Prologo

Hero!

Pues a ver que sale, espero y les guste. Enjoy!

Disclaimer.- league of legends no me pertenece así como sus personajes solo los utilice para escribir.


Un gran rayo partía el cielo la lluvia se descontrolaba cada vez más iniciando una lluvia descomunal acompañada de aires violentos azotando en su totalidad a toda la ciudad sin dar oportunidad a que la gente pudiera encontrar un refugio en algún lugar.

-¡Todo es tu culpa quinn!-grito desesperado mientras cubría su cabeza.

-¡Ya lose podrías dejar de echármelo en cara!-grito la susodicha mientras replicaba la acción del muchacho y se cubría ella misma.

-¡No hasta que me muera!-exclamo una vez más, esta vez viendo a la chica mientras fruncía el ceño.

-¡Puedo esperar cinco minutos más!-finalizo la chica mientras veía como los vientos y la lluvia tumbaban los arboles cercanos a ella.

Tal vez se estarán preguntando que es lo que está sucediendo, el cómo es que estoy cubierta de lodo y como una tormenta se está destruyendo el lugar, bueno para eso necesito ir al comienzo de todo pero tranquilos el cómo se llega a este momento es emocionante… creo… más bien entre ridículo y extraño, así que volvamos un poco más atrás cuando aún no sabían en lo que me estaba metiendo.

El cielo se iba cubriendo de nubes grises, mientras el viento se hacía presente moviendo las hojas de los árboles, comenzaba a oírse el rechinar el metal de las vías al tiempo que el tren comenzaba a frenar en la estación, las puestas del tren se abrieron dejando ver a una bella chica de cabello morado de tez clara y ojos color amarillo, dio un par de pasos para darse cuenta que la estación estaba totalmente vacía, solo el viento recorría el lugar moviendo algunos posters casi despegados de la pared y las envolturas de dulces que la gente no tiraba en la basura, la chica comenzó a caminar para dirigirse al salón principal, gigantesco y con cientos de personas dentro de ella, camino entre todas las personas esquivándolas para evitar chocar con ellas, quinn levanto lo suficiente su cabeza como para ver como de una pantalla de color negro comenzaban a salir letras una por una en fila para al final formar las palabras "Valoran city" ella sonrió al ver que se encontraba en el lugar correcto no es como si no lo supiese ya pero le gustaba ver que no era mentira en verdad se encontraba en ese lugar, salió de la estación para contemplar el cielo gris que acobijaba la ciudad, se encontraba con grandes edificios hasta donde le daba la vista, una enorme fila de auto se encontraba enfrente de la estación de los cuales personas salían de estos dirigiéndose a la estación o recogían a las personas de la misma, quinn saco su celular de su bolsillo mientras busca en este la dirección del cual sería su nuevo hogar.

Una gota de agua callo sobre su cabeza llamando su atención al parecer pronto comenzaría a llover, sin perder mucho tiempo y con la dirección en mano comenzó a caminar hacia su destino, veía como las gotas se estrellaban contra el suelo con una pequeñas sonrisa al ver como el tono de la calle cambiaba a uno más oscuro por causa de las gotas los recuerdos invadía su mente el como su padre le mostraba el cómo defenderse por si un extraño intentaba hacerle daño, los sollozos de su madre al no querer dejarla y pero a la vez diciéndole que se esforzara mucho en su nuevo instituto y no era para menos la academia horizon era sin duda alguna de las mejores de la ciudad, además ella lo veía como algo necesario más que la oportunidad de estudiar en una institución así era el hecho de alejarse un tiempo de su hogar alejarse de los amargos recuerdos, ella no quería olvidarlos pero si dejarlos de lado para poder seguir con su vida. Aun lo podía recordar, el como ya no estaba con ella, el cómo todo cambio, como se fue.

Risas hacían eco e todo el lugar, quinn y su hermano jugaban dentro de su casa corriendo de un lado a otro, su madre los miraba con una sonrisa mientras esta preparaba el almuerzo.

-Por qué no van a jugar afuera mientras termino el almuerzo-hablo la bella mujer sonriendo mientras sacaba los huevos del refrigerador.

-¡Si vamos quinn así nos dará más hambre!-grito caleb mientras abría la puerta de la casa.

Ah caleb y a quinn les encantaba visitar a su padre en el trabajo quien era un guardabosques cerca de la ciudad de Demacia y en este caso lo visitaban por que el padre quería ver a sus hijos y a su esposa también así que compro una casa para que se pudieran hospedar ahí siempre que estuvieran de visita.

-¡Vamos quinn! tenemos que encontrar el tesoro que se encuentras dentro de la arboleda mágica-dijo el hermano mientras corría entre los árboles.

