El Secreto de Inglaterra

Summary: ¿Hasta dónde resistirá Inglaterra las tentativas de Estados Unidos con tal de esconder su secreto?


Disclaimer: Las costumbres ridículas son británicas, los personajes son de Himaruya y la histeria... (historia, quise decir historia. Ejem.) es nuestra.


I don't drink coffee I take tea my dear
I like my toast done on one side
And you can hear it in my accent when I talk
I'm an Englishman in New York

Gordon Matthew Thomas Sumner.


Inglaterra abre los ojos como dos huevos fritos, mira a su alrededor y durante un segundo de pánico, no reconoce nada. ¿Dónde demonios está?

Echa un vistazo a la prácticamente oscuridad absoluta que reina en la habitación. Al menos está en una cama, así que este no será uno de sus peores amaneceres. Se aguanta sobre el colchón por pura simpatía, aprisionado entre el borde y el cuerpo de alguien a quien mantiene abrazado para no caerse.

En una mirada más minuciosa, reconoce a mayoría de los muebles, el cuarto y, por supuesto, el cuerpo. Estados Unidos está ocupando completamente todo el resto de la cama absurdamente grande (king size, puede medir perfectamente diez pies, así por lo bajo).

Recuerda poco a poco qué pasó ayer.

¿Es... Es de verdad? ¿Vas a venir pronto? ¿Cuándo es pronto? ¿Hoy? ¿Mañana? ¿Mando por ti? ¿Quieres el Air Force One? ¿Puedo ir por ti? ―Estados Unidos hablando por teléfono a dos mil palabras por segundo, completamente histérico y sonriendo de oreja a oreja.

Eh... ―Inglaterra no puede evitar sonreír también por la excitación, pero se mantiene en un tono calmado y más o menos desinteresado―. Vendré pronto, yes. Hoy... o mañana. Yes, seguramente mañana. No hace falta que mandes a nadie.

YEEEEEAAAAAAH! ―el americano grita tan fuerte que el inglés podría haberlo oído en casa sin necesidad de teléfono mientras corre por toda su oficina―. BLOODY AWESOME! ―exclama con su inconfundible accento. El inglés sigue sonriendo... probablemente es la primera vez que sonrie en todo el día.

Calma, calma ―pide con sensatez.

A... Aunque ―empieza el estadounidense dejando de gritar.

¿yes? ―pregunta levantando los ojos del informe que está acabando.

Eeehhh... ―piensa unos segundos―. No. No, está bien, está bien. ¿A que hora llegas mañana?

Inglaterra frunce el ceño. Es una mala señal cuando Estados Unidos piensa en algo y luego no lo dice.

¿Qué sucede?

Nada, nada. Es solo... ¿A que hora llegas?

No lo sé, no he mirado los vuelos ―confiesa abriendo la pagina del ordenador―. ¿A qué hora te va bien?

Temprano o tarde ―declara―. Tengo una junta a medio día. ¿Y te importaría llegar a New York?

Ok.

Bien, entonces mañana ―sonríe de nuevo―. ¿No quieres que mande un avión?

No, no hace falta. Llamaría demasiado la atención de la prensa ―insiste buscando los vuelos―. Mira, salida a las cinco llegada a las ocho con British airways. ¿Te parece? a las ocho en el Kennedy.

¿Hasta laaaaas ochooo? ―se queja infantil. Inglaterra pone los ojos en blanco.

Hay vuelos a cada hora, git, solo dime a que hora te va bien ―protesta.

Oh, venga. No me regañes ―sonríe―. Yo solo lo decía por la reservación, ya sabes. Mejor llega a las siete, ¿ok? ¿Qué quieres cenar? Es una... Jajajajaja!... ¿Cita?

Vale, a las sie… ―concede mientras reserva el vuelo y al oír la palabra "cita" se pone nervioso dejando de hablar y equivocandose de casilla en el vuelo que está reservando―. Wh... what?

Italian? Asían? Mexican? French? American? ―enumera Estados Unidos ignorándole.

Eh... ―vacila Inglaterra aun nervioso, terminando de comprar el vuelo.

¿Eh? Ese tipo de comida no hay ―bromea el americano―. C'mon, ¿no quieres cenar?

Lo... lo que quieras ―concede casi en un susurro―. Menos McDonald's ―añade con conocimiento de causa. El de las gafas frunce el ceño.

