Ñom, ñom. ¡Hola! Creo que ya nadie me conoce -aunque nadie me conoció en realidad- pero nada, dejo un drabble medio largo Soma, porque puedo y quiero. Además no escribo nada de Soul Eater desde LBSAL -Los Besos Saben a Limón- y pos ya no estoy al pendiente de SE como antes, ni de sus Fanfics y así. Eso sí, me paso de vez en cuando. Al terminar, si te ha gustado, o si no lo ha hecho, me dejas un review, because why not? Y de paso, me dejas un beso. - Y, si quieres, me recomiendas un fanfic-.
Soul Eater ni sus personajes me pertenecen. Son propiedad de Atsushi Ohkubo -creo, no sé como se escribe el nombre del niño-.
Como soy EXO stan, los promociono. Entonces te me vas a ver el vídeo de Overdose y lo escuchas. A lo mejor, no los conoces, lo escuchas y, ¡bam! Tu vida se arruina, así como la mía C: O tal vez se arruina más._.
Sin decir nada más, porque ya casi está tan largo como el drabble, dejaré que lo leas y decidas si te ha gustado o no.
No haces otra cosa más que sentarte allí, quieta, sin decir una palabra, sin hacer algún ruido.
Una. Dos. Tres. Abres los ojos y volteas a un rincón. Cierras los ojos y sus dedos ya comenzaron a danzar sobre las teclas del piano, caen delicada y rápidamente. Sientes que los latidos de tu corazón van al mismo compás, al mismo ritmo. Y así, tan de repente, el sonido del instrumento a muerto y han quedado pequeños fragmentos de éste en tu memoria, se desvanece en un instante.
Una. Dos. Tres. Abres los ojos y estás sola. Soul no está. Tan sólo está en tu memoria, como un fantasma que cada vez desaparece más rápido. Cada vez su recuerdo es más borroso, cada vez es más difícil de recordar.
Memorias en las quieres vivir. Quieres recordar como se siente querer y ser querida. Recordar cuando él te veía a los ojos y sentías que el corazón te daba un vuelco, cuando se acercaba a tu oído y te susurraba palabras dulces. Recordar cuando, por las mañanas, abrías los ojos con pesadez y lo primero que veías era su cuerpo junto al tuyo, cálido, y escuchabas su respiración tranquila, que incluso te arrullaba. Y las canciones que tocaba para ti, tan sólo para ti.
A veces, sueñas y aún está a tu lado. No estás sola. Soul está allí, sosteniendo tu mano y observándote a los ojos mientras las comisuras de sus labios se levantan y se forma una sonrisa.
Está oscuro, y tan frío. En la habitación estás hecha un ovillo sobre la cama, con una cobija que te llega hasta la cabeza y lo único que se escucha son tus sollozos. Pequeños y débiles, con un deje de abandono. Las lágrimas se asoman por el rabillo de tus ojos y después caen rápidamente por tus mejillas, te dejan un sabor salado en los labios, que están resecos.
Maka, cuenta hasta tres en voz alta y abre los ojos. Sin duda estaré a tu lado.
