Amor, Dolor y Pasión

Advertencia!!!

Este fic está hecho con personajes que son propiedad de Akiyoshi Hango (Idea Original) y de la Toei (Productora).

Primer Capítulo: Un viaje inesperado

Las aves se alejan rápidamente de la pista de aterrizaje mientras un avión aterrizaba en ella. Por la ventana del aeropuerto se veía el alba y pequeños rayos del sol iluminaban la tierra.

Aún no podía creer se iría de vacaciones por todo un mes y llegar sorpresa donde su padre, quien de seguro saltaría de alegría al verlo nuevamente luego de cinco años.

"Señores pasajeros, las personas con rumbo a Odiaba, por favor abordar el avión de la salida C15, gracias"

Al fin su avión salía. . . mejor pagaba de inmediato el café que había tomado para abrigarse un poco por el frío que estaba cayendo aquel día, por suerte el sol ya salía.

Caminó con melancolía mientras miraba a la ciudad que lo había albergado durante esos cinco años, pero que tonto, cómo decía eso si sólo era un mes el que se iba, mejor miraba con anhelo el momento de ver a su padre nuevamente.

La mujer que recogía los pasajes tomó el suyo y preguntó.

"¿Señor Taichi Yagami?"

"Si, soy yo"

"Muy bien puede pasar"

Ahora sólo quedaba esperar el despegue y aguardar el aterrizaje.

En Odaiba el sol comenzaba a salir de entre los cerros y lentamente cada uno de sus rayos ascendían sobre la ciudad. La mañana iluminaba toda la ciudad y un estruendoso ruido sonaba en el cielo. Algunas personas que trabajaban de muy temprano, ya estaba despiertos y miraban el avión que llegaba a la ciudad, mientras que en él un joven de pelo castaño y ojos cafés miraban con entusiasmo la gran ciudad que se veía bajo él. La voz de la azafata que anunciaba a los pasajeros que se colocaran sus cinturones de seguridad, para que el avío aterrizara sonó en el interior del avión. Poco a poco el avión descendió por la pista de aterrizaje y al tocar el piso, Taichi de forma ansiosa y ya casi desesperadamente tomaba sus cosas y bajaba del avión de los primeros y para poder tocar nuevamente su tierra natal y sobre todo la ciudad que lo vio crecer.

Caminó por los pasillos del aeropuerto y tomó un taxi que lo llevaría de forma directa a su casa. El camino fue muy placentero; no había visto nada de todas las nuevas construcciones y bellosidades que ahora había en la ciudad, tal parece que los 5 años en que estuvo fuera de ella se hicieron notar.

Miraba asombrado los grandes edificios que habían y las variadas formas que tenía cada uno de ellos. El camino a su casa había cambiado mucho e incluso ahora el edificio en que él vivía se veía más viejo que el resto. No se había dado cuenta pero el taxi ya había parado y sólo esperaba a que el chico se bajara, pero a este no parecía importarle pues miraba con nostalgia un viejo edificio de casas juntas.

"Oye chico, ¿quieres que te cobre la espera también?".

"¿Qué?" – Tai reacciono con torpeza por la pregunta y notó que el chofer lo miraba con algo de enojo por lo despistado que había sido – "Oh, lo siento mucho no me fijé que ya habíamos llegado, tome ahí esta el dinero y no me de vuelto. . .disculpe la molestia".

"Si . . . Si" – El taxista no esperó más y al ver que el chico ya había bajado de su auto sólo aceleró al máximo y desapareció de vista.

Ahora ya estaba en su casa. . . . sólo tenía que subir unas cuantas escaleras y llegaría. Caminó rápidamente y subió con el corazón latiéndole cada vez más y más fuerte. . . . su casa estaba allí enfrente . . . . . tocó el timbre y esperó a que abrieran. Una anciana abrió la puerta y miró con extrañeza al joven.

"¿Qué desea?".

"Soy Taichi Yagami y . . . ." – miró con detenimiento a la anciana y respondió – "Un momento a usted no la conozco . . . donde está mi padre?"

"Oh. . . ya veo con que tú eres el hijo del amable caballero que me vendió su casa, pues mira su padre compró con el dinero que había guardado y con el que ganó con la venta de este departamento esa casa gigante de enfrente".

