Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, solo me pertenecen sus locas acciones.

Capítulo 1

Siempre había sido libre, aún cuando tenía que pelear con las otras himes, había sido libre, todo había sido siempre su decisión. Amaba andar en su motocicleta a gran velocidad, amaba vivir bajo sus reglas, estar con sus amigas, salir, bailar y beber, pero todo eso había cambiado hacía un poco mas de dos años.

Meses despúes de que acabara el carnaval de las Himes había aceptado lo que sentía, amaba a Shizuru como seguramente jamás amaría a nadie. Esa chica lo era todo para ella, moría con solo una de sus miradas y se derretía cuando la llamaba "Nat-su-ki". Al principio tener una relación con una chica le había parecido extraño, bueno el solo tener una relación era extraño para alguien como ella, pero en cuanto aceptó el amor hacía Shizuru todo se había vuelto normal, exquisitamente normal. Por mucho tiempo todo se convirtió en lo que Shizuro¡u quería, en lo que Shizuru amaba, en lo que Shizuru no quería que hiciese y no le molestaba, estaba feliz de hacer todo lo que su chica quisiese y la hiciera feliz, hasta había dejado de montar su Ducatti y en cambio ahora manejaba un deportivo de dos puertas.

Pero hace un tiempo su relación con Shizuru se estaba volviendo extraña, aun era feliz con ella, aún la amaba, pero tenerla todo el día y toda la noche encima suyo comenzaba a molestarla. Estaba feliz de tenerla con ella en su departamento, feliz de que la chica se preocupara por la despensa y el orden y que le cocinara, hacía ramen casi tan buenos como los de Mai, pero se sentía como un maldito perro con una soga al cuello que casi no la dejaba respirar.

Ese momento era un ejemplo, hacía un par de horas Mai le había marcado diciendo que celebraría su cumpleaños esa noche, en un karaoke en una calle al otro lado de la ciudad, se emocionó cuando la invitó y aceptó de inmediato ir, por supuesto Shizuru estaba invitada también. Esa noche vería a todas las chicas de nuevo, seguramente también estaría Nao, a la pelirroja no la veía hace semanas, y con suerte hasta Midori se encontraría ahí, bueno Midori jamás perdía una ocación para beber.

El problema había ocurrido al llegar a su casa, abrió la puerta y como siempre Shizuru la había sorprendido con esa enorme sonrisa que la había enamorado.

-Llegaste pronto Natsuki, tengo excelentes noticias.

Natsuki besó a su novia y se sentó en el sofá mas cercano.

-Las mías son mejores noticias, Mai llamó hace unos minutos, alístate porque esta noche celebraremos su cumpleaños, promete ser inolvidable Shizuru.

-Ara, pero esta noche no podrá ser, llevo semanas diciéndole a Natsuki que esta noche cenaremos con mis padres.

-No lo habías dicho...

-Pues sabías que ellos estaban de viaje y solo llegaron esta tarde, es obvio que cenaríamos con ellos.

-Pero vamos, Shizuru, es el cumpleaños de Mai, no podemos no asistir, además no estoy preparada para que tu padre sepa sobre esto- agregó Natsuki apuntando a su novia y luego a ella.

-Natsuki, prometiste que cuando volvieran les íbamos a decir, mi padre no consentirá que tenga a mi "novio" escondido mucho mas tiempo.

-Está bien, lo haremos, otro día, dentro de esta semana, lo prometo, pero esta noche muero por ver a las chicas.

-Estamos hablando de mis padres Natsuki.

-Y yo estoy hablando de mis amigas que no he visto desde hace muchísimo, hasta estará Nao, sabes que no la veo hace...

-Iremos con mis padres Natsuki, no hablaré mas de este tema.- dijo Shizuru y caminó rumbo a la habitación que compartía con su novia y cerró dando un portazo.

