Despedida con Charlie, Miércoles 21 de septiembre
El College Private Forks ocupaba 8,1 kilómetros cuadrados que equivale a 8 100 000 m2; era el tamaño de un pequeño pueblo. Se extendió aún más al unirse a la Push, 4.061 km ² adicionales incluidas unas hermosas playas ¡Sin costar nada para los estudiantes!; pero había habido un costo: el desalojo de generaciones que habían visto padecer a su tierra.
Los nativos quiloutes de la zona se habían unido a sus hermanos Makaans, luego que Billy Black-Jefe de los Quiloutes- les anunciara la noticia de la venta de las tierras.
Terribles tiempos, buen pago por dejar sus tierras-de eso no se podían quejar- y pérdida con sus antepasados. Billy Black se había encargado personalmente de las negociaciones.
El colegio era también conocido por tener a los jóvenes del mañana: futuros mandatarios, médicos, abogados, deportistas, estrellas de cine, periodistas polémicos, modelos, escritores y por supuesto: buenos para nada.
Todos morirían por estar en Forks, pero era exclusivo para quienes podrían pagarlo, para mujeres viudas que sus esposos se habían muerto inesperadamente. Para jóvenes con la suerte de tener por padrastro a algún deportista que quiere pasar tiempo a solas con su joven madre; para esos periodistas polémicos que no quieren que sus hijos sean humillados como ellos lo son. Pero siempre hay algún idiota que habla de más y solo serviría para eso; para deportistas con los tendones estirados que le dan todas las comodidades a sus hijos.
Para esos malagradecidos derrochadores de dinero que no le dan ni gracias a sus padres, pero piden semanalmente la mesada, piden las cosas que quieren de manera rápida. Sus papás solo son la tarjeta de crédito que necesitan.
Para Isabella Marie Swan eso era College Private Forks.
-Aquí es- Musitó Charlie Swan, el Product Manager de Red Bull en América del Norte quién para ser el máximo responsable del apogeo de este producto, era un tipo callado. Generalmente los Product Manager, eran unos tipos habladores y muy elocuentes.
Cada uno inflando el pecho por el aceptamiento del público; a Charles Swan le gustaba analizar a las personas, y no era muy bueno para demostrar sus sentimientos, podía aplicar las famosas "6 Ps del marketing mix"
Producto. Precio. Plaza. Promoción. Personas. Procesos.
Esas seis palabras le habían ayudado en su vida personal. Pero también habían destruido muchas cosas y una de ellas fue una vida cariñosa y normal para su única hija.
-Bella, sé que Renné no llamo- Susurró mirando a su hija quitándose el cinturón de seguridad- Pero estoy seguro que ella te desea lo mejor y que te quie-
-¡No lo digas, papá!- Interrumpió Bella, alzando una mano callando a Charlie quién se sintió culpable de esa reacción de Bella.
Bella no odiaba a su madre, pero lo que sentía no era exactamente amor o afecto hacía ella. Hace dos semanas que no sabía nada de esa rubia, al parecer no le interesaba que su hija mayor ingresaba por primera vez a un college.
-Cuídate mucho, papá- Se despidió Bella tomando la mano de su padre- Te quiero mucho.
-Yo igual, Bella- Respondió Charlie, con la garganta seca. Su pequeña hija se dirigía a un college que la mantendría encerrada durante meses enteros pero era lo mejor para ella.
Tendría amigos, recibiría la mejor educación del país, talleres de reforzamiento, amigas con las cuales compartir sus experiencias.
-Por cierto, ya deja de ser tan ciego ¡Sue y tú deberían salir!- Bella se río del sonrojo profundo de Charlie, él le lanzó una mirada que no veía desde los ocho años.
-Ella y yo no salimos, Bella-
-¿Quién dijo que salían? ¡Oh, Dios ya salen!- Chilló Bella, saliendo rápidamente del Jeep y dirigiéndose a la puerta del gran colegio sin dar miradas atrás.
Charlie bajo las lunas de la ventana y vigiló que Bella ingresara a la entrada.
Divisó su reloj: 4:32; Todavía tenía tiempo de llegar al aeropuerto y dirigirse a Nebraska.
