Este es un fanfic basado en las historias de los comic Marvel. Hecho por un fan y para fans, sin fines de lucro solo por diversión. Los derechos de los personajes registrados bajo la marca Marvel le pertenecen a la compañía The Walt Disney Company.
Los comic se llevan a cabo en el universo #616. Las cosas aquí en el universo #615 cambian, aquí hay algunos personajes nuevos, y algunos hechos han ocurrido diferente. Espero disfruten de esta locura mía.
Universo Marvel #615 - Voidward:
Capítulo 1.
Salgo del departamento, empiezo a bajar las escaleras de manera rápida. Diablos de nuevo se me ha hecho tarde. Al final alcanzó la puerta del edificio donde se encuentra mi departamento, volteo a ver el tráfico; no es tan pesado como esperaba. Mi departamento (o el de mis padres para una mejor definición) se encuentra ubicado en el edificio de la esquina de las calles York y Van Vorst en Jersey, camino rápidamente una cuadra y llego a la esquina donde se encuentra ubicada mi preparatoria: San Pedro. Y veo que el transporte público se acerca, volteo a ver mi reloj y son aproximadamente las 4 pm. si bien tengo algo de suerte lograre llegar a Battery Park con una media hora de retraso solamente. Extiendo mi mano para pedir parada al transporte público.
Subo rápidamente y veo a alguien que me saluda a mi izquierda "Robinson", analizo de quien se trata y ubico rápidamente a alguien perteneciente al equipo de soccer y su novia, supongo que se dirigen hacía la feria al igual que yo. Rápidamente regreso el saludo con un movimiento de cabeza y sonrió para voltear a ver hacía el fondo y veo un lugar vacío. Sonrió para mi interior y apresuro a tomarlo.
Cuando estoy sentado recargo mi frente contra el frio cristal esperando que pueda bajar un poco el estrés que siento por llegar tarde. ¡Diablos soy el capitán del equipo de futbol e integrante del consejo escolar! Debería haber llegado temprano para la presentación de la feria que organizo el consejo para festejar el Halloween y sin embargo heme aquí tarde. Eso sin contar que alguien me está esperando. Si soy honesto esto último es lo que más me apura.
Tomo mi celular poso mi huella en el lector para desbloquearlo e inmediatamente aparece los iconos de mis aplicaciones, pero yo me concentró en la foto al fondo donde solo aparecen dos manos agarradas, sonrió ante el sentimiento cálido que tengo al fondo. Por supuesto que sé a quién pertenecen esas manos una de ellas es mía. Mi mente recuerda rápidamente para que había tomado el celular y abro WhatsApp para mandar un mensaje pidiendo perdón y diciéndole donde nos encontraremos. Adorno el mensaje con un corazón y lo pienso dos veces ¿No es demasiado cursi? Y antes de que pueda arrepentirme lo mando.
Me encuentro esperando la respuesta cuando sin ningún aviso siento la presión cuando alguien se sienta a mi lado y como respuesta bloqueo mi celular. Levanto mi mirada para observar, y me encuentro con una mirada curiosa y veo unos ojos avellana mirándome atentos.
"Siempre eres tan privado con tu celular Kevin. Algunos pueden pensar que ocultas cosas", escucho la voz familiar de Richard, mi mejor amigo y sub capitán del equipo de futbol. Sus ojos se encuentran posados en mi celular y mi corazón se empieza a acelerar rápidamente. "Creo que vi un corazón en el mensaje ¿Acaso alguna de las porristas al fin alcanzo el inalcanzable corazón de aquel que es capitán del equipo de futbol, miembro del consejo escolar y se encuentra entre los primeros 10 promedios de nuestro grado?". Lo veo sorprendido y bajo la mirada intentando escapar de su escrutinio.
"Solamente venia jugando con Solomon, le pedí que me guardara algunas hamburguesas. Amó esas cosas y me dice que apenas salieron a la venta ya casi se acaban". Pongo mi mejor sonrisa, pues a pesar de que estoy tan acostumbrado a mentir nunca se siente bien. Es un asco tener que ocultarte todo el tiempo bajo una máscara de perfección.
Volteo a ver en la ventana como el paisaje empieza a cambiar rápidamente, indicio que nos acercamos a la zona cercana al puente para pasar del otro lado de Nueva York, entre pláticas sobre las clases y sobre los futuros juegos que nos deparan mi mente en realidad no se encuentra aquí. Se encuentra en las cercanías de la feria. Necesito verle, pero espero poder zafarme de mis compañeros para que no haya ningún problema.