"¿QUÉ?!"

"Ahora adiós ya no molestes por favor con esos gritos que me duele la cabeza".

La extraña anciana que sabía la vida de su padre y que lo había llamado molestoso cerró la puerta en su cara de un portazo dejándolo con una gran confusión y demasiadas preguntas . . . ¿Cómo era posible que su padre hubiera hecho algo así sin preguntarle o decírselo? . . . .si su madre estuviera viva nunca hubiera olvidado decirle algo así a su hijo, obviamente por algo su padre no lo había hecho y sería mejor preguntárselo

Cruzó la calle y llegó a la gigantesca casa y totalmente moderna, pues veía que por dentro las luces en ciertas habitaciones brillaban más que otras y se prendían y apagaban, pero algo le llamó la atención . . . en esas piezas desde afuera se escuchaban quejidos y no entendía el porque . . . . mejor añadía esa pregunta a las otras tantas que haría en unos momentos. Hizo sonar el timbre y un extraño joven le abrió la puerta. Le llamó mucho la atención por lo hermoso que era su rostro y no pudo evitar el sentirse de alguna forma atraído por él. Miro en dos segundos cada detalle de aquella persona y notó que su pelo rubio era algo que lo hacia verse de muy atractivo sobretodo por el blanco de su piel y esos grandes ojos azules que miraban directamente los ojos de Tai. Notó también que sus ropas eran apretadas y marcaban la delgadez y fineza de su cuerpo.

"¿Qué deseas?".

"Soy Taichi Yagami".

"Oh o sea que usted es el hijo del amo".

"¿AMO dices?".

"Si el amo nos tiene acá contratados, pero será mejor que pases y hables con el mismo, no es bueno que yo lo haga".

Taichi pasó y entró a la casa y miraba que era un pasillo muy largo y con puertas en cada pared con cuartos muy espaciados y todos con camas, o por lo menos en todas las que estaban abiertas las puertas. Mientras el joven lo conducía aún por el pasillo y noto lo extraño que había sido cuando lo vio en la entrada, se sintió de cierta forma cautivado por un momento . . . aunque esa sensación aun no desaparecía.

"Oye me olvide de preguntarte el nombre . . .¿Cómo te llamas?".

"Me llamo 13".

"¿Trece? . . . . . pero ¿por qué un número?".

"Aquí todos tenemos un número con el cual nos identificamos, yo soy trece".

"¿Pero y tu verdadero nombre?".

"No podemos decírselo a nadie" – EL muchacho bajó un poco la cabeza y miró al suelo.

"Pero . . . eso es ridículo, ¿Cómo te llamaré entonces si encuentro que eso es una estupidez" – Taichi había parado en seco y dejó de caminar mirando directamente a los ojos azules que le daban una sensación de tranquilidad.

"Creo que mejor seguimos caminando" – El joven giró su cuerpo y comenzó nuevamente a caminar por el pasillo, pero Tai lo había tomado de la mano y lo hizo parar. – "¿Qué hace?".

"Dime tu nombre por favor" – El tono de voz de Taichi que traía que era muy alegre no cambió a uno de enfado como debería haber sido, sino más bien se escucho de una manera suplicante.

El joven no pudo abstenerse a aquella petición, esos ojos marrones lo derretían y sabía que eso no debía ser posible. Como no tenía otra salida y el extraño sentimiento recorría su cuerpo, sólo dejo escapar de sus delicados labios 2 palabras.

"Yamato Ichida".

Las palabras se grabaron en el cerebro de Taichi y para sí mismo juró no olvidarlas nunca.

"Gracias Yamato . . .creo que ya podemos seguir, llévame donde mi padre".

"Si . . ." Yamato ya no decía ninguna palabra, sólo caminaba y sus ojos miraban el suelo o más bien la nada misma.

"¿Estás bien?" – Taichi comenzó a sentirse culpable, después de todo era primera vez que veía a aquel chico y no podía ser tal mal educado como para traumarlo en menos de 5 minutos.

"Oye discúlpame por lo de recién, es sólo que quer. . ."

"Ya llegamos" – Yamato interrumpió abruptamente las palabras de Taichi e indicó la puerta más grande de la casa y se marchó inmediatamente.

