Pokemon Fantasma


"¡Yo no tengo miedo Gary!" Grito un niño de entr años, cabellera negra desordenada, ojos color chocolate y piel bronceada con unas extrañas Zs en las mejillas. "Entonces ve" Respondio un niño d años, cabellos castaños y ojos de un color azul oscuro. Mantuvo su sonrisa arrogante mientras se cruzaba de brazos. "Te reto"

El niño más joven miro sobre su hombro al bosque más adelante, rebosante con los cantos de diversos pokemon. Habían estado jugando solo para que los amigos de Gary, patearan el balón muy lejos y ahora, estos estaban hostigándolo para conseguir que fuera a buscarla.

"¡Oh! Ashy-Boy tiene miedo" Se apresuro en deducir Gary al ver la expresión de su amigo causando la risa de los otros dos niños. Ash frunció el ceño apretando los puños antes de responder enérgicamente. "¡No tengo miedo! ¡Y te lo probaré!" Dicho esto, giro sobre sus talones caminando hacia los arboles en la distancia con una mirada de determinación.

El sol siguió su curso con el paso de las horas, ahora, el cielo estaba cubierto con suaves tonos de color pastel. El trió seguía parado ahí, esperando a que el niño más joven regresara pero parecía que eso, estaba lejos de suceder. Uno de ellos jugueteo nerviosamente con sus dedos.

"Creo que fue una mala idea ¿Y si se perdió?"

"Es cierto, lleva mucho tiempo ahí…"

"No diremos nada de esto a NADIE ¿entendido?" Respondio Gary a las quejas de sus amigos con una vos amenazante a la que los otros dos asintieron rápidamente. "Ahora vámonos"

El trió corrió por el camino polvoriento perdiéndose de la vista rápidamente, si descubrían que habían sido los responsables, estarían en grabes problemas.


Ash suspiro cansadamente, el miedo empezaba a filtrarse a través de él a medida que se internaba más en el bosque en su intento por salir. Había pasando horas buscando la tonta pelota, cuando por fin la había encontrado, descubrió que se había perdido.

La tenue luz del sol formaba largas sombras sobre el suelo boscoso, llenando la mente del niño con temores ocultos. Suspiro ignorando su mente que parecía trabajar en su contra, tenía que salir, el bosque no es un lugar para jugar, su madre se lo había dicho. Ella y su padre estarían muy molestos si llegaran a enterarse.

El sonido de aleteos junto con un grito desesperado llego a sus oídos, se detuvo en seco, mirando los alrededores, intento ignorarlo, pero no pudo. Se apresuro en llegar a un claro, donde pudo ver una parvada de spearow, atacando a un pequeño pokemon ratón, un pichu que intentaba desesperadamente escapar de sus atacantes.

Ash inclino la cabeza en la confusión ¿Qué hacia un pichu aquí? Pero su pregunta jamás se materializo, al ver como la parvada de spearow arremetió contra el pobre ratoncito, sin piedad. El pichu grito de dolor cayendo al suelo con un golpe seco, peleo por regresar a sus pies pero los spearow no le darían oportunidad de recuperarse, ya que nuevamente, se zambulleron hacia el pokemon ratón a gran velocidad.

El pequeño pichu cerró los ojos con fuerza, esperando el golpe que nunca llegaría. Abrió los ojos lentamente, viendo un balón rojo en el suelo y a uno de los spearow inconsciente, sintió unos brazos rodearle para que después, su misterioso salvador, emprendiera una loca carrera entre los árboles.

"No te preocupes, estas a salvo" Aseguro una voz infantil, el pichu levanto la mirada viendo a quien lo había salvado, pero al notar que era un niño humano, causo que se sacudiera con violencia para intentar liberarse, las chispas surgiendo amenazadoramente de sus rosadas mejillas. Había logrado mantener un perfil bajo para evitar a los entrenadores, no dejaría que lo atraparan, por un descuido de su parte. Y por fin sucedió, una poderosa descarga, para un pichu tan pequeño. Ambos dejaron escapar un pequeño grito de dolor, Ash tropezó cayendo al suelo con un golpe seco, dejando ir al pequeño pichu que cayó más adelante, paralizado por su propio ataque. Intento ponerse en pie, sus orejas temblaron al oír el sonido de aleteos. La parvada se alzaba en lo alto, furiosa por que su líder había sido atacado.