-!SI! pero debemos de tener cuidado ya que lo custodia un temible oso lo custodia-hablo quinn mientras alcanzaba a su hermano en la carrera.

-¡Él no es rival para mi lanza hiaaa!-grito el niño mientras tomaba una rama del suelo y le pegaba a un árbol.

-¡cuidado caleb!-grito quinn mientras arrojaba una piedra al árbol enfrente de su hermano.

-Gracias hermana tu y tu puntería siempre dan en el blanco ya sé porque elegiste tal arma-argumento el pequeño mientras le sonreía a su hermana.

-De verdad lo crees-dijo "arquera" apenada mientras se ocultaba su sonrojo.

Mientras los niños jugabas el tan esperado padre llegaba a la cabaña silenciosamente abriendo con cuidado la puesta para no hacer ruido y así poder sorprender a su esposa abrazándola por la cintura y besaba su cuello.

-Bien mi hermosa reina donde se encuentran los exploradores-le hablo en la oreja provocando un leve sonrojo en ella.

-En un pequeña aventura mi señor, mientras les preparo un banquete-hablo su esposa sonriente siguiendo el juego.

-Eso significa que tenemos tiempo-dijo el padre mientras comenzaba a besar el cuello de la "reina".

-E-espera no sabemos cuándo volverán-hablo la madre sonrojada por la acción del padre.

Mientras los padres disfrutaban del tiempo a solas los hermanos seguían con su aventura, corrían entre los arboles como si un animal los persiguiera, caleb encontró un "puente colgante" cuando en realidad solo se trataba de un árbol tirado en el suelo.

-Cuidado hermana los puentes colgantes pueden ser traicioneros si no vamos con cuidado-hablo el hermano mientras impedía el andar de quinn con su brazo.

-Descuida hermano solo no tenemos que ver hacia abajo-dijo quinn inflando el pecho.

Los hermanos seguían su camino cruzando el tronco del árbol sin bajar la mirada como si se tratase de una pareja de equilibristas, al llegar al final ambos bajaron posicionándose listos para el combate, el cantar de las aves se hizo presente en aquella parte del bosque haciendo eco por todo el lugar, quinn sonrió al escuchar los cantares a su alrededor pero estos fueron interrumpido por un rugido dejando el bosque en silencio total.

-¿Lo escuchaste?-pregunto caleb asustado.

-Si-contesto mientras miraba a todos lados para saber de dónde venía el rugido.

-Es hora de volver- susurro caleb mientras comenzaba a retroceder.

-Si-contesto está nerviosa quinn imitando a su hermano.

Ambos hermanos caminaron con cuidado exactamente por donde habían llegado al lugar, haciendo el menor ruido posible mientras miraban para todos lados intentado localizar a la creatura de la cual provenía el rugido, su andar fue interrumpido por un pequeño temblor hecho por una pata inmensa la cual era visible del otro lado del tronco.

-¿Y-ya viste?-tartamudeo caleb al ver como una de las patas que podía ver estaba a medio comer.

Quinn quedo paralizada totalmente al ver que la enorme criatura con la que estaban tratando no era nada más y nada menos que un oso.

Grito, no lo pudo resistir, el inmenso animal se dio cuenta de quien había gritado y sin más la volteo a ver, rugiendo con tal fuerza provocando una leve vibración en todo el lugar, caleb comenzó a correr al tiempo que tomaba la mano de su hermana consiguiendo que esta lo siguiera con torpeza puesto que aún se encontraba perpleja por ver al terrible animal, el oso intento seguirlos subiendo al tronco del árbol el cual termino partiéndose por la mitad cuando el animal intento subirse al tronco terminando rompiéndolo por la mitad seguido de esto el animal rugió una vez mas esta vez enfadado por su propia acción, mientras seguían corriendo caleb vio como un árbol se encontraba lo suficientemente abierto como para entrar en él.

La bestia no se hizo espera y envistió el árbol con una gran fuerza apenas logrando así que los hermanos se asustaran arrinconándose en lo más profundo del árbol, el oso tacleaba con mas fuerza el arbol acercándose cada vez más a los niños.

-¡Tengo miedo caleb!-grito quinn alejando sus pies de las garras del oso.

-¡N-no te preocupes hermana!-contesto exaltado mientras miraba al oso-esa cosa no es rival para nosotros somos el duo implacable-se levantó caleb inflando el pecho.

-S-sí, estoy con tigo hermano-hablo la chica de cabello morado asustada mientras se ponía de pie.

El chico tomo la rama que utilizaba como arma para romperla y así tener una punta afilada que usar, el chico levanto sus brazos para clavar la rama en el ojo que se encontraba en buen estado haciendo que el oso saliera del árbol revolcándose en el suelo.