¿Porqué estás tartamudeando?

¿Eh? ¡No estoy tartamudeando! ―se defiende el británico frunciendo el ceño también―. Es que estoy comprando el vuelo y dice algo raro.

¿Qué dice? ―pregunta curioso―. ¿Que las personas con cejas de mas de una pulgada no pueden abordar el avión sin pagar sobrepeso? ―bromea.

Git! ―protesta.

Jajajajaja! ¿Qué diceee? ―protesta de vuelta, pero pasándola bien―. ¿Que estas muy viejo para abordar?

Pone que la salida es a las ocho ―lee con atención, ignorándole―. ¿Porqué no me deja elegirlo a las cinco?

Seguro lo estas haciendo mal ―sentencia mientras abre la página de American Airlines.

¡No lo estoy haciendo mal! ―protesta orgulloso―. No deben quedar plazas, voy a aceptar a las ocho. Llegaré a las diez y media.

¡Nooo! ¡Jooo! ―lloriquea Estados Unidos―. Yo te envió un avión ―alega buscando aun en American Airlines.

Ya está, aceptado ―confirma Inglaterra.

¿Porqué no quieres ir a una cita conmigo? ―protesta frunciendo el ceño.

¡Es que no me deja pedirlo para antes! ¡Es esta página que está mal! ―se defiende de vuelta echándole las culpas a cualquier cosa random que tenga al abasto―. Da lo mismo llegaré el (fecha de hoy) a las diez y media.

Ohhhh... Iggy! That's Awesome! ―Estados Unidos cambia completamente el tono de nuevo, brillándole lo ojos. Mira el reloj―. ¿Entonces vuelas a Washington?

¿A Washington? ―pregunta el inglés sin entender―. No, a New York, tal como has dicho.

A las... ¡Iggy! ¡Me vas a hacer correr! ¿Cómo es que no has pedido el vuelo a Washington? ―pregunta aun sonriendo, poniéndose de pie.

¿Correr? ―descolocado vuelve a su informe para poder terminarlo hoy y así tenerlo todo listo para mañana, de bastante buen humor―. ¡Tu me has dicho que pidiera a New York!

¡Pero mañana! ―Estados Unidos vuelve a mirar el reloj―. Tengo como ocho horas para acabar aquí e ir a... ¿Qué hora es allá?

Las seis y veintidós ―responde mirando el reloj.

¿Ya tienes todo listo? ¿estás en el aeropuerto? IGGY! Es AWESOME!

¿Aeropuerto? ¿de qué hablas? ¡Estoy en Westminster, en el parlamento! ―explica aun sin pillarlo. Que feliz es Inglaterra, parece que él sea el idiota. El americano no entiende nada.

Pues, y ¿a qué hora te vas al aeropuerto? ¡Sales en menos de dos horas!

¿Cómo? ―parpadea confundido mirando la pagina de la reserva que acaba de imprimir.

¿Qué... Día es hoy? ―duda el menor un instante buscando un calendario con los ojos.

GOD SAVE THE QUEEN! ―grita el inglés entendiendo por fin la confusión con las fechas, mirando el reloj y poniéndose histérico de pronto―. ¡No! ¡No! yo... ¡No! dos horas... ¡Es muy poco tiempo! ¡Ni siquiera he hecho la maleta!

¡Pues ven sin maleta! ¡Tu pasaporte! ¿Está aun en la caja de seguridad del parlamento? ―le pregunta Estados Unidos empezado a sentirse excitado por la premura.

Yes... yes... ―Inglaterra para de recoger su portatil freneticamente y recordando eso para ir a buscarlo, seguramente si hubiera estado un poco más clamado hubiera pensado en hacer lo más sensato, cancelar el vuelo y volver a reservar para mañana.

¡Bien! Jajajajaja ¡Voy a New York! Nos vemos allá en un rato ―dice el americano muy emocionado―. Love ya, Old man! ―se despide coglando.

Inglaterra se queda un rato diciendo "yes... yes..." y dando vueltas de un lado a otro mientras se pone colorado y ni siquiera se da cuenta.

Trata de moverse un poco para mirar el reloj. 4:47 a.m.

Bloody jet lag ―protesta entre dientes en un susurro. Se frota los ojos pero ya no tiene sueño, de hecho ha dormido en el coche, en el avión... en el fondo lleva durmiendo como desde las ocho de la tarde, por muy cansado que estuviera de todo el día agotador (que lo estaba), no hay para tanto.

