Ahora vi clara mi elección de vida.
Mire por la ventana pensando en todo lo que había perdido y aquello que gane a cambio viendo que lo que había perdido me importaba mucho mas que aquello que había ganado a cambio.
-Misty tienes que ir a dar de comer a los Pokemon –me decía mi hermana Daisy con su melea rubia revoloteada por todas partes sin peinar al natural.
-Y porque no puedes ir tu, estoy ocupada –dije yo molesta porque acababa de romperme uno de los pocos momentos de descanso que tenia para pensar.
-Porque tengo una secion de fotos y este pelo esta horrible –esa fue la contestación que obtuve a cambio nada mas, solo una misera contestación simple pero directa se desentendia de todo el gimnasio y me tocaba a mi encargarme en parte por la razón mas obia de todas que era que yo era la líder.
Si tenia fama, fans, millones de triunfos profesionales, pero sin embargo sabia perfectamente cual era la angustia que me hacia ser tan infeliz, el amor que perdi esa tarde que me despedi de Ash y de Brock, pocas veces mas volvimos a vernos pues sus viajes constantes me impedían hacer cualquier visita, y hoy veo tras la ventana las pequeñas gotas de lluvia finas que caen del cielo. Me hacen pensar que yo soy como una de esas gotas, despojadas de su sitio y tirada contra la tierra sola, sin nada y después del coche no viene nada, como alma en pena.
Soy la mejor en mi terreno, pero daría lo que fuera por volver atrás y poder confesar todo el amor que sentía. Pero ahora ya es tarde Ash nunca volverá a mi lado y he perdido mi oportunidad. Ya es tarde para enmendar mis errores, es hora de enfrentarme a mi destino.
Estar sola sin amor.
