N/A: Hi! Esto se suponía que iba a ser un mini mini que iría incluido en una colección SasuSaku (una tablita de quince temas que tenía en mi profile) y que correspondía al tema "mascota". Pero al final decidí separarlo y hacer un fic totalmente independiente y, este es el resultado XD. Los personajes tiene entre diecisiete y dieciocho años y la historia está valorada con rating T. Y eso XD que la disfruten y me digan qué les va pareciendo en sus reviews. Ay, y este fic va dedicado completamente a mi querida amiga y fantástica autora; Masako Uchiha. ¡Te adoro! (L)
Por cierto, yo siempre termino haciendo capítulos algo largos XD Ojalá no aburra a nadie.
Disclaimer: Nada de esto es mío y cada vez que lo escribo, me deprime más.
Neko no Jutsu
Capítulo I
—¡QUÉ! —los ojos de Naruto se abrieron de golpe ante las palabras de la Hokage—. P-Pero… ¡no puede ser! ¡Tiene que haber otra forma de castigar a Sasuke en lugar de—!
—No la hay, Naruto. De acuerdo a su expediente, Uchiha ni siquiera debería haber pisado Konoha de nuevo —lo interrumpió Tsunade—. Y, sin embargo, le estoy dando una oportunidad para que demuestre su lealtad con la aldea.
Sasuke suspiró con pesadez, antes de cruzarse de brazos y recargar su cuerpo en la pared.
—¿Estás segura de que no hay ninguna otra solución, Tsunade?
—¡Porque tiene que haber otra, Tsunade-baachan! —lo apoyó Naruto con impulsividad—. ¡Es sólo que tu edad y todo ese sake que bebes a diario ya no te dejan pensar con claridad!
La aludida les envió a ambos una mirada desagradable, claramente molesta por aquel trato tan poco formal hacia su persona. Era LA Hokage, después de todo… aunque claro, Naruto seguía siendo Naruto y a Sasuke no podría importarle menos su puesto.
—Es la única solución, Uchiha —le contestó Tsunade, juntando sus manos y apoyando la barbilla en ellas—. Aún estás catalogado como uno de los criminales más peligrosos en todo el país del fuego. No puedo dejarte andar por la aldea como si nada y sin un castigo apropiado.
—¿Y no pudiste pensar en uno menos estúpido? —soltó el chico, desdeñosamente, volviendo a su postura arrogante de siempre. Las cejas rubias de Tsunade comenzaron a temblar ligeramente—. Porque aún no entiendo el punto de esto…
—El punto, Uchiha —hizo énfasis en su apellido y se levantó de su escritorio, apoyándose en sus manos—. Es que eres el traidor de la aldea —le recordó con tono serio, recibiendo un gruñido a modo de respuesta—. Puedo drenar tu chakra fácilmente y reducir toda tu fuerza, pero no es suficiente para hacer que los habitantes se sientan seguros contigo… no aún. Con tu nueva forma, serás mucho más inofensivo.
—Hn.
—Cuando haya pasado el tiempo suficiente para que la aldea te perdone y vuelva a confiar en ti, yo misma te devolveré a la normalidad —le indicó Tsunade, tomando asiento de nuevo y abriendo una de sus gavetas—. Por el momento, tendrás que resignarte.
Sasuke decidió no hacer ningún comentario al respecto. Aunque no es como si tuviera mucho que agregar, de todas formas; estaba claro que aquella bruja disfrutaba con toda la situación.
—Sigo pensando que tus métodos son muy raros, vieja —Naruto se cruzó de brazos, mientras meditaba—. Pudiste amarrarlo a un árbol, ponerlo a recoger toda la basura de la aldea, encerrarlo con esa loca obsesionada de Karin… —el rostro de Sasuke se tornó ligeramente verdoso ante eso último.
—Cállate, idiota.