-Espera Shizuru!- gritó Natsuki caminando hacia la habitación- no iré donde tus padres- entró a la habitación y vio a Shizuru cambiandose de ropa.

-Oh, no iremos allá, mis padres vendrán a cenar aquí.

-Ni siquiera me lo preguntaste, ¿sabes si yo quería mostrarles mi casa a tus padres?, ¿no estoy preparada para decirles que soy tu novia y piensas que quiero que vengas hasta aquí?

-Pensé que esta era nuestra casa Natsuki- la castaña la fulminó con la mirada, instintivamente la la chica dio un paso atrás.

-Lo es, es solo... ¡que estoy harta que no tomes en cuenta lo que quiero Shizuru!

-Tu me quieres ¿no? ¿por qué no puedes hacer esto por mi?

-Porque llevo dos años haciendo lo que quieres que haga! no te confundas, no me molesta, pero estas llevando esto muy lejos, hasta la cantidad de mayonesa en esta casa ha descendido!

-¡Es mala en exceso Natsuki!

-Tu eres mala en exceso...- murmuró la chica sentándose en la cama.

Shizuru no la escuchó y entró al baño para terminar de arreglarse, luego salió rápido a la cocina para vigilar la cena. En eso el celular de Natsuki vibró, era un mensaje de Nao: "Espero si asistas esta noche Kuga, estoy ansiosa por contarte los avances de mi madre", respondió en el instante "nos vemos esta noche araña". Salió hacia la cocina para intentar convencer a Shizuru, tal vez aún podía convencerla de que llamara a sus padres, o tal vez podría arrancarse temprano, aunque pensándolo mejor eso sería imposible, Nasuki solo había ido una vez a cenar a la casa de los padres de Shizuru, cuando ellas aún eran amigas, y esa familia hacía una sobremesa de horas, si se quedaba a cenar, jamás llegaría a tiempo para el cumpleaños.

-Shiz...

-Espero que ese celular sonando haya sido Mai reclamándote porque no irás a la fiesta.

-¿Sabes que Shizuru? Esta bien que tus padres vengan esta noche a cenar, entiendo que los extrañes porque estuvieron de viaje un año, pero no esperes que vuelva a dejar a mis amigas por que no fuiste capaz de tomar mi parecer en esto.

Se dio la media vuelta, tomó su chaqueta de cuero y las llaves de su motocicleta y salió del lugar, bajó hasta el estacionamiento, sacó la empolvada cubierta que protegía a su nena y se subió haciéndola rugir. A pesar de que hacía casi un año que no andaba en ella, sabía que estaba en perfectas condiciones, pues ella misma se había encargado de no hacer sufrir a su bebe.

Salió a toda velocidad del estacionamiento y viajó lo mas rápido posible a algún lugar lejano. Y ahí estaba ahora sentada en el bar del karaoke esperando a que llegara alguna de sus amigas con una cerveza en una mano y meditando sobre lo ocurrido. Pero entre mas lo pensaba, mas sabía que había hecho lo correcto, Shizuru llevaba la agenda completa de su vida y ya estaba olvidando la ultima vez que hizo algo porque le pareciera sin pensar en lo que su novia podría decir u opinar.

-¡Viniste!- una pelirroja la sacó de sus pensamientos y se lanzó a sus brazos, ella respondió cariñosa- Pensé que tu novia no te dejaría venir- en respuesta Natsuki gruñó.

-Casi- dijo en un susurro pidiendo una cerveza para Nao.

-¿No vino?- preguntó asombrada mirando a su alrededor.

-Sus padres llegaron esta tarde de Alemania, tenia una cena con ellos- respondió dando por terminada la conversación. Nao entendió el tono y no preguntó nada mas, bebió de su cerveza lentamente.