Cuando veo el Trade World Center la plática parece que ha terminado, hemos cubierto la mayoría de los tópicos base de nuestras charlas. Volteo ver un momento a Richard y sé que dije que lo considero mi mejor amigo, pero ni aún él sabe toda la verdad sobre mí. Es decir, por supuesto que sabe que los Robinson me adoptaron a los 10 años de edad, lo cual paso hace 7 años. Y sabe que hago todo lo del chico perfecto de preparatoria, para poder hacer sentir a mis padres adoptivos que valgo la pena. Pero aun así no sabe toda la verdad sobre mí.
Después de algunos minutos más por fin se ve a la vista Battery Park, me levanto instintivamente para ser el primero en bajar. Richard me voltea a ver extrañado. "Curioso, muy ansioso. ¿Seguro que todo está bien capitán?".
"Si... Solo espero llegar a tiempo para ver el final de la apertura de la feria", sonrío amablemente para ver como las puertas del bus se abren. Bajo rápidamente para salir disparado a la feria. Mientras me acerco a la multitud un ruido en el cielo llama mi atención lo suficiente para hacerme voltear a ver, sonrió al ver un helicóptero del noticiero. Así que el plan de Danielle funciono, es genial porque necesitaremos todo el dinero que podamos recaudar para el viaje de los que nos graduaremos. Mientras más gente venga a la feria mejor.
Un sentimiento me saca de mis pensamientos y mi mirada aterriza en unos ojos oscuros que se encuentran viéndome desde la periferia de la multitud que aún se encuentra entusiasmada con las palabras de los miembros del consejo. Frunzo un poco mi ceja pues se supone que yo debería estar allá arriba pero ya no importa. Le sonrió la persona que se encuentra viéndome y hago un movimiento con mi cabeza para indicarle que me siga al lugar indicado para nuestra reunión.
Trato de irme por las zonas donde no haya demasiada gente de la escuela. No quiero ser visto así que lo hago de manera rápida. Sin ningún contratiempo, o al menos eso creo yo alcanzo mi destino para ver una figura recargada en la pared cercana a un pequeño puesto de comida. Una sonrisa se asoma en mis labios sin que yo me dé cuenta. Paso mi mano por mi cabello rubio tratando de que quede perfecto y me acerco lentamente.
"Hola guapo", extiendo mis manos para posarlas sobre su cintura y atraerlo a un beso.
"Pensé que no vendrías", el cierra el abrazo poniendo sus manos atrás de mi cuello. El solo toque de su piel contra la mía pone mis sentidos más alerta.
"Hey Sam, sabes que eres lo más importante para mí". Pongo mi frente contra la de él y levanto mis manos para acariciar su cabello castaño, ya es más largo de lo que era hace algunos meses cuando nos conocimos. "Necesitas un corte", digo mientras rio por lo bajo.
"No tan importante como para abrazarme allá afuera", siento como se aleja de mi abrazo, pero mi cuerpo se rehúsa a dejarlo ir y aprieto un poco más. El me voltea a ver serio, pero en el fondo sé que está enojado. A pesar que solo llevamos seis meses saliendo es impresionante como puedes llegar a conocer a una persona así.
"Hey solo necesito un poco más de tiempo", y un logro impresionante para que esto no les importe a mis padres adoptivos. "Por favor, solo dame un poco más de tiempo". El hace un poco más de fuerza y mi cuerpo reacciona ante su enojo, lo suelto del agarre.
"Ya han pasado seis meses. Tú no sabes lo que se siente ver a todas las muchachas acercarse a ti y coquetearte sin poder hacer nada", la mirada de Sam cambio ya no es enojo, ahora es dolor. Mi corazón se detiene un minuto.
"No importa cuantas mujeres se acerquen yo solo te quiero a ti, tú eres mi novio", digo mientras doy un paso hacia adelante y el responde dando uno hacía atrás.
"Lo lamento Kevin, hasta aquí llegue", dice mientras se da la vuelta. "En serio espero que encuentres alguien a quien querer y que te de la fuerza que necesitas para seguir adelante", el voltea a verme de reojo para salir de nuevo al festejo.
Regreso al parque y veo que el equipo de futbol se a reunido en las cercanías de la rueda de la fortuna. Pierdo rápidamente el interés y mi mirada automáticamente busca a Samuel, me cuesta algún tiempo, pero al final lo ubico con su grupo de amigos que se encuentran caminando hacía los puestos de comida. Mi mente se encuentra divagando sobre las cosas que podría hacer para recuperarlo la más obvia y escandalosa sería subirme al podio y declarar mi amor por él, supongo que sería una salida del closet espectacular. Lentamente comienzo a sondear otras opciones podría encontrar a alguien más para tener una relación en secreto, no me costaría mucho. Se que sonara egocentrista, pero sé que soy guapo y mis ojos verde marino me ayudan mucho.
Sin embargo, ante el pensamiento de buscar a alguien más mi corazón se detiene un minuto, es decir no es solo que Samuel me parezca tremendamente sexi, pero estar con él me ayuda a estar centrado y siento que puedo hacer cualquier cosa a su lado. Empiezo a caminar hacía el equipo de futbol, de reojo veo que Solomon fija su mirada en mi cuando me acerco. Tomo un largo suspiro. Detesto tomar decisiones sobre una vida que no siento que sea la mía.