Bueno, puede que también tenga que ver lo bien que se lo ha pasado antes de ir a dormir. Se sonroja un poco al recordarlo. Ejem, se refiere a… ehm... lo duro que ha sido, claro, él no lo ha disfrutado en absoluto, ¿qué tipo de pervertido piensa que es? se recrimina a sí mismo.

El caso es que si solo si pudiera lograr conseguir un palmo más de colchón para apoyar la espalda entera… Trata de empujar un poco a Estados Unidos y él se mueve un poco en su lugar, extendiendo una mano sobre las regiones vitales de Inglaterra. Está dormido plácidamente.

El británico se sonroja completamente tratando de que levante la mano de ahí y se dé la vuelta. Decide que este año va pedir un pijama para su cumpleaños. De hecho, se propone empezar a usar los que ya tiene. Cuanto antes.

Estados Unidos sonríe en sueños y se acomoda un poco sintiendo a Inglaterra moverse a su lado. Gira sólo un poco, levanta la cara hundiéndola en el pelo de Inglaterra y lo acerca hacia él sin cambiar la locación de la mano.

¡Eh! ¿¡Qué se ha creído este niñato para estar usándole de cojín? ¿¡Cómo ha conseguido quedar bloody perpendicular a la posición adecuada en la cama? ¿¡Por qué no le suelta? ¿y ahora porque le está haciendo cosquillas en el abdomen? Se pregunta el inglés a si mismo poniéndose histérico por momentos.

Trata de mover las manos de nuevo, un brazo lo tiene inmovilizado bajo el peso del estadounidense pero el otro no. Ese, lo lleva hasta sus regiones vitales y trata de entrelazar sus dedos con los del americano para que, para empezar, quite de ahí la mano. Ya veremos como resuelve el otro asunto más adelante… Bloody hell, piensa, lo peor de todo es que se está meando.

Estados Unidos hace un movimiento brusco y termina de espaldas a Inglaterra, con sus propias regiones vitales al descubierto y sin ningún pudor, liberándolo de su prisión a excepción de que ha dejado la mano inmóvil, entrelazada con la del inglés, arriba de sus regiones vitales en una posición REALMENTE... surreal.

El británico flipa un segundo y luego se da cuenta de que ha recuperado su brazo que esta ja-ja dormido. Lo mueve para tratar de despertarlo mientras trata de no mirar a florida y vuelve a sonrojarse solo, cuando el americano vuelve a estirarse y mueve una pierna, poniéndola encima de sus piernas.

Bloody hell ―vuelve a protestar Inglaterra el quejica en un susurro (tampoco quiere despertarlo)―. ¿Estás durmiendo o estás bailando, you brat? ―le pregunta con sarcasmo de manera retórica mientras sube la mano con los dedos entrelazados a la altura de su estómago. Como respuesta, el estadounidense se da la media vuelta y vuelve a abrazarlo.

Una vez el inglés consigue calmarse por fin, decide aprovechar la situación y se dedica a observar a Estados Unidos con ternura, sin esconder lo que siente.

Míralo, si hasta parece un buen chico, piensa para sí mismo mientras sonríe y le acaricia el pelo... Considera añadir "tranquilo" a su descripción, pero luego se recuerda a si mismo que está cambiado de postura como cada tres segundos y se pregunta muy seriamente como consigue descansar de esta forma. Seguramente tiene que ver con el azúcar, concluye, demasiada energía, tiene que gastarla incluso mientras duerme...

I… I… ―balbucea pensando en cómo puede costarle tanto decírselo incluso sabiendo que está dormido― I… oh, well, you know… I don't hate you… ―empieza desinteresadamente y luego frunce el ceño, recriminándose a sí mismo. Carraspea sonrojándose (sí, otra vez)―. I… maybe I… love you… a little.

Estados Unidos sonríe entre sueños de nuevo y lo abraza más fuerte, poniendo ahora su mano en el culo de Inglaterra, quien aprieta las piernas y tensa la espalda, sonrojándose como por quinta vez en los últimos diez minutos.

Bloody hell! ―protesta de nuevo, moviéndose y tratando de apartarlo para poder levantarse, el americano abre los ojos un poco y se da la media vuelta, soltándolo.

―Anda ―se sorprende de que haya sido tan fácil―. Menos mal... ―concluye mientras se levanta para irse al baño por que lleva meándose como veinte minutos... y encima todo ese toqueteo pues... aun peor.

