¡HA-! ¡No puedo dejar de escribir! ¡LA INSPIRACIÓN ME ATACA-! *Pum*

Paring: Fiolee. Es un Oneshot y puede haber malas palabras. Nada "+18" ni "M". Inspirado en un episodio extra de Hetalia, no me pertenece dicho anime

No but srly es hella triste la historia

Hora de aventura no me pertenece, le pertenece a sus respectivos autores.

.

La mañana estaba gris, pues se sentía la depresión en el aire.

25 de diciembre, 1939, en La Guerra fría entre Finlandia y Rusia.

Un joven soldado finlandés esperaba un auto que lo transportaría a su posible muerte tras luchar por su país.

Una joven mujer a su lado, con los ojos cristalinos por aguantar lágrimas, le tomaba de la mano, temblando.

La nieve parecía tan cruda y triste, eso no la ayudaba a mejorar su estado de ánimo.

-Oye, Marsh…-le llamó la rubia, mirando al frente-Este lugar me trae recuerdos… Como aquella vez, te caíste del columpio y te mojaste en un gran charco, ¿Recuerdas?-se rió un poco al recordar el vergonzoso momento de su mejor amigo.

El pelinegro frunció el ceño-¡No tienes por qué recordar eso!-se sonrojó de la vergüenza.

La rubia, de nombre Fionna, suspiró con una triste sonrisa-Realmente te extrañaré-

-Y yo a ti…-

El silencio dolía e incomodaba, podían ser los últimos minutos que pasarían juntos y se mantenían callados.

El silencio fue roto por un sollozo de parte de la rubia, su amigo la miró con preocupación.

-No llores, Fi. Volveré-mintió, no lo sabía. Esperaba que así fuera, pero la posibilidad era corta.

-Estoy bien…-se secó las lágrimas con su dedo índice, y le sonrió, este le intentó sonreír, pero su tristeza no lo dejó por mucho tiempo.

Fionna anhelaba que ese auto jamás viniera, y que la guerra se acabara de una vez.

-También recuerdo…-empezó ella-Esa vez… Cuando juramos ser amigos por siempre… Fue uno de los mejores días de mi vida…-

Marshall la miró sorprendido, luego bajó la mirada, dolido. Realmente extrañará a esa rubia. Suspiró con pesadez-No tienes por qué recordar eso…-

Fionna le apretó más la mano, para no separarse de él.

Se escuchaban los sonidos de neumáticos contra la fría y nevada calle a lo lejos.

Fionna empezó a sollozar otra vez, se secó las lágrimas de nuevo rápidamente. Marshall apretó más su mano.

Fionna lo miró, y le sonrió-Estoy bien, Marshy-su voz cada vez se quebraba menos.

El finés presionó su mandíbula, no quería llorar. Dejó de tomarla de la mano para, en un rápido movimiento, posar una mano en toda la mejilla de Fionna y con otro brazo abrazarla por la espalda. La besó hasta que llegara el auto. Fionna se sonrojó y le correspondió rápidamente, abrazándolo.

Al separarse, los ojos de la rubia empezaron a nublarse, venían más lágrimas.

Marshall le secó las lágrimas.

"Volveré, te lo prometo"-Le dijo.

La rubia solo soltó un pequeño quejido y lo volvió a besar.

Tuvieron que separarse, pues el auto ya estaba ahí.

Se abrazaron una vez más, como si no hubiera ninguna Guerra de invierno.

Al separarse no hubo que decir que se querían mucho más de lo que una amistad aguantaría. Se amaban. Le dolía verlo separarse de ella, pero aún más verlo entrar en el auto.

Se despidieron por última vez agitando sus manos.

Al irse el finlandés, Fionna empezó a llorar cada vez más fuerte.

Quería que su promesa se cumpliera. Él regresaría.

Y tal vez…

Solo tal vez…

Realmente se cumpliría.

Y vivirían en armonía, sin volver a separarse.

F I N.