Los spearow gritaron su nombre con ira antes de lanzarse con todo, contra el pequeño pichu que solo pudo observar con sorpresa, como un cuerpo mayor lo protegía de recibir mas daño. Ash apretó los dientes, sus ojos llenándose de lágrimas no derramadas al recibir los picotazos y arañazos, no perdió tiempo en ponerse en pie y correr tan rápido como sus cortas piernas se lo permitían pero los pokemon de tipo volador, no daban un respiro, continuaron atacando, intentando llegar al pequeño pokemon ratón.

El pichu, solo podía mirar con incredulidad, ese niño estaba arriesgando su vida por él, aun después de haberle dado una descarga. Ash jadeo, el cansancio filtrándose por cada musculo mientras que las heridas hechas por la parvada, clamaban por atención, un murmullo llego al oído de ambos así como los últimos rayos de sol desaparecían en el horizonte.

Ash se detuvo en seco y el pichu pudo ver la razón, frente a ellos, las aguas furiosas cortaban el paisaje. Ash giro sobre sus talones para intentar regresar pero la parvada ya los había alcanzado, las lagrimas empezaron a empañar su visión, rápidamente las seco con su antebrazo frunciendo el ceño, una nueva determinación ardiendo en sus ojos al sentir como el pichu se aferraba a él con fuerza.

Aparto la vista de la parvada para ver a su pequeña carga. "Confía en mi" Las orejas del pichu temblaron al oír sus palabras, sintió los brazos del niño apretarlo con más fuerza. Ash levanto la vista hacia la parvada, dedicándole una sonrisa al líder de los spearow, manteniendo la cabeza en alto. Un feroz grito proveniente del líder causo que toda la parvada, volara en dirección a su presa pero se detuvieron en seco al ver como el niño les daba la espalda y se lanzaba de lleno en las aguas del rio.

El pichu grito de pánico cuando las duras aguas golpearon su pequeño cuerpo, pero aun así, pudo sentir los brazos del niño sujetarle firmemente. Ash rompió en la superficie del agua jadeante, peleando contra la corriente pero esta era fuerte y todo pareció complicarse cuando unas rocas aparecieron a la vista. Ash intento aferrarse a una desesperadamente, pero al agua las hacia mas resbaladizas, su espalda impacto dolorosamente contra una de las rocas, en su intento por evitar que el pichu se lastimara, jadeo cuando el aire fue expulsado con violencia de sus pulmones y en otro impacto, todo se desvaneció en negro.

El pequeño pichu parpadeo al abrir los ojos, todo su cuerpo estaba mojado y entumecido, levanto la cabeza viendo al niño que lo había salvado a un par de pasos cerca de él, a orillas del rio, las piernas aun sumergidas en el agua y un brazo atrapado entre unas rocas. Y no se movía. Corrió hacia él, empujando el hombro del mismo tan fuerte como podía para despertarlo. El frio de la noche, envió un escalofrió a su espalda debido a su pelaje mojado, afortunadamente, los spearow renunciaron a su búsqueda después del salto.

"Pichu" Susurro suavemente para despertar al niño, pero no obtuvo respuesta. "¡Pi!" Intento nuevamente, mientras sus ojos se tornaban vidriosos.

Una sombra observaba con pena, como el pequeño pichu intentaba despertar al niño que lo había salvado, pero ella savia que no despertaría, ya no. "¡Pi!" ¡Pichu!" El grito del pequeño ratón la regreso a la realidad.

"

El pichu empezó a desesperarse, no quería despertar y muy dentro de él, sabía que ya no haría. "Mew" Un susurro débil llego a sus oídos ¿El viento? "Mew me" No ¡Era real! Su mirada recorrió el lugar frenéticamente en búsqueda del dueño de la voz cuando la forma familiar de un felino pokemon color rosa, con larga cola se materializo de la nada, la luz de la luna dándole un brillo misterioso a su pálido pelaje.

"Mew Mew me…" Aseguro el legendario al pequeño ratón, causando que este negara frenéticamente con la cabeza mientras las lagrimas caían por sus rosadas mejillas. "Pi pichu ¡Pichu!" Respondio este agitando sus brazos para después señalar al niño. Mew permaneció en silencio, cambio su mirada al niño antes de decidir apartarlo un poco de la orilla con sus poderes psíquicos, después, flojo hasta el pequeño pichu, que sollozaba en silencio.

Pichu levanto la cabeza al sentir al legendario cerca, esta recogió una de sus lagrimas dedicándole una sonrisa tranquilizadora. Observo con asombro, como una esfera transparente y con un brillo azulado, rodeo al pokemon legendario, poco a poco, el brillo tomo un color verde aguamarina, siendo resaltado por la luz de la luna. El resplandor fue apagándose para después formarse en sus manos, una esfera palpitante del mismo tono aguamarina.

