Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, son propiedad de SM, la historia es mía.

Gracias a María Santana por el beteo del capítulo

Gracias a mis niños, por dejarme escribir sobre ellos y por ayudarme con el summary. Los amo.

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Prefacio

De ella, no había tenido noticia, solo sabía que había logrado un lugar en la especialidad que siempre soñó, hematología. Gracias a que un día se encontró a su pequeña amiga quien le contó eso pero que no soltó prenda de ningún otro dato.

Y aún no podía creer que después de todo lo que pasaron, después de todo lo que lucharon para estar juntos, todo haya terminado en la manera en que lo hizo.

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Capítulo uno

Cada año miles de solicitudes llegaban a Dartmouth pero no todos aquellos solicitantes podían ser aceptados, solo grupos selectos lo eran.

La escuela de medicina de Dartmouth era una de las más solicitadas; más de la mitad de las solicitudes iban para ella pero solo cien personas entraban. Aquellos afortunados seleccionados tenían que acreditar un curso de inducción durante el verano. Y así en otoño poder iniciar las clases.

Una de las afortunadas por haber sido aceptada era Isabella Swan, hija menor del matrimonio Swan. Era una chica alta en comparación con la media, con su larga cabellera caoba y sus ojos chocolate, muy parecida a su padre. Muy alegre y algo coqueta, pero con esa meta en su vida, ser una gran doctora. Era originaria de la pequeña ciudad de Forks, un lugar lluvioso y nublado la mayor parte del año, ubicado en el estado de Washington.

Pero para poder realizar su sueño se traslado a New Hampshire, dejando atrás a sus amigos y a padres. Su hermano mayor, Emmett, estudiaba en la NYU una licenciatura en derecho. Este era su último año pero haría un máster en derecho laboral.

Su padre era el jefe de la policía en Forks y su madre era maestra. Ambos habían logrado juntar una pequeña fortuna para darles a sus hijos estudios universitarios sin la necesidad que trabajasen o pasaran carencias.

Uno de los requisitos que tenía la facultad de medicina, era aprobar un curso introductorio. Durante el curso de inducción se hizo amiga de una chica procedente de Seattle. Su nombre, Alice Brandon, quien era una pequeña bola de energía. Era bajita, no sobrepasaba el metro cincuenta y cinco de estatura, con su cabello negro rizado y su menudo cuerpo. Congeniaron casi al instante de conocerse.

Para cuando terminaron el curso, contaban con otra amiga más, Jessica. Juntas se volvieron las tres mosqueteras.

Los grupos definitivos fueron dados a conocer una semana antes del inicio de clases y con mucha suerte las tres chicas quedaron juntas. El primer semestre, era un filtro, muchos desistían de la carrera en él. Los catedráticos eran muy exigentes y los horarios muy absorbentes. El primer semestre era mortal, en otras palabras.

Adaptarse fue un poquito difícil, todos llegan muy silvestres de la preparatoria, y no saben a ciencia cierta a lo que se enfrentan. Pero la mayoría lo logra.

Bella, que era como le gustaba que la llamasen, vivía en los dormitorios del campus; Alice en un pequeño departamento no muy lejos de la facultad y Jessica por su parte era originaria de la ciudad, vivía ahí con su madre y su casa estaba muy cerca del departamento de Alice.

A pesar de que el grupo no era muy grande, no se prestaban mucha atención entre ellos. Los chicos, se juntaban todos, las chicas por su parte se habías dividido en grupos pequeños.

Alice empezó a hablar con uno de sus compañeros, Jacob Black, y empezó a convivir más con ellas. Era un tipo divertido, simpático y muy inteligente. Siempre vestía formal pero eso no evitaba que les jugara bromas a las chicas.

Los cuatro, Bella, Jacob, Alice y Jessica, se llevaban muy bien y trabajaban juntos todo el tiempo. Grandes ojeras eran las que adornaban la cara de los estudiantes. Pero aquellas valían la pena, todo por realizar sus sueños.

Bella comenzó a sentirse extraña con Jacob, cuando él le decía algo lindo no podía evitar sonrojarse, su corazón se aceleraba cuando él estaba cerca, y a veces sentía tanto nervio al hablarle que confundía sus palabras. Después de analizarlo un rato, se dio cuenta que le gustaba su amigo, un amigo que acababa de terminar con su novia de dos años y quien se veía bastante deprimido.

Prefirió guardárselo para ella, y siguió tratando de actuar normal.

Una típica mañana, mientras almorzaban y repasaban para su clase de histología, recibieron una horrible noticia:

–Alice, Bella, Jacob tuvo un accidente en su moto –Les dijo Alec, un compañero de clase

–¿Qué? –Gritaron ambas ante la desagradable noticia

–Sí, iba con Seth camino al Bema cuando vimos que había un tumulto de gente. Nos acercamos y lo vimos. La ambulancia llegó casi en seguida.

