Aquí estoy de nuevo, yo Miyagi You, y hoy cumplo 45 años. Soy profesor de Literatura en la universidad. Estoy enamorado de Shinobu Tatsuki, él tiene 28 años y es un exitoso abogado. Recientemente su familia le presentó una prometida de otra familia importante de Japón, ya que la suya también lo es, y él se negó. Sorprendido por la reacción de su hijo, su padre lo mandó seguir, y así descubrieron nuestra relación, no es que no me importe su familia, pero yo de verdad lo quiero, y por más que se opongan, no creo ser capaz de dejarlo ir. Su padre me citó para hablar al respecto, mi ex esposa me mandó varios mensajes insultándome, y eso no le agradó mucho a Shinobu, me pidió disculpas, pero no creo que eso sea su culpa, yo debo hacerme responsable también, le dije que no se preocupara pero no creo que haya servido de nada.

Personalmente, no sé cómo un chico como él me ha soportado por estos largos 11 años… Tal vez ya sea hora de dejarlo ir, pensé. Un minuto después de que eso sucedió,me di cuenta de que no podía, no podía dejarlo, no PUEDO vivr sin él. Aquél que todas las mañanas, por muy enojado que esté , me hace sentir mejor, me llena de alegría, me hace saber que hay alguien que siempre estará allí para mí, que no parece poder dejarme, y yo, aunque no lo demuestre, y no es porque no quiera, es porque tengo miedo de perderlo, miedo de que se canse de mi, miedo de que me deje. Él es para mi… él es mi todo, el centro de mi mundo, y tengo miedo de que lo note ya que desde mi punto de vista, si un chico inteligente y popular como es él, se da cuenta que un anciano malhumorado com yo se moriría por él, tal vez dejaría de quererme, ya que siempre sería lo mismo…Eso no quiere decir que no le demuestre mi afecto, últimamente he estado haciendo cosas que antes no, porque ya no lo veo como antes, pero él sigue diciendo que me ama… Yo confío en él.

Llegué a la puerta de la oficina de mi jefe, también padre de mi novio, la abrí esperando encontrar una desafiante mirada , pero a cambio había un anciano mirando por la ventana, parecía perdido, y su mirada no era desafiante, más bien estaba confundido. Al escuchar el ruido de la puerta cerrándose volteó su silla y me miró por unos cuantos segundos antes de decir:

-Miyagi… Siéntate por favor, quiero que me cuentes cómo es que esto sucedió, quiero ver si llego a entender.-

-Señor, yo…lo siento, en verdad no sé en qué estaba pensando, yo, un hombre de 45 años…él podría ser mi hijo, lo siento, si quiere despedirme, denunciarme o lo que sea, pero no puedo alejarme de él.-

*suspiro*-Cuándo fue que esto pasó?, cómo?, dime porfavor…-

-Pues, no fue de repente, verá, hace 14 años, antes del ensayo para mi boda, estaba llegando y un par de ladrones trataron de robarle a Shinobu-kun, y yo que justo pasaba por allí, lo ayudé, él dice que allí comenzó a apreciarme…de forma especial. Cuando se enteró del mi divorcio, pensó que era el destino y volvió, se me declaró y no pude rechazarlo. El tiempo pasó y yo…yo cada vez lo amo más…por eso es que no puedo…no…no puedo dejarlo ir…- Mi voz se iba quebrando a medida que avanzaba.-Él, me hace sentir vivo, feliz, acompañado, a veces me hace reír, y otras veces parece tan frágil como un cristal y me incita a protegerlo , atesorarlo, cuidarlo… No quiero causarle problemas, aunque sé que lo hago, ya que por mi trabajo estoy muy estresado a veces y no le doy el tiempo que se merece, él sigue conmigo señor, ya van once años de nuestra relación, y se ha convertido en alguien irremplazable en mi vida.-

Mi jefe estuvo unos cuantos minutos mirando hacia abajo, sin decir nada. Luego levantó la mirada y me miró directo a los ojos, tenía una rara expresión,no puedo definir de qué se trataba.

