos y ánimos hacia el chico que también salía del vestidor y se ponía al medio de la pista.

— Sigo diciendo que ese grupo de admiradores es un poco extraño —se quejó Makoto interrumpiendo a Aiko y haciendo que ella le fulminara con la mirada.

— ¡Si no te gusta te aguantas! —gritó Hiro por encima de un silencio que se había creado después de que él hablara.
El grupo de hombres se levantó aplaudiendo y gritando la interrupción del chico y él los animó con los brazos a dar más potencia a sus gritos mientras el resto de público aplaudía y se reía. Mamoru rodeó con un brazo por detrás a Asami y la miró. La chica tenía una sonrisa enorme viendo lo locos que seguían el par de hermanos.

— ¡Les siguen Kyogoku Akira! —silencio completo en la sala mientras el chico salía sonriendo y aplaudiendo.

— Vale, gracias... veo que estáis demasiado cansados por seguir aplaudiendo —se quejó el chico en medio del silencio y haciendo que Asami se riera a carcajadas tapándose la boca. Los tres, que ahora ya estaban al centro de la pista se giraron a mirarlos, y Mamoru giró la cabeza para no ser reconocido.

— Bueno, al menos hay público nuevo y despistado en el lugar —sonrió el chico—. Me alegro conseguir que alguien se lo pase bien.

— Creo que deberíamos de seguir —susurró la voz de Renzo hacia la chica.

— Ah, sí... —Aiko puso de nuevo su mejor sonrisa y alzó el micrófono debajo de su boca—. ¡La siguiente componente del grupo! ¡Kyogoku Chieko!

La chica salió de los vestuarios en medio de una ola de aplausos y gritos de amor de los hombres hacia ella. Chieko se abrazó a Hiro en cuanto llegó al medio de la pista.

— Otra componente del grupo de amigos: ¡Shiroma Yuki! —la chica salió corriendo hacia los demás y chocó las manos con todos ellos mientras el público hacía una ola en toda la gradería—. Yo diría que cada día están mejorando tu salida chica —Yuki sonrió hacia Aiko y le levantó el dedo gordo a modo de confirmación haciendo que todo el público aplaudiera—. Y por último, la única chica soltera de este equipo —Aiko levantó solo un dedo y le dio paso—. ¡Shiroma Chizuko! —la chica salió corriendo y se abrazó a su hermana como asustada de que todos los hombres le gritaran alabanzas más altas que a los demás—. Me han dicho que ya tiene un grupo de fans tan altos en estos partidos, que incluso le han hecho una página web...

— Y ahora, presentaremos al grupo Bullet Junior, aunque creo que no necesitan presentación —Aiko se sentó y miró hacia Asami, que se aseguró la gorra para que no la reconociera, mientras Makoto se levantaba para darse más importancia—. ¡Enomoto Erena! —un grupo de chicas se levantaron dispuestas a gritar más que el resto del público, la chica salió corriendo y chocó las manos con todos los que ya estaban en el centro de la pista—. Hoy hace los 23 años y sigue soltera, para aquellos que quieran una batería en su casa está es su mejor opción —Erena alzó las manos a modo de '¿qué haces?'—. Felicidades de parte de Tetsuya —se rió el chico, haciendo que Erena y la mitad del público se rieran—. ¡Sakuraba Tsubasa! —el chico salió andando con tranquilidad hacia el centro con los demás y aplaudiendo al público que le daba ánimos—. ¡Sakuraba Kokoro! —la chica salió saltando y con las manos alzadas, con su pelo, muy largo, atado en una coleta—. Y un mensaje para ella de parte de su hermano: las extensiones te han quedado fatal —Makoto sonrió viendo que la chica se iba directa a golpear a su hermano—. Otra chica: ¡Matsuura Nanami! —el grito de los hombres se hizo presente mientras ella corría hacia el centro para separar a Kokoro de Tsubasa—. Lo siento chicos, ella ya tiene el corazón solo para uno. Por cierto, felicidades de parte de todos Tsubasa y Nanami —la gradería se quedó en silencio mientras Kokoro se quedaba quieta con las manos al cuello de su hermano y Nanami y Tsubasa se quedaban rojos como unos tomates—. Vaya, no esperaba esta reacción por parte del público —añadió Makoto arqueando una ceja—. Y el siguiente en llegar es el más grande de todos: ¡Odagiri Shouta! —el hombre salió quejándose hacia él por debajo de los aplausos y los gritos de la gente, Makoto se encogió de hombros y sacó su lengua hacia él—. ¡Sí, señoras, señoritas y señores, este hombre ya tiene los 31! Y sigue sin casarse, aunque llevan saliendo ya 10 años con su novia —Shouta alzó los brazos a modo de queja para que parase, pero Makoto hizo como que no le veía—. Y ahora, el soltero más deseado: ¡Daishi Hikaru! —el chico salió corriendo y chocando las manos con algunos del público que le pedían, mientras Asami veía a algunas chicas haciendo que se desmayaban cuándo él les enviaba un beso a distancia—. Tiene 28 años y sigue tan soltero y tan guapo como siempre, chicas, no dejéis de desearlo... —un chillido histérico les confirmó que una de esas chicas le había escuchado—. Y por último, ya ocupado, pero no por eso menos importante: ¡Miyano Tetsuya! —el chico echó a correr hacia el centro de la pista y se abrazó a Yuki robándole un beso, mientras algunas chicas del público empezaban a criticarla.

