Mi pequeña y dulce Maria 1.
Solo aclaro para hacerla más
interesante, alguien muere. Contiene ternura y amor.
Por: Friend
of Zero- Keilavi.
El erizo Sombra decidió alejarse del
ruido de la ciudad, se dirigió a la plaza de Station Square.
Fue a un lugar donde no iba casi nadie y subió a un árbol,
se acomodó apoyando sus manos detrás de su cabeza y se
echó una siesta.
- Al fin…
U hombre corría
hacia uno de color negro muy apurado.
- ¡Hay un gran
incendio en el edificio de la ciudad!
- Espero que Sonic y Sombra
se den cuenta.
El erizo escuchaba y se enchinchaba.
- Estuve
salvando la ciudad tres días seguidos, Sonic puede solo.
Pasó
una hora y seguía durmiendo.
Unos chicos escuchaban en la
radio una noticia de último momento.
- ¡El banco ha
sido robado! ¡Sonic, Sombra! ¿Dónde están?
- No, no.
Volvió a dormir.
Sonic ese día
había rescatado a la gente del incendio y detuvo a los
ladrones.
- ¡Ayuda, ayuda!
El erizo abrió
los ojos al ser despertado por una voz chillona.
- Pensé
que ésta era la plaza más tranquila de la ciudad.- se
quejó.
- ¡Auxilio!
Volvió a oír
pero no era de lejos, estaba muy cerca.
- Estoy descansando.-
dijo por si lo oía.
En el camino de piedra corría
una niñita que la perseguía tres perros.
- ¡Aaaaah!
Sombra pensaba, voy o no voy… ¿y por qué tendría
que ayudarla? Ella se metió en ese lío……… pero es
solo una niña…….. Y podría estar realmente en
problemas.
- Ho, conciencia inútil.
Bajó a toda
velocidad y buscó a esa niña.
Ella escapaba lo más
rápido que podía de esos perros policías, se
metió entre unos árboles y decidió treparse
sobre unas rocas que llevaban a un río.
Los perros la
acorralaban desde abajo e intentaban subir para despedazarla.
La
niña se pegaba a la piedra y miraba muy asustada a esos ojos
asesinos y esos colmillos de tres centímetro.
Cada vez
subía más hacia arriba donde estaba ella.
- Por
favor, váyanse.
Unos segundos después de que dijo
eso escuchó un grito… pero de uno de los perros… Sombra le
dio una patada a uno y luego le dio un puñetazo al otro a
medida que subía.
Faltaba uno, todavía peleaba con
los dos de abajo… la niña trataba de subir un poco más…
pero desgraciadamente el perro la alcanzó y le clavó
los dientes en su pierna.
- ¡¡¡Aaaaaaaaaah!
El erizo llegó hasta donde estaban los dos… puso sus
manos en su mandíbula y despegó los dientes de la carne
de la pequeña… Lo tomó por el cuello y lo tiró
sobre los otros perros… huyeron gimiendo lejos de allí.
El
erizo miró compasivo a la niña y a su pierna que
sangraba y dos hoyos en ella.
Ella lloraba muy fuerte y Sombra no
sabía que hacer en esa situación.
Ya, no te
preocupes, te llevaré a un hospital. La tomó en sus
brazos y corrió a hiper velocidad hacia el hospital más
cercano.
Aunque tardó poco en llegar al edificio
blanco, los gritos de la pequeña se hacían más
largos.
Él esperaba en el frío pasillo y esperaba
las noticias, sentado en el banco de madera, muchas personas con
diferentes síntomas o fracturas.
Una doctora con traje
blanco y conjunto verde se acercó a Sombra con una pizarra con
papeles.
- ¿Sigue aquí?
- Quería…
saber cómo se encontraba la niña.
- Si quiere puede
visitarla, pero no era necesario que se quedara.
Caminaba por el
corredor pasando puertas con sus respectivos números.
-
Sinceramente, nunca vi a alguien así…por eso me preocupé.