Las chicas escuchaban la mitad de lo que decía Alec, estaban demasiado preocupadas por su amigo. Bella se sentía morir, no podía estarle pasando eso a su amigo, simplemente no podía.

Tan pronto como pudieron, arribaron al hospital pero no les dieron ningún informe. Tuvieron que esperar cerca de una hora, hasta que un amigo de Jessica las ayudo a entrar a la sala de urgencias de adultos del hospital.

–No pueden estar mucho rato, y sería mejor que solo vayan dos y luego la otra.

Bella y Alice fueron primero pero se llevaron la sorpresa de que se encontraba en la unidad de choque para adultos, que era la sala a la cual llevaban a los pacientes graves. No pudieron acercarse y solo lo vieron de lejos, se veía pálido e increiblemente mal.

David, el amigo de Jessica les explicó que estaba algo aturdido, que se había fracturado una pierna y que había perdido bastante sangre pero que iba a estar bien.

Las chicas se fuero más tranquilas pero no dejaban de estar preocupadas por su amigo.

Jacob, tendría que entrar a cirugía para reparar el hueso dañado. Lamentablemente la cirugía se complicó un poco porque la fractura había dañado una de las arterias y la pérdida de sangre era muy grande. Casi lo pierden en quirófano pero pudo salir, aunque tuvo que ser trasladado a la UCI* donde permaneció una semana, después fue trasladado a piso.

Cada día, Bella, Alice y Jessica visitaban a Jacob. Para darle ánimo le contaban lo que acontecía en su salón. Él siempre trataba de recibirlas con una sonrisa pero había ocasiones en las que era casi imposible.

Fue dado de alta tres semanas después del accidente. Sus amigas organizaron una pequeña reunión de bienvenida en casa de sus padres. Aunque Bella aún no se explicaba cómo se había dejado convencer por Alice para declararle sus sentimientos esa noche.

–Vamos Bell's le tienes que decir.

–No Allie, es demasiado vergonzoso, además sabes lo anticuado que puede llegar a ser él.

–Eres una cobarde Isabella Swan. Casi lo perdies y ahora te da miedo lo que piense cuando le confieses tus sentimientos. Si yo estuviese en tu lugar se lo diría sin importarme lo que él pueda pensar.

–Yo … Alice … no sé qué hacer.

Alice abrazó a su amiga –Tienes que decirle, si lo haces y él siente lo mismo estaría genial pero si no lo haces y él siente lo mismo, te arrepentirás. Es mejor haberlo intentado y fallado que nunca haberlo intentado.

En realidad, Alice tenía razón, el accidente casi cobra su vida terrenal. Y no importaba si él no correspondía sus sentimientos. Lo haría.

Esa tarde, comieron un poco de pastel, tomaron refresco y algunos aperitivos. Todos sabían que lo único que Jacob deseaba hacer, era descansar así que no se quedaron mucho tiempo.

Alice y Jessica, fueron de las últimas en irse, Bella se ofreció amablemente a ayudar a su madre a recoger todo el desorden que había quedado. Mientras que Jacob se retiraba a su habitación ayudado por su padre, Billy.

Quince minutos después, habían terminado de organizar todo y Bella se dirigió a la habitación de Jacob para despedirse.

Tocó suavemente la puerta y se escuchó un "Adelante"

Tomó una inspiración profunda antes de entrar.

Jacob se encontraba en el centro de su cama con su laptop en el regazo, lo que fuese que estuviese viendo lo tenía frunciendo el ceño.

–No quería interrumpirte –Dijo Bella suavemente.

El sonrió y colocó su computadora de lado –No te preocupes, sabes que nunca me molestas.

Bella se acercó hasta el borde de la cama y se sentó –Solo venía para despedirme. –Y se acercó para darle el típico beso en la mejilla, a manera de despedida.

–Espero que me visites pronto.

–Claro Jake, no podría dejarte solo muriendo de aburrimiento. –Se quedaron en silencio por un momento –Jake, hay algo que quiero decirte.

Jacob le indicó con la cabeza que siguiera –Me gustas mucho –Soltó de golpe.

Jacob estaba sorprendido ante la revelación, se quedó sin palabras.

Bella malinterpretó su silencio como rechazo y agrego –Si tú no te sietes atraído por mí, no importa, solo deseaba que supieras como me siento. –Su voz lentamente se fue apagando.

Cuando se iba a levantar, llevándose con ella el poco orgullo que aún le quedaba, una mano la sostuvo del antebrazo para evitar que se levantase. Le dirigió a Jacob una mirada interrogante

–Tú me gustas mucho Bella. –Y fue arrastrada por los brazos de Jacob hasta que sus labios se juntaron en un apasionado beso.

Cuando se separaron, juntaron sus frentes en lo que recobraban el aliento.

–Bella, ¿Quieres ser mi novia?

Bella sonrió y se alejó un poco de Jacob para verlo directamente a los ojos –Sí –Y una vez más sus labios se juntaron.