— Hacen muchos amigos este par —se rió Asami.

— Bah, es el espectáculo de cada día —se rió Mamoru—. Ya lo hacen aposta de venir a cada partido...

— ¿Cada partido? —preguntó ella—. ¿Cuánto tiempo llevan haciendo esto?

— Un mes después de que desaparecieras —se rió él—. Creyeron que haciendo esto te encontrarían antes. Me intentaron obligar a participar a cada partido, y de echo siguen ofreciéndome participar.

— ¿Y por qué no lo has hecho?

— Porque no tenía ánimos para participar en esto, cuando la mayoría de ellos me recordaban a ti —susurró él—. Solo un día acepté, pero... no pude ni salir de los vestuarios.

— Qué bonito —Asami sonrió hacia él y le besó en la mejilla.

— Me tuvieron que sacar en ambulancia por un ataque de nervios —informó él asustando a la chica.

— ¿Lo estás diciendo en serio? —Asami siguió preguntando mientras Irie empezaba la retransmisión del partido, después de anunciar el motivo de la recolecta de dinero de ese partido.

— Muy en serio. Akira tuvo que sacarme a rastras del vestuario y llamar a una ambulancia porque solo quedábamos nosotros dos abajo —se rió él, viendo como empezaban el partido y, como siempre Yuki y Tetsuya eran los primeros en tocar la pelota y pelearse para conseguir la suya—. Y luego tuvo que avisar a los demás para que vinieran a ayudarlo —Asami negó con la cabeza y lo abrazó. Aunque no le gustaba los resultados, había sido por ella y eso le estaba dejando una sensación un poco nostálgica, por lo que ella había sentido, y una sensación de amor incontrolable hacia el chico. Escuchó una pequeña risa proveniente del chico y finalmente se separó de él.

— No he pedido evitarlo —susurró la chica.

— Y el impulsivo soy yo —se rió Mamoru.

Al cabo de un buen rato, cuando llegó la media parte, el partido era ganado por el grupo de música. Asami y Mamoru no se habían soltado la mano en ningún momento y decidieron levantarse mientras la gente iba al bar a buscar algo para comer. Los dos se dirigieron hacia la mesa en donde Aiko y Renzo estaban hablando con los micrófonos apagados. Se sentaron unos momentos detrás de ellos y escucharon la conversación.

— Pero es aburrido que siempre ganen los mismos —se quejó Aiko—. El partido empieza a carecer de enganche y la gente dejará de venir.

— Bueno, la cosa empezó muy bien, pero tengo que reconocer que tienes razón —suspiró Renzo.

— ¿Deberíamos de decirles a Tetsuya y los demás que les dejaran ganar? —preguntó la chica.