"¿Qué hay chicos?", llego y empiezo a saludar a mis compañeros de equipo.
"Nada, aquí esperando a nuestras chicas". Abro los ojos en señal de sorpresa, volteo a ver a Richard que tiene una sonrisa de complicidad. "¿La tuya vendrá?", suelta Solomon mientras me ve seriamente. Puedo saber que el comentario no vino con intención de lastimar en serio parece que le preocupa mi soledad.
Mis ojos bailan entre mis amigos y los puestos de comida. "Así que Richard ya corrió el rumor", lo digo en forma de afirmación y no de pregunta.
"Hey solo le pregunte a Solomon donde estaban tus hamburguesas y una cosa llevo a la otra", sonríe Richard ante la satisfacción de tener en jaque.
Suspiro cansadamente, tal vez esta es una señal. En realidad, quiero poder tomar a Sam en el pasillo mientras caminamos como cualquier otro. Mi mirada se desvía hacía lo alto la rueda de la fortuna. "Está bien. Me rindo. Pero me tienen que prometer algo", digo mientras todos me voltean a ver sorprendidos excepto Solomon quien solo está expectante.
"¿Al fin nos dirás con quién has estado saliendo los últimos meses?", comenta Richard mientras los demás comienzan a hablar en un murmullo. Volteo a verlo sorprendido ante la declaración que el equipo parecía ya saber.
"¿Cómo lo supieron?", digo repasando las veces que salí con Sam. Todas las precauciones que tuve para no ser descubierto.
Solomon es el que toma la palabra pues los demás se quedan callados y se limitan a observarme. "Tu comportamiento ha cambiado, te ves más... Feliz", dice mientras sonríe para calmarme un poco. O al menos eso pienso yo. "¿Qué es lo que te tenemos que prometer?".
Sonrió ante la demostración que me están dando mis amigos; en realidad se preocupan por mi felicidad. "Solamente que no juzgaran", digo con un hilo de miedo en mi voz.
"¡Hey no importa si no es porrista! De igual manera estoy seguro que nos caerá bien". Al fondo escucho a Eduard, nuestro corredor.
Asiento mientras todos sonríen, y comienzo a caminar hacía el puesto de crepas donde se encuentra Sam con sus amigos. Tomo un largo suspiro supongo que primero el tendrá que presentarme para poder llevármelo. Voy pensando la forma en la que le diré a Sam que prefiero tenerlo a él a mi lado a buscar a otra persona, cuando un sonido extraño suena en el cielo. Levanto la mirada al igual que todas las personas que se encuentran a mi alrededor. En el cielo el helicóptero que se encontraba cubriendo la noticia de la feria se empieza a desplomar rápidamente y por la dirección de caída que lleva caerá en las cercanías. Mis ojos se abren rápidamente al ver que se dirige a la rueda de la fortuna.
Empiezo a correr y extiendo mi mano derecha, toda mi atención se dirige al helicóptero. Mi deseo de querer evitar que caiga sobre el equipo parece que se está haciendo realidad por que poco a poco empieza a detener la velocidad de caída. De repente mi cabeza duele, como si alguien me hubiera dado un martillazo en la parte superior. Algo me molesta en la nariz. Sin querer mis rodillas fallan y caigo al piso quedando arrodillado. Rápidamente me limpio la nariz con la mano izquierda y veo de reojo algo rojo. Tengo miedo de mover mi mano y romper ese milagro.
De repente dos personas se paran a mi lado veo de reojo y Solomon se encuentra diciendo palabras extrañas mientras con sus dedos dibuja extraños símbolos con luces raras. Unos segundos después la carga ¿Dije carga? Del helicóptero se vuelve más ligera. Sin embargo, en la ruta de caída hay todavía algunos niños. Mientras pienso que hacer un portal aparece a un lado de ellos y unos brazos se los llevan. Lentamente dejamos caer el helicóptero sobre el piso para evitar que los tripulantes se hicieran daño.
Levanto mis manos para verlas, están temblando. En este momento me doy cuenta que caen gotas de sangre de mi nariz. Levanto la mirada y veo miradas sorprendidas, a través de la multitud una ola de murmullos se empieza a levantar. Miradas confundidas y miradas furiosas nos voltean a ver escucho una voz al fondo que grita: Uno de ellos es aprendiz del Doctor Strange. Levanto mi mirada y veo a Solomon sorprendido. Parece ser que era un secreto. Justo cuando mi mente procesa la pregunta escucho otro grito: El rubio es mutante. Rápidamente ubico de donde provino y ubico a un grupo de personas que en las ropas portan pin de la organización Amigos de la Humanidad. He visto demasiados noticieros y videos en YouTube para saber cómo terminara esto.
