Felices posadas a todos! Primero que nada tengo que decir que soy malísima en los títulos y sumarios, pero espero compensarlo con que la historia sea buena :) En fin tenía ganas de hacer un fic navideño y aquí está, aunque mis ideas eran otras pero por falta de tiempo no las pude escribir, tendrán que esperar para el próximo año, aun así esta historia me agradó lo suficiente como para subirla. Disfruten!

Mis Navidades Junto A Tí

Capítulo I. Nostalgia.

En la tranquila madrugada de la Navidad, con suma cautela y como si se tratara de un felino un chico se levantó de su cama y salió de su habitación emitiendo tan solo un pequeño 'click' al cerrar la puerta del cuarto detrás suyo. Bajó con cuidado las escaleras - tarea sencilla pues traía puestas sus pantuflas - viendo directo a su objetivo: el árbol de navidad con el botín de los regalos a sus pies. Sonrió triunfante al estar parado ante el pino adornado de luces y esferas. Lo había logrado, se había escabullido y ahora podía echar un vistazo a sus regalos antes que los demás despertaran… o eso pensó.

- ¿Que crees que estas haciendo Ash? - una voz susurró tranquila cerca de su oído

- ¡Gahhhh! - Antes que gritara más fuerte, la persona que le estaba hablando de tan cerca le tapó la boca con la palma de su mano para después mirarlo de forma muy seria y enojada.

- ¿De verdad creíste que te ibas a salir con la tuya? ¡Abrirás tus regalos hasta las 10! en eso quedamos

- ¡Vamos Misty! ¡Déjame abrirlos ahora!

- No

- Solo uno ¿si?

- No

- Bueno... solo una miradita…

- ¡Que no Ash! ¡Dios! ¿No puedes esperar unas horas?

- Si no queda otra… - El entrenador se quedó quieto mirando las escaleras por donde había bajado, después a su amiga que lo observaba con el ceño fruncido y los brazos cruzados en una clara indicación de que regresara a su habitación hasta la hora acordada - ¿Qué? - Preguntó en tono inocente al no entender la indirecta.

- ¡Vuelve a dormir, Ash!

- No puedo - jugueteaba con sus dedos indice sin atreverse a mirar a la pelirroja que se estaba impacientando

- ¡¿Por qué no?!

- Porque ya no tengo sueño - La chica casi se cae al suelo con tan absurda respuesta. Ash siempre tan simplón, seguía jugando con sus dedos en espera a una solución a su 'gran' problema.

- ¡Agh! que te parece si tomamos chocolate caliente en lo que esperamos a que se despierten Brock, pikachu y togepi ¿De acuerdo? - El chico asintió feliz y a Misty no le quedó de otra más que dirigirse a la cocina para preparar las bebidas.

Al poco rato, los dos jovencitos estaban acurrucados bajo una manta en el sillón de la cabaña donde pasaron las fiestas, platicando amenamente, disfrutando del dulce sabor del chocolate.

- ¿De verdad no tienes curiosidad sobre tus regalos? - preguntaba incrédulo mirando a su amiga que solo confirmaba la duda de Ash muy sonriente.

- No, no es importante, lo que sea que reciba me hará feliz.

- ¿Por qué?

- Pues porque para mi lo más importante de la navidad ya lo recibí.

- ¿La cena? - Preguntó inocente el chico

- No Ash, - puso lo ojos en blanco al ver que no entendía lo que le quería explicar - para mi, la Navidad no es sobre regalos, ni la cena, lo que más me importa de la navidad es ser feliz - El chico la seguía mirando sin entender sus palabras. Ella suspiró y miró fijamente el fuego de la chimenea frente a ellos - Cuando era niña, a mis hermanas nunca les importó incluirme en sus grandes planes, ni siquiera se preocupaban por mi y… yo realmente no recuerdo una Navidad en la que me hubiera sentido… querida.

- Y… ¿Cuándo vivían tus padres?

La mirada de Misty se volvió turbia, sabía que Ash no la quería hacer sentir mal, sino todo lo contrario, aún así le resultaba difícil no sentirse triste con respecto a ese tema

- Era muy pequeña cuando ellos… si alguna vez tuvimos una navidad juntos no lo recuerdo. - Seguía mirando el fuego de la chimenea, inmersa en el casi apagado recuerdo de sus padres.

- Perdón Misty - El chico tomó la mano de la pelirroja en un desesperado intento de remediar su tonto error. Por un momento se odió a si mismo por haber puesto esa mirada desencajada en el rostro de la chica. Ella se sonrojó levemente por el contacto de sus dedos con los de él - No debí haber mencionado nada sobre eso, por favor perdóname.