— Yo no lo haría —intervino Asami sentada en los asientos y cubriéndose con la gorra los ojos. Los dos se giraron hacia ella y ella se quedó con las piernas estiradas y los brazos cruzados—. ¿Eso no podría considerarse un partido amañado? —preguntó mirando a Mamoru. El chico se encogió de hombros y Asami levantó un poco la visera del sombrero haciendo que los dos la reconocieran al acto. Aiko se levantó con un pequeño chillido, tirando la silla plegable, a la que había estado sentada durante todo el partido, y se abrazó a ella.

— Asami —a la chica se le había cortado la voz. La chica Kudo sonrió complacida mientras notaba que el otro locutor se unía al abrazo. Mamoru sonrió a su lado fijándose en que muchos espectadores se fijaban en ellos y les señalaban. En cuanto se separaron, Aiko estaba llorando—. ¿Estás bien? —preguntó la novia de Akira bajando la mirada medio avergonzada y tapándose la cara con las manos.

— ¿Y tú? —preguntó Asami buscando la mirada de la chica un poco preocupada.

— Lo siento... por favor... no puedo dejar de llorar —susurró ella.

— Gracias —Asami sonrió.

— Será mejor que la lleve a dentro para que se tranquilice —se rió Renzo cogiéndola por un brazo y tirando de ella—. Vamos... —El chico se la llevó de allí pasando por el medio de la pista a grandes zancadas. Mamoru miró a Asami que se encogió de hombros.

— Supongo que es mucha presión aguantar a Akira hablando de ti o de mi —susurró la chica.

— O más bien que tiene un mal día —se rió Mamoru haciéndole señas para volver a sentarse en sus sitios.

— O quizás siendo tan famosa por haberse convertido en la novia del mejor amigo de Hattori Mamoru le está dejando un poco de mal día —se rió Asami sentándose de nuevo en el sitio junto a él y sonriendo.

— ¿Crees que les dirán el motivo? —preguntó Mamoru.

— Creo que a Asahara-san se le va a cortar la voz antes de poder pronunciar una sola palabra —suspiró Asami mirando hacia los vestidores.

Cuando terminó la media parte, los jugadores se fueron todos directos al banquillo, excepto Akira. Luego salieron Makoto y Renzo, el último les buscó con la mirada. Asami le saludó con la cabeza y él sonrió amablemente.

— Se han callado... —susurró Mamoru—. ¿Por qué?

— Esperan a que nos reconozcan ellos o quizás van a montar un espectáculo para subir audiencia al próximo partido.

— Sea la opción que sea, da miedo —se rió Mamoru. Momentos antes de que volvieran a empezar el partido, salieron Akira y Aiko cogidos de la mano. El chico la acompañó hacia su sitio y le dijo un par de palabras extrañas que la hicieron sonrojar y afirmar con la cabeza. Renzo señaló hacia Asami y Mamoru en cuanto Akira se fue al centro de la pista para hablar con su hermana. Los dos levantaron la mano con disimulo hacia los locutores.

— Tenemos una pequeña indisposición por parte de nuestra compañera Asahara Aiko, así que aunque esté en nuestra mesa no va a poder hablar —informó Renzo con una sonrisa hacia ellos dos—. Lo sentimos mucho —dijo por encima de los murmurios de algunas personas entre el público—. De verdad nos sabe mal, pero la chica se ha quedado sin voz al gritar de una grata sorpresa.

— Somos gratos al menos —sonrió Asami.

— Sht… que pueden oírte —se rió Mamoru hablando en susurros al oído de la chica. Asami se encogió de hombros y lo besó en la mejilla. Un silbido. Y el partido había empezado de nuevo. Esta vez, Akira parecía un poco desconcertado y aún corriendo al máximo y saltando mucho, cometía faltas graves. Makoto estaba concentrado en dirigir los micrófonos por los altavoces mientras Aiko y Renzo no dejaban de mirarlos de reojo durante pocos segundos y desviar la mirada al instante.

— No creo que le haya dicho nada a él, ¿verdad? —Asami miró a Mamoru.

— No, más bien Akira parece preocupado por ella. Así que seguramente no le habrá dicho nada —respondió Mamoru mirándola a ella.

— ¡Pero qué patoso se ha quedado este! —gritó alguien detrás viendo que perdía de nuevo la pelota.

