Disclaimer: Ranma ½ pertenece a Rumiko Takahashi-sama
Tokyo Series 1984.
Capítulo 1: Tokyo Summer/Your song.
La joven de cabello azul se desperezó al despertar de su siesta. El calor en la habitación era sofocante, así que se levantó de la cama y abrió la ventana, llenando el lugar con una luminosidad repentina que la hizo entrecerrar los ojos, ¿pero qué hora era? Un rápido vistazo al reloj le confirmó que era de tarde. Suspiró y se asomó a la ventana, ¿quién lo diría? Nerima parecía experimentar un milagroso fenómeno: una tarde tranquila.
Shampoo sabía que no eran sus amigos los únicos que contribuían a la locura propagada por todo el distrito de Nerima, pero hacían un gran aporte. Vio unos papeles sobre el escritorio que no recordaba haber dejado allí, por lo que se aproximó a examinarlos.
Uno era una nota en mandarín con la impecable letra de su prometido que decía: «Te veías tan linda que no quise despertarte, volveré pronto. Te amo», y ese simple gesto la hizo sonreír. Lo demás era correo, una postal enviada por Ranko desde Okinawa donde Ranma tenía una competencia y la otra era una carta enviada por Ukyo, que estaba de viaje por Japón con Ryoga. La cocinera le había prometido que, en cuanto ella y su novio pararan, le mandaría cartas. Ya era la segunda que recibía. Si era sincera, no había esperado que llegara ninguna, no por falta de cariño de su amiga, sino porque le parecía más probable que, gracias a su distraído novio, terminara durante días en el medio de la nada sin contacto alguno con la civilización.
Suspiró cuando terminó de leer la no muy informativa carta y apartó el sobre.
Bajó las escaleras, ¿por qué tenía que hacer tanto calor? Su padre estaba en la cocina bebiendo una cerveza y mirando la televisión. Su suegra, por su parte, bebía té y leía un libro junto a la ventana abierta. Ninguno de los dos sabía dónde estaba Mousse.
Resignada, volvió a subir a su habitación. Sacó una caja de zapatos llena de cassetes y tomó uno al azar, para luego ponerlo en el reproductor de música. La suave melodía comenzó a sonar mientras ella se sentaba sobre el alfeizar de la ventana. Realmente comenzaba a entender a Ukyo cuando decía que las vacaciones de verano eran una bendición, pese a que seguía trabajando.
Ese año fue duro, empezar de nuevo en la escuela le costó bastante, pero todos sus amigos se mostraron dispuestos a ayudar. Ranko y Ranma hasta trabajaron un par de turnos en el Neko-Hanten. Eventualmente se pudo ir acostumbrando al nuevo ritmo y, cuando quiso saberlo, ya eran vacaciones y ahora se sentía más preparada para enfrentar lo que quedaba del año al acabar los días libres. Una cosa era segura, en cuanto consiguiese el título, iba a ser muy, muy feliz de verse libre de la carga horaria extra que suponía el colegio.
—Brumoso… como un verano en Tokyo, cuelgo de tus palabras, de tus mantas y cubiertas —canturreó entretenida con los ojos cerrados, pronto se sintió observada, pero sonrió, para luego hablarle a su acompañante en mandarín—. Espiar no es algo muy amable, ¿sabes?
—No puedo estar espiando si estoy a plena vista, ¿no? —comentó él en japonés.
—Ajá —comentó sin mucho compromiso antes de seguir cantando con los ojos cerrados—. Veo el sentir del momento en tus mejillas, escucho tu falta de intimidación al hablar…
Mousse se bajó del alfeizar y la tomó de las manos, para llevarla con él hasta el centro de la habitación.
—Monte Fuji cubierto de nieve está, se recuesta contra el cielo, alinea nuestros sueños, todo lo que hemos querido y lo que pudimos llegar a ser aún vivo está…—cantó para ella mientras la hacía bailar.
Shampoo sonrió mientras abrazaba al chico y apoyaba la cabeza en su pecho. Él, sin embargo, la separó levemente de sí y sostuvo su mejilla. Cerró los ojos, recostándose contra su toque cuando sintió algo frío alrededor del cuello. Al mirar, descubrió un collar dorado con una piedra de color rojo.