Mew se aproximo al niño, dejando la esfera con cuidado sobre el pecho del mismo. Mew y pichu, observaron como la esfera desaparecía en el pecho del niño, cubriéndolo con esa capa luminosa por unos segundos antes de desaparecer sin dejar rastro.

El pichu jadeo, los raspones y moretones que había visto en el rostro y los brazos del niño, ya no estaban y también pudo observar como su pecho subía y bajaba con regularidad. Mew floto hasta el pequeño pichu, palmeando la cabeza del mismo con una sonrisa. "Mew me" Afirmo antes de desaparecer ante sus ojos.

Pichu permaneció ahí, por largos segundos, observando el lugar donde vio al legendario por última vez, hasta que un suave gemido lo despertó de su ensoñación. Ash parpadeo varias veces para aclarar su visión, sentía su cuerpo algo adolorido y cansado pero sus ojos se ensancharon al encontrarse con otro par del mismo color que los suyos. "¿Pi?" Cuestiono el pequeño pokemon ratón, bajando del niño para permitir que este se sentara.

La mirada de Ash recorrió el lugar, la confusión claramente presente en sus ojos "¿Dónde estoy?" Cuando su mente registró todo lo que había pasado, se puso en pie de un salto acercándose al pokemon bebé. "¿Estás bien? ¿No te lastimaron? ¿Dónde están los spearow?"

El pichu parpadeo, tantas preguntas al mismo tiempo y al parecer, el niño no planeaba callarse ya que aun lo oía haciendo más preguntas. "¡Chu!" Grito tan fuerte como pudo y por fortuna, logro que el niño escandaloso se callara. "Pi, Pichu" Continuo extendiendo su pequeña pata hacia el niño, este parpadeo unos segundos antes de sonreir, extendiendo su mano para corresponder al saludo.

"Soy Ash. Es un gusto conocerte, Pichu"

Repentinamente, Ash pareció ser consciente de su situación, en medio del bosque, a mitad de la noche y de seguro con la mitad de pueblo paleta dirigidos por su padre buscándolo y su madre al borde de un ataque de nervios, lo más inteligente que pudo pensar fue. "Mal…"

Pichu inclino la cabeza sin comprender, Ash repentinamente soltó su mano, girando en los cuatro puntos cardinales antes de elegir una dirección ya que aparentemente, descubrió que no puede dividirse en 4 personas. "¡Me gusto conocerte! ¡Espero nos volvamos a ver, adiós!"

Ash corrió en dirección a donde pensaba, podría estar su casa, hasta que una vos lo detuvo. Pichu corrió hasta detenerse frente al niño agitando sus pequeños brazos. "¡Pichu-pi pi pichu!"

Ash parpadeo inclinando la cabeza. "¿Quieres venir?" El ratón bebe asintió vigorosamente con un enérgico "¡Pi!" escapando de su pequeño hocico. Ash sonrió ofreciendo su hombro. Pichu asintió gustoso, trepando por el brazo antes de aferrarse al hombro de su nuevo amigo, tal vez los humanos no eran tan malos después de todo.

"¿Pichu, Pichu-pi?" Cuestiono Pichu a lo que Ash asintió con una sonrisa. "Si, mama va a castigarme hasta el día en que pueda iniciar mi viaje. Estoy seguro…" Musito para sí mientras caminaba.

"Chu pi" Aclaro Pichu mientras tiraba de la camisa de Ash señalando la dirección puesta. "¿Estás seguro?" Inquirió Ash cruzándose de brazos mientras inclinaba la cabeza. "Pi pichu, Pichu-pi"

Ash lo pensó por unos segundos antes de encogerse de hombros y confiar en el sentido de orientación de su nuevo amigo, por lo tanto, siguió sus indicaciones desapareciendo entre unos arbustos.


"¡No me quedare aquí! ¡También es mi hijo!" La voz de Delia surgió por encima de la multitud ahora reunida, que había iniciado su búsqueda hace un par de horas, pero al no tener resultados, se reagruparon para recibir nuevas indicaciones.

"Delia, solo digo que es mejor a que permanezcas aquí con el profesor en caso de que regrese" Aseguro una vos masculina, un hombre de unos 30 tal vez mas, con mirada severa pero en la que podía distinguirse la preocupación.