Asami se levantó de golpe al ver que Akira se les echaba encima. Mamoru se quedó quieto notando la cabeza del chico en su barriga. Akira se había quedado tumbado en el asiento de Asami con la pelota en los brazos. Asami rodó los ojos y se tapó la cara con una mano, mientras negaba con la cabeza. ¿Eran solo los chicos que llegaban a esa rivalidad en la que por salvar su orgullo tenían que matarse ellos y a los de su alrededor? Akira miró a Mamoru y le pidió perdón, claramente sin fijarse en él, se levantó y miró a Asami que estaba mirándolo con la gorra tapándole la mitad de los ojos y los brazos cruzados a modo de enfado. El chico cogió la pelota y la pasó a Tetsuya ya que no había conseguido pararla para que no saliera a fuera. Siguió corriendo detrás de ellos para detener a Tetsuya que iba directo a la canasta, pero de repente se paró. En las pantallas del estadio había visto algo que le resultaba muy familiar. Estaban mostrando la gente que había estado entrando en la gradería y se quedó viendo una foto de una pareja dándose un beso. De repente se giró hacia Asami y Mamoru mirándolos desconcertado.

— ¡¿Se puede saber qué le pasa a Kyogoku?! —Makoto parecía muy sorprendido que se detuviera al medio de la pista y se quedara mirando al público.

El resto del grupo se detuvo y lo miraron. Tetsuya se detuvo y lo miró mientras seguía botando la pelota.

— ¿Qué ocurre? —preguntó Miyano con el ceño fruncido.

— Pásame la pelota —se rió Akira tendiendo su mano. Tetsuya arqueó una ceja—. No voy a puntuar… —se rió él. Tetsuya rodó los ojos y bufó mientras tiraba la pelota hacia él. Akira ni siquiera la tocó, la empujó directa hacia Asami y ella la cogió con las manos mientras se levantaba. Asami estaba sonriendo ampliamente. Akira les había reconocido.

— ¿Puedo devolvérsela? —preguntó Asami mirando a Mamoru mientras hacía rodar la pelota con un solo dedo y escuchaba a Renzo diciendo un 'oh-oh, se ha enojado' por los altavoces.

— Él te la ha tirado —se rió Mamoru apoyándose en la silla con los brazos al respaldo y mientras se cruzaba de piernas.

Asami sonrió y la tiró con fuerza hacia Akira. El lugar enmudeció de golpe. La fuerza de la pelota había golpeado a Akira debajo de la barriga y lo había dejado de rodillas al suelo. Mamoru se levantó de golpe asustado mientras en los altavoces se oía un 'eso ha dolido' tanto de Makoto como de Irie. Chieko se acercó corriendo hacia su hermano y se arrodilló a su lado mientras Asami se acercaba a él con los brazos cruzados.

— Te has pasado un poco, ¿no crees? —se quejó Mamoru siguiéndola—. Vas a dejarlo estéril, así…

— No me hubiese tirado la pelota desde un principio —se rió ella alargando la mano hacia Akira que los miraba con cara de dolor pero aún sorprendido—. Firmemos una tregua, Kyogoku. Sacaré la bandera blanca si dejas de preguntar por mí —Akira alzó una ceja y la miró. Rápidamente cogió su mano y tiró de ella para abrazarla. Asami se quedó completamente desconcertada y se escuchó la voz de Makoto diciendo un '¿qué está haciendo ese loco?'.

— Te he echado de menos hermanita… —susurró Akira en el oído de Asami. La chica escondió su cabeza en las ropas del chico, olía a sudado, pero estaba notando el corazón de Akira palpitando demasiado rápido. Parecía que estaba de nuevo en casa.

Tetsuya se acercó a ellos con curiosidad, hasta que reconoció un pequeño anillo en el dedo de Asami. Era de color plateado, con un pequeño diamante azulado en él. El chico rodó los ojos y se arrodilló detrás de Akira.

— Asami… —suspiró finalmente mientras le quitaba el sombrero a la chica.

— ¿Asami? —Chieko abrió los ojos desmesuradamente viendo como el pelo de la chica caía por su espalda.