-¡Ahora, vamos!-grito caleb mientras salían corriendo del árbol.

Ambos niños en dirección a la cabaña donde se estaban hospedando mientras gritaban el nombre de su padre, no sabían que estaba pasando, no tenían el conocimiento suficiente para saberlo pero si estaba seguros que un animal en esas condiciones era imposible que pudiera hacer todo eso, como tener una fuerza capaz de tirar un árbol o que los pudiera perseguí con tal velocidad.

Quinn podía sentir su pecho arder ya no podía seguir corriendo sabía que en cualquier momento se desplomaría así como sabía que solo estaba alentando a su hermano, sentía como uno de sus pies ya no respondía bien, lo arrastraba, no podía seguir sabía que era lo mejor para su hermano. Vivir.

-Caleb suéltame sálvate tu-hablo quinn con lágrimas en los ojos ante el dolor que sentía.

-Nunca, ¿lo olvidaste? Estamos jun…

Fue interrumpido, por un golpe, tanto caleb como quinn salieron disparados estrellándose en un árbol, solo se podía oír los sollozos de ambos niños, el oso se acercaba con prisa a caleb, quinn pensaba como llamar la atención de animal pero no había mucho que pudiera hacer, la pierna le dolía, bajo la mirada solo para encontrarse como su piel estaba a punto de romperse por algo que estaba dentro de sí misma, lo miro con intriga estiro uno de sus brazos para tocarlo gritando al momento de hacerlo llamando la atención del oso haciendo que este caminara hacia ello.

Caleb se percató de esto y comenzó a buscar cualquiera cosa que le fuera posible llamar la atención del oso para que caminara hacia él.

-¿Qué haces caleb?

-Tranquila quinn todo estará bien, no te preocupes, tu eres la que debe seguir con nuestra aventura y conquistar el mundo por los dos.

-¡Lo aremos juntos ¿me oíste caleb? juntos!-el bosque entro en un profundo silencio, ya no salía nada de su boca la pequeña quinn había abierto los ojos lo más que podía, las lágrimas comenzaban a brotar de sus ojos, se había ido ya no estaba más aquí, cerró los ojos con tanta fuerza que la cabeza le comenzaba a doler pero por más que lo intentaba no podía despertar de la pesadilla en que se encontraba.

El oso comenzó a caminar hacia quinn, mientras esta se arrastraba con torpeza inclusive tomando tierra del suelo para aventársela en un triste intento de espantar al animal.

Finalmente se posó sobre ella para levantarla con su hocicó prepararlo para asesinarla. Solo se podían oír los sollozos de la peli morada esperando el final, veía el suelo en lo más alto que el animal la podía levantar, sentía un gran alivio no por seguir con vida si no por que pudo cumplir su último deseo, orinar.

Miraba directo el suelo, silencio total una vez más se apodero de todo el lugar, quinn no entendía el por qué pero aún estaba ahí, un último rugido se hizo escuchar, caía con rapidez seguía sin entenderlo ¿Cómo es que seguía viva? Su pierna un le dolía no tenía bien en claro que podía más si el dolor de su pierna o el estar aún con vida, llamaba a sus padres en susurros ya no salía nada, se dio la vuelta para comenzar a arrastrarse por el suelo, quería llegar a casa acostarse en su cama despertar y terminar con este horrible sueño, sus dedos arrastraban tierra cada vez que se movía sobre esta.

Mama… Papa… Caleb…

Sus besos eran cada vez más intensos el hombre empujo a su mujer hacia la mesa haciendo que el suelo rechinara, recargo su peso sobre ella mientras la continuaba besando obstruyéndole la posibilidad de respirar, se retiró lo suficiente como para dejarla tomar una bocanada de aire tomando sus muñecas para darle la vuelta y poder ver su espalda, llevo una de sus manos directo a la cabellera de su mujer para sujetarla con fuerza mientras que la otra se encargaba de bajar su ropa interior, un ligero escarmiento se hizo presente en su cuerpo al sentir los dedos de su marido entrando en ella.

-N-no e-ellos podrían llegar-tartamudeo intentando el no gemir al sentir a su marido dentro de ella.

-Tranquila ellos no vendrán-le susurro a su oído.

Comenzó a mover su cadera lentamente mientras veía como su mujer curveaba su espalda, una de sus manos fue directa a los pechos de su esposa masajeando lentamente uno de estos, trato de aguantar el no expulsar algún sonido que pudiera avergonzarla frente a su marido, mientras sentía el empujar de las caderas de su marido buscaba con sus manos algo de que sujetarse encontrándose con el mantel que cubría la mesa, mordió el mantel intentando reprimir los jadeos que salían de su boca, volteo a un lado en busca de un lugar más cómodo para tomar aire solo para encontrarse con su hija parada, mirando atreves de la puerta de vidrio.