—Entonces… ¿estás de acuerdo con mi condición, Uchiha? —Tsunade sacó un pequeño frasco y lo dejó sobre el escritorio.
El Uchiha chasqueó la lengua con resignación—. Como sea. Si es la única forma, acabemos con esto pronto y sólo dame la poción.
Naruto frunció el ceño y ladeó un poco la cabeza—. Nee, nee, ¿pero con quién se quedará Sasuke durante todo este tiempo? No puede estar solo en su antiguo apartamento… y conmigo NO se queda —se apresuró a agregar.
Tsunade hizo todo lo posible para que no notaran su sonrisa maliciosa—. Sakura ama a los gatos, ¿sabían?
No era su cumpleaños, San Valentín, ni ningún otro día especial. Por eso, Sakura no pudo hacer nada más que sorprenderse cuando aquella mañana, frente a su puerta, se encontró con una caja de mediano tamaño, envuelta en un bonito papel color azul y con un gran listón rojo.
¿Un obsequio? La joven ninja se inclinó para tomarlo, frunciendo levemente el ceño al notar que estaba más pesado de lo que pensaba, ¿pero de quién?
Pensó en Naruto, pero inmediatamente lo descartó; era bastante poco probable que el chico se hubiese levantado tan temprano (en su día libre) para ir a dejarle un regalo. Además, habría tocado a su puerta y esperado a que le abriera para dárselo, no simplemente dejado en la entrada y desaparecer…
¿Kakashi-sensei…? No, el jounin estaba en una misión y no volvería dentro de una semana. Y de todas formas, no podía ser de él. Después de años de recibir sólo ropa provocativa ("¿Llamas a ESTO ropa, sensei?" Le había preguntado una vez, después de desenvolver un minúsculo vestido que le iría mejor a una barbie que a ella) y números del Icha Icha Paradise como regalo, sabía que el envoltorio no concordaba.
Más vale que no sea una broma, entró de nuevo a su departamento con la caja en brazos, cerrando la puerta suavemente. Caminó hasta la cocina y la dejó sobre la mesa, mientras pensaba en quién podría haberle regalado algo. Cuando descartó a Ino, Hinata, Tenten, Sai, Shikamaru y todos los demás, se atrevió a pensar en Sasuke… pero era imposible.
Lo único que sabía del chico, es que había vuelto a Konoha hace un día junto a su nuevo equipo, y que no había abandonado la torre de la Godaime. Y conociendo a su shishou, no lo dejaría salir hasta que se desahogara completamente con él. Había estado tentada en ir a verlo, pero justo tuvo que atender a un paciente bastante grave y en eso se le fue todo el día.
Aunque de todas formas y después de tanto tiempo, había aceptado los hechos; ella no era demasiado importante (al menos no tanto como Naruto) para el Uchiha y no había prisa en ir a verlo, ni tampoco él extrañaría su presencia. Así que mucho menos pensaba que el chico se hubiera molestado en regalarle algo.
Dejó escapar un profundo suspiro y sólo en ese entonces reparó en la pequeña nota adherida al listón del regalo. La abrió e inmediatamente reconoció la letra.
Sakura,
Siento haberte enviado esto de forma tan repentina. Ahora estoy ocupada con… tú sabes, cosas de Hokages… y no puedo hacerme cargo de él ahora. Sé que estás en tu día libre, pero creí que no tendrías problemas con hacerme este pequeño favor y cuidar de él por un tiempo.
Es algo malcriado, arisco y no le agrada mucho la gente, pero confío en que podrás manejarlo. ¡Por algo eres mi pupila!
Suerte,
La Godaime.
PD: Shizune creyó que el envoltorio y el listón serían un lindo detalle.
—¿Un encargo de Tsunade-shishou? —se sorprendió la chica, dejando la nota a un lado y comenzando a desenvolver la caja—. ¿Y cómo que "arisco" y "malcriado"? ¿Acaso será—?