— ¡Asami! —gritaron los demás al reconocerla.

— Ku-ku-ku-ku-ku-ku-ku-ku...

— Repítelo un par de veces más y quedarás como el idiota de turno, Anzai —susurró Irie por el micrófono. Makoto miró a su compañero.

— ¿Tú lo sabías? —preguntó finalmente.

Irie señaló a Aiko y sonrió.

— Señores y señoras, les presentamos a Kudo Asami —dijo finalmente Irie mientras Mamoru se quitaba la capucha y los gemelos le daban pequeños golpes.

— Maldito, ¿por qué no avisaste? —preguntó Hiro.

— Porque tenía una mujer deslumbrante, encima de mi pecho desnudo —se rió Mamoru recordando lo que le habían dicho ellos al despertarlos, mientras Irie, Aiko y Anzai se acercaban.

— ¿Qué habéis hecho vosotros dos? —preguntó Chieko sorprendida.

— ¡No pienses de manera tan pervertida, Chieko! ¡No hicimos nada! —gritó Mamoru.

— Uhhhhhh… lo ha negado muy rápido… —Hiro y Takeshi se cubrieron la boca con una sonrisa traviesa haciendo que Mamoru les fulminase con la mirada. Asami se separó de Akira y lo miró con una sonrisa.

— ¿Por qué te preocupaste tanto por Asahara? —sonrió Asami.

— Porque no dejaba de llorar —se quejó Akira tirando de la mejilla de la chica—. Por tu culpa, loca…

— ¿Cuándo llegasteis? —preguntó Tetsuya suspirando.

— ¡Asami! ¡Asami! ¡Asami! —los gritos de Chizuko dando saltos por la pista interrumpía sus conversaciones, mientras animaba al público a hacer lo mismo.

— Hace tres días —respondió Mamoru—. Pero Asami se puso enferma así que decidimos no decir nada…

— ¡Asami! ¡Asami! ¡Asami!...

— ¡¿Hace tres días?! —gritaron los Kuroba por encima de los gritos del público—. ¡¿Y vosotros no nos sabéis llamar para decir nada?! —golpearon los dos la espalda de Mamoru.

— ¡Asami! ¡Asami! ¡Asami!...

— ¡¿Qué parte de estaba enferma no habéis entendido, Kuroba?! —preguntó Asami gritando hacia ellos y haciendo que Chizuko, que en esos momentos estaba dando saltos detrás de los dos gemelos, se quedara quieta y en silencio, viendo a la chica con cara de miedo.

— Vale, vale, tranquilizaros todos por unos momentos, por favor —Akira alzó las manos sin poderse levantar aún del suelo—. Vais a quedaros ahí sentados hasta que termine el partido, porque… supongo que no querréis jugar, ¿verdad? —Asami negó con la cabeza muy efusivamente—. De acuerdo. Os quedáis ahí sentados hasta que termine el partido y no vais a moveros si no queréis que luego os de una paliza a los dos —Asami se levantó y lo miró con una ceja arqueada.

— No estás en una buena situación para amenazarme, Kyogoku —sonrió la chica dando pequeños golpecitos en la cabeza del chico.

— Disculpa pero, estamos en ventaja —sonrió Hiro haciendo sonar sus nudillos dando a entender que estaban dispuestos a golpearla. Asami los miró con esa ceja arqueada.

— ¿Habéis entrenado más de la cuenta? —preguntó sonriendo con malicia y abriendo los brazos—. ¿O queréis que os de una paliza delante de toda esa gente?

— La única probabilidad de ganarte era cuando estabas enferma o recuperándote de una enfermedad —le recordó Takeshi—. Así que ahora mismo estás en desventaja.

— Sí, claro —sonrió Asami levantando una mano a modo de despido—. Me parece patético que aún así tengáis el valor de amenazarme… —la chica se fue hacia el asiento.

— Hasta luego… —Mamoru negó con la cabeza y se apresuró a seguirla—. Bueno, cuando los veas tendrás que admitir que han mejorado mucho —sonrió hacia Asami.

— Sí, claro —Asami se paró y lo miró—. Se creen que me he pasado este año sin hacer nada.