- Está bien Ash, - Sonrió levemente - tal vez no tuve buenas navidades de niña, pero las tengo ahora.

- ¿Eeeehh?

- Desde que viajamos juntos he tenido las mejores experiencias de toda mi vida, eso incluye los días festivos - Sonrió de nuevo como siempre solía hacerlo y eso tranquilizó mucho a Ash, quien al instante dejó la tristeza y el dolor atrás.

- ¿No estás hablando en serio?

- ¿Por qué no?

- Pues porque la primera Navidad que pasamos juntos fue tratando de llevar a un Jinx ¡hasta la casa de Santa! casi morimos, el equipo Rocket se entrometió como siempre y para cuando terminamos con eso ya había pasado la Nochebuena

- ¿Bromeas? !Eso fue increíble! Sin mencionar que conocimos a Santa

- Bueno si, tienes razón... Pero que dices del año pasado cuando Brock se olvidó de comprar regalos porque solo se dedicó a mirar a las chicas en el centro comercial…

- Y terminó regalándonos cosas que compró en la gasolinera.

- Yo aún conservo el desodorante de autos que me dio - comenzó a reírse al igual que Misty.

- Tienes que admitir que eso fue divertido.

- Solo un poco. La cara apenada de Brock fue el mejor regalo - La chica rió aún más fuerte al recordar aquello y el entrenador no pudo evitar sentir una cálida sensación al escuchar aquella sincera y hermosa risa proveniente de la chica - ¿Sabes Misty? yo nunca tuve ninguna queja sobre las navidades cuando niño. Mi madre siempre hizo lo posible para que fuera la mejor época, incluso una vez se vistió de Santa, - sonrió para si cuando pudo recrear la imagen de su madre dentro de su mente - pero creo que tienes razón, viajar con ustedes y compartir estas fechas ha sido maravilloso.

- ¿De verdad Ash? - Él asintió un poco apenado, haciendo a Misty la chica más feliz del mundo

- ¡Es más! dijo el chico con mucho entusiasmo golpeando su puño cerrado contra su palma derecha - Te prometo que de ahora en adelante todas tus Navidades serán así.

- ¡¿Qué?!

- Si Mist, de ahora en adelante estaré contigo para celebrar la Navidad todos los años y me aseguraré que cada año sea realmente especial.

- ¡Estás loco Ash! - Misty sentía sus mejillas arder al escuchar al muchacho con tanta determinación ofreciéndole nada menos que felicidad. Tal vez él no lograba darse cuenta de la magnitud de sus palabras, pero ella si - ¡Como puedes prometerme tal cosa!

- ¿Por qué no? De verdad la voy a cumplir.

- Como tu digas…

- ¡Pues si lo digo! De ahora en adelante no volverás a sentirte sola en Navidad

Otra vez el tono rojizo apareció en las mejillas de Misty, quien no se atrevió a mirar el rostro sonriente del chico, que parecía tan ansioso por cumplir la tarea que se había auto impuesto.

- Además, cuando seamos adultos podremos hacer cosas aún mas divertidas, como tomar de ese ponche que huele raro… o abrir los regalos cuando nosotros queramos

- ¡No vas a abrir los regalos ahora Ash!

- Ay por favor, ¡ya son las nueve de la mañana!

- ¡Que no!

Y así continuaron discutiendo hasta que Brock se despertara para juntos realizar el intercambio de regalos que tanto habían esperado…

oOoOoOoOoOoOoOo

- ¡Señorita!

Un hombre vestido de Santa le habló por décima vez a la joven pelirroja que caminaba inmersa en sus pensamientos por los pasillos del centro comercial y que lo estaba ignorando por completo. Ella se detuvo, más su mirada continuaba perdida, lejos de la realidad en la que estaba.

- ¿No quiere cooperar para los niños del orfanato? - El hombre sostenía un bote frente a la chica, ella sólo sacó unos cuantos billetes de sus bolsillos, se los entregó al hombre y siguió su búsqueda de regalos por las tiendas.

Ni siquiera sabía por que se molestaba en comprar algo si los tres años anteriores los pasó totalmente sola, años en los que sus hermanas no se preocuparon en siquiera comprarle un obsequio, años que llevaba haciéndose cargo del gimnasio celeste… años que llevaba viviendo lejos de Ash. Seguro este sería exactamente igual y no podía evitar recordar aquella mágica mañana cuando su mejor amigo le prometió felicidad, aquel juramento que no pudo cumplir ni una sola vez, porque a los pocos meses de eso, tuvo que regresar a su ciudad natal para hacerse cargo del gimnasio. Ash nunca volvió a pasar una Navidad con ella. Seguro, la llamaba y en ocasiones enviaba algún regalo, pero no era lo mismo, si acaso la hacía sentir más… sola.

