Nota: nananana idea que rondaba hacía tiempo en mi mente, digamos que como que es inevitable para mí es ríe cosas de embarazos o familia ñañaña. ¡Disfruten!


—Ve tu.

—No, ve tú—replico un chico de cabellera rosada mirando con el ceño fruncido a una rubia.

—Yo fui la última vez, anda tu, Natsu—le dijo la mujer con los brazos cruzados bajo sus pechos.

—Pero, Luce—rezongo el Dragneel—, yo le cambie el pañal cuando te tocaba a ti, por lo tanto ahora tú vas.

—Oh, no, no, no, Natsu—negó la rubia—, es tu hija por lo tanto debes de hacer eso como padre.

—Y tú debes de hacer esto como madre—contrataco.

—Sabes, tengo una idea—dijo la mujer haciendo que el de ojos verde jade le prestará atención en silencio—. Juguemos piedra, papel o tijera, el que pierde va a ver al bebé, ¿Entendido?

El Dragneel asintió ante la idea dada por su esposa; el reloj en su mesita de noche marcaban las dos de la mañana y los dos se encontraban despiertos gracias a su pequeña bebé Nashi, la cual se encontraba llorando desde su habitación al lado de la de ellos.

Se encontraban cansados, el cuidarla no era fácil —bueno, ningún bebé es fácil de cuidar—, Nashi con solo verla podías deducir que era la perfecta combinación de sus padres, pero en cuanto a personalidad, era la copia exacta de Natsu, aunque, algunas v ves podía llegar a ser tan tranquila como Lucy, la mayoría de las veces se comportan como su padre, de una forma explosiva, hiperactiva, juguetona, bromista, resumidamente: la copia exacta de su padre.

Y a su Madre, Lucy, le encantaba eso porque le recordaba a su esposo, persona que ama y siempre amara, pero algunas veces lo llega a odiar, como está, recordándole cuando Natsu la molestaba a medianoche solo por estupideces, puras y meras estupideces.

Oyeron nuevamente el llanto de su pequeña hija de tan solo dos años y comenzaron su juego.

—Piedra, papel o tijera—dijeron los dos al mismo tiempo, cerrado sus ojos, cuando los abrieron quedaron impresionados.

Lucy había ganado.

Natsu había perdido.

Vaya suerte de mierda, pensó el de cabello rosado.

Se levantó a paso pesado de la cama diciendo cosas intangibles, la rubia no le tomo mucha importancia, después de todo se hallaba festejando por su victoria.

El Dragneel antes de salir le dijo a su esposa:—. La próxima vas tú, si o si. ¿Me entiendes?—y se marchó a donde provenía el llanto.

Ya lo veremos, Nat.


Nota: cortito pero bonito (¿? Me encanta escribir de mis bebés siendo pareja casada o padres (o futuros padres). ¿reviews pequeños? Me alimentan ;). ¡Muchas gracias por leer!