"Pero…"

"Tiene razón, Delia" Esta vez, fue la vos de Samuel Oak quien la interrumpió. "Es mejor que nosotros esperemos aquí" Tomo un par de pokeballs lanzándolas en el aire, en un remolino de energía, un Arcanine y dos Growlithe aparecieron en medio de los tres adultos. "Espero que esto pueda ayudar"

"Gracias, Samuel. Delia, no te preocupes, no regresare sin nuestro hijo"

"¡Whoa! "Arcanine y Growlithe!" Una vos infantil grito detrás de la multitud causando que todos se giraran para ver a un pequeño niño con un pichu aferrado fuertemente a su hombro. La primera persona en salir de su estupor fue Delia, quien de inmediato corrió hacia su niño abrazándolo con suficiente fuerza como para partirlo en dos. "¡Ash! ¡¿Dónde has estado?! ¡Me tenias tan preocupada!"

Ash hacia todo lo posible para no morir en los brazos de su madre mientras el pequeño pichu subía a la cabeza de su amigo, temiendo bajar debido a la cantidad de personas y los Growlithes presentes. "Ma-má…" Delia por fin dejo ir a su hijo, apartándolo bruscamente. "¡Tienes idea de los problemas en los que te encuentras! Tu padre y yo estábamos tan preocupados ¡No vuelvas a hacer algo como esto jamás!"

"Lo siento…" Susurro Ash mientras bajaba la cabeza, permitiendo que delia viera al pequeño ratón. Pero fue su padre quien hizo la pregunta. "¿Y ese pichu, Ash?"

Ash cambio la mirada en su padre antes de juntar las manos. "¿Puede quedarse? ¡Por favor! Me ayudo a regresar cuando estaba perdido" No había manera de que dijera más que eso, ah no ser de que quisiera un castigo más largo.

Después de una larga charla, suplicas y que las personas terminaran por dispersarse, el pequeño pokemon pudo quedarse con Ash, quien ahora tenía un castigo, que según su opinión, era más largo que esperar la llegada del juicio final.


Pichu no se había dejado atrapar, algo que Ash le aclaro a su padre por lo tanto, el pequeño ratón, seguía siendo un pokemon salvaje, relativamente hablando ya que no se despegaba de Ash un solo segundo. El castigo termino más rápido de lo esperado y pronto, sería el cumpleaños número 5 de Ash, algo que esperaba ansiosamente.

Ash y Pichu se encontraban esperando la cena pacientemente, un golpe en la mesa causo que su padre saltara debido a la impresión. "¡¿Sabes que día es mañana, papá?!"

El hombre se cruzo de brazos, frunciendo las cejas en una pose bastante forzada de meditación. "Mm ¿Me pregunto que día será? ¿Puedes darme más pistas?" Al ver la expresión de su hijo, junto con la del pequeño Pichu, decaer rápidamente, dejo escapar una carcajada que resonó en todo el comedor antes de desordenar el cabello del niño. "Es broma, es broma. ¡Claro que lo sé!"


Samuel Oak, observaba perplejo mientras un hombre con expresión sombría le cerraba la puerta en la cara, en el fundo, podía jurar que oía a Delia llorar. Se supone que hoy era el cumpleaños de Ash, había sido invitado junto con Gary a participar de la fiesta pero no esperaba ser expulsado de esta forma. Tiro suavemente de la mano de su nieto para incitarlo a dejar la propiedad.

"Abuelito ¿Qué pasa? ¿No hay fiesta?"

"Parece que no, Gary"

"¿Y el regalo de Ashy-boy?"

"Puedes dárselo cuando lo veas" Respondio este antes de dar una última mirada a la propiedad mientras se alejaba, de haber mirado en la ventana del segundo piso, podría haber visto a dos pichus observándolo alejarse, uno con la expresión más triste que el otro.

"Pichu, Pichu-pi" Susurro el pichu de pelaje normal, que el segundo parecía tener el pelaje mas erizado que el suyo, para intentar animarlo.

"¿Qué estás haciendo?" La vos de Delia, era apenas un susurro para evitar despertar a su hijo, ya era tarde en la noche y ahora el hombre a quien amaba, con el que se había casado y formado una pequeña familia, estaba empacando sus prendas furiosamente en una maleta.

"¿Qué parece?" El tono de vos sombrío envió un escalofrió por la columna vertebral de Delia. "Me largo, no quiero nada que tenga que ver con ese monstruo"

"¡No es un monstruo!" Delia aspiro profundamente para calmar el volumen de su vos y las lagrimas que amenazaban con asomarse. "Es nuestro hijo y…"

"Esa cosa no es mi hijo" Interrumpió nuevamente la voz masculina. "Y nunca lo será" Dicho esto, aparto a Delia de un empujón, abandonando la habitación, segundos después, oyó la puerta principal cerrarse de un portazo.

