Cuenta la leyenda que un día cada 50 años un demonio despierta de su largo sueño en busca de un ángel caído del que se ha enamorado. El demonio era el rey del mundo demoniaco, donde ese ángel fue sentenciado a vivir por 1000 años antes de dejarlo reencarnar en un humano.
El rey demonio se enamoro de la belleza del ángel al grado de provocar la ira de dios.
Ahora los únicos deseos del demonio es recuperar a su ángel, aun que eso implique matarlo cada 50 años.
La noche era muy oscura. una noche perfecta para halloween. un chico corria aprisa, con lagrimas callendo de sus ojos. Una casa abandonada era el lugar perfecto para que el chico se refugiara. Había tenido una discusión con su novio y no quería que lo encontrase.
- Someoka idiota- susurro el chico- no me importa que me supliques, no te voy a perdonar.
El pequeño cerró los ojos en busca de tranquilidad recostándose en la pared más alejada del lugar. Por alguna razón se empezó a sentir muy cansado. Los ojos comenzaron a picarle y su cuerpo perdía fuerzas.
Como pudo, se puso de pie tratando de llegar a la puerta y salir a tomar un poco de aire, pero la puerta se le hacía cada vez más lejana.
Exhausto, cae inconsciente sobre las baldosas gastadas de la casa haciendo un sonido agudo y estrepitoso.
Poco a poco puede ver con claridad, pero había mucha gente a su alrededor. El terror estaba llenando al pobre chico. Cada pequeño lugar de la habitación era llenado por un rojo carmesí. Todos los allí presentes empezaban a desangrarse frente a él. Cada escena era peor para la inocente mente del pequeño y una única persona era el causante esa tragedia.
- ¿Qué divertido, no lo crees?- le dice el acecino- es realmente hermosa esta escena.
El pequeño no podía hablar. Estaba impotente.
- Ne, ¿quieres ayudarme?- le pide el chico misterioso extendiendo su mano- será como en ese entonces. Podrás volver a matarlos a todos.
El pequeño estaba en shock, solo quería que todo terminara.
Un grito desgarrador es escuchado en sus oídos, antes de comprender que era su propio grito.
- ¿Recuerdas el dolor Shirou?- dice el chico- te gusta el dolor. Por eso lo produces en otros. Te gusta velos sufrir. Te gusta sufrir ¿Por qué no me ayudas entonces?
El pequeño ve como su cuerpo se empieza amover en dirección al chico, pero puede ver la escena desde otro lugar. El era una tercera persona.
Cada corte que sufría una persona, él la sentía en su cuerpo. Siente un liquido caliente recorrer cada parte de su cuerpo, hasta que todo se vuelve negro.
Lo último que vio, fue a si miso destrozando a las personas y al chico con sonriéndole a él y no a quien descuartizaba.
El amor de un demonio es el más cruel, pero alguien enamorado puede serlo aun más.
Todo sea por amor