Escogió algunas bufandas para sus hermanas que para variar estaban de gira artística y probablemente ni siquiera llegaría para Nochebuena, llevó algunas tarjetas para sus amigos y finalmente un bello reloj de bolsillo para Ash. Suspiró con desazón, guardando el objeto con los demás regalos, sabía que tal vez no podría enviárselo hasta dentro de algunos días cuando supiera el paradero del chico que, en cuatro años no había parado de viajar ni una sola vez.

Pasó a la tienda a comprar algunas cosas para la cena de esa noche y regresó a su hogar caminando calladamente por las calles de Celeste que se llenaron de gente, de alegría. Algunos adolescentes canturreaban villancicos, los niños jugaban con la nieve que se extendía por todos lados, mientras la ciudad se encendía con miles de luces de colores y adornos hermosos. Misty se sentía totalmente ajena a ese sentimiento que rodeaba a todos los demás. Por un momento deseó poderlo tener una vez más, sentirse como aquella vez cuando tenía catorce y compartió ese momento tan maravilloso con el chico que, no solo era su mejor amigo, sino también el ser que más amaba en el mundo y también la hacía sentirse amada.

Entró pesadamente a su casa que se ubicaba detrás del gimnasio. Estaba cocinando un poco de pasta cuando fue interrumpida por el video teléfono. No tenía prisa de contestar, así que se acercó a él con pasos lentos.

- ¡Hermanita! - Gritó contenta una rubia del otro lado de la línea telefónica - Que bueno que te encontré, solo quería avisarte que no llegaremos mañana , pero haremos todo lo posible para estar en casa en la víspera de año nuevo, ¿de acuerdo?

- Está bien, como digas Daisy, - contestó con tedio sin sorprenderse por la actitud de sus hermanas

- También te enviamos un obsequio, de seguro ya llegó al gimnasio… en fin hablamos luego, tengo que irme ya. ¡Besos!

Sin más, la imagen de la rubia desapareció. A Misty no pareció importarle de todas formas, con los años se había acostumbrado a la soledad. Buscó el regalo que sus hermanas habían mandado. No se trataba más que de un sencillo sobre demasiado delgado como para que pudiera contener algo interesante. Lo abrió rápidamente para encontrar dinero en efectivo. "Ellas siempre tan detallistas" pensó sin mucho entusiasmo. Guardó el dinero en su cartera y volvió a la cocina.

Tomó un poco del sencillo platillo que había preparado y se llevó una botella de vidrio llena de ponche que recién había comprado en la tienda y se dirigió a la sala principal del departamento. No quiso encender las luces, el televisor era la única luz en todo el gran salón que apenas tenía unos cuantos arreglos alusivos a la festividad que se acercaba, sin duda su casa carecía de aquella alegría al igual que ella que se sentía tan vacía y sin vida.

Después de una hora había terminado su cena, sin mencionar que redujo el contenido de la botella a más de la mitad, sintiendo el efecto del alcohol en su cuerpo y ya comenzaba a ganarle un poco el cansancio. "Creo que Ash tenía razón, ahora que soy mayor puedo abrir los 'maravillosos' regalos de mis hermanas cuando quiera y tomar todo el ponche que se me de la gana… solo que no es tan divertido a como él lo imaginaba. A quien le importa, no es como si estuviera aquí para averiguarlo conmigo."

Sus pensamientos la rondaban tan odiosamente como miles de insectos sin que pudiera hacer nada para apartarlos. Tomó una manta que estaba en el respaldo del sillón para protegerse del frío, no tenía ánimos para ir hasta su habitación, pasaría la noche allí en la fría sala, acompañada únicamente de los programas insulsos de televisión.

Abrazó sus piernas bajo la tela dejando escapar un par de sollozos sin querer.

- Feliz Navidad, Ash - Susurró tristemente cerrando sus ojos esperando que la inconsciencia se apoderara de ella y así dejar de sufrir, por lo menos por esa noche...


Y fin!

No se crean, esta historia es un two- shot y el final es alegre y bonito lo prometo!, solo quise hacer la comparación de como es una navidad con la persona que quieres y como es sin esa persona porque a veces así suele suceder y creo que quedaba muy bien con el caso de Ash y Misty, No crean que me deprime la Navidad, todo lo contrario la amo! en fin el segundo capítulo estará para... adivinaron: Navidad :)

Mientras me pueden dejar sus comentarios en algún review, me animarían un poco ahora que estoy un poco enferma :(