Sus dudas se desvanecieron rápidamente en cuanto arrancó el último trozo de papel y abrió la tapa de la caja, revelando a un lindo y pequeño gatito de color negro.
Y, ciertamente, tal como había señalado Tsunade, tenía un porte arrogante y arisco.
Pero lejos de notar su actitud y mirada huraña hacia ella, Sakura dejó escapar un chillido de emoción que casi lastima los (ahora más) sensibles oídos del Uchiha y se inclinó hacia él con una gran sonrisa en el rostro.
—¡Qué lindo eres! —lo abrazó con fuerza, provocando que Sasuke se erizara por completo al sentir su espacio personal invadido—. ¡Eres la cosa más linda que he visto en mi vida!
Sakura alzó al gatito en el aire para tener una mejor vista de él; era de mediano tamaño, sus ojos eran tan negros como su suave pelaje y aquella mirada molesta y arisca… le recordaban vagamente a alguien.
Sasuke resopló y arrugó sus bigotes ante el comportamiento tan efusivo de la chica. Si así había reaccionado por un simple gato, ni se imaginaba cómo lo habría hecho en frente de él, en su forma normal.
Desde esa cercanía, también se permitió darle un mayor vistazo a la chica. Sí, puede que no hubiera cambiado mucho sicológicamente (aunque Naruto y Tsunade habían mencionado cientos de cosas y méritos sobre ella que realmente le costaba creer), pero definitivamente… la chica que tenía delante suyo no era la misma Sakura de hace tres años; aunque su estatura no había aumentado demasiado, esas curvas indudablemente no existían la última vez que se habían visto. También había dejado crecer su cabello, por lo que estaba del mismo largo que a los doce y— bajó disimuladamente la vista hacia su pecho; y al parecer, su pelo no era lo único que había crecido en esos años.
¿Sakura? Sasuke arrugó la nariz. Le era difícil acostumbrarse a esta nueva imagen de la chica.
—Así que tú eres mi encargo, ¿ne? —le dijo suavemente, como si le estuviera hablando a un bebé o a alguien particularmente lerdo. El Uchiha se irritó un poco, pero no pudo evitar pensar que cuando no gritaba, su voz era bastante agradable—. Tsunade-shishou es algo descuidada, así que lo mejor será que yo te cuide.
Si Sasuke hubiese podido formular un "Hn", lo habría hecho.
Sakura dejó al gatito en la mesa por un momento y revisó la caja—. Qué extraño. No hay ninguna placa ni collar por aquí. ¿Entonces cómo puedo saber tu nombre?
La forma desagradable en que el minino la miró y en dónde el mensaje "Eres molesta" estaba más que claro, le dio una idea.
—Sasuk— no, Sasu-chan es mejor —decidió la Haruno, satisfecha, volviendo a acunarlo en sus brazos. El pelaje y las orejas del Uchiha volvieron a erizarse, no sólo por oírla llamarlo con ese apodo tan estúpido, sino por la cercanía de su cuerpo con los pechos de la chica—. Te queda perfecto.
Salió de la cocina y subió las escaleras hasta llegar a su habitación. Depositó a Sasuke suavemente sobre su cama y éste entrecerró los ojos de inmediato; toda la alcoba era tan rosa y femenina que le dañaba la vista.
—Hoy es mi día libre, Sasu-chan —le comentó con una naturalidad que sorprendió al aludido, mientras caminaba hacia el armario y buscaba su ropa—. Así que tengo todo el día para cuidarte y consentirte —sacó un par de prendas y las arrojó sobre la cama en donde estaba Sasuke. Éste prefirió ignorar el delicado sujetador rosa que había caído justo a su lado—. ¿No te parece genial?
Si esperaba que "Sasu-chan" asintiera o le contestara de alguna forma, estaba perdiendo el tiempo. Lo único que Sasuke hizo fue ladear su cabeza y mirarla como si fuera una tonta. Sakura se sintió algo incómoda ante esa actitud tan conocida para ella, pero sacudió su cabeza.