Seguramente Shizuru había armado toda una pelea porque Natsuki no había asistido a esa cena, pensaba la pelirroja, hacía meses había presenciado sin querer una de las discusiones que la castaña mantenía con su amiga, y decía la castaña, porque Natsuki cuando le discutía parecía mas un cachorro regañado. Si era sincera no le gustaba lo que Shizuru había hecho con Natsuki, pero era la elección de su amiga y no haría nada en contra de eso.

-Tu mamá- dijo Natsuki después de unos minutos, pidiendo dos cervezas mas- cuéntame como está.

-Mucho mejor- dijo Nao sonriendo- el doctor dijo que ha tenido enormes avances, están pensando en una cirugía que podría curar muchas de sus peores quemaduras, están tratando de obtener el crédito para trasladarla.

-¿Trasladarla?- preguntó su morena amiga.

-A Estados Unidos- respondió la pelirroja con cara soñadora- tienen los mejores médicos para la cirugía, pero necesitamos el crédito.

-¿De cuanto estamos hablando?- preguntó la chica.

-De muchísimo, pero no hablemos de eso. Estaba pensando en que si trasladan a mamá, podría estudiaren América.

-¿Que?

-Por supuesto que iría con ella Kuga, no podría dejarla sola tan lejos, además el médico dice que yo la ayudo a recuperarse muy rápido.

-Eso es... genial Nao.

Se quedaron unos minutos mas en silencio hasta que empezaron a llegar sus amigas. Mai llegó con Mikoto, seguían viviendo juntas, Tate y ella habían tenido una gran pelea por esa situación y el chico había comenzado una relación con Shiho, por supuesto ninguno estaba invitado. Yukino llegó junto a Haruka, era increíble pero la rubia había profesado el amor que sentía por la chica a los cuatro vientos, Midori llegó con unos cuantos tragos encima y preparada para la fiesta. Akane con su novio Kazu-kun llegaron solo unos minutos después junto a Chie y Aoi.

Se fueron a un privado y comenzaron con la ronda de canto, Natsuki apagó su celular luego de unas cuantas llamadas de su novia y de dedicó a beber y a conversar con sus amigas. Mai prácticamente se adueño del micrófono y lo soltó solo cuando Midori la miró provocativamente, lo que a su vez hizo que Mikoto se terminara de un trago el vodka de su vaso.

-Mikoto está enamorada de Mai-murmuró, Nao que estaba a su lado sonrió y respondió.

-¿No te habías dado cuenta Kuga? Mikoto lo aceptó hace muchísimo, pero Mai no lo sabe- murmuró.

-¿Tate se enteró?

-¿Por qué crees que le pidió a Mai que no viviera mas con Mikoto? Salimos a beber un día, a Mikoto se le pasaron los tragos y fue hasta la casa de Tate para decirle que aceptaba que estuviera con Mai, pero que lucharía porque la amaba. Al día siguiente Tate pidió a Mai que sacara a Mikoto de su casa y ella lo mandó al demonio.

-¿Como sabes eso?

-Yo estaba detrás de Mikoto intentando que no dijera nada Kuga, pero fracase- añadió terminándose su vaso.

Eran exactamente las 4 de la madrugada, y todos los presentes habían bebido mucho mas de lo que su organismo podía tolerar, la mayoría se había ido ya, solo quedaba Mai en un rincón apoyada en Mikoto mientras dormía y Nao a su lado terminando lo que quedaba de comida. Como se había ido el resto nadie lo sabía, solo sabían que habían ido desapareciendo gradualmente.

-Ya llegó nuestro taxi- dijo Mikoto despertando a Mai- ¿quieres que te llevemos Nao?

-Yo la llevo- dijo Natsuki levantándose para ayudar a la pequeña morena a cargar a Mai hasta el taxi.

-No te pierdas Natsuki- dijo Mikoto.

-No lo haré- dijo ella revolviendo el cabello corto de su amiga.

-Asi que, ¿estas en condiciones de conducir Kuga?- dijo Nao buscando el convertible con la mirada.

-Prácticamente nací sobre esta moto- dijo Natsuki apuntando su Ducatti azul aparcada cerca de la puerta.

