Our begining

Despertó por un molesto rayo de sol que se colaba por la ventana. Se removió un poco y no la sintió a su lado…digamos que eso le molestó un poco, no le gustaba despertar de tal manera, siempre le gustaba girarse y encontrar su cuerpo caliente a su lado. Tenía un tremendo dolor de cabeza, se arrepentía de haber tomado tanto la noche anterior. Se sentó en la cama y sintió que la habitación giraba, miro hacia la puerta y ahí estaba ella.

Ella le sonrió, Llevaba consigo dos tazas de café -seguro era para bajarse un poco la cruda que seguramente ambos tenían- pero eso no era lo importante, lo importante era que llevaba encima tan solo una de sus camisetas, una de "The Boss" para ser más precisos…y verle con esa camiseta simplemente lo encendía.

-Buenos días – le dijo sonriente.

-Buenos días hermosa – le contestó atrayéndola hacia él.

-¿Mucho dolor de cabeza? – le preguntó.

- ¿Tú que crees? – respondió levantando una ceja.

Ella rió y lo besó con pasión.

Eran una pareja muy joven pero muy hermosa, no hacía mucho tiempo que estaban juntos pero de verdad se querían. ¿Qué cómo se conocieron? Ah, bueno eso es una historia fácil de contar.

Él y su banda estaban en una muy conocida discoteca en el Reino Unido, ellos eran el centro de atención. Se había girado un poco y ahí fue cuando la miró por primera vez. Ella estaba con un top con su bandera, llevaba unos shorts azules y zapatos altos, Era rubia pero con las puntas decoloradas en rojo, a leguas se notaba que no era una de esas niñas mimadas sino que era alguien a quien no puedes manejar como un títere. Ella se volteó sus ojos y por primera vez sus ojos se encontraron.

Sus ojos no eran tan azules como los suyos pero eran muy hermosos. La chica le sonrió e inmediatamente siguió con su camino. Se encontró con un grupo mixto y esa noche no la perdió de su vista.

*Flash back*

-Danny, ¿Qué tanto miras en ese grupo? – le preguntó Tom. - ¿Hay alguna chica que te interese?

Danny sonrió con picardía.

-¿Tú que crees Fletcher? No estoy viendo el trasero de esos chicos – le contestó. Tom sonrió. – Estoy viendo a "esa" chica – dijo.

-¿Qué esa no es Jade John? – preguntó más para él mismo que para su pecoso amigo.

-¿Qué? – preguntó el castaño algo confundido. –algo típico de él-

-Sí, en efecto…esa es Jade John. ¿No la conoces? – su amigo negó con la cabeza. – Es cantante, según muchos críticos es "La Avril Lavigne británica" La conocí en una fiesta hace unos meses atrás, estaba a punto de empezar una pequeña gira por toda Inglaterra pero parece que ya volvió.

-Si la conoces…entonces, ¿Por qué no me la presentas? – dijo Danny.

- No, no y no. Será solo una de tus otras conquistas, la utilizaras una noche o un par de noches si te gusta como…ya sabes, o no hace sonidos raros en la cama, ella se enamorará de ti, le romperás el corazón y después ella se vengará de mí por tu culpa. – exclamó Tom con algo de drama.

-Bien, entonces sino lo haces tú, yo me presentaré solo – respondió Danny caminando hacia la rubia.

*Fin de Flashback*

Y ahí comenzó todo, y no había sido una relación de una sola noche como había jurado Tom, era una hermosa relación seria de las pocas que Danny había tenido. Su rubia le encantaba…a pesar de que tan solo eran unos jóvenes la quería mucho.

Escucharon el timbre del pequeño departamento que ambos compartían. Jade se bajó del regazo de Danny y salió directo al baño para cambiarse de ropa. Danny corrió inmediatamente a la puerta y se encontró con Tom.

-¡Amigo! – exclamó emocionado

-Jones – dijo con una sonrisa.

-Pasa- le dijo dándole un poco de lugar para entrar.

-Tom – exclamó Jade acercándose para abrazarlo.

En todo este tiempo que lo conocía se había hecho muy buenos amigos y hasta se podría decir que eran como hermanos. Se contaban absolutamente todo.

-¿Cómo estás? – le preguntó. – O mejor dicho ¿Cómo están ustedes? – dijo viéndoles acusadoramente. - ¿Cómo tomaste la noticia Danny? Debes estar muy orgulloso de tu novia, es una gran oportunidad la que se le ha presentado…lamento que no la podrás ver por un tiempo.

-¿Qué? – dijo Danny incrédulo.

-No le contaste – dijo al darse cuenta de que Danny no tenía la menor idea de lo que estaba hablando.