Al estar sola, dejo que las lágrimas fluyeran libremente mientras se dejaba caer sobre la alfombra de la habitación, ignorando que un pequeño pichu había oído todo, sus mejillas crispando de energía debido a su enojo. En silencio se adentro a la habitación acercándose a Delia, esta, al notar la presencia del pequeño pokemon y reconocerlo como Pichu, estiro los brazos abrazándolo con fuerza. Ahogando sus sollozos en el pelaje del pokemon.

"Mm ¿Mamá?" Delia giro hacia su hijo, con una sartén en mano y la mejor sonrisa que podía fingir, viéndolo con un vaso de leche, en compañía de su mejor amigo. "¿Si, Ash?"

"¿Dónde está papá?"

El agarre de Delia sobre el mango de la sartén, se tenso repentinamente, pudo ver la electricidad crispar en las mejillas del pequeño pokemon ante la mención del hombre. "El está…, él…, hizo un viaje?

"¿Un viaje?"

"Así es"

"¿Y regresara pronto?"

Delia aspiro profundamente para contener las lágrimas ¿Cómo decirle a un niño de 5 años que su padre lo había llamado monstruo por lo que ocurrió ese día? ¿Ella también estaba y sigue estando asustada pero Ash siempre seria su pequeño, sin importar lo que pudiera hacer, le dedico a su hijo la mejor sonrisa que pudo sirviendo el desayuno. "No creo, amor. Esta en un viaje pokemon y eso toma tiempo. Pero regresara cuando logre convertirse en un maestro pokemon"

"¿Un maestro pokemon?" Delia asintió sentándose frente a su hijo. La sonrisa de Ash se ilumino mirando por la ventana de la cocina. "Algún día, seré como el" Aseguro con vos alegre, los rostros de Delia y Pichu cambiaron drásticamente pero por fortuna, el niño estaba demasiado ocupado en su plato como para notarlo.

Yo espero que no, Ash

Fue el pensamiento de Delia mientras miraba por la misma ventana.


Samuel se froto el entrecejo para intentar evitar un dolor de cabeza que se avecinaba, hace casi ya un año que Delia y Ash se habían mudado, ahora vivían a las afueras de pueblo paleta. Le preocupaba la actitud de la mujer, desde la desaparición de aquel que aseguraba, nunca dejaría a su familia. Delia se había aislado, más bien, aislado a su hijo. Ya no permitía que este asistiera a la escuela, las clases de las daba ella misma. No permitía que jugara con otros niños, con ninguno, ni siquiera Gary podía acercarse. Cada tanto daba una vuelta por la nueva vivienda, igual a la primera, rodeada de un hermoso jardín en el que podía ver a Ash jugar con aquel pichu para después, desaparecer de su vista repentinamente.

Ahora se encontraba en la misma posición que hace un año, con la puerta cerrada frente a él y las voces de Delia y Ash en el interior de la casa.

"¿Qué ocurre, Delia?" Samuel suspiro, dejando esa pregunta al viento antes de alejarse de la casa.


Delia suspiro afirmando el agarre en la mano de Ash, con ya 7 años, se hacía cada vez mas difícil mantenerlo alejado de problemas. Intento pasar un nudo que se había formado en la garganta al ver la residencia del famoso profesor pokemon en la distancia.

"Oye Pichu" Susurro Ash a su amigo que ahora descansaba sobre su cabeza. "Hace tiempo que ya no vemos al profesor Oak ¿No?"

"Pi" Asintió perezosamente el pokemon ratón.

"Me pregunto ¿Cómo estará Gary?"

Los nervios se hicieron más evidentes en delia con cada paso, su corazón latía locamente. Podía confiar en Samuel, estaba segura de ello, después de todo, él podría encontrar una cura pero ¿Y si la información lograba escapar de su laboratorio? No quería que su hijo terminara encerrado de por vida, esa era una de las principales razones por la que se había mudado, para mantener las miradas curiosas lejos. Aun recordaba aquella vez en la que casi fue descubierta por…

"¿Mamá? Mamá…" Ash repitió unas ves mas, ya se encontraban frente a la casa del profesor y Delia aparentemente, había escapado de la realidad pero la vos de su hijo la regreso rápidamente. Extendió su mano hacia el timbre dudándolo seriamente, pero antes de emprender la retirada, Ash ya había presionado dicho timbre varias veces. Delia maldijo internamente, aunque en parte también estaba agradecida.