—¿Y esto? —preguntó perpleja en mandarín.
—Hoy hace un año me pediste que fuese tu prometido —le recordó—. Feliz aniversario, airen.
Mousse se inclinó para besarla, pero fue interrumpido por un sonoro maullido que venía desde la ventana.
—¡Copito! —exclamó Shampoo sorprendida, tomando al gatito en brazos—. ¿Dónde meter tú? ¡Mamá muy, muy preocupada! —lo levantó para verlo mejor y soltó un jadeo—. ¡Tú todo mugriento! ¡Mal gatito!
—Habrá que bañarlo —-comentó Mousse cruzándose de brazos, escondiéndolos en la túnica.
—¿Mousse ayudar Shampoo? —preguntó ella batiendo las pestañas.
—Claro que sí —cedió el chico con una media sonrisa.
Fueron al furo, donde Mousse llenó media bañera, querían bañar al gato, no ahogarlo, con agua tibia mientras su prometida le murmuraba palabras amables al animalito para que estuviese tranquilo y no se les escapara. Al verla, el chico de lentes no pudo evitar que se le escapase una sonrisa, ella realmente había cambiado para bien. Su Shampoo era ahora más madura, cosa que era de esperarse tomando en cuenta todo por lo que habían pasado en el último año. Su compromiso, la discusión con el Consejo, el viaje a China, curarse de sus maldiciones, el inicio de las clases de ambos en la Escuela Furinkan, eran tantas cosas… ¡y casi todas pasaron en un solo verano! Si alguien le hubiese dicho un año atrás que todo eso pasaría se le hubiera reído en la cara.
Ella le sonrió mientras metía con cuidado al gatito a la bañera, que maulló a modo de queja cuando el agua lo tocó.
—No quejar —le reprochó en japonés—. Tú quedar limpio.
Mousse se arremangó la túnica y se arrodilló junto a Shampoo, quién le sonrió. Sí, los cambios estaban ahí, pero para él eran cambios bienvenidos, porque sus sentimientos por la jovencita amazona no habían cambiado en absoluto.
Cuando el gatito estuvo limpio y nuevamente corriendo por el Neko-Hanten, Mousse tomó la mano de Shampoo y la llevó hasta el piso de abajo, dónde había un pequeño depósito que no servía para mucho porque ya estaba hasta arriba de cajas y trastos. En él, se ubicaba también un piano de cola negro que prácticamente venía con el restaurante. No tenía mucho uso porque ni ella ni su bisabuela sabían tocarlo. Era un desperdicio, la verdad, estaba para juntar polvo. Se sorprendió cuando, al abrir Mousse la puerta del depósito, el piano lucía reluciente, casi nuevo.
—¿Qué? —fue todo lo que le salió decir.
—Ven, Shampoo, siéntate aquí —le indicó, tomándola de la mano y sentándola en el cómodo taburete frente al piano. Aún sin saber qué haría el chico, lo vio sentarse junto a ella y sus manos recorrieron brevemente las teclas.
Claro, había olvidado que Mousse, al igual que ella, había sido entrenado en lo que su tribu conocía como "artes finas", eso era esperable de cualquier descendiente directo de una matriarca. Mousse había aprendido música e idiomas, razón por la cual hablaba japonés mejor que ella, sin mencionar que debía ser, después de su bisabuela, la persona con más libros leídos que Shampoo conociese.
Fang-Yi y Tzao se acercaron a ver qué era todo ese alboroto, se miraron, enternecidos ante la escena. Cologne despertó de su siesta al escuchar el ruido del piano y bajó a ver quién era el insolente. Su yerno y su "consuegra" le indicaron que hiciera silencio, por lo que, por esta vez, les hizo caso y se limitó a observar.
—Practiqué mucho esta canción para ti, Shampoo —le explicó mientras el recorrido aleatorio de las teclas se volvía una dulce melodía.
—Entonces quiero oírla, Mo-Tzu —animó ella en mandarín.
Mousse tomó aire y comenzó a cantar.