-¡Quinn!-hablo sin dejar de verla.

-¿Por qué la mencionas?-pregunto su marido molesto.

El padre volteo de inmediato a donde se encontraba su esposa mirando para encontrarse con su hija mal herida, se levantó de inmediato intentando taparse, mientras que su madre se levantando para dirigirse hacia ella rápidamente, deslizo la puesta para abrirla y así poder abrazar a su hija mientras intentaba crear una excusa lo suficientemente creíble para la niña quien pudo mirar todo con claridad.

-Tranquila hija, papa y mama solo…-termino por callar al sentir la sangre deslizándose por una de las piernas-¿Qué te paso Quinn?-pregunto preocupada.

-Está muerto mama-hablo quinn secamente mientras miraba a ningún lado.

-¿Qué?

-¿Qué te sucedió quinn? ¿Dónde está tu hermano?-Pregunto su padre apenas llegando al lugar.

-¡Esta muerto que no entiendes!-grito molesta.

-¿Qué?-pregunto confundido.

-¡Está muerto, está muerto, está muerto, caleb esta muerto!

Quinn comenzó a golpear a su madre tratando de hacer algo no sabía que pero quería que la escucharan que la entendieran de alguna forma pero que supieran su dolor tanto sentimental como físicamente.

Uno dolor inmenso, insoportable.

Sus llantos se perdían en el ambiente cada vez se volvían menos ruidosos y la imagen más nítida.

Ya no se encontraba ahí.

Volvía a llover, podía sentir como las gotas de agua golpeaban su cuerpo con mayor fuerza, la lluvia había empeorado, quinn se encontraba sosteniendo una barra de acero la cual era una de las muchas que conformaban una enorme puerta, miro con más atención lo que se encontraba detrás de la puerta, una enorme mansión totalmente gris con el techo negro y el jardín descuidado, veía como la yerba mala crecía por encima del pasto el cual se encontraba de un color amarillento al igual que las hojas de los árboles que poco a poco se desprendían de las ramas cayendo al suelo acrecentando la montaña de estas.

-¿Qué haces?-una voz femenina saco a la chica de cabello corto de sus pensamientos, está la barra de metal sorprendida para voltear en seguida a quien la llamaba encontrándose con una chica pálida como si el mismo frio se hubiera encargado de forjar su piel.

-Yo…-se quedó estática unos segundos mirando el jardín descuidado de la mansión sin producir ruido alguno-esta dirección ¿sabes cómo llegar?-pregunto mostrándole su celular un poco más centrada en la chica.

La chica tomo el celular mientras que a la par movía un mechón de su blanco cabello por detrás de su oreja para ver mejor el celular unos segundos, devolvió el celular dibujando una gran sonrisa en su rostro mientras asentía dando por entendido que efectivamente sabia como llegar a dicho lugar.

-Sí, yo te llevo-hablo nuevamente la chica mientras emprendía su caminar.

-Por cierto, soy quinn-hablo emparejando a la chica albina.

-Ashe, un gusto-hablo sin siquiera mirar a quinn-Y ¿qué te trae por aquí, quinn?-pregunto curiosa la albina mientras volteaba a ver a quinn esta vez prestándole atención.

-La verdad, ni siquiera yo sé.

-Ah ¿te gustan las sorpresas?-continuo preguntando.

-siempre y cuando sean agradables-respondió una vez más esta vez con una sonrisa ante la pregunta de la albina quien seguía en silencio sin mirarla.

-Entonces creo que llegaste a la ciudad incorrecta-hablo ashe una vez más esta vez mirando a quinn directo a los ojos sin cambiar la expresión de su rostro.

Desvió su mirada hacia el frente, no entendía para nada a lo que se refería la chica albina, comenzó a preguntarse si el haber venido a la ciudad era lo correcto, si alejarse de todo aquello que estaba en casa era correcto, si el alejarse de él era lo correcto, si estar sola era lo correcto, solo una cosa tenía en claro de ahora en adelante era ella y solo ella, ahora ella se tenía que enfrentarse al mundo, ya no estaba el, ya no estaba caleb, ahora solo ella estaba viva y si algo tenía en claro es que tenía que lograr llevar a cabo lo que le dijo su hermano, conquistar el mundo ella sola.

Con nadie más, solo ella.

Sola.


Y aquí termina esto, tal vez no me allá quedado como a mí me gustaría pero meh es el inicio de algo, eso espero, pero ustedes me pueden decir si lo continuo o se queda como algo de una sola vez, gracias por leer.

See you in the next life!