Un hombre en bata blanca pronto apareció a la vista, claramente sorprendido por la visita. "¡Profesor! ¡Hola!" Ash saludo alegremente, como siempre, ajeno ante la preocupación de su madre. Cuando el científico abrió el portón de la entrada, tenía una sonrisa en los labios. "Mira cuanto has crecido Ash"

"Samuel, tenemos algo de qué hablar"

El repentino tono serio en la voz de Delia, causo que la sonrisa desapareciera. Cambio su mirada en Ash quien seguía señalando algunos lugares al pichu en su cabeza. "¿Ash?" Llamo una vez, ganando la atención del niño. "Si quieres, tu y pichu pueden ir al patio trasero y ver si pueden encontrar a algunos de los pokemon que acaban de enviarme unos entrenadores"

"¿Si?" Cuestiono el niño con una mirada esperanzada, al igual que el pichu, cuando Samuel asintió, se vio forzado a apartarse rápidamente para evitar que el niño lo tirara al piso. Una vez que Ash desapareció de la vista de los adultos, Samuel cambio su mirada en Delia.

"Pasa, un poco de té te ayudara con esos nervios"

Delia miro sus manos temblorosas antes de asentir, siguiendo al mismo al interior del complejo.

"Aquí tienes" Samuel entrego una taza a Delia antes de tomar la suya propia, aspirando el aroma de las hiervas antes de sentarse en un sofá individual frente a la joven madre.

"Gracias" Delia tomo un sorbo de su té antes de cambiar su mirada en el científico. "Esto…, Sam, tienes que prometerme, que diga lo que te diga, no se lo dirás a nadie, jamás"

Samuel frunció levemente una ceja ante el pedido de su antigua estudiante, le dedico una sonrisa tranquilizadora antes de asentir. "Delia, sabes que puedes confiar en mí. Yo…"

"Lo sé y por eso…, estoy aquí para…, para que me ayudes a encontrar una cura…"

Oak parpadeo varias veces, antes de que su expresión cambiara a una de total confusión. "¿Cura?" Repitió para estar seguro de haber oído bien, Delia asintió sujetando su tasa con más fuerza. "¿Cura para qué?"

"Recuerda tu promesa, Samuel" Repitió Delia antes de ponerse en pie, acercándose a una ventana, pudo ver a Ash en la distancia acariciando un pequeño eevee mientras parecían platicar alegremente. "¡Ash! ¿Puedes venir un momento?"

"¿Ash está enfermo? ¿Qué tiene?"

"Se paciente, Sam"

Unos minutos más tarde, Ash se deslizo en el interior del laboratorio deteniéndose frente a su madre con una gran sonrisa. "¡Mamá! ¡Tengo nuevos amigos y algunos de ellos vienen de Johto! ¿Puedes creerlo?"

Dalia asintió con una sonrisa antes de arrodillarse frente a Ash dejando su taza de té sobre una mesita. "Me alegro, cariño. Ahora, podrías mostrarle aquí al profesor, lo que puedes hacer"

Ash inclino la cabeza, Pichu no tardo en llegar jadeando debido al cansancio. "Pero dijiste…"

"Se lo que dije, Ash pero ahora es diferente, puedes mostrárselo al profesor pero solo a él"

Samuel se puso en pie completamente perdido en la conversación de madre e hijo. "¿Qué esta…?" Antes de que pudiera terminar su pregunta, escucho a Ash gritar un enérgico ¡Bien! Lo siguiente que vio, fue el cuerpo del niño cubrirse con un remolino azul/blanco que fue deformándose y disminuyendo hasta desaparecer dejando el cuerpo de un pequeño eevee en su lugar mientras la capa de luz desaparecía completamente.

"¡Eevee!" Ash canto alegremente mirando su nueva forma con una gran sonrisa. "Pichu, Pichu-pi" Grito el pequeño ratón saltando sobre la cabeza de su amigo, Delia, Ash y Pichu, solo oyeron el sonido de la porcelana haciéndose añicos contra el piso y un golpe seco. Al girar la cabeza, el trío vio al gran profesor pokemon, tendido en el suelo, inconsciente.

"¿Vee?"

