Chrome una joven de 13 años de edad con un defecto, un ojo rojo en su lado derecho del rostro el cual tapaba con un parche, estaba atrapada en un edificio en llamas sin nadie que pudiera ayudarla, pero, una sombra aparece abriéndose paso ante las llamas

–Chrome, querida, no deberías estar en un lugar como este podría ser peligroso –decía aquella sombra con una pequeña sonrisa -¿Y bien que haces aquí? -pero, parecía que la joven no respondería ninguna pregunta.

–Bien ¿sabes? te he investigado resulta que no se tus datos personales pero se cómo es tu historia, resulta que no eres muy bien recibida por tu ojo rojo, sin embargo, yo también, –acercándose cada vez más y más a la joven que estaba sentada en el piso confundida, al acercarse lo suficiente, aquella joven pudo observar el ojo rojo de aquella sombra.

–Créeme se lo que se siente que te traten diferente... por tener esto... así que te daré algo que me hubiera gustado tener hace tiempo, un… deseo.

–ella lo miraba con confusión a la vez que pensaba que podría pedir –tranquila pequeña relájate tan solo piensa en algo que de verdad desees, lo que más hayas anhelado, yo haré todo lo posible por intentar cumplirlo como máximo tendría 3 años de garantía tu deseo y como bono adicional si fallo te concederé otro deseo, así que mi nombre es Rokudo Mukuro puedes llamarme maestro si así lo deseas ya que te he de enseñar lo que se para sobrevivir, pero adelante lo que más anheles…

–Mukuro-sama… aquella joven interrumpió al escuchar que podía pedir lo que más había anhelado desde siempre… –deseo un amigo… -aquella joven pidió el deseo con lágrimas cubriendo todos sus ojos –todos me miran raro por tener esto...

– ¿Un amigo eh? Creo que poder hacerlo pero necesitare un tiempo para ello, mañana será el día en el que todo comience, por el momento salgamos de aquí.

Al salir de aquel edificio en llamas gracias a que Mukuro tenía alguna especie de inmunidad al miedo y a esas llamas y antes de despedirse, Mukuro dijo:

–Me tendré que ir pero para continuar tendré que confirmar tu nombre

– ¿Mi nombre? Es… Chrome… Dokuro… -decía sonrojada.

–Lindo nombre, linda chica. –Para así sonrojar aún más a Chrome –Espero verte pronto así que ve con cuidado pequeña… y así Mukuro desapareció entre una misteriosa neblina.

Para el día siguiente Chrome estaba entusiasmada por asistir a su escuela. Pero esa mañana al llegar a su escuela y sentarse donde siempre en el último asiento de la fila justo al lado de la ventana, su profesor llego diciendo que tenía un anuncio para la clase que a partir de hoy tendrían un compañero nuevo y su nombre es ¡Rokudo Mukuro! –Al escuchar eso Chrome pensó en todo lo sucedido en la noche anterior así perdió la noción del tiempo por 20 segundos para después voltear y ver a Mukuro sonriente con sus ojos cerrados de alegría a su lado –Hola –decía Mukuro totalmente despreocupado y aun con su sonrisa.

En la hora del almuerzo Chrome había salido antes que Mukuro y al encontrarla vio que estaba sentada en sola en el piso detrás de los salones donde nadie se acercaba nunca.

– ¿Bien qué tal si empezamos de nuevo? soy Rokudo Mukuro es un placer conocerte. –Chrome solo estaba ahí sin decir nada y se podía ver que contenía sus lágrimas lo más que podía, pero no era lo suficiente ya que Mukuro lo podía ver a simple vista, aunque tuviera una mirada lo más baja que podía.

–Bien, creo saber cómo mejorar nuestra confianza –así que levanta la cara de Chrome sujetando su barbilla para así que su cara quede enfrente de la suya y removiendo el parche para poderse ver frente a frente ya que a ninguno le importaba el ojo color rojo del otro. –Mira no tienes por qué ocultar tu hermoso rostro entre parches y lágrimas todo estará bien por qué no pienso hacerte daño alguno –Mukuro la tomo de su barbilla acercándola más y más y así para terminar besándose.