-Así que la discusión fue en serio- dijo la pelirroja sonriendo.

-Ponte esto- dijo tirandole su casco a la chica.- Y sube, vamos.

Nao subió tras Natsuki y se afirmó fuertemente de ella, sabía que jamás debía subir a una motocicleta conducida por un ebrio, pero Kuga era Kuga. La chica prendió el motor y aceleró para salir del local.

Tomó la calle principal y pasó esquivando automóviles a alta velocidad, si la policía las veía seguramente harían a la pali-azul pasar la noche en prisión, por alta velocidad, conducir sin casco y por estar en evidente estado de ebriedad. sin embargo eso era algo que no les preocupaba a ninguna de las dos, ambas sentían que podían retroceder un poco el tiempo que no habían pasado juntas de esa manera.

-He! Kuga, no sabes donde queda mi casa ahora- dijo Nao bastante alto para que la conductora la escuchara.

-No vamos a tu casa araña- respondió Nastuki sonriendo.

-No me digas que vamos a tu casa, porque la gritería que hará Fujino no la soportaré.

-Tampoco vamos a mi casa, calla y disfruta del paisaje.

Natsuki tomó una cuesta y comenzó a subir una montaña por la carretera. Ese era su lugar secreto dentro de toda la ciudad, jamas había mostrado ese lugar a nadie mas que a Shizuru cuando le pidió que fuera su novia, ahora llevaba mas de un año sin visitarlo, pues era un lugar de solo acceso a pie, en bicicleta o motocicleta, así que se le hacía imposible ir.

Frenó suavemente y ambas chicas descendieron de la motocicleta.

-Es hermoso- dijo Nao sacándose el casco para observar mejor.

-Cierto que lo es- dijo Natsuki sonriendo.

Estaban en la cima de un acantilado, la noche estaba sobre sus cabezas, la luna llena iluminaba todo alrededor, las estrellas brillaban a su alrededor y abajo se veía un hilo de río corriendo torrencialmente.

-¿Como encontraste este lugar? - preguntó Nao sentándose a la orilla del acantilado, a su lado casi pegada a ella, se sentó Natsuki.

-Mi madre venía aquí cuando no podía pensar con claridad, me costó bastante encontrarlo porque no conocía la ruta.

-Es maravilloso- dijo Nao sonriendo apoyando su cabeza en el hombro de su amiga.

Sin duda los mejores momentos con Nao eran los silencios, no eran incómodos, eran informativos, con los silencios se podían conectar, pensaban muy parecido, habían sufrido muchísimo y ahora se tenían para apoyarse. Eso era lo que había hecho a Natsuki y a Nao tan buenas amigas, esa conexión a través del silencio.

-Voy a extrañarte cuando estés en América- murmuró después de mucho silencio Natsuki cerca del oído de Nao, la pelirroja dio un saltito al sentir su cercanía.

-No lo dices en serio- murmuró Nao como broma, aunque ella pensaba que sería así.

-No seas tonta Nao- sonrió Natsuki aun hablando muy cera de su oído.

-Como sigas así Kuga, pensaré que me estas coqueteando- dijo Nao mirando a los ojos a su amiga.

-¿Y como sabes que no lo estoy haciendo?- dijo Natsuki retándola, Nao sonrió, bajó la mirada, volvió a observarla a los ojos, se mordió el labio inferior tratando de saber que hacer.

Su parte conciente decía Natsuki ama a Shizuru, pero su parte no tan consiente decía, tu amas a Natsuki.

Alejó los pensamientos de su cabeza y se acercó suavemente hacia Natsuki, su amiga tomó su rostro con sus manos y la besó...

Esta es lo primero que escribo de Mai Hime, y la primera historia que me atrevo a publicar, asi que sean buenos y diganme que opinan. Si es que está medio confuso diganme, así intentaré arreglarlo :3