— No pierdes nada en unirte al partido —se rió Mamoru.

Antes de que Asami le pudiera responder, se encontró de repente al suelo con un peso encima suyo que la rodeaba por los brazos imposibilitando de moverse en cualquier modo. Mamoru se quedó mirando a la chica que tal y como estaba no podía ver quién la estaba agarrando. El estadio había enmudecido de nuevo.

— Me parece patético que te presentes de este modo… —susurró la voz de Shouta al oído de ella.

— Yo también te he echado de menos… —se rió ella.

— ¡¿Tú estás loca de remate, verdad?! —Shouta la soltó y la golpeó en la cabeza.

— ¡¿Pero qué haces?! —la chica se puso las manos en la cabeza mientras se incorporaba a su lado.

— ¡¿Sabes lo que le hicieron esos inútiles a mi hermana por tu culpa?! —gritó señalando a todos detrás de ellos. Asami se giró para mirarlos. Todos sonrieron perdidos en los recuerdos. Asami arqueó una ceja y miró a Shouta.

— ¡¿Y a mí qué me cuentas?! —se quejó Asami.

— ¡Voy a hacerte picadillo! —Shouta hizo crujir sus nudillos y sonrió con malicia. Asami se levantó de golpe y se puso detrás de Mamoru.

— Vale, no sé qué te ocurre, pero ahora mismo no estoy dispuesta a pelearme con ninguno de vosotros, así que dejad lo que tengáis en mente en estos momentos… —se quejó Asami señalando al profesor que se estaba levantando mientras Mamoru tiraba un par de pasos hacia atrás.

— ¡¿Qué dejemos lo que tengamos en mente?! —preguntó Shouta—. ¡Tú no te vas a ahorrar la bronca niña! —se quejó en un grito que hizo que Asami se estremeciera—. ¡Esta vez vas a aguantarme todo el tiempo sin escaquearte de nada!

— Vale, acepto el castigo que quieras pero no me pegues la bronca, por favor… ya suficiente tortura es el escucharte gritar de ese modo… —Asami le señaló con un pequeño temblor en las manos.

— ¡No te vas a librar de mi! —sonrió el profesor con malicia.

— ¿Qué se supone que le has hecho? —preguntó Mamoru mirando a Asami de reojo.

— Ahora mismo no tengo ni idea… —susurró la chica Kudo, Hiro y Takeshi la cogieron por los brazos—. Ni se os ocurra… —los fulminó con la mirada y ellos sonrieron con más fuerza.

— No vas a escaparte de la bronca esta vez —sonrieron los dos gemelos tirando de ella hacia el vestuario.

— ¿Qué van a hacerle? —preguntó Mamoru.

— Atarla para que no pueda desatarse —sonrió Shouta dándole pequeños golpes a la espalda—. De esa no se salva…

— ¿Qué te ha hecho? —preguntó de nuevo el hijo Hattori.

— Por su culpa tuve que separarme de Yui todo este año —susurró el profesor con un tono de desespero. Mamoru arqueó una ceja y finalmente rodó los ojos.

— No tienes remedio… —Mamoru siguió a los gemelos hacia el vestuario negando con la cabeza.

— ¿Qué? —preguntó el profesor sin moverse de su sitio y golpeando con sus manos en los lados de sus piernas—. ¿Qué es lo que te ocurre a ti ahora? ¡¿No me digas que vas a quedarte tan tranquilo después de lo que ha pasado?!

— Olvídalo, no soy yo quién para decirte nada —se rió Mamoru levantando la mano.

— Bah… —Shouta zarandeó la mano para darle a entender que no valía la pena seguir hablando de ese tema y Mamoru entró en los vestuarios siguiendo las quejas de Asami.

— ¡Ni se os ocurra! ¡Os vais a enterar de esto! ¡Os juro que me las vais a pagar! —Asami no dejaba de quejarse—. ¡No hagas eso! ¡No me…! ¡Mmmmmmmmm…! —Mamoru sacó la cabeza por la puerta de donde se oían los gritos y vio a los gemelos espolsar sus manos complacidos por su trabajo.

— Calladita estás más bonita —sonrió Hiro.

