Derechos reservados a los personajes de Naruto, la obra del japonés Masashi Kishimoto.
La banda Akatsuki
Hinata fue una simple conductora hasta ese día, cuando el grupo musical Akatsuki decidió transportarse en su bus.
—¡KAKUZU, TACAÑO DE MIERDA! ¡¿Por qué un maldito bus de pobres?!
Quien había hablado se le conocía como "boca sucia". Era su nombre artístico. No era un nombre halagador ni resaltaba una complejidad en las letras de las canciones. Hidan era su nombre real y se reconocía por usar un lenguaje grosero de alta calidad.
—Cállate, Hidan.
Kakuzu, un hombre tranquilo y tacaño, no tenía ningún nombre artístico. Tocaba la batería. Le metía corazón a la cosa.
Otro hombre, ésta vez un joven rubio, refunfuñó.
—Maldita mierda poco artística.
Su nombre era Deidara. Puede parecerlo de vez en cuando, pero él no era mujer.
Otro hombre, lleno de piercings, habló.
—No más. Manténganse en silencio.
Él daba miedo y para colmo se creía un dios. Pain era su nombre artístico. ¿Sabían que su nombre significaba dolor? Qué creepy.
En cuanto a su rol. Bueno, era un tipo de manager y cantante ocasional, sólo que nadie le hacía caso. Sin embargo, un joven de cabello de ensueño cumplía su orden a la perfección, no por respeto sino por su aura misteriosa natural. Era el cantante Itachi Uchiha. Hubo un rumor muy poderoso sobre que mató a toda su familia en una noche, pero sonaba muy idiota para creerlo. Por otro lado, la mayoría de mujeres amaban su sensual silencio. "Todos son unos pendejos". Sus pensamientos diarios.
Kisame no dejaba de hablarle, aunque él jamás le prestara atención. "¿Cómo Itachi mantendrá el cabello así de bien? ¿Usará aceite de oliva?". Sus pensamientos diarios.
—¡Deidara-senpai!—exclamó un joven con máscara. Su pasatiempo era molestar a Deidara.
"Noooo", pensó Deidara, horrorizado.
—¿Cómo está mi hermoso senpai?
—Cállate, Tobi.
—Déjame darte amor, senpai.
"Que tipo tan gay", pensó Deidara, asqueado. —Púdrete.
—Senpai, ¡tengo hambre!
—No me interesa.
—Senpai...
—¡NO!
Deidara lo golpeó con el puño desnudo con tanta fuerza que el otro artista cayó de bruces hacia atrás. Pero como Tobi es inmortal o lo parecía, alegremente se le echó encima otra vez.
—¡JAJAJAJAJA! ¡MIREN A LOS MARICAS!—dijo Hidan con estruendosas carcajadas.
—¡AGGGGGHHHH, HIJO DE PUTA!
Hinata temblaba ante la vista del último Akatsuki, Sasori.
—Cuando mueras, mujer, serás una marioneta de mi colección.
"¿Qué carajos le pasa?". Hinata no pensaba con groserías, pero eran un resumen breve de lo que pensaba de la propuesta.
—Danna, ¿puedo unirme? Tobi no deja de molestar y...
—No.
—... Estoy súper aburrido... Un momento, ¿no? —Deidara frunció el ceño, ofendido.
—Es una conversación de arte eterno...—dijo Sasori, y añadió, burlón—. Artista de cuarta.
Deidara abrió a boca, pasmado. Enrojeció de ira.
—¡EL ARTE ES EFÍMERO, ESTÚPIDO!
—No sabes nada de arte, Deidara. Sólo eres un crío.
—Apuesto que ella no opina lo mismo. ¿No es así, Himante?
—E...es Hi...inata—balbuceó Hinata avergonzada.
—Además, las mujeres de ahora sólo les interesa el sexo. Dime Himante, ¿quién está más bueno?
Hinata se cohibió, y enrojeció.
Sasori rodó los ojos, exasperado.
—Qué subnormal.
—¡Sólo dices eso porque estoy más bueno, hum!
—¡Tobi es un buen chico!
Ignorando a Tobi, Deidara se le tiró encima a Hinata.
—Himante, ¿verdad qué el arte es efímero?
—Eres peor que una sanguijuela, Deidara. —Sasori se enojó y lo agarró de la camisa para sacarlo de encima de la conductora sonrojada— ¡Ella sí sabe qué es el arte, no como tú!