—Es un poco divertido, este sentimiento interior. No soy de los que lo pueden fácilmente ocultar. No tengo mucho dinero, pero, chico, si lo tuviera, compraría una gran casa dónde ambos viviéramos… —evaluó la reacción de Shampoo, que sonreía para darle ánimos—. Si fuera escultor, pero, de nuevo, no. O un hombre que hace pociones en circos andantes, sé que no es mucho… pero es lo mejor que puedo hacer…
Shampoo jadeó al ver a su prometido sacar de una de sus mangas una de las más bonitas rosas rojas que había visto en la vida, la tomó con cuidado, como si esta fuera de cristal y se fuese a romper.
—Mousse… —murmuró.
—Mi regalo es mi canción y es para ti…—siguió cantando—. Y puedes decirles a todos que esta es tu canción, es algo simple, pero ahora que ya está hecha… espero que no te importe, espero que no te importe, que ponga en palabras… lo bella que es la vida mientras estás en el mundo…
Detrás de ellos, Fang-Yi, enternecida, se llevó las manos al pecho, Tzao se limpiaba una discreta lágrima y Cologne miraba escéptica, que hubiera aceptado a Mousse no quería decir que le agradara, sólo lo soportaba porque hacía a Shampoo feliz y, en ese año, la había ayudado mucho a crecer como persona.
—Me senté en el techo y pateé el musgo, algunos de los versos se me entrecruzaron, pero el sol fue bastante amable mientras escribía esta canción. Es para la gente como tú… que lo mantiene encendido. Perdona que lo olvide, pero estas cosas me pasan, verás, he olvidado si eran escarlata o carmín. De todos modos, lo que realmente quiero decir… los tuyos son los más dulces ojos que he visto jamás…
Una lágrima se deslizó por la mejilla de Shampoo, ¿cómo podía haber tratado tan mal a Mousse por tanto tiempo? ¿Tanto la había influido la opinión de su bisabuela? ¿Tan ofuscada estaba en traerle honor al clan que no vio lo que tenía delante? Ignorando las miradas de todos, porque sí, los había visto por el rabillo del ojo, se acomodó con la cabeza sobre su hombro. Los labios del muchacho de lentes le rozaron el pelo cuando siguió cantando.
—Y le puedes decir a todos que es tu canción, es algo simple, pero ahora que está hecha… espero que no te importe, espero que no te importe, que ponga en palabras… lo bella que es la vida mientras estás en el mundo… —finalizó la canción—. Wo ai ni, Xian-pú.
Le dejó un beso en la sien, haciéndola sonreír.
—Wo ai ni, Mo-Tzu.
He aquí una corta secuela de "Verano de 1983", obviamente faltan un par de capítulos aún. La idea, tal y como dice el summary, es tener un vistazo de cómo sigue la vida en Nerima, o para los habitantes de Nerima, mejor dicho, después de todo lo acontecido el verano anterior.
TRIVIA:
—La canción de este capítulo es "Tokyo Summer" de la banda The Mounties del año 2014, así que es imposible que Shampoo tenga un cassette con esa canción en 1984, es decir, 30 años antes, pero me tomé una pequeña libertad con eso.
—La canción que canta Mousse es "Your song" de Elton John.
—El hecho de que Mousse sepa tocar música, es canónico en el manga. Aunque el instrumento que se supone que Mousse toca es el erhu, un instrumento de cuerda chino que se conoce como «Violín chino» y/o «Violín chino de dos cuerdas».
Respuesta reviews:
Me gustaría usar este espacio para responder los reviews que recibió el último capítulo de "Verano de 1983".
Lily Tendo89: Tal y cómo dijiste, es muy difícil ver al grupo sin Ranko, así que me inventé esta idea, que venía surgiendo desde el principio :). Para verlos a ellos tres vas a tener que esperar un poquito más, pero pronto aparecerán en esta mini-saga también, ¡muchas gracias!
Saritanimelove: Pues parece que sí tiene continuación, pequeña pero continuación al fin :). ¡Muchas gracias!
Haruri Saotome: Aww, gracias, a mí encantaron todos tus reviews, divina :').
Andy-Saotome-Tendo: Para volver a ver a Ranko hay que esperar un poquito más, ¡pero me alegra mucho que te hayan gustado las parejas y hayas disfrutado de la historia! ¡Muchas gracias!
Dee-Dee Zednem
12/01/18
09:41 p.m.