Como Tai no pudo despedirse, sólo golpeó la puerta y la voz de su padre sonó detrás de ella diciéndole que pasara. Abrió la puerta y entró apresuradamente mirando con alegría nuevamente la cara de su padre, quien saltó de asombro y alegría al verlo nuevamente frente a él, pero esta vez ya no tenía un hijo que aún fantaseaba con juguetes y los típicos juegos de adolescentes, sino que veía a un hombre que ya había crecido, madurado y era su hijo.

"Tai . . .Cómo . . . .¿cómo es que estas aquí?"

"Padre quería verte nuevamente y tomarme unas vacaciones, además Kari me obligó prácticamente a venir a verte, tu sabes que a los dos nos preocupas desde que estás solo y decidimos que la mejor manera de alegrarte era esta"

"Pero es una alegría muy grata . . ¿y tu hermana?"

"Kari aún no termina sus estudios y su semestre aún no lo termina, debió quedarse por ello para no perderlo, por eso sólo vine yo"

"¿Y cómo conseguiste la dirección?"

"Una anciana que vive ahora en nuestra casa me la dijo . . . acordándome ahora de eso . . . ¿Por qué no nos avisaste que venderías la casa?

"Tai, he estado trabajando en un proyecto de trabajo desde que tu madre falleció y hasta ahora ha resultado muy bien, y pensé que sería mejor que yo viviera en la misma casa para así manejar mejor las cosas. Si les avisaba de lo que haría serían capaces de matarme ambos".

"Si . . . pero dime ¿Qué es ese trabajo en el cual te ha ido tan bien? . . . . por lo que veo las ganancias son buenas, esta casa es muy costosa y todas las modernidades que tiene incluida es para morirse del precio"

"Hijo . . . "– La cara del padre de Taichi cambió a una seriedad inimaginable incluyendo su tono de voz que ahora era mas seco y duro – "Creo que es mejor que te cuente en que he estado trabajando . . . .realice un proyecto y encuestas por toda la ciudad durante un año y comprendí cual era el negocio perfecto y aquí lo tienes . . . ."

"¿Pero qué es?"

De pronto la puerta se abrió de golpe y un joven vestido de la misma forma que Yamato entró por la puerta y habló directamente al padre de Tai.

"Amo . . . hay un cliente con el que tenemos problemas, ¿os podrá ayudar? . . . es urgente"

"Enseguida voy 14 . . hijo seguiremos la conversación mañana por la mañana, ahora por favor escoge cualquier cuarto para ti, creo que el cuarto A-18 está vacío y tiene excelente vista, toma ese es muy bueno".

"Bueno" – Tai se paró y pasó por el lado del chico que interrumpió su conversación y se dirigió al pasillo nuevamente y encontró la escalera que lo llevaban al segundo piso en donde comenzó a buscar su cuarto. Caminó por varios y su habitación aún no aparecía, pero notó que la más grande del fondo era la suya y corrió a verla, tomó la manilla de la puerta, la giró y la abrió rápidamente al igual que el joven lo había hecho minutos atrás. Lo que vio en ese instante fue lo que menos podría haberse imaginado.

En la cama habían dos personas y a una de ellas la conocía. Era Yamato y ya no llevaba puesto su traje ajustado, sino más bien ya no llevaba ropa. Sobre él se encontraba otro hombre que era joven como él y tenía amarrado a Yamato con sus brazos. El ruido de la puerta abriéndose hizo que ambos reaccionaran a mirar quien era. El hombre sobre Yamato miraba asombrado a Taichi, mientras que Yamato lo veía con vergüenza. Taichi quedó perplejo por lo que miraba, pero lo que más lo incomodó fue que Yamato estuviera allí . . .de hecho nunca se imaginó algo así de él . . . pero qué decía si tan sólo habló con el 5 minutos, aunque en su interior al verlo así le dolía mucho y sentía un gran dolor.

Yamato no podía detenerse ya, ese era su trabajo y debía continuar aunque estuvieran mirándolo, así que tomó nuevamente por el cuello al hombre y siguió besándolo como si Taichi no se encontrara allí. El hombre confundido sólo continuó al igual que Yamato y reinició sus embestidas hacia él.