"Pichu…"

Delia suspiro acercándose al pobre hombre, interiormente, rogando por qué no se haya matado con semejante golpe. "¿Sam? Despierta ¿Samuel?" Dejo escapar un suspiro de frustración antes de que su mirada cayera sobre la puerta del laboratorio, sonrió dirigiéndose hacia el mismo, años de haber sido su estudiante le permitieron moverse por el lugar sin problemas. En poco tiempo, nuevos entrenadores iniciarían su viaje por lo tanto, su antiguo mentor de seguro ya preparo a los iniciales, sin necesidad de comprobar el contenido, tomo una de las pokeballs regresando en la sala.

Arrojo la misma en el aire, al abrirse un remolino de luz tomo la forma de una pequeña tortuga bípeda llamando la atención de eevee y Pichu que no habían detenido sus juegos. "¿Squi?" Cuestiono la pequeña tortuga mirando su entorno.

"Hola, Squirtle. Necesito que me ayudes en algo ¿Puedes?" Cuestiono Delia a lo que el pequeño Squirtle asintió enérgicamente. "Estupendo, podrías…" Señalando al hombre inconsciente. "Despertarlo?

"Squi squirtle" Aseguro la tortuga pokemon antes de lanzar una lluvia de burbujas sobre Oak. Quien de inmediato logro sentarse tosiendo y mirando aturdido su entorno.

"¿Pero qué…?" ¿Delia?"

"Sam ¿estás bien?"

"Tuve un sueño tan extraño, tú estabas…" La mirada de Samuel cayó sobre el pichu y eevee quienes se acercaron con un par de saltos. El profesor dejo escapar una carcajada histérica intentando articular algunas palabras. "No fue…, él si…, jeje…"

Delia había perdido la poca paciencia que le quedaba al ver al hombre desmayado nuevamente ¿Quién dijo que ella la había tenido fácil la primera vez que paso? ¿Al menos no se había desmayado…, bueno, tal vez un poco? por lo tanto, tomo su taza de té, dejando caer el contenido aun caliente sobre el pobre hombre.

"¿Cómo puede ser esto posible?" Cuestiono el científico al ver a un pichu, eevee y squirtle perseguirse mutuamente, su bata había sido reemplazado por una nueva al igual que su ropa, ya que se vio forzado a darse un baño cuando el té "cayo" sobre él.

"No lo sé, Sam…"

"Por esto los abandono ¿Cierto?"

Delia cambio su mirada en Samuel antes de asentir en silencio. "Pero eso ya no importa"

"Imagina todas las repercusiones de este suceso, mis colegas estarán tan emocionados, algo así…"

"¡Sam! Lo prometiste"

"Oh, es verdad, disculpa. Me emocione"

"¿Puedes ayudar a mi hijo?"

Samuel cambio su mirada en Delia, viendo su expresión afligida y el brillo de la esperanza en sus ojos. "Haré todo lo que pueda, Delia. Tienes mi palabra"

La joven madre no pudo hacer nada más que dedicarle una sonrisa a su mentor, todas sus esperanzas ahora caían sobre los hombros de Samuel Oak.


Un suspiro cansado mientras veía a un pequeño vulpix de pelaje algo erizado perseguir a un pequeño pichu por su casa era todo lo que podía hacer, tal parece que en lugar de ayudar con el problema de su hijo. En estos últimos años Samuel se ha esforzado por ampliar el repertorio de transformaciones de su hijo, pasando de un pichu, pidgey, rattata y eevee a quien sabe cuántos, porque ya había perdido la cuenta, después del ponyta.

"¡Ash! ¿Qué te he dicho de las transformaciones en casa?" Suspiró nuevamente al ver que el vulpix la ignoro olímpicamente, siguiendo al alegre pichu escaleras arriba. Se mordió el labio inferior, mañana era el cumpleaños 10 de su hijo ¿Cómo le diría que no podría hacer ese viaje? No podía permitir que alguien lo descubriera, en especial cuando Samuel le informo que las transformaciones, escapan de su control cuando las emociones están de por medio. Cambio su mirada en un reloj que descansaba sobre la mesa de la cocina. "¡Ash! ¡Ya es hora de dormir! ¡Lávate los dientes y a la cama!"

Apagando la luz de la cocina mientras se secaba las manos, se dispuso a subir y arropar a Ash, cuando unos fuertes golpes en la puerta llamaron su atención. Antes de que siquiera pudiera acercarse, las ventanas estallaron debido a que varios cuerpos se estrellaron en las mismas, Delia dejo escapar un grito ahogado viendo a varios hombres vestidos de negro, con gafas de visión nocturna.

"¡¿Qué diablos creen que hacen?!"

"¡Pichu-pi!"

El grito de pichu alerto a Delia, cambio su mirada en las escaleras, un hombre, mucho más alto y fornido que los demás, tenía el brazo, rodeando el cuello de Ash. "¡Mamá!"