Bella se encaminó a la enorme sala de recepción arrastrando la enorme maleta negra y sus dos bolsos de mano, tenía claro que había llegado con siete horas de retraso seguramente ya había pasado la presentación y esas cosas. También de los pesadas que estaban las maletas
Recepción e Información
Arrastrando sus pesadas maletas a la entrada de la sala de R&I para luego dejarlas en la puerta, se pasó las manos por el cabello y caminó hacia el escritorio más cercano
Había una rubia con el cabello suelto tras la computadora, alzó la vista y examinó la ropa de la jovencita.
Tenis azules, jeans negros, ningún tatuaje ni piercing visible y una simple playera negra con una casaca rojo labial Anne Hathaway.
Aceptable.
-Hola, soy Isabella Swan- se presentó la niña, tomando asiento al frente de ella.
Señorita Cope- Leyó Bella. En respuesta la secretaria tecleó rápidamente en la computadora, con sus uñas esmaltadas a lo francesa.
-Bienvenida, Isabella ¿Es la primera vez que ingresas a un internado?- Preguntó Cope, esperando la impresión de las hojas de información. Bella se encogió de hombros, dirigiendo una mirada rápida a la secretaria que estaba al lado de Cope.
-Es la primera vez que ingreso a un colegio- Corrigió, bajando los ojos a sus manos. La impresora ya había terminado su trabajo, y Cope ya estaba subrayando la información más importante.
Código: IS00824
Contraseña temporal: swan
Apartamento: JUN-0087
-Bien, nos enteramos que no cuentas con una cuenta en Facebook- Informó Cope, ignorando el comentario anterior, hablando con rapidez y señalándole la hoja.
Bella asintió, casi esperando lo peor.
-Bueno, College Privade Forks está afiliada a la red Facebook ya que trabajamos con la mejor tecnología y siempre un paso adelante con la innovaciones- Borboteó Cope, presumidamente. Como si todo ese éxito del colegio se debería a ella. Bella colocó una mano en su mejilla aburriéndose del tono presuntuoso de la señora.
-Bien, asumo que debo contar con una cuenta en Facebook ¿Correcto?- Interrumpió el monólogo de la secretaria, quién le echó una mirada asesina. Bella no se inmutó.
-No te preocupes, ya te lo creamos- Informó la secretaria sonriéndole nuevamente presumida de estar un paso delante de Bella.
No es que la señorita Cope odiara a Bella, pero ella no era nadie importante a ojos de ella. Solo era una muchacha promedio, ni rubia, ni pelirroja, ni con ojos azules y menos, bronceada. Solo una chica promedio con la suerte de que su padrastro, seguramente, le pague el colegio.
-Código y contraseña. Luego cambias la contraseña, querida-
Luego que Bella se retirara, se acordó que hoy tendría que colocarse ruleros para lograr el cabello de Jessica Biel.
Bella ya detestaba a esa rubia.
¿Es que todas las rubias son igual de idiotas?-Pensó Bella dirigiéndose a la puerta y agachándose para coger sus maletas. Siento un cosquilleo en su casaca.
Bella coloca nuevamente sus cosas en el mismo lugar cerca de la puerta y mete la mano en el bolsillo de su casaca y lo abre.
-Papá, hola. Sí, sí, es… lo podré manejar- Bella soltó una risotada, cuando su padre le mencionó lo de las artes marciales que había practicado- Sabes que soy mala.
Charlie le dijo que ya estaba a punto de abordar en el avión, Bella le recordó que pusiera su celular en modo Avión; él le dijo que no era un niño; Bella respondió que si volteabas 40 al revés eran cuatro cortos años. Entre chistes malos y risas, Charlie se despidió de su hija y prometieron llamarse el sábado.
-Te amo, hija- Se despidió Charlie, cortando la llamada; Bella sintió que el corazón se le encogía y parada en la puerta con la señora Cope atrás, las maletas amontonadas y un colegio enorme se sentía menos desdichada.
Su papá la amaba.
Holaa!, esta es mi primera historia y gracias a todas mis amigas que me animaron a publicarlo, gracias Gaby y Guianella las amo un montón demasiado.
Fuerza Perdedora, el título tiene razón de ser y cada personaje de esta historia está inspirada en brujas y en personas maravillosas, a todas las aprendí a qurer en cierta forma.
Graaaacias por tomarse el tiempo de leerlo, en serio. ¿Reviews? Les prometo que no será tan mala como parece.