La doctora sonreía.
- Ésta es.
Le abrió
la puerta para que pasara… él se acercó a ella. Tenía
una bata blanca, descansaba en su cama y un aparato sostenía
su pie enyesado.
Sombra con cara insegura se puso a su lado…
ella lo miró con vista cansada.
- Gracias por ayudarme.-
dijo dulcemente.
- … Tardaron mucho en ponerte ese yeso.
-
Tuvieron que desinfectar las heridas primero.
Realmente le daba
lástima.
- ¿Caminarás pronto?
- Me temo
que no.- dijo la doctora entrando.- Los colmillos traspasaron hasta
llegar a los huesos. Tuvimos que hacerle puntadas.
Sombra hizo un
ruido en silencio de impresión… Pobre, pobre niña…
realmente le daba lástima.
La doctora le hacía una
revisión y se fue.
- ¿Te llamas Sombra? ¿cierto?
- Si.
- ¿Eres un niño?
- No.
- ¿Por
qué eres tan pequeño?
- …No soy pequeño.
Los dos se miraron largamente, él con sus ojos rojo fuego
y ella con sus ojos marrones nada especiales.
- ¿Te irás?
- Eso creo.
- … Bueno, gracias por tu ayuda.
- De nada.
Por alguna forma le costó irse sin verla una vez más…
serró lentamente la puerta.
Estaba a punto de irse, estaba
algo indeciso de lo que haría luego.
Fue hacia recepción
y le consultó a la doctora que había visto antes.
-
¿Doctora? ¿Esa niña… se recuperará
pronto?
- Bueno, eso depende si algún tutor viene a
buscarla.
Los ojos de Sombra se abrieron más.
- Ay,
ésta pobre niña.- se lamentó.- Es la tercera vez
que acaba en el hospital.
- ¿¿Tercera vez?
-
Así es, al parecer su padre nunca tiene tiempo para ella.
-
¿Y qué pasará con ella?
- Como nunca
localizamos a su padre, seremos obligados a emanciparla.
- ¿La
dejarán sola en la calle?- dijo medio serio.
- Claro que
no, solo la llevaremos a una casa hogar para que la adopten.
- ¿Y
si esa familia no la tratan bien? Cualquier idiota puede adoptar a un
niño.
- … Bueno, si le interesa hacerse cargo del menor
no me opondré.
Sombra miró abajo en el suelo…
¿Yo? ¿¿¿Adoptar? Nunca fui padre, no me
crearon para eso… No, debe a ver otra forma de cuidarla.
- Debe
a ver otra forma.
- Bien, puede tenerla hasta que alguien quiera
adoptarla.
- Buenoooo, caray debo pensarlo.
- Hágalo,
si acepta tendrá que darle toda su atención.
-
¿Necesitaré un abogado?
- No es necesario, ya hemos
interrogado a su padre y parece que no entiende. Cuando la tenga no
volverá a tocarla.
-……………………….. Lo haré,
la cuidaré.
- Excelente, seguro que estará muy
feliz.
- Gracias.- dijo mirando abajo.
- Y a usted también.
Sombra elevó la mirada.
- ¿Oiga? Dijo padre
¿Qué no tiene madre?
- Ella murió en éste
hospital.
- Ho…
La doctora escribí algo en su
computadora, lo fotocopió y se o dio a Sombra.
- Firme
aquí, aquí, y aquí.
Le entregó el
contrato.
- Felicidades señor Sombra, hoy empieza su
primer día de tutor.
- Por cierto ¿cuál es
su nombre?
Se fijaba en sus papeles.
- Maria Oticuyajinuka.
El corazón de Sombra comenzó a latir rápidamente,
con emoción y sorpresa.
¿Podrá Sombra
ser un buen tutor? ¿Qué hará su padre? ¿Alguien
morirá? ¿quién?
El final inesperado,
¡in-tri-ga! ¡In- tri- ga! Deje un revew, por favor.
Friendo of Zero- Keilavi.
