Capitulo 1 Normalidad

Hola! Esta es una historia que escribimos mi mejor amiga y yo por mensajes, nos gusto mucho así que decidimos compartirla aquí, es nuestra primera historia así que perdónenos por los errores que podamos cometer, sin mas que decir esperamos que les guste.

Iban a ser las 12:00 y ya estaba totalmente aburrida, mire a Helena a mi lado le sonreí y dije:

-¿Quieres brincarte la clase?- me miro con cara de "ahí vamos otra vez" –Anda no estamos haciendo nada y en la próxima clase no tenemos falta-

Batí mis pestañas pícaramente, sabía que no podía resistirse a esa cara y con un gran suspiro se levanto y empezó a meter sus cosas a su mochila, brinque de alegría y corrí a mi lugar a recoger mi mochila. Nuestras amigas se nos quedaron viendo, y cuando Lucí, mi pelirroja favorita nos pregunto a dónde íbamos con tanta prisa, me reí un poco.

– No pensamos quedarnos a escuchar la aburrida clase, nos dicen envían un mensaje de que nos dejaron de tarea ¿siii? –

Ella se rió también y asintió con la cabeza, nos despedimos de las demás y nos fuimos rápidamente para no toparnos con el profesor. Caminábamos lentamente, íbamos a un pequeño parque cerca de la preparatoria. A esas horas no había casi nadie, solo personas haciendo caminatas o alguno que otro estiramiento. Helena se sentó lentamente en una de las bancas, yo me acosté en el resto y acomode mi cabeza en sus piernas.

– Helena ¿Qué tienes? Se nota que andas desganada ¿es algo relacionado con tus papás? – Ella solo suspiro y miró hacia el cielo, mientras jugaba con mi cabello, volvió su mirada hacia mí.

– Es solo que no los entiendo, sabes siempre están fuera y no se meten en mis cosas, pero últimamente andan rondándome y viendo de manera muy extraña, no sé, siento que algo va mal – La mire atenta, sabía que ella era adoptada al igual que yo, y que la relación que tenía con sus "padres" era sumamente inestable, nunca le prestaban verdadera atención, es verdad, nada le faltaba, aunque fueran de clase media. Siempre la dejaban de lado y cuando tenía una visita parecían una familia perfecta, tan perfecta que no podía ser real.

– ¿Y no te ha dicho nada tu abuela? A lo mejor quieren que los acompañes a algún lado, tal vez es muy importante y no saben como convéncete para que vayas – Me mira indecisa

–Ella no sabe nada, le he preguntado, pero dice que no le han dicho nada. Y no creó, siempre que me piden que vaya a algún lado sin importar mi opinión. No sé, esta sensación es totalmente distinta, sé que me ocultan algo, pero no por mi bien sino por el suyo. Es algo extraño –

No sabía que pensar, ella siempre ha sido muy perceptiva, pero ¿qué podría ser?

– ¿Y si es algo relacionado con tus padres biológicos?– Me aventure a decir

– No, no creó que sea algo relacionado con ellos, sobre todo porque hace mucho deje de preguntar por ellos – Podían ser mil cosas, pero no tenía idea a que podría ser - Déjalo estar Elaine, no podrán estar así por siempre, o me dicen que pasa o se lo guardan, solo puede pasar una de esas dos cosas –

Me reí un poco, sé que siempre prefería dejar las cosas así porque la agobiaban, y yo preferí no seguir o podría molestarla.

–Entonces... ¿y tú estás bien? – La mire no entendiendo mucho – Tienes unas ojeras terribles -

Esta vez empecé a carcajearme – Es solo que me la he pasado leyendo unos libros que encontré en la biblioteca de la escuela ese día llegue tarde a el taller en la biblioteca los vi –

– ¿Qué tipo de libros? – La verdad era que no quería decirle mucho

– Pues libros – Me miro con molestia

– No digas que una novela porque a tus padres no les importa mucho darte dinero para comprarte lo que quieras, así que escúpe que te llamo la atención –

Me moleste un poco ¿Por qué tenía que conocerme tan bien?

– Bueno, no es una novela, son unos libros muy viejos, el que estoy leyendo es de cuero y tiene sus hojas totalmente amarillentas, en su lomo tienes una espada impresa y tiene un ágata negro. Es más parecido a un diario y ya – Podía ver su emoción por cada poro que tenía, eso solo significaría que no me dejaría en paz

– ¿Y?... ¿Qué dice? se escucha que está genial, pero no sólo por eso te llamo la atención, en tu casa hay muchos libros así que dime ¿que tienen de especial esos libros?–

-Bueno pues tienes dibujos muy raros y su contenido parece más bien un cuento con muchos datos. Y no te lo pienso enseñar –dije tajantemente y en un segundo vi como cambio su expresión de intrigada a una malhumorada.

– Ni al cabo que lo quería ver, por cierto ya casi es la una – Se levanto enseguida, yo solo me senté.

– ¿Y si vienes a mi casa? – No pensé que podría ir, por cómo estaban las cosas con sus padres.

- No puedo, no ahorita-

- Anda floja levántate que pronto llegarán por ti– Dijo burlesca. Y así dimos por terminada nuestra pequeña plática.

Los días siguientes Helena no asistió a clases y por la última plática que tuvimos no sabía si ir a su casa a buscarla, lo mejor sería esperar. Si mañana no asistía clases iría a su casa. Me desanimaba que no fuera, ella era la única con la que me hallaba totalmente cómoda, siempre sabía cómo hacer reír a todas nuestras amigas y ahora que no estaba estábamos muy preocupadas.

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