Me levanto rápidamente, y mi mirada pasa por donde esta Sam que ve con horror. Eso duele más de lo que esperaría. Empiezo a correr mientras ellos también toman impulso. Localizo rápidamente la salida más cercana del parque y veo que algunos empiezan a rodearme, tengo miedo, por primera vez desde hace 7 años tengo miedo. Intento correr con todas mis fuerzas, pero por momentos el miedo llega a mis piernas y se paralizan. Eso es lo suficiente para que me empiecen a alcanzar justo cuando salgo del parque.
Volteo a ver hacía atras para calcular cuántos son y calcular si puedo ganar o al menos salir tablas. No contaba con una emboscada por delante, así que el bate en mi pierna derecha duele más de lo que debería. Lo siguiente que se es que estoy rodando por el piso, al final termino rodeado por la turba que empieza a pegarme por todos lados. De repente siento como uno de mis lados empieza a doler, posiblemente una costilla rota. Una navaja se clava en mi pierna derecha, el dolor punzante recorre todo mi cuerpo. Aquí es donde suelto un grito a todo pulmón. Después siento un tacón que pisa mi mano derecha, es un tacón de punta. Se rompe mi resistencia al dolor y empiezo a rogar que paren.
Entre las cabezas de mis atacantes cuando abro mis ojos por el dolor una luz resplandece rápida y fugazmente. "Déjenlo en paz, aléjense o no respondo", escucho la voz de Solomon. Levanto lentamente la mirada y veo a dos figuras paradas a unos metros. La turba se empieza dispersar rápidamente, parece que el tener una bola de fuego en cada mano hace a Solomon más persuasivo.
Intentó ponerme de pie, pero mi mano derecha duele mucho, apenas me doy cuenta que parece ser que no solo tengo rota una costilla si no el hueso de la mano donde me pisaron. "Gracias", digo con toda la sinceridad que tengo. Solomon y el otro muchacho, que ahora que le doy un segundo vistazo recuerdo de haberlo visto en algunas de mis clases. Recuerdo que es un estudiante de intercambio de algún lugar de las zonas nórdicas. "También a ti... ", dejo la pregunta en el aire.
"Mi nombre es Heimkel", dice el muchacho de cabellos negros y piel blanca. Trae un suéter con capucha.
"Disculpa la situación para presentarnos". Digo tratando de soltar un chiste, pero es obvio la incomodidad de la situación. Entre los dos me levantan y me llevan a un asiento en las cercanías. Apenas puedo mantenerme consciente. Volteo a verlos y recuerdo la mirada de horror de Samuel. Y pareciera que el dolor de todas mis heridas incrementa. "Necesito llegar a mi casa", digo en reflejo, aunque sé que en realidad necesito ir al hospital, pero algo dentro de mí me dice que valla a casa.
"¿Estás loco? Necesitas un hospital. Sin contar que no sé cómo vas a hacer para llegar a un lado o a otro en tu situación...", pareciera que Solomon iba a seguir hablando, pero Heimkel lo interrumpe emocionado.
"Yo puedo ayudarlos con eso", el muchacho es sonriente. "Ayúdame a llevarlo a aquel callejón", Solomon y yo nos volteamos a ver dudosos ante la petición del nórdico. Al final volteo a ver a Heimkel y asiento y lentamente nos movemos hacía el punto destino. "Voy a necesitar que describas como es la calle afuera de tu casa", me indica mi nuevo amigo. Empiezo a describir como es el edificio donde vivo, describo cada detalle y hasta doy el nombre de las calles. Voltea a verme procesando la información y después de algunos minutos en el fondo del callejón empezamos a escuchar gritos, cosa que me pone los pelos de punta. Y lentamente casi como si la pared de deshiciera deja un agujero donde del otro lado se ve mi edificio. Lentamente y con cuidado empiezo a caminar por ahí, lo cual no fue nada fácil porque dentro del túnel se venial brazos queriendo salir y caras haciendo diversos gestos de dolor. El sonido se incrementa radicalmente cuando estas adentro, por lo cual al final casi doy un salto. Después de algunos minutos todos nos encontramos del otro lado del túnel. Le sonrío a Heimkel.
"¡Wow!, eso ha sido increíble, tétrico, pero increíble. Muchas gracias". A estas alturas empiezo a preguntarme por qué delimite mis amistades a un círculo de deportistas y nunca me moleste en expandir mis círculos sociales. Cuando volteo para empezar a caminar hacía la entrada del edificio me quedo helado.
La escena me deja sin movimiento y sin habla. Veo a mi padre adoptivo sacando mis cosas a la puerta del edificio en tres grandes cajas, levanta la mirada lentamente y me ve a través de la calle y hace un gesto de obvio desagrado en mi dirección.
