Chicas y chicos: Este es solo (por así decirlo) el capítulo piloto de esta historia. Es corto, pero los capítulos siguientes son más largos. Hay mucho más para quienes estén interesados en continuar con ella; solo tienen que decirlo y subiré los siguientes. Espero que les interese y por sobre todo que les guste.

12 de agosto del 2012

No espero que crean mis palabras, tampoco aspiro conseguir seguidores o ilusionar a los niños; solo estoy aquí para contar mi historia. Mi nombre tal vez no sea importante, no significará nada para nadie que no me conozca; pero he de tener uno ¿no? es la regla: naces y te nombran casi de inmediato. Pues bien, yo no soy la excepción. El día en que nací me llamaron Magdalena, tal vez lloré mucho, no puedo asegurarlo (mi memoria del incidente no es extensa, de hecho, es nula), tal vez mi madre estaba en las nubes después de ingerir narcóticos, o mi padre fue demasiado cobarde para exigir que me llamasen de otra manera... En fin, mi nombre completo es Magdalena Ann Heron, más conocida en el bajo mundo como Lena Heron. Es broma, nadie me conoce en el bajo mundo.

Sí, quizás estás riendo en este momento ¿Magdalena Heron?, dirás con una gran sonrisa en tu rostro, ¿Quién podría llamarse así?, vale, no te burles, yo me llamo así y no puedo hacer nada para impedirlo. Claro, podría cambiarme el nombre en el registro muggle, ¿pero de qué serviría?, seré Magdalena Heron toda mi existencia.

Ahora sí pasemos a lo que vinimos. Dije que contaría mi historia, pues bien, aquí voy: ¿Quién no ha querido ir a Hogwarts y vivir toda clase de aventuras? ¿Quién, durante su onceavo cumpleaños no ha esperado con fervor que una lechuza se pose sobre su ventana entregándole la tan anhelada carta? Puedo decir que yo no lo esperaba, jamás lo esperé; toda mi infancia creí que Hogwarts era solo un colegio genial, inventado por una escritora genial. Más debo decir que me llevé una gran sorpresa la mañana del 10 de julio del 2003. Y, continué llevándome sorpresas los siete años siguientes.

A veces deseo que nada hubiese ocurrido, ser una más de los chicos que esperaron con ansias una carta de Hogwarts que no llegó, no haber conocido al causante de la mayor parte de mis desgracias; aunque ya no sé si culparlo de todas en lugar de solo algunas. No profundizaré demasiado en mis primeros años. Claro, hablaré de ellos, es importante conocer algunos detalles, pero no muchos, quizás te aburra con la monotonía de la entrada a la pubertad; así que una que otra historia bastará para que me conozcas desde siempre.

¿y bien? ¿Qué opinan?