"¡Ash!"

"Objetivo asegurado, eliminen al testigo"

Delia intento correr hacia el hombre pero un soldado bloqueo su camino, tirándola al piso de una bofetada, permitiendo que ella tuviera una buena visión de la R roja que adornaba el pecho de su uniforme.

"¿Te parece gracioso?" Cuestiono el soldado al ver la sonrisa de Delia. "Puedo asegurarte que tu querido niño no tendrá una experiencia bonita si nuestro jefe esta tan interesado en el"

La expresión de Delia cambio a una de sombría casi al instante, para deleite del agente que preparo su arma para disparar, pero no se espero el siguiente movimiento de la mujer. El hombre arrastro a Ash mientras este forcejeaba contra el agarre del mismo, claro, que no podía hacer nada al respecto. Un pequeño pichu apareció en su campo de visión, acertando un potente cola de hierro contra la cabeza del mismo. Este cayó al piso con un estruendo dejando ir al niño.

"Buen trabajo, Pichu"

"¡Pichu!"

Los demás agentes, vieron con horror como la mujer arrojaba una pokeball al aire liberando a un lagarto de color naranja, con apariencia de dragón en medio de la sala, la masiva cola barrio con todo a su alcance mientras un rugido poderoso lleno el aire.

"¡Charizard! Pantalla de humo!"

Una densa nube negra cubrió todo el lugar, los agentes dispararon al azar antes de que la vos de su superior los detuviera. "¡Idiotas! ¡Pueden lastimar al objetivo!"

Los disparos cesaron y no tardaron en oírse un par de explosiones de energía, revelando a unos crobats que despejaron la nube de humo solo para revelar que tanto el gigantesco pokemon como los humanos ya no estaban.

"¡No se queden ahí parados como idiotas! "No pudieron ir muy lejos!"


Samuel dio un salto cayendo de su cama, cuando un rugido poderoso lleno el aire, corrió a la ventana viendo un charizard y a Delia junto con Ash bajar del mismo. No tardo en ponerse una bata y correr escaleras abajo.

"Mamá ¿estas bien?"

Dalia asintió con una sonrisa apagada abrazando a su hijo con fuerza, Pichu pudo dar un salto de último momento para evitar ser aplastado en el abrazo.

"¿Delia? ¿Ash? ¿Qué hacen aquí?"

"Nos atacaron, intentaron llevarse a Ash"

Samuel enmudeció al instante antes de indicarles a todos que entraran, Delia agradeció a su antigua compañera antes de regresarla a su pokeball.

Ash se encobraba sentado en el sofá abrazando a Pichu, aun un poco asustado por lo que había pasado mientras Delia daba vueltas por la sala, al borde de un colapso nervioso. Samuel bajo rápidamente las escaleras con ropa informal y unas maletas.

"Si en verdad es el quipo rocket…"

"Vi los uniformes, Samuel"

"En ese caso, no estarán seguros en cualquier parte de Kanto" Una sonrisa apagada aprecio en el rostro de Samuel. "Siguiente parada, Teselia"


Hi people! Sé que no tengo justificación por haberme tardado tanto, pero, eran vacaciones! No pude rechazarlas! Y NO hay manera de que me acerque a una computadora teniendo toda una playa para mí! :D Pero no se preocupen, actualizaré mi otro fic entre mañana y el martes si puedo.

En cuanto a este fic. Es el reto hecho por mi querido amigo (al que pateare apenas lo vea) Rafael alias Ray y para responder a la pregunta de BlackAuraWolf

Estas son las reglas que me dio:

Ash debía poder convertirse en pokemon pero él NO es un pokemon.

Tiene que iniciar su viaje en Teselia

Su pokemon inicial tendría que ser pikachu pero el profesor Oak no podía dárselo

Su padre seria Giovanni (pero yo no lo deje claro en el fic ya que quiero que ustedes decidan eso, es decir, digan si o no en caso de que dejen comentarios) y por ultimo

Me dijo que sería AshxMay (pero después de varias horas de discusión yo gane y queda Misty :D)

También queda el hecho de los ataques: por ejemplo. Ray insiste en que si se convierte en un pokemon, tenga que tener sus habilidades, es decir: en caso de ser un charmander, obviamente, poder usar ataques tipo fuego, etc. Y no insisto en que no. Eso también deciden ustedes.

Dicho todo esto, me despido! Y una vez más pido disculpas y no se preocupen por el otro fic que para el martes o lunes ya la tendré lista