Disclaimer: Esta historia es una ficción propia basada en los personajes y escenarios de J.K Rowling.
22/03/14- Voy a continuar la historia pero quiero corregir pequeños errores ortográficos de los anteriores capítulos. Gracias.
I
Encuentro en el expreso.
Hermione Granger se levantó aquella mañana repleta de emoción. Era el día en que volvería a coger el expreso para ir a Hogwarts. Todos los años se sentía llena de euforia por pisar nuevamente esa escuela de magia donde tantas cosas había vivido. No obstante, aquel día era algo diferente. Iba a ser la última vez que experimentaría tal emoción. Ese año comenzaría el séptimo curso. El último.
No podía apartar la vista del cristal y de los paisajes. Estaba claro que era la última vez que vería esas imágenes que iban cambiando rápidamente conforme avanzaba el tren. Harry y Ron estaban frente a ella, hablándole, aunque extrañamente no podía concentrarse en las palabras de sus amigos. Estaba nerviosísima. Extrañamente.
–… go el cuello a que no aparece hasta que crucemos las puertas de Hogwarts. – Dijo Ron con un tono pícaro y divertido y una sonrisa maliciosa en la cara. – ¿Tú que crees Hermione? – Pero Hermione seguía mirando a la ventana, de un modo melancólico, absorta en sus pensamientos. Ignorando completamente lo que le decía el pelirrojo. - ¿Hermione? ¿Me estás escuchando?
En ese momento la Griffyndor reaccionó, como si acabara de despertar de un largo sueño. No sabía bien que decían, así que por un momento iba a darle la razón como a los tontos. Pero prefirió preguntar. Al fin y al cabo le sabía mal pasar así de sus amigos mientras viajaban a Hogwarts.
– Perdonad. Tenía la cabeza en otro sitio. – Se disculpó con una leve sonrisa. - ¿Qué decías?
– Decía que me juego el cuello a que el sapo de Neville no aparece hasta que crucemos las puertas de Hogwarts. – Le repitió Ronald.
– ¿Es que lo ha perdido? – Preguntó Hermione desconcertada. En ese instante Ron la fulminó con la mirada. Harry permanecía impasible. Tranquilo. Como solía ser él.
– Por Merlín Hermione. – Comenzó Ron. Por el tono de su voz era evidente que no le había hecho ninguna gracia que su amiga le ignorara así. - ¿Es qué no has oído nada de lo que estaba hablando? Neville ha perdido a su querido Trevor, sí. Justo como en nuestro primer año en la escuela ¿Recuerdas que apareció a los pies de McGonagall? No sé por qué no me extrañaría lo más mínimo que sucediera lo mismo. – Termino la frase con el tono de voz ya relajado y lleno de diversión.
Hermione y Harry rieron mutuamente. La verdad era que, si sucedía lo que comentaba Ron, sería muy divertido. Y entonces lo pensó. Fue gracias a Trevor, el sapo, que los conoció en ese mismo compartimento del tren. Al pensar en ello, los nervios de la chica aparecieron de nuevo. Necesitaba despejarse un poco.
– Voy al servicio. – Dijo ella finalmente. – Estoy comenzando a marearme. – Se levantó y salió del compartimento antes de que Harry o Ron pudieran decir "vale".
Hermione caminaba con la cabeza gacha por el pasillo del expreso de Hogwarts. Iba de vuelta al respectivo compartimento donde había dejado solos a sus dos amigos. Un grito ahogado de pánico la hizo frenar en seco. Venía de un par de metros tras ella. Se giró extrañada y de repente vio salir a Pansy Parkinson histérica, alejándose hacía la dirección opuesta en la que se encontraba ella.
La pequeña bruja se acercó curiosa al lugar de los hechos. En el interior del compartimento solo estaba un chico de cabello rubio platino, con la cabeza ligeramente agachada, provocando que su pelo le rozase los ojos. Tenía una expresión completamente irritada. Maldiciendo a Pansy por lo bajo.
– Estúpida Pansy. Mira que ponerse a chillar y a correr por un sapo inútil ¿En serio es una bruja? – El tono de su voz delataba que estaba claramente cabreado. – Al final va conseguir joderme el inicio del curso con su estupidez.
En ese momento, Malfoy se percató de la presencia de la Griffyndor. Hermione sintió que el corazón le daba un vuelco cuando los ojos grisáceos del rubio se fijaron en ella. En la cara del chico se reflejó una expresión de asco mayor que la tenía segundos atrás.
– ¿Se puede saber que coño miras, Granger? – Dijo con un tono de voz despectivo y con una mirada que reflejaba un odio intenso. Hermione se quedó en silencio un par de segundos que se le antojaron eternos sin saber que decir. Estaba claro que no le iba a admitir que solo estaba allí por pura curiosidad.
– Estoy buscando el sapo de Neville… - Mintió finalmente. Nerviosa.
– Genial. Pues ahí lo tienes. – Le respondió secamente indicándole con el índice el asiento de enfrente. Cierto, el anfibio se encontraba como un viajero donde, Hermione dedujo con algo de malicia, estaba sentada Pansy. – Y ahora, Granger, si eres tan amable coge a ese asqueroso animal antes de que lo aplaste y desaparece de mi vista. – Ordenó de forma cruel.
Hermione se apresuró a coger al sapo de Longbotton sin dirigirle la mirada a Malfoy. Estaba acostumbrada a que la tratase con desprecio, pero no sabía porqué esta vez le había sentado peor que de costumbre. Antes de salir del compartimento se giró levemente para dedicarle una mirada de odio al Slytherin. Él la odiaba. Ella también a él.
Después de cometer la buena acción de devolver a Trevor a su respectivo dueño, Granger volvió con Harry y Ron. Y esta vez la nostalgia y todos esos sentimientos que llevaba arrastrando esa mañana desaparecieron. Ahora cuando miraba a la ventana solo veía unos ojos de hielo. Y eso le ponía tensa. Pero era la mejor excusa para centrarse en sus amigos y reír.
¡Hola!
Espero que os haya gustado este (corto) primer capítulo. La verdad es que ha sido muy introductorio pero no me quería extender mucho. Mi intención era que la gracia de verdad la fuese adquiriendo el segundo capítulo.
Es el primer fic que escribo, por tanto no me extrañaría que esté algo cojo. Espero ir mejorando capítulo a capítulo para que todas las lectoras amantes de Dramione podáis disfrutarlo como se merece.
¡Y decidme que pensáis! Os ha gustado. No. ¿Por qué? ¿Qué creéis? ¿Cómo tomará rumbo la historia? Decirmelo todo en un review es algo que me pone muy happy.
Y no os molesto más.
Gracias por vuestra atención.
Con aprecio, Vel-.