-Miyagi You…-Dijo levantándose de su silla y pasando por detrás de mi se paró junto a la ventana, y volvió a tener esa mirada perdida.-Miyagi You…Miyagi You…-repetía- Miyagi You… Un trabajador mío, leal, eficiente, mi "amigo" , podría decir, también mi yerno una vez… Te tenía tanta confianza que te dejé al cuidado de mi adorado, joven y único hijo varón , esperando que aprendiera a ser un ejemplo de hombre como tú lo eres… Nunca pensé que algo como esto pasaría, porque supongo que en ese tiempo no sólo le enseñaste a trabajar por lo que uno quiere*se rió un poco* Bien, Miyagi You, siento lo que mi hija te hizo y que siempre este molestando, y debo aclararte que no te cité aquí hoy para regañarte ni nada parecido, ya que no sería un buen padre quitándole a mi hijo lo que mas ama… y aunque no es lo que me hubiera gustado, no estoy en contra de su relación. Me gustaría decir lo mismo de mi hija, pero no es así, ella no está de acuerdo, así que ,con mi esposa pensamos en una buena solución para ustedes, pero antes quería asegurarme de que en realidad su amor es fuerte… Las palabras que me has expresado hace unos momentos, me dan alguna guía de que así es.- Tomó su celular y escribió algo.

Yo no sabía qué decir, no alcanzaba a entender lo que recién me habían comunicado

Se abrió la puerta detrás de mí, volteé para fijarme quién había entrado, y allí estaba, tenía lágrimas en sus ojos, pero una sonrisa adornaba su precioso rostro, aquél rosto que tantas veces he visto y adorado, aún sin su consentimiento. Era Shinobu que se acercaba a mí cada vez acelerando más su paso, tomó asiento en una silla que estaba al lado mío y me dirijió una mirada de alegría, y yo sin entender el por qué de sus actos, se la devolvó.

Agarró mi brazo y lo levantó, justo como yo había hecho cuando lo presenté a mi sensei-Padre, yo… yo AMO a este hombre-Dijo limpiándose las lágrimas de los ojos.

-Losé, hijo, y no tengo nada en contra de eso…-

Los dos me miraron, y entendí que era mi turno de hablar

-Yo, también, señor, yo amo a su hijo.-No quería demostrar mucho sentimiento delante de Shinobu.

-Muy bien, caballeros, no me opondré, y los dejo libres, si quieren , no interferiré en su relación..sean felices.-

Shinobu y yo nos miramos, él tenía una expresión de felicidad extrema, sus lágrimas no dejaban de caer.

-Gracias Padre, gracias.- Se levantó de su silla y lo abrazó.

-Le agradezco mucho señor, no se arrepentirá.-Le dije.

Shinobu se dirigió a mi y con una gran sonrisa me tomó del brazo, levantó y me abrazó. Lugo lo tomé de la mano y despidiéndonos apropiadamente del jefe nos marchamos.

Llegando al auto Shinobu comenzó a llorarde nuevo, pero ésta vez ya no tenía una sonrisa.

Tomándolo de la barbilla le sequé las lágrimas y miré fijo.-Qué sucede?-

*snif*- Yo…*snif* - Sacándose de la barbilla mis manos me agarró de la nuca y me besó.- Por qué no me dices esas cosas como las que le dijiste a mi padre a mi, baka- Volteó la cara esperando que yo arrancara el el auto.-Algo como: -No puedo vivir sin ti-..dímelo a mi, sé que es cierto , pero necesito que tú lo digas, me lo digas a mí.-Mientras decía eso, su rostro enojado cada vez se tornaba más y más colorado.

No podía soportarlo, aquella expresión tan típica suya en un momento como este, realmente me exitaba, y aunque entendí lo que dijo, lo único que pude hacer fue tomar sus muñecas y aprisionarlas contra el respaldo del asiento y besarlo, no cualquier beso, ese fue un beso de "juntos para siempre".

-No puedo vivir sin ti.-