―¿A dónde vas? ―le pregunta Estados Unidos en cuanto pone un solo pie en el suelo.

Shhhh duerme, aún es muy pronto ―responde en un susurro para calmarlo. Si le hubiera respondido que va al baño, le hubiera dejado en paz... pero como no le ha dicho a que, Estados Unidos se da la vuelta y levanta la cabeza de la cama, mirándolo.

―¿A dónde vas? ¡No te vayas! ―pide intentando enfocarlo, con voz más ronca que de costumbre.

―No me voy, duérmete ―insiste con voz suave―. Es solo que no puedo dormir ―explica y el estadounidense se sienta en la cama y se frota los ojos―. America, son las cinco de la mañana, duérmete please ―medio suplica medio ordena entrando en el baño.

Cierra la puerta y enciende la luz y mientras hace lo propio, piensa en cómo va a conseguir encontrar unos calzoncillos en su maleta sin encender la luz del cuarto. Y luego se pregunta más bien cómo va a encontrar su maleta... sonrojándose y sonriendo como un bobo al recordar lo que estaban haciendo la última vez que la vio ¿Qué pasó con ella? ¿la entraron? ¿se quedó en el ascensor?

Cuando acaba, apaga la luz antes de abrir la puerta esperando encontrarlo de nuevo dormido y al tener esa imagen mental se le ocurre que quizás... muy remotamente y solo si está realmente dormido, podría darle un beso antes de ir a buscar algo comestible, su maleta y su libro... no precisamente en ese orden, para tener algo que hacer hasta la hora de levantarse. Abre la puerta.

Estados Unidos se sienta en la cama, se estira y bosteza. A tientas, busca a Texas en la mesita de noche y, aun con la luz apagada, empieza a buscar en el clóset unos bóxers limpios, pants, tenis y su playera de correr. Se enfunda los boxers, pants y playera y se sienta en la cama a ponerse los tenis cuando Inglaterra abre la puerta del baño.

El británico saca la cabeza del baño y levanta las cejas sin acaba de salir de la puerta.

―¿Qué estás haciendo? ¿sabes qué hora es? ―buenos días a ti también, Inglaterra el gruñón.

Hello ―le dice Estados Unidos desde la cama mientras se amarra las agujetas.

He... hello ―responde escondiéndose en la puerta, aún más incómodo, porque el americano ya está vestido y él no. ¡Bloody hell!, piensa, se ha quedado sin… bueno, claro que no es que él quisiera realmente… porque no quería, trata de convencerse a sí mismo. Pero quizás un beso hubiera sido un bonito detalle para con el niño. Eso es. Para que se callara, claro. Porque podía ser un auténtico pelmazo si se lo proponía y empezaría a suplicarle y suplicarle una y otra vez… ejem… sí, seguro eso haría el americano, era testarudo y obstinado cuando se le metía algo entre ceja y ceja no paraba hasta conseguirlo, así que le daría la lata. No sabía cómo porque ni siquiera sabía de sus intenciones, pero seguro se ponía pesado con algo.

―'Morning... te has levantado temprano. Creo que nunca te había visto despierto a esta hora ―le dice sonriente―. Vamos a correr ―le invita.

―Es por el jet lag, bloody lunático. ¡Claro que no! hace... ¡debemos estar como a treinta grados! ―sigue en su tono de protesta.

―Puede no ser a correr. Sólo a caminar si estás muy viejo para eso ―agrega―. Nah. Ya he checado, hoy hace calor. Hay treinta y tres grados ―le dice sonriente―. C'mon! vamos ―se pone de pie frente a él―. ¿Has visto el Central Park nevado? El amanecer es awesome! c'mon, c'mon...

―Estás loco. ¡Y más vale que te pongas una chaqueta! ―le riñe.

Estados Unidos se acerca más a la puerta del baño, curioso al notar que Inglaterra solo tiene la cabeza de fuera. El británico se mete más adentro, sonrojándose un poco.

―Ni... ni siquiera tengo ropa adecuada para correr... ―se escusa. Ni siquiera sé si me acordaría de como correr, añade para si mismo pensando en cuando fue la última vez que hizo algo de ejercicio de manera voluntaria, no solo por el estrés de ir de un lado a otro. El americano lo mira por encima de las gafas.