Realmente, Hinata no había opinado nada al respecto, pero una discusión surgió a través de eso al momento que Deidara gruñó, y replicó: "¡Te digo que el arte es una explosión!"
Pain interrumpió.
—¡Para el bus, Himante! —Hinata truncó a su garganta de gritar: "¡ES HINATA!". Detuvo el transporte, ligeramente impaciente.
—Voy a orinar—anunció Pain. Todos, que estaban en lo suyo, lo ignoraron sin ton ni son. Cuando Pain se fue a bajar...
¡BAM!
Una fuerte explosión lo mató. Todos los Akatsuki y Hinata miraron la puerta asustados.
Pero luego…
—¡Jaaa, por fin murió ese pendejo! ¡Y se creía un dios! —Hidan se desmoronó por la risa— ¡Sólo hay un dios, hijos de puta! ¡Jashin-sama para presidente!
—¡Buahhh!—lloriqueó Tobi con muchos mocos— ¡Pobre Pain-senpai! ¡A Tobi le caía bien!
—Por fin...—celebró Kakuzu en silencio. Nunca había sido muy tolerante. Cuando era un niño, siempre evitaba ponerse en parejas y le decía al profesor: "¿puedo hacerme solo? Es que los odio a todos". Odiaba a Pain y odiaba que gastara su dinero en idioteces. Sólo recordar que esa mañana querían que fueran en una limusina súper cara, le estremecía. Qué artistas millonarios ni qué mierdas, la plata no crecía en los árboles.
Itachi rodó los ojos, preguntándose qué acosador ahora sería. Volvió a retraerse del mundo. Ojalá no fuera su hermano, él no conocía las razones por las que mató a su familia. Debía defender su imagen después de los vergonzosos hechos ocurridos.
Kisame le dio más atención que los demás, luego volvió a distraerse hablándole a Itachi. Sólo pensaba que Konan ya no tendría con quien tener sexo. Oh, pobre mujer. Kisame se echó a reír.
"Hierba mala no muere" pensó Sasori deseando que en serio hubiera muerto. Le aburría ese pendejo y sus piercings dramáticos. Gas.
—¡Eso...! —A Deidara se le aguaron los ojos. Un segundo después, estaba llorando a mares— ¡Fue hermoso!
Sasori lo vio con infinito desprecio.
—Eso no es arte.
—¡Fue hermoso, hum! ¡¿Quién hizo esto?! ¡Con gusto le haré un autógrafo!—dijo encantado. Luego, volteó a ver a Hinata:— ¡Y mira quién llora, Danna! ¡JA! Tu querida discípula llora de emoción.
En realidad, Hinata estaba tan conmocionada por la muerte que lloraba por miedo.
—Deidara, deja decir estupideces. Seguro está llorando porque está repugnada.
—¡Cállate!—dijo Deidara con el ceño fruncido.
Una voz resonó por todos los rincones del gran bus.
—TEMAN, AKATSUKIS.
Itachi levantó una ceja elegante y hermosa. "¿Otro raro acosador?"
—Debimos irnos en limusina—se quejó Kisame, con los ojos oscurecidos. Sólo quería llegar a su destino y echarse a dormir, no participar en estupideces de tipos anónimos.
—¿Eres un fan, hum?—preguntó Deidara abstraído en las caricias de Hinata. Le había pedido que jugara con su cabello porque le parecía deliciosa la sensación—. Si quieres te doy un autógrafo, fue hermoso el espectáculo.
—Fue tremenda porquería. —Sasori miró furibundo a Hinata. ¿Por qué obedecía las órdenes de semejante artista frustrado?—. Y tú, mujer, ¿puedes dejar de acariciarle el cabello? Seguro ese retrasado tiene piojos.
—¡Porquería serán tus horrendas marionetas, hum!—dijo Deidara con arrogancia— Y mi cabello es increíble.
Hinata pensó en silencio que era cierto. Deidara poseía un pelo increíble.
Sasori lo miró con molestia.
—Maldito crío.
—Ja, ja. Si consideramos que Danna es un viejo. —Deidara se echó a reír con fuerza.
—Te voy a…
—AKATSUKIS, LES DIGO QUE...—dijo la voz irritada.
—¡CÁLLATE!—interrumpió Sasori exasperado— Deidara, te voy a...
—¡A MI NADIE ME CALLA!—dijo la voz ofendida, con el tono más agudo.
—¿Eres amigo del subnormal de la máscara?—preguntó Hidan al comparar las voces— Si es así mataré al estúpido de tu compañero de inmediato.