Siento como la mano de Solomon se posiciona sobre mi hombro y presiona, me voltea a ver y cruza la calle seguido de Heimkel, Solomon trae dos cajas mientras que Heimkel trae la que resta. Me recargo sobre la pared del edificio de enfrente. Otra vez estoy solo, bajó la mirada.
"¿Tienes algún otro lugar donde ir?", pregunta amablemente Heimkel. Lo pienso un momento antes de responder.
"Tal vez...". Los dos que tengo enfrente mío me voltean a ver expectantes, yo solo bajo la mirada. "Hay algo así como un asilo para gente como nosotros", volteo a ver a Heimkel. "Se llama la mansión X, es donde todos los mutantes son recibidos", lanzo un suspiro de resignación.
"Hey escucha amigo, yo no soy mutante", sonríe un poco nervioso. "Yo ni siquiera soy humano, soy asgardiano". Escucho lo último y busco la información en mi mente.
"¿Como Thor?", pregunto casi sin pensarlo. Thor murió recientemente no sé si sea un tema delicado para ellos, pero mi compañero asiente lentamente.
"Si como Thor, algunos huimos de Asgard y buscamos refugio en otros lados a mí me trajeron a Midgard", ante la última palabra lo piensa mejor y corrige. "La tierra. ¿Entonces deseas ir a esta mansión X?". Yo ante la pregunta solo puedo asentir, no es que me emocione, pero es eso o regresar otra vez al sistema por otro año más. Sabiendo lo que viene empiezo a describir lentamente con la poca información que alcanzo a recordar de aquella vez que en historia vimos historia mutante.
Al igual que la vez pasada los gritos fueron lo primero para posteriormente la misma parte donde salimos posteriormente también se empezó a derretir, los mismos gritos, pero ahora mi mente se encontraba en otra parte. Hasta había olvidado el dolor de mis heridas, aunque si lo pensaba mejor no era que hubiera dejado de doler era que había dejado de importar. Mi cerebro escuchaba que Heimkel y Solomon venían platicando, pero no procesaba la información estaba pensando en alguna forma de mejorar esto.
Automáticamente pase el portal sin pensar en los fritos provenientes de las caras o sin importarme las manos que intentaban arrastrarte al fondo de ese abismo. Cuando estuve del otro lado era más que obvio que estábamos en un bosque al fondo se veía una reja muy grande, al centro se veía una puerta de hojas pares adornada con una X en la parte superior. La reja en su totalidad era negra. ¿Qué se supone que debería hacer ahora? Tanto Solomon como Heimkel se ponen a la defensiva y voltean a ver al frente.
De las sombras una mujer sale, lleva un pantalón negro y una camisa amarilla. Inmediatamente sé que pertenece a los X-Men pues en la hebilla de su cinto trae una X. Volteo a verla mientras me doy cuenta que atrás de ella viene alguien más. Un hombre corpulento casi puedo asegurar que mide poco más arriba de los 2 metros, viene vestido con un pantalón de mezclilla y una camisa a cuadros. La voz de la mujer se hace escuchar.
"¿Quiénes son ustedes y que hacen en terreno privado?", la mujer tiene muy buen inglés, aunque hay rastros de un acento extranjero.
"Vengo buscando asilo", mi fuerza de repente se agota, ya no tengo energías y caigo. No me queda más que cerrar los ojos y preparar mi cuerpo para el impacto. Pasa el tiempo y no siento ningún golpe, cuando abro los ojos veo que me encuentro flotando en medio del bosque y la mujer tiene extendido su brazo hacía mí. "¿Gracias...? Supongo", digo sin saber realmente si fue ella.
"¿Eres mutante?", pregunta el hombre, a diferencia de la mujer su ingles aun está lleno de ese acento extranjero. Inmediatamente lo ubico: ruso.
"Eso creo. Y también los Amigos de la Humanidad", escucho un suspiro de enojo por parte del hombre. Veo que la mujer mueve la mano y quedo flotando en el aire en posición vertical.
"Mi nombre es Magik", dice ella mientras analiza mi mirada tal vez verificando que no esté mintiendo. "Él es mi hermano Colossus". Da un vistazo atrás rápidamente y el hombre levanta la mano a forma de saludo. "¿Y tus amigos también son mutantes?", es mi turno de voltear para ver hacía atrás y volteo a ver a Magik para negar con la cabeza.
"Solo me hicieron el favor de traerme", Colossus voltea a verlos para analizarlos.
La mujer sonríe mientras pareciera que voltea a ver el portal atrás de nosotros. "¿Cuál de ustedes utiliza magia?", ante la pregunta veo que Heimkel levanta la mano. "Necesitar ser más cuidadoso que nadie detecte tus encantamientos", entrecierra la mirada un poco. "Gracias por traerlo, nosotros nos encargaremos apartir de aquí". Mis amigos voltean a verme cuestionando.