Taichi no podía seguir viendo eso por el potente dolor estaba brotando dentro de si y corrió por el pasillo, bajó las escaleras y tomó unas de las habitaciones vacías y en ella se encerró. Caminó hacia la cama y se dejó caer y colocó una almohada sobre su cara y en ella grito lo más fuerte que pudo presionándola hacia él mismo para que el grito sólo lo sintiera él.

No podía creer lo que estaba pasando en esa casa, su padre se había convertido en un empresario, pero no de cualquier empresa sino que de la suya propia y sobre todo era una empresa en la cual utilizaba el cuerpo de jóvenes para venderlos a otros en satisfacciones sexuales . . . . era demasiado, ni siquiera le importaba lo que ellos pensaban.

Aunque no estaba furioso por eso, era otra cosa y no sabía el que de eso. Pensaba pero no lo encontraba, hasta que a su mente se le vino la imagen de Yamato cuando le abrió la puerta y lo vio por primera vez con cada uno de sus detalles y luego otra imagen regresaba a su mente, y era Yamato nuevamente, pero esta ves muy diferente a la anterior, Yamato tenía una cara de tristeza inmensa y sus ojos azules estaban ocultos y les daba vergüenza mostrarse. La imagen era de un Yamato satisfaciendo las necesidades de otra persona por dinero.

¿Qué era lo que ese chico había hecho en su mente?, no podía sacarlo de su cabeza ni un instante desde que lo recordó y lo único que deseaba era verlo con los ojos azules que le causaban tranquilidad y no que ellos mismo se ocultaran de la vergüenza.

Se paró nuevamente y caminó decidido hacia la puerta, subió las escaleras y regresó al pasillo que lo había llevado a la desesperación minutos antes y caminó por el. Unos quejidos gigantescos se escuchaban y provenían de la habitación aquella, puesto que Taichi había dejado la puerta abierta.

Llegó a la puerta y entró a la habitación, el que gritaba era el hombre que dañaba a Yamato, mientras que este otro sólo se dejaba tocar con dos pequeñísimas lágrimas que caían por sus ojos cerrados a no poder más. Taichi tomó de improvisto al hombre por los hombros y lo lanzó hacia la puerta, mientras que este y Yamato lo miraban con asombro. Tomó la ropa de aquel individuó y se la lanzó en su cara y cerró la puerta en frente de él.

Yamato miraba a Tai de la misma forma en que lo había visto antes, la persona que lo había hecho sentir algo extraño dentro de si y que lo había obligado a recordar su nombre después de no haberlo hecho durante dos años.

Taichi se acercó a Yamato y se sentó a su lado en la cama y lo miró directamente a los ojos. Secó esas lágrimas son su dedo y vio aquellos ojos que tanto le habían gustado. Ya no eran de vergüenza como antes, sino más bien de una tranquilidad inmensa en la cual Taichi quería estar.

Tomó el mentón de Yamato con su mano y delicadamente los acerco hacia él, hasta que el momento en que sus vidas cambiarían llegó. Los labios de Taichi tocaban los de Yamato con nerviosismo y suavidad.

Yamato estaba sorprendido por aquella reacción y sintió que en verdad era la única que podían tener, ahora sabía lo que habían sido aquellos sentimientos que tuvo cuando vio a Taichi, se había sentido atraído. Correspondió aquel beso no porque era el hijo de su dueño, ni tampoco por ser cortes, si no por que esta sentía que aquel hombre que estaba enfrente suyo era alguien especial.

Al terminar ambos el beso, se miraron directamente a los ojos. Taichi se levanto sin mirar a ninguno otro lados que no fuera el ojiazul y luego de contemplarlo un momento salió del cuarto sin decir ninguna palabra y regresó a la habitación de abajo.

La puerta quedó semiabierta y Yamato pudo ver que su cliente aún se encontraba allí parado sin comprender nada de lo sucedido. Se levanto y se acercó a la puerta, miró a aquel hombre que ni siquiera sabía como se llamaba aunque ya lo había frecuentado por mas de un año y cerró la puerta para quedarse solo a pensar en lo sucedido.

Continuará. . . . . . . .