Ella negó con la cabeza, muy apenada y por dentro queriendo asesinar a Tom de la manera más cruel posible.

-¿Qué diablos sucede? – preguntó el pecoso con un pequeño toque de molestia en su voz.

-Creo que es momento de irme – exclamó el rubio apenado. Se dirigió hasta la puerta sin antes susurrar un quedo "lo siento" para su amiga, ella le sonrió a medias…pero sabía que ese lo siento era muy honesto por parte de Tom.

-¿Puedes explicarme como eso de que te vas? – preguntó ya Danny perdiendo la paciencia.

Jade escondió su rostro con sus manos, estaba muy nerviosa…no sabía cómo explicarle la dicha situación a su novio.

Respiró profundo, levantó la mirada y se encontró con la mirada azul grisácea de Danny.

-Hace poco – comenzó a relatar su historia mientras se sujetaba las muñecas…siempre había hecho de eso. Según su mejor amigo era seña de mostrar su enorme nerviosismo. – me reuní con unos productores de estados unido. Me dijeron que canto hermoso, están muy interesados en mi así que grabamos un par de demos y al parecer se enamoraron más de mí.

Miró a Danny. Él la miraba sin expresión alguna, simplemente sentado en el enorme sofá que cubría la sala del pequeño departamento.

-Me ofrecieron un contrato – continuó – Pero no puedo grabar las cosas acá, ellos expresaron abiertamente que me tendría ir con ellos si todo funcionaba…no consideré necesario contártelo porque no pensé que me aceptarían…pero eso no fue así.

-Obviamente te aceptaron por lo increíblemente talentosa que eres – le interrumpió Danny.

Jade sonrió.

-Hace un par de semanas me dijeron que me tengo que ir con ellos para escribir, grabar y producir todo. Y sí, Dan…firme el contrato. – dijo esto último con lágrimas en los ojos. – El viaje será por 6 meses a Los Ángeles.

Daniel Jones salió inmediatamente del departamento. Estaba muy pero muy molesto con ella. ¿Por qué no se lo había dicho? ¿Por qué siempre tenía que terminar así? Definitivamente el amor no era justo jamás con él.

Encendió su auto, y arrancó a toda velocidad. Necesitaba alejarse de todo esa mierda que rodeaba a esa chica de la cual poco a poco se había enamorado. Sí, la amaba pero jamás tuvo la valentía para decírselo. ¿Qué tal si ella no sentía lo mismo?

Tomó cualquier rumbo y al final llegó a un lugar desolado en el cual podría gritar sin que nadie le mirara como loco. Lloró, lloró como loco…como nunca antes había hecho y mucho menos por una chica.

Pasó horas y horas meditando sobre lo ocurrido, al final logró relajarse. Encendió su auto y fue valiente para regresar a su departamento.

Al regresar encontró todas las luces apagadas, tenía miedo de que ella se hubiera marchado sin antes despedirse. Pero eso no fue así, llegó hasta su habitación…y ahí estaba su rubia con la mirada perdida y llorando. Cerró la puerta tras sí y Jade notó su presencia.

-Danny…- susurró ella.

El castaño le sonrió y ella salió corriendo hacia él y le abrazó. Ambos lloraron, estaban muy dolidos.

-Lo siento…siento ser muy egoísta pero…- no continuó porque Danny la interrumpió con un candente beso.

-Te amo – le dijo después de haber terminado su beso. – Te amo demasiado.

Jade, tomó delicadamente su barbilla y lo besó tiernamente.

-¿Qué pasará con nosotros Danny? – preguntó la rubia.

-La verdad…no sé, pero por favor no pensemos en eso ahora, en su debido momento lo hablaremos. – ella asintió.

Esa noche…el pecoso le hizo el amor las veces que pudo...necesitaba sentirla cerca de él, tocarla, besarla, escucharla decir cosas sin sentido en su oído mientras la penetraba delicadamente, escucharla gemir su nombre una y otra vez. Necesitaba todo de ella.

Esas semanas, esas últimas semanas las disfrutaron a más no poder…pero cuando menos pensaron, el día llegó.

Ella estaba alistando su maleta.

-Jade – ella se giró hacia él. Daniel se quedó en silencio.

-Danny…prométeme algo ¿Si? – ella se acercó y el asintió mientras rodeaba sus brazos por la diminuta cintura de su novia. – Prometeme que siempre, siempre, siempre me vas a amar sin importar lo que pase…que me esperaras y yo seré la única señora Jones.

Danny sonrió.

-Te lo prometo – dijo cellando su trato con un beso.

El castaño hizo que ella jurará lo mismo y la hizo suya una vez más.