"Está bien", digo resignado. Miro en dirección de la mansión esperando hacer lo correcto.
Mis amigos se voltean a ver un momento dudando. Pero al final optan por regresar por el portal. Una vez que desaparecen el portal volteo a ver a mis anfitriones y Magik levanta la mano para que el bosque a mi alrededor desparezca y cuando me recupero del mareo ocasionando veo que me encuentro en una mesa y algo parecido a un ¿consultorio médico?
"Hermano lleva las cosas a una habitación vacía yo iré por Hank para que empiece el tratamiento médico", dice la mujer en un tono de mando. Yo me encuentro ahí acostado en una plancha de metal. Una costilla y una mano rota. Diversos moretones por todo el cuerpo y también algunas cortadas alrededor de la piel. Mis anfitriones me dejan solo algún tiempo y por primera vez desde hace rato tengo suficiente paz para ponerme al corriente con mis sentimientos y mis pensamientos. Empiezo a sollozar, y suelto la primera lagrima que la dedico a Samuel, la segunda y la tercera a mis padres adoptivos. La cuarta a Solomon. La quinta a Heimkel. Intento no hacer ruido, pero me es muy difícil.
"Déjalo salir, te hará bien", escucho una voz femenina pero no es Magik. Intento levantarme para ubicar a la mujer que habla conmigo. No me tengo que esforzar mucho pues se acerca a donde me encuentro postrado, la mujer lleva una cola de caballo, y el color de su cabello es café y de piel blanca pero un poco más tostada que Magik. "Hola mi nombre es Kitty", la mujer es guapa, pero es un poco mayor. "Vamos no te limites me imagino que no fue fácil tu tarde", dice analizando mis heridas.
"Así que volvemos a ser 199", una voz masculina profunda se escucha desde la entrada. Kitty ve la confusión en mi mirada.
"Él es Hank, nosotros lo conocemos como Beast. Es el científico y el mejor doctor que tenemos", dice Kitty con una sonrisa.
"Muy bien, veo que te han pegado con todo". El hombre con pelaje azul se acerca a mí y mueve un poco sus lentes para enfocar mejor mis heridas. Estira la mano y veo que toma una tableta para empezar a hacer algunos apuntes. Mientras Kitty baja un brazo robótico y lo pasa por mis heridas. "¿Tus padres?", pregunta el doc.
"Adoptivos. Me corrieron", digo entrecortadamente por que las lágrimas siguen saliendo. Alcanzo a ver que Beast le dirige una mirada a Kitty.
"¿Y tienes nombre o solo te diré paciente numero 199?", me pregunta mientras trae a la una pequeña mesita con varios instrumentos y botes con lo que parecen químicos.
"Kevin", digo mientras pienso. "Supongo que ya no tengo apellido". Veo que Beast asiente lentamente.
"Pues tendremos que encontrarte uno. Dime Kevin, ¿entonces crees que eres mutante?", no lo sé con seguridad así que me quedo callado. "Así que no estás seguro, ¿Sabes el nombre de tus padres biológicos?", solo puedo negar. "¿Te molesta que haga algunos exámenes a tu sangre?", aunque preguntó no esperó a mi respuesta y con una jeringa me saca un poco de sangre.
"Si supongo que me gustaría estar seguro", Kitty se acerca a mí con algodón y una botella azul. Presiento que me va a doler así que tomo un largo suspiro y cierro los ojos.
"Y dime Kevin, ¿qué edad tienes?", escucho lo voz femenina sin abrir los ojos.
"17, estaba por graduarme de la preparatoria". Siento como el alcohol toca una de mis heridas y como Kitty empieza a limpiar. Un quejido empieza a buscar salida, pero encuentro suficiente energía dentro de mi para enfocarme en la conversación de Kitty.
"¿Y tenías alguna materia favorita?", en este momento Kitty termina de limpiar la primera herida y pasa a la segunda.
"Informática", aun no abro los ojos y empiezo a contar en mi interior.
"Eso es bueno, es un área con futuro", ahora es Beast quien me intenta hacer platica. "¿Algún área específica? ", ya veo lo que hacen intentan mantener mi mente ocupada para distraerme de las curaciones.
"Programación y redes", digo sin pensarlo. Escucho que Beast suelta una risa, ante lo cual abro el ojo izquierdo y volteo a verlo.
"Así que tengo un hacker en mi mesa de operaciones", eso sí que paro mi llanto y suelto la primera risa de la tarde. Nadie me lo había dicho de esa manera, pero si es algo a lo que me gustaría dedicarme.
La platica sigue, principalmente se guían por mis gustos y mis intereses. Después de cerca de media hora de limpieza, vinieron algunas inyecciones y empezaron a ponerme algunas vendas e inmovilizaron mi mano derecha. El dolor ahora es mínimo, supongo que alguna de las pastillas que me dieron eran calmantes. Pero aun así me siento bastante en mí mismo como para seguir la plática.
