Sus ojos se posaron sobre el cuerpo frente a él. Bailaba ajena a toda la realidad, ajena al alcohol, al humo del cigarrillo y a los ojos fijos de él sobre sus movimientos.
Cerró sus párpados con pesadez. Cuando los abrió, ella había desaparecido.
Tres o cuatro cuerpos más allá, ella conversaba entretenida con un tipo del local.
Frunció su ceño, la música era tan envolvente que parecía alterar el tiempo. Se levantó con pesadez.
Diablos
Diestramente evitó personas ebrias, besuqueos varios, uno que otro acoso, mas no pudo evitar un agarrón. Agradeció al cielo haber llegado hasta la barra – medio sano y salvo – y, con una cínica sonrisa, tomó el hombro del tipo y lanzó un golpe torpe y sin dirección fija sobre la cara sonrosada del acechador. Ella profirió un grito corto. No, ella no estaba ebria.
Tsk…
El sabía que quizás ella le golpearía tan fuerte como sus frágiles puños le permitieran, quizás, perdería todo lo que había logrado con años y años de dedicación.
Paciencia.
Balanceándose logró acortar la distancia que le separaba de ella y, al fin, tomó su cintura entre sus manos, uniendo la boca de ella con la propia.
Sonrió cuando ella respondió ardientemente a su propia necesidad, terminando por enterrar sus delicadas manos en su pelo suelto, producto de la emoción del momento.
El tipo había quedado olvidado entre las mesas de gente que peleaba por un nuevo trago, gratis.
Ella frunció un poco su boca cuando sintió el metal de la puerta de salida enterrarse en su espalda, fría, para finalmente acabar entre las paredes de piedra, a las afueras del local.
Cuando sintió el pelo pegotearse a su espalda, con la lluvia arisca sobre su cabeza, se separó lentamente de él. Sonrió con cariño, casi con ternura.
Él abrió sus ojos lentamente, encontrándose con los celestes de ella. Por un momento se sintió a salvo, feliz. Pero en cuanto su sonrisa parecía tornarse en una expresión de furia y su mano lentamente se acercaba con una impetuosidad avasalladora, supo que no debió haber tomado tanto.
Su frágil mano en forma de un poderoso puño se impactó con la quijada de dicho hombre, botándolo metros más lejos de lo normal, al perder su estabilidad y habilidades propias en el proceso de alcoholización.
-Estás borracho!!! – gritó ella – no creas que me saldrás dos veces con la misma, Shikamaru
Él tuvo la vaga sensación de estar frente a su madre. Pero ella no era su madre, y él no era un borracho. Y el brillo juguetón en los ojos de ella se lo cercioraba.
Entonces ella se dispuso a volver a su casa, girando de vez en cuando su cabeza para cerciorarse del estado de su compañero, que aún estaba tendido en el suelo, mojado y medio-ebrio.
El sonrió – a pesar de su estado – cuando ella se marchó. Se felicitó y trató de levantarse.
Con mucho esfuerzo, alzó su mirada al cielo, encontrándose con las tormentosas nubes.
"I'm only happy when it's rains…"
Tal vez, ella le estuviese esperando tranquilamente en su apartamento. Con una copa de jerez en mano y una ropa limpia y seca para él.
Tal vez no.
Se sacudió el lodo de la ropa y se encaminó a la casa de Ino.
Mujeres…tsk… problemáticas
"I'm only happy when it's complicated"
Me agrada tanto el shikatema, que he hecho un shikaino xD por qué? qué se yo. sólo se me ocurrió y listo. ah! todo partió por una copa de jerez, una de las tantas conversaciones sin sentido que se tienen en la vida.
Qué les ha parecido? a mi gracioso, no sé. me han entregado unas notas en la u y he escrito cada cosa! esto de la felicidad temporal hace maravillas. Incluso ayer estudié física.
Only Happy When It's Rains -> Garbage
Bueh, espero que hallan disfrutado la historia (:
No se olviden de dejarme reviews ;)
Saludos!