— Hasta después del partido… —sonrió Takeshi.

Los dos salieron del lugar fulminando con la mirada a Mamoru a modo de advertencia. El chico negó con la cabeza levantando las manos. Miró hacia dentro de la sala. Habían atado a Asami con cinta adhesiva alrededor de una silla plegable. Las ataduras estaban por encima de los codos, haciéndole más complicado el poder desatarse. También le había atado los pies a las patas de la silla y le había puesto otro trozo de cinta en la boca para que no hablase. Mamoru rodó los ojos y se sentó a un banco al lado de la chica.

— No me mires así, sabías que algo de esto iba a ocurrir —sonrió el chico—. Aunque yo pensaba más en una fiesta, no un secuestro.

— Mmmmm…

— Lo siento, si te desato los Kuroba me matan —se rió Mamoru cruzándose de brazos—. Además… ahora puedo aprovecharme de ti.

— ¿Mmmmm?

Mamoru se rió mientras Asami lo fulminaba con la mirada. De fondo se escuchó la voz de Makoto Anzai siguiendo con la retransmisión del partido.

.

— De acuerdo… —Shouta se frotó las manos paseándose por el vestuario con una sonrisa llena de malicia—. Para empezar…

— Un segundo… —Mamoru hizo ademán de levantarse, pero Hiro y Takeshi le volvieron a sentar en su sitio—. ¿Tengo que estar yo también escuchando la bronca?

— Sí, tú también tienes parte de culpa, así que los dos sentaditos en el banco… —se miró a Asami que seguía atada en la silla, aunque tenía un poco desatada la cinta de la boca—. Bueno, tú en la silla…

— Mmmm… —Asami hizo como si estuviera riendo con ironía y le fulminó con la mirada.

— ¿Se puede saber en qué estabas pensando cuando pediste ayuda a mi hermana para desaparecer? —preguntó mirando a la chica, Asami rodó los ojos sin hacer ningún ruido—. No hace falta que me respondas… —Shouta se encogió de hombros—. En serio, ¿no pensaste en que saltar de ese lugar podría haberte matado? Deja aparte el que pudieras o no confiar en la brujería de Koizumi-san, que eso ya me parece realmente asombroso, teniendo en cuenta tus teorías de detectives y la familia de dónde vienes—Asami no dejó de mirarlo con los ojos entrecerrados—. De acuerdo, otro punto. ¿Qué has estado haciendo todo este año? No me cabe en la cabeza el que hayas estado escondida en un lugar en el que no te conocieran.

— En realidad, creo que al menos los adultos la conocían, pero ella hizo algo para que no dijeran nada —se rió Mamoru.

— Silencio, no quieras que te amordacemos —le amenazó Odagiri asustando al chico—. De acuerdo, siguiente punto. ¿Tú sabes lo que hizo Yoh después de que desaparecieras?

— Mmmmm… —Asami rodó los ojos y destensó sus músculos haciendo como si no le importara en absoluto nada de lo que estaba diciendo.

— De acuerdo, ahora que sabes los puntos preocupantes… lo hablaremos en la cena de esta noche, te vienes con nosotros —sonrió Shouta con malicia, Asami frunció el ceño—. No me mires así, tú te lo has buscado.

Asami rodó los ojos hacia Mamoru.

— ¿Puedo intervenir? —preguntó el chico Hattori levantando la mano.

— Dime… —Shouta se cruzó de brazos con una mirada amenazante.

— Tenemos que irnos en unas tres horas hacia Hokkaido, así que…

— ¿Vienes y te la llevas como si nada? —preguntó Shouta—. ¿Pero hijo en qué mundo más despreocupado vives si se puede saber?

— Ya llevamos cuatro días aquí —se quejó Mamoru rodando los ojos—. Que Yui no te haya dicho nada, no significa que no sea verdad.

— De acuerdo —sonrió el profesor—. Entonces venís a cenar y os largáis después de eso —Asami dejó caer con pesadez su cabeza. No entendía como podía ser tan despreocupado ese tipo—. Sin quejas… —añadió al ver a la chica. Le quitó la mordaza—. Sin quejas…

— Que sí, que sí. Me parece patético que tengas que atarme para hablar conmigo.