―Eres un anciano venerable ―le dice sonriente mientras se mete al baño, sin ningún tipo de pudor por el pobrecito del inglés. Este sale de ahí corriendo, parándose del otro lado de la puerta con el ceño fruncido, sacando solo la cabeza, de nuevo.

―Y tu un mocoso hiperactivo y demente ―se devuelve. El más joven se agacha al lavabo y se lava rápidamente los dientes, sonriendo al espejo y riendo de lo que le está diciendo. Inglaterra lo fulmina escondiendo bastante mal una media sonrisa y luego se da la vuelta metiéndose de nuevo en la cama, tapándose hasta las orejas.

Estados Unidos sale con paso decidido del cuarto sin decir nada de nada y pica el elevador. Después de unos segundos se abre la puerta, saca la maleta de Inglaterra de ahí y vuelve con ella al cuarto, poniéndola encima de una silla y riéndose al ver al británico metido en la cama.

―Ayer ya no la sacamos ―le dice casual y luego va a sentarse en la orilla de la cama junto a él. El inglés lo mira con las sabanas hasta la nariz, haciéndose una bolita y sonrojándose un poco al recordar por qué no la sacaron, pero con el ceño fruncido.

El americano se recarga en la cama poniendo una mano al otro lado de Inglaterra y tira un poco de las sábanas para verle la cara.

―Git! ―protesta tratando de cubrirse de nuevo, pensando que pretende destaparle más. Estados Unidos levanta las cejas, sorprendido.

―¿Se puede saber qué haces? Sólo intento preguntarte qué quieres de desayuno ―le aclara en un tono algo ofendido, sin estarlo realmente. Inglaterra sigue medio escondido un poco más, pero ahora esta sonriendo bajo las sabanas... luego se cubre toda la cabeza pensando "pues a ti, por ejemplo" y se sonroja él solo.

―¿Té y pastelitos? ―pregunta.

―Té... y... pastelitos ―repite Estados Unidos lentamente, pensando que es como el desayuno más... absurdo y ridículo que se le pudo ocurrir―. Eso hay en... Starbucks, ¿verdad?

Yes ―responde desde debajo de las sabanas y luego le apoya el pie en la cadera al americano, haciendo presión para que se largue―. ¡Y por la reina, llévate una bloody chaqueta! ―repite, por si acaso. Estados Unidos se acerca y le da un beso en la cabeza y luego jala un poco la sábana intentando darle un beso en la boca, pero el británico sigue mal pensando de sus intenciones, así que forcejea un poco.

God... vale, no te doy beso de despedida ―se rinde levantándose. Inglaterra se arrepiente un segundo, bajando un poco la sabana hasta la nariz para mirarlo y acto seguido frunce el ceño sonrojándose.

―¡Jum! como si lo quisiera ―protesta dándose la vuelta y seguramente, como tiene mala suerte, tira demasiado de la manta para seguir cubriéndose y le queda el culo y la espalda medio al aire sin que lo note, mientras anota mentalmente que ya van dos.

Estados Unidos sale por la puerta y no más de tres segundos después vuelve corriendo y brinca en la cama.

―¡QUIERO MI BESOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!

―¿Qué haces? ¡Demente! ―protesta el británico que vuelve a quedar con la espalda contra el colchón, del susto.

KISS ME! KISS ME! ―le dice haciéndole cosquillas.

Stop! STOP! ―sigue quejándose, tratando de agarrarle las manos, pero sin poder evitar sonreír un poco. Aun así, él americano sigue haciéndole cosquillas.

―¡Iggy! ¡JAJAJAJAJAJAJA! ¡No puedes detenerme! ―le dice empezando a morirse él de la risa y a perder la fuerza―. ¡Quiero mi beso! ¡Quiero mi besooooo! kiss me kiss me kiss meeeeee ―sigue diciéndole mientras lo aprisiona un poco con las cobijas.

Inglaterra, por algún motivo que no vamos a pararnos a analizar por que también necesita un pequeño respiro de tanto en tanto o algo parecido, quien sabe... frunce el ceño a la vez que sonríe desafiante, se incorpora un poco como puede, le pone las manos en las mandíbulas y (puedo asegurarlo aquí y ahora) sin pensar en absoluto, hace lo que le piden.