—¡No, Hidan-senpai!—exclamó Tobi, ofendido— ¡Tobi es un buen chico!
—Cállate, aborto—escupió, con una sonrisa psicópata—. ¡Igual te daría de sacrificio con gusto!
—¡Hidan-senpai, eres muy malo!—. Tobi se puso a llorar.
—NO, YO NO...
—Cállate—volvió a interrumpirlo Sasori, con la voz mortífera—. Cállense todos. Deidara, como iba diciendo, te voy a...
—DEJA DE CALLARME, YO SOY EL MALO AQUÍ.
—Mi paciencia tiene un puto límite. —Sasori se abalanzó a Deidara enervado por siempre ser interrumpido por la voz de mierda y sacó unas tijeras. Hinata se apartó, sorprendida por el despliegue de los eventos.
—¡Sasori, no te atrevas a...! —Con pánico y los ojos abiertos, Deidara se removió violentamente. Ni siquiera lo había llamado como siempre.
—NOOOOO.
¡Chang!
—Miserable. —Con los ojos encharcados, Deidara miró los hilos de cabello rubio deslizarse entre sus dedos. Su cabellera blonda tenía un corte irregular hasta la nuca y parecía que al cortarlo hubiese perdido su natural brillo.
Los ojos de todos lo miraron incrédulo. Jamás habían visto a Deidara sin su cabello de diva.
Él, en su locura, se comenzó a reír a carcajadas.
—¿Deidara-kun?—dijo Hinata alzando las manos como si quisiera tocarlo para consolarlo.
El joven le arrebató las tijeras a Sasori y las destruyó con solo fuerza bruta. Los ojos de Hinata titilaron. Qué fuerza tenía. Luego, con una mano en la coronilla, Deidara se desprendió carne o pareció así; su cabello parecía haber sido pegado superficialmente. Una peluca de excelente calidad cayó. Su cabello rubio volvió a ser el mismo.
Sasori se encontraba pasmosamente callado.
—Tu plan no resultó, Danna—dijo Deidara, con una sonrisa victoriosa—. Mientras la voz de mierda hablaba, yo...
—¡HAY UNA BOMBA EN EL BUS!—explotó la voz, colérica. No le hacía gracia no ser tomada en serio. Todos se callaron, hasta Deidara, que sólo miró hacia ningún lugar con el ceño fruncido. También detestaba ser interrumpido.
—Como decía, antes que la voz de mierda me interrumpiera... —La persona tras la voz no le faltaban ganas para detonar la bomba del bus, pero de acuerdo al plan, tuvo que aguantarse.
—ESCUCHEN, BOLA DE IMBÉCILES, SI NO VAN A 80 KM POR HORA, HARÉ QUE SU JODIDO AUTO EXPLOTE, ASÍ QUE MUJER, EMPIEZA A MAN...
—¡Mira, Danna!—dijo Deidara con malicia, y de su retaguardia sacó un oso marioneta llamado Teddy.
—¡Teddy!—exclamó Sasori, angustiado.
—¡Sí, mira a tu puto muñeco ser destrozado!—dijo, y se dirigió a Hinata—. ¡Arranca, mujer!
Hinata, por cuestiones de ética, y porque era la única que escuchaba las advertencias de la voz con temor, no cumplió.
—¡Eso es, niña!—dijo Sasori con orgullo— ¡No le hagas caso a ese artista de cuarta!
—¡AGGHHH! ¡Artista de cuarta tu puto oso Teddy! —Deidara casi sentándose en Hinata e inclinándose, arrancó el motor y pisó el freno.
—¡Deidara de mierda, te lo advierto!
—Dile adiós al mundo, Teddy. —Y Deidara arrojó a la marioneta por la ventana.
—¡NO!
—Igual era un oso muy feo, hum.
—ME ALEGRA QUE HICIERAN LO QUE PEDÍ—dijo la voz alegre.
—¡¿Quién crees que te presta atención, voz de mierda?!—se quejó Hidan, viendo el camino aburrido.
Deidara le permitió recuperar el volante a Hinata, mientras peleaba con Sasori a manos limpias.
"¡Akatsuki es una banda muy extraña!" pensó ella. Una sonrisa le nacía en la boca.
Jajaja amigos, esto no termina. Intentaba hacer comedia por probar, así que me quedó un humor todo raro :p Quien se rio en alguna parte me dice haber si logre mi cometido xD Tal vez tenga dos capítulos más, no creo que uno. Uno sería muy poquito.
Bay~Bay~ ;)