— Te deja a ti en una mala posición —se rió Mamoru.

Shouta desató a Asami y ella se acercó al hijo Hattori que seguía con una sonrisa de burla. Le golpeó en la cabeza y salió del lugar con rapidez.

— ¿Pero qué he hecho yo ahora? —se quejó el hijo Hattori poniéndose las manos en el lugar mientras Shouta se reía.

— Tenías que ser un poco más galán, hombre… —sonrió el profesor.

— Sí, y que me mataran los Kuroba por desatarla —se quejó él levantándose y siguiendo al profesor hacia afuera.

.

Al cabo de diez minutos, todos estaban delante del restaurante de Yui.

— Bien, chicos, cojan sus asientos que esta cena será inolvidable —sonrió Tetsuya entrando al restaurante y aguantando la puerta para que pasara el resto—. Hoy sí va a ser genial.

Todos se fueron hacia una mesa larga en que ponía reservado y fueron sentándose completamente dispersos. Asami y Mamoru entraron los últimos y esperaron a que Tetsuya soltara la puerta. El cantante sonrió y les señaló hacia la mesa. En la punta de la mesa, quedaron dos asientos vacíos y al lado el asiento de Tetsuya al lado de Yuki.

— ¿Ya teníais planeado nuestro regreso? —preguntó Mamoru en un susurro hacia el cantante.

— No, pero Yui lo ha supuesto —respondió Tetsuya.

— ¿Y si nos hubiéramos negado? —preguntó Asami.

— Os habríamos llevado a rastras —se rió Tetsuya sentándose al banco al lado de Yuki.

— En serio, parece increíble que hayáis hecho todo esto por nosotros chicos —suspiró Mamoru.

Asami sonrió mientras se sentaba en la silla más alejada de Tetsuya, al lado de Shouta. Mamoru se sentó el último en la silla que quedaba. Yui se acercó a ellos con platos ya cocinados y sonrió al verlos.

— Paga el último en sentarse —se rió Erena.

— Como si pagarais algo cada vez que venís… —se quejó ella dejando los platos delante de cada persona—. ¿Qué queréis vosotros dos?

— No te preocupes, hemos comido hace rato —sonrió Asami mientras Yui se acercaba a Shouta y le daba un beso en la mejilla.

— Ya me parecía a mí que habías engordado… —sonrió Daishi desde el otro lado.

— Que alguien me cuente el motivo por el que ese es el soltero más deseado —comentó Asami.

— Eso, que diga quién dijo eso... —dijo él señalando a todos—. Que tenga el valor de decírmelo a la cara.

— Fui yo, algún problema —dijeron Kokoro y Erena a la vez mientras hacían una mirada fulminante al chico.

— Gracias chicas, yo también os encuentro terriblemente indeseables —respondió Hikaru.

— Queremos que encuentres novia, porque dejes de burlarte de nosotras de una vez —suspiró Erena.

— Está bien, está bien —Hikaru sonrió—. Para vuestra información, el guapo de Daishi Hikaru tiene novia, genios... —sonrió él con falsedad. El silencio se hizo en la mesa y todas las miradas, excepto la de Yuki y la de Chizuko, se pusieron sobre él—. ¿Qué pasa? No me creíais capaz de eso, ¿verdad?

— Os está tomando el pelo para que le persigáis y malgastéis el tiempo —dijeron las gemelas Shiroma a la vez.

— Aguafiestas —se quejó Daishi.

— Debería de haber una ley sobre tomar el pelo a los amigos —suspiró Tsubasa arrepentido de haberlo mirado.

— No. Todos iríamos a la cárcel por culpa de esa ley —se rió Tetsuya.

Los demás también se rieron.


Bueno, aquí lo tienen :) Principalmente amé a Akira y a Shouta en este capítulo jejejejeje creo que conseguí expresar muy bien sus caracteres.

Bueno, en esta temporada también habrá personajes nuevos :3 y de hecho, Drake volverá pronto! MUAHAHAHAHAHAHAHA

Dejen reviews por favor! *O*

Próximo Capítulo: 'Hotel de Lujo en Hokkaido'

^^Shihoran^^