Estados Unidos flipa un poco y deja de hacerle cosquillas. Sonríe en el beso y si el americano se siente feliz, en algún momento... es este. Probablemente vaya a ser uno de los días de principio de marzo más calurosos de todos los tiempos. Cuando el inglés se da cuenta de lo que está haciendo, se sonroja incómodo, le suelta, se da la vuelta y se vuelve a tapar con las sabanas.

Bloody git! ―protesta recurriendo a la violencia, que es la manera en la que reacciona cuando no sabe como hacerlo. Estados Unidos se ríe y, dándole un beso en la cabeza, se levanta de la cama.

Love ya! ―le dice antes de salir hacia el pasillo, cuando un cojín de la cama se estrella contra la puerta, por que a Inglaterra le gusta tirar cosas por ahí.


Glosario de términos:

King Size: La talla del Rey, suele referirse a la medida más grande de cualquier producto. Solo esperemos que el rey nunca necesite usar supositorios.

Diez pies: Vienen siendo unos tres metros en el resto del mundo. Ahora, por favor, un aplauso para el sencillísimo sistema métrico inglés y la manera en la que estos consiguen ignorar OLÍMPICAMENTE el sistema métrico Internacional.

Air Force One: El avión que utiliza el Presidente de los Estados Unidos.

Yeah, yes: asentimiento es y con esto vuelve el do, do, do, do

Bloody: Puñetero, maldito. Una buena descripción del universo según Inglaterra. Adjetivo usado para... básicamente todo.

Awesome: En su origen era un sinónimo de "genial", "asombroso", "alucinante", "increíble" y demás de variantes… a estas alturas y con el abuso que le dan gente como Estados Unidos o Prusia, se usa para describir prácticamente cualquier cosa.

New York: The city. Nueva York. La más poblada de Estados Unidos. Sarah Jessica Parker certifica que es un buen lugar dónde tener sexo.

British Airways: Compañía aérea del Reino Unido.

Kennedy: El más grande de los Aeropuertos de Nueva York.

Git: Idiota.

What: Qué.

Italian, Asian, Mexican, French, American: Italiana, asiática, mexicana, francesa, americana... diferentes tipos de comida.

C'mon: Venga.

McDonald's: Rojo y amarillo, uno de los principales culpables de la obesidad en el mundo. Se dice que usan ratas para hacer su comida. Ahora les han dado un premio con faltas de ortografía. (Da igual cuantas veces intenten convencernos de la Q es Quality, aquí Calidad se escribe con C)

Pulgada: Unos dos centímetros y medio. Siguen las ovaciones por el sistema métrico.

Amreican Airlines: Compañía aérea de Estados Unidos.

Iggy: Nombre ridículo con el que Estados Unidos llama a Inglaterra, a excepción de cuando está verdaderamente enojado.

Washington: Las regiones vitales de Estados Unidos... si no fuera por que todos los chistes son con Florida debido a su sugerente forma.

Westminster: Uno de los barrios céntricos de Londres, dónde se encuentra el Parlamento.

God save the queen:Otra muletilla, (Dios salve a la reina, literalmente) esta vez más que para mostrar enojo es para mostrar sorpresa o admiración. También es el título del himno nacional de Inglaterra... ligera obsesión patriótica que tiene el pobre.

Love ya: Te quiero.

Old man: Hombre viejo, viejito.

Jet lag: El desajuste horario debido a los vuelos de larga duración y los cambios de huso horario.

Bloody hell: Seguramente lo más parecido a una muletilla verbal, casi como cuando China dice "aru~" cuando Italia dice "Vee~" o como algunos creen que Rusia dice "da~" Posible traducción: Maldita sea.

Brat: Mocoso.

I… Oh, well, you know… I don't hate you: Yo... Oh, bueno, ya sabes... Yo no te odio.

I… maybe I… Love you… a little: Yo... Quizás yo... te quiero... un poquito.

Please: Por favor

Hello: Hola

'morning: Buenos días

Treinta grados: Farenheit, of course. Aproximadamente entre uno y dos grados bajo cero. De nuevo, un aplauso por el sistema de medidas británico.

Central Park: El parque más grande de Nueva York. Suele ser el lugar donde aterrizan los extraterrestres cuando vienen a la tierra.

Starbucks: Cadena de cafeterías insultantemente cara, pero mola por los sillones...

God: Dios.

Kiss me: Bésame.

Stop: Detente.


Los reviews calman a Inglaterra... contribuye con tu granito de arena a evitarle un ataque cardíaco.