Kitty se acerca a mí y me ofrece un pants negro con una X amarilla marcada en la pierna derecha y una camisa blanca. "Para que puedas dormir con ropa limpia, dime ¿te gustaría ver los análisis de sangre y que te explicáramos lo que pasa?", mira atenta mi reacción a lo cual solo puedo asentir con la cabeza.
"Bien muchacho, síguenos", Beast sale seguido por Kitty. La puerta es automática, una vez fuera del cuarto me quedo anonadado viendo que la mayoría de las paredes y puertas son metálicas. Volteo a ver a las dos personas que van delante mío y me pregunto si ya vieron los resultados, aunque si lo analizo no es posible pues estuvieron la ultima hora atendiéndome. Volteo a ver mis alrededores y veo una serie de pasillos con diversas puertas. Al final llegamos a una puerta igual a las demás y ante la presencia de Beast la puerta se abre dejándonos entrar a todos.
Llegamos a una sala con una mesa cristalina y cerca de 20 sillas alrededor. Veo que el cuarto en las paredes tiene diversas herramientas y aparatos extraños que no entiendo para que sirven. Me quedo perdido viendo todo, cuando Kitty carraspea la garganta y me señala con la mirada una silla.
"Bien veamos tus resultados", Beast mientras teclea algunas cosas en su tableta y la mesa empieza a brillar arrojando exhalaciones de luz hacía el techo. Empieza a formarse una figura de ADN o al menos eso parece, lo recuerdo de las clases de bilogía. Tanto Kitty como Beast analizan lo que creo que es mi ADN. Veo miradas de sorpresa en Kitty y en Beast, aunque Kitty también las mescla con miradas de confusión.
"¿Todo está bien ¿Soy un mutante?", pregunto un poco ansioso. Tengo un poco de miedo, supongo que aún tengo la esperanza que me digan Hey no todo fue un error, todo está bien eres un humano puedes regresar a casa. Yo sé que imposible que me digan que soy un humano normal, pero supongo que no se siente real el ser un mutante hasta que un experto te lo dice.
"En el transcurso de tu curación estuve viendo las noticias y supongo que tus poderes son telequinéticos", ahí va mi esperanza de que sea un ¿falso positivo? "Efectivamente eres un mutante, pero hay algo...", Beast abre la boca lentamente y me voltea a ver. "Es todo lo que puedo decir por el momento, ¿qué te parece si lo dejamos por hoy aquí y mañana seguimos platicando?".
Veo que Kitty sigue analizando los resultados de mis análisis y también abre los ojos y la boca. "Si, estoy de acuerdo, ¿qué te parece si te dirijo a tu cuarto y descansas? Ha sido un día largo". Kitty empieza a levantarse y me indica con su cabeza que la siga.
Empezamos a andar en silencio por ese pasillo metálico y sé que hay algo que no me quieren decir. "Señorita Kitty ¿Todo está bien conmigo?", pregunto con un poco de miedo. Ella se para frente a otra puerta esta tiene una X más grande y visible, parece un poco más gruesa que las demás. Me voltea a ver un minuto y parece buscar las palabras correctas.
"Hay algo, pero no queremos adelantarnos a los hechos. Primero queremos asegurarnos de no estar equivocados", ella se acerca a mí. Por minutos me parecía estar viéndola hacia arriba pero cuando se acerca a mí, veo que tenemos casi la misma estatura. Pone sus manos en mis hombros. "Pero te puedo prometer que aquí estarás a salvo, en la escuela encontraras a muchos mutantes de diversos grados escolares", escucho como la puerta se abre y deja ver algo parecido a un elevador de alta tecnología.
"¿Es malo eso que no me pueden decir?", ante mi pregunta ella se muerde el labio inferior como buscando una respuesta, pero lo único que encuentra es el tablero del elevador.
"No, sí. Es decir, aún no sabemos si es real y no sabemos si es algo malo o bueno. Deja que Hank haga las pruebas pertinentes y mañana nos dirá lo que descubrió". Ella me voltea a ver mientras analiza mi cara. Empezamos a subir o al menos eso se siente.
"¿Entonces podré quedarme aquí?", es curioso como las prioridades cambian; hace algunas horas mi prioridad era salir del armario para poder volver con Sam y ahora mi prioridad es encontrar un lugar para dormir.
"Claro que sí, todos los mutantes son bienvenidos y más si son tan jóvenes como tú", ella ve el piso un momento pensando y continua. "Hay algunas reglas, no puedes estar en los cuartos de las chicas", y ante este comentario suelto una risa involuntaria y un comentario que tal vez no debí haber hecho.
