-Siento deciros esto- comentó nuestra profesora de lengua- Vuestra compañera Sakura intentó quitarse la vida este pasado fin de semana…
Después de ese comunicado de la profesora ya no escuché más. Sakura, mi única amiga, se había intentado suicidar a la corta edad de 8 años. Ya sé que la palabra que utilicé puede sonar un poco seca y brusca, y más si es en labios de un niño de 8 años, pero esa es la verdad. La profesora había dicho que se había "intentado" quitarse la vida, ¿Por qué no utilizaba la palabra adecuada en vez de irse con tonterías? Suicidio, Sakura se había intentado suicidar, acabar su vida, irse al otro barrio… Esas sí que son palabras exactas.
-¿Por qué Sakura ha hecho eso?- esa pregunta se repetía una y otra vez en mi pequeña cabeza. Aunque la vida me había azotado tan duramente y que me había enseñado que nunca hay que fiarse de las apariencias, nunca hubiese llegado a pensar, ni siquiera imaginar, que Sakura, la tierna Sakura, la chica que siempre está sonriendo, hubiese tenido la fuerza y el valor de quitarse la vida.
Tan metido estaba en mis pensamientos que no me di cuenta que la clase ya se había acabado. Empecé a recoger mis cosas sin prestarle atención a nadie.
-Esto es tu culpa- me dijo un chico de mi clase, yo ni siquiera le miré- Sakura estaría bien si tú no hubieses sido su amigo- me daba igual que dijera ese niño, me levanté y salí del salón sin coger mis cosas que ya estaban metidas en mi mochila. Tenía que pensar en muchas cosas, y lo que menos necesitaba en estos momentos es escuchar gilipolleces de un estúpido que apenas sabe de mi vida ni de la de Sakura.
Mis pasos mi llevaron directamente a la puerta de la biblioteca, pero no pude abrir la puerta, por lo que maldije en un susurro y volví a mi clase.
Cuando llegué al salón, mi mesa estaba completamente rallada y llena de basura, mis libros estaban tirados por el suelo y muchos de ellos estaban rotos, y mi estuche había desaparecido. Respiré profundamente, esto no era nuevo, es más, desde el asesinato de mis padres que lo hacían.
Limpié mi mesa lo mejor que pude sin decir palabra. Los mensajes que estaban escritos en la mesa no se iban por más que frotaba.
-Sakura- susurré al leer una de las frases: Es tú culpa
El profesor de matemáticas llego, por lo que todos mis compañeros se sentaron en sus asientos. Estoy seguro que pude escuchar las carcajadas apagadas de mis compañeros cuando el profesor me dio una charla sobre cuidar el material escolar. Lo único que pensaba cuando ese vejestorio regordete me hablaba es que si era tonto de verdad o se lo hacía, ¿Cómo voy yo a escribir "es tu culpa" en mi propia mesa?
Mientras el vejestorio regordete empezaba a explicar, mi mente empezó a vagar por el pasado, cosa que hace mucho no había hecho.
FLASHBACK
-Sasuke- decía mi madre con su siempre eterna sonrisa- ¿Qué tal el cole?
-Bien- respondí sonriendo- He hecho un amigo- dije orgulloso.
-Te dije que pasaría- respondió maravillada- es que eres irresistible- me dijo mientras me abrazaba.
FIN DEL FLASHBACK
Sonó el timbre, ahorateníamos educación física. Esto hizo que recordara a mi padre y que recordara un momento con él mientras me dirigía al patio para la clase.
FLASHBACK
-Venga Sasuke- me animaba mi padre- Tú puedes, no es tan difícil aprender a montar en bici.
Respiré profundamente y empecé a pedalear.
-¡Venga, tú puedes!- chillaba mi padre, yo solo pedaleaba más y más rápido.
-Ya lo has conseguido- dijo emocionado mi padre a mi espalda- ¡Ya sabes montar en bici tu solito!- yo solo pude sonreír antes de estamparme contra un árbol. Ese día aprendí que no es recomendable cerrar los ojos aunque estés emocionado.
FIN DEL FLASHBACK
Las primeras clases se me habían pasado volando, eso de recodar hacía que no prestara atención a mí alrededor y eso, en parte, estaba bien.
Ya había llegado la hora del patio, por lo que me encaminé a mi lugar de siempre: la biblioteca. Esta vez sí que pude abrir la puerta, por lo que me encaminé a la parte más alejada de la estancia. Cuando llegué miré por una ventana cercana, estaba lloviendo… Esta imagen se parecía a la que hubo ese maldito día en que mi vida cambió completamente.
FLASHBACK
Me había despertado sobresaltado por culpa de una pesadilla. Tanto miedo me dio que me tuve que levantar para ir a la habitación de mis padres.
La casa se iluminaba de vez en cuando por la tormenta que caía y esto hacía que tuviera más miedo. Mis pequeños pasitos se detuvieron al ver a mi hermano Itachi lleno de sangre al lado de dos cuerpos inmóviles en el suelo.
-No es lo que parece, Sasuke- susurró mi hermano al verme. Yo solo pude abrir mis ojitos llenos de terror mientras sentía que mis ojos se abrían de una forma desmesurada.
-¡Ah!- chillé lleno de pánico, los dos cuerpos eran mis padres.
No me di cuenta que la policía había entrado en la casa y había arrestado a mi hermano, yo solo me acerqué a mis padres y, mientras lloraba, movía sus hombros.
-Venga, papá, mamá, no me asustéis así- suplicaba desesperado- venga, despertaos.
FIN DEL FLASHBACK
A los 5 años me había quedado completamente solo.
A los días me acogió un señor llamado Kakashi que había sido amigo de mi padre. Obviamente, después de eso, mi vida cambió: Ya no sonreía y ya no hablaba con nadie, en otras palabras, me volví una persona completamente fría y completamente calculadora… Pero esto cambió cuando ella llegó 2 años después de esa masacre.
FLASHBACK
-Mi nombre es Sakura Haruno, espero que seamos grandes amigos- decía la chica nueva que tenía un pelo color rosa muy largo y unos ojos jades impresionantes.
-Estamos encantados de tenerte con nosotros- respondía la profesora- siéntate detrás de Tenten- señaló su sitio mientras ella seguía sonriendo
Sinceramente me daba igual que llegase una chica nueva a la clase, mientras me dejase en paz todo estaría bien…
FIN DEL FLASHBACK
Que equivocado estuve, ella ningún día me dejó en paz… Hasta hoy.