Es sólo un gato. No puedes pensar en él hasta en este tipo de situaciones…
Se dirigió al baño y abrió el grifo de agua caliente, esperando a que se llenara la bañera.
Volvió a salir y Sasuke la observó acercarse nuevamente hacia él, ladeando la cabeza bruscamente cuando la chica le quiso acariciar las orejas. Sakura suspiró con cansancio ante su comportamiento, pero luego le sonrió—. Tsunade-shishou no me dio ninguna indicación en especial, pero supongo que no habrá problema si te doy un pequeño baño, ¿verdad?
Sasuke abrió los ojos con pánico.
—¿Está segura de esto, Tsunade-sama? —preguntó Shizune con preocupación, mientras se apartaba un mechón del rostro—. Quizás Naruto-kun tenga razón y haya otras formas de castigar a Sasuke.
—Aún no puedo confiar completamente en Uchiha como para dejarlo andar por su cuenta —Tsunade dejó su sake a un lado—. Necesito que alguien lo vigile las veinticuatro horas del día y quién mejor que mi alumna para hacerlo.
—¿Pero por qué un gato? —la mujer alzó una ceja.
—Debía ser algo común y corriente para que no llamara la atención —explicó la Hokage con tranquilidad—. Toda la aldea piensa que Uchiha está encerrado tras las rejas y tenerlo en la casa de Sakura como una simple mascota, no levantará ninguna sospecha.
—Sakura-chan se enfadará cuando descubra que está compartiendo el mismo techo que Uchiha. Debió decirle de quién se trataba.
Tsunade sonrió—. Si se lo hubiera dicho, por ningún motivo habría aceptado quedárselo. Pero Sakura es muy lista, no le tardará mucho en descubrirlo.
—¿Y qué pasará entonces? —la morena conocía perfectamente el fuerte temperamento de la chica.
—Sólo esperemos que se haya encariñado lo suficiente con él como para no asesinarlo —contestó despreocupadamente. Shizune entornó los ojos.
—¡Sasu-chan! —la chica tiró de él con fuerza, pero Sasuke había aferrado todas sus garras al cobertor de la cama—. ¡Suéltate de ahí! ¡Vas a rasgar todas las mantas si sigues!
Lo jaló con un poco más de fuerza, sin llegar a lastimarlo, hasta que por fin pudo desprenderlo de la cama. Sasuke trató de escapar de sus brazos, pero la kunoichi lo sujetó justo a tiempo.
—Es sólo un baño, Sasu-chan —le dijo, intentando calmarlo, mientras caminaba hacia el recinto. Cerró la puerta tras de ella y dejó al neko en el suelo, para verificar si el agua estaba lista.
Sasuke inmediatamente le dio la espalda y corrió hasta la puerta, intentando abrirla por medio de arañazos y rasgaduras. Pero no había caso. Nuevamente entró en pánico cuando, al cabo de unos minutos, sintió las manos de Sakura levantarlo del suelo—. Tranquilo, pequeño. Yo también entraré en la bañera y no dejaré que nada te ocurra.
Volvió a cargarlo en sus brazos.
—Estaré en el agua contigo todo el tiempo.
Sasuke ni siquiera pudo pensar en lo absurdo que era hablarme a un animal como si fuera una persona, ya que en cuanto su cuerpo fue estrechado contra algo exquisitamente suave y redondeado… se paralizó por completo.
Mierda… cerró los ojos y tragó saliva con dificultad ante la situación. Sakura… ¡Sakura estaba desnuda y lo estaba ABRAZANDO!
Intentó detener cualquier tipo de pensamiento indebido u hormonal, pero le fue inútil. ¡Por favor! Si hasta a través de su pelaje, podía sentir perfectamente los pezones de la chica presionarse contra su cuerpo.
Iba a matar a Tsunade, definitivamente iba a matarla…