"No creo que ese sea un problema conmigo, soy gay", cuando mi cerebro registra lo que mi boca dijo solo atino a sonrojarme. Y escapo de la mirada inquisitiva de Kitty.
"¿Es la primera vez que lo dices en voz alta?", me pregunta mientras con su mano levanta mi cara para que la vea. Yo solo muevo la cabeza en forma positiva. "No te preocupes nadie lo sabrá hasta que tú quieras decirlo", me sonríe de manera tan cálida que me hace tranquilizarme. "Hay toque de queda no puedes estar fuera de la mansión después de las 10 de la noche y siempre un maestro tiene que saber a dónde vas. La comida siempre está a disposición de todos si hay algo con etiqueta esta fuera de los límites y en la sala de juegos hay que compartir con todos. Mañana veremos qué hacer con tu certificado de preparatoria. ¿Alguna duda?", cuando dice esto el elevador de detiene y las puertas se abren dejando ver a un hombre alto, musculoso y de cabello castaño. Tiene unos lentes rojos.
"Hola Kitty, ¿quién es él?", pregunta el hombre. Me parece reconocerlo de algún lado.
"Él es Kevin un recién llegado", le contesta la mujer mientras observa al hombre.
"¿Hank está en el laboratorio?", el hombre de anteojos peculiares me voltea a ver rápidamente y me analiza. "Me hablo dice que tiene información importante pero no quería decírmela por el comunicador". Me siento un poco incomodo ante el escrutinio. En este momento mi mente reacciona y recuerdo donde lo vi. Las noticias, él es Cyclops el líder de los X-Men. Abro los ojos y lo volteo a ver. Se ve diferente sin su ¿ropa de combate?
"Si, se encuentra abajo, en un momento cuando deje a Kevin en su cuarto bajare también. Por favor espérame allá", algo me dice que todo este secretismo tiene que ver conmigo. "Kevin, él es Scott Summers, uno de los X-Men fundadores", se dirige a mi Kitty. Cuando menos lo espero siento una mano sobre mi cabeza despeinándome.
"Bienvenido chico, siéntete como en casa". La sonrisa de Scott me tranquiliza mucho y no sé por qué.
Después de este pequeño encuentro salimos a un gran recibidor donde mucha gente se encuentra transitando. Algunos no me prestan atención mientras que otros me voltean a ver analizándome. Kitty me sonríe y me anima a seguir.
"¿Deseas comer algo?", ella pregunta, yo solo niego con la cabeza.
"Si no te molesta solo quisiera dormir", ella empieza a andar arriba a un segundo piso, por las escaleras. Parece deliberarlo un poco después de tomar la izquierda y cambia de dirección para ir a la derecha.
"Este será tu cuarto", dice mientras abre la puerta y deja ver un cuarto de espacio amplio. Una cama king-size, una mesa enfrente de una ventana. Volteo a ver y hay un aire acondicionado. Una pantalla led y algunas plantas. Y sigo registrando el cuarto. Uno pensaría que con tanta gente en la mansión compartiría el cuarto con alguien.
"¿Puedo tener mis cosas?", ella me voltea a ver sorprendida mientras se tapa la boca con la mano.
"Por Dios que despistada soy, claro que si pediré a alguien que te las suba". Saca algo que parece ser un celular, teclea algunas cosas. "Disculpa, pero tengo que volver a bajar, duerme y descansa que mañana te presentare a todos", dice mientras camina hacía la puerta.
"Y me dirán lo que quedo pendiente", ella ríe ante mi comentario mientras me observa desde la puerta.
"Y te diremos lo que quedo pendiente", cierra lentamente la puerta.
Pasa algunos minutos mientras me adapto al cuarto, instintivamente mi imaginación vuela y pienso como me gustaría decorarlo. Han pasado cerca de 10 minutos cuando alguien toca a la puerta, me acerco para abrirla y del otro lado puedo ver a un joven, un poco más bajo que Scott y definitivamente mucho más bajo que Colossus, tiene el cabello castaño claro, y tiene ojos azules casi como un bloque de hielo.
"Así que tú eres el nuevo", dice el muchacho del otro lado de la puerta mientras yo abro lo suficiente para que pueda pasar. "Hola yo soy Bobby, pero todos me conocen como Iceman", él sonríe e instintivamente le respondo la sonrisa.
"Yo soy Kevin, mucho gusto", extiendo mi mano y su toque es frio.
"Pues Kitty me pidió que te dejara estas cajas", me señala las cajas con mis pertenencias sobre un cochecito. "Y que después te dejara descansar, así que buenas noches", se despide con un gesto mientras camina por el pasillo.
Esa noche contra todo pronóstico me siento tranquilo y seguro, caigo rendido cerca de las 8 de la noche pensando todo lo que sucedió en aproximadamente tres horas. Suspiro un poco y de alguna manera me siento como nunca había podido sentirme. Me siento como en casa.
