LOS PERSONAJES DE NARUTO NO ME PERTENECEN, SON PROPIEDAD DE MASASHI KISHIMOTO. LA HISTORIA EN CAMBIO, ES MÍA.

Hola (:

Bueno, pues esto es un prólogo de lo que pretendo que sea mi nuevo long fic, como algunas ya saben pretendía retirarme a escribir originales, pero bueno, esto se metió a mi cabeza y quise escribirlo, ojalá les interese.

Antes de continuar advierto, este fanfic es un NaruHinaSasu, inicia como van a ver, como NaruHina y luego viene un amor leeeento entre Hinata y Sasuke. Está situado después del nombramiento de Hokage de Naruto y el Gaiden, un poco antes de Boruto, la película.

Si esto no les incomoda, los dejo leer (:

•o• ENTRE CENIZAS •o•

PRÓLOGO

En aquél entonces, Hinata había sido tan feliz.

… Pero ahora, sé exactamente a quién elegiría. ¡Quiero estar contigo! Ahora y para siempre hasta el día que muera. ¡Yo quiero estar contigo y sólo contigo, Hinata!

Siempre, siempre creyó en esas palabras.

Todo había sucedido como si fuese parte de un sueño, tan irreal pero tangible.

Luego llegó esa primavera y su matrimonio que enorgulleció a todo su clan, pues un miembro de la rama principal se casaba con el héroe de la Cuarta Guerra Mundial Shinobi, el que todos sabían, se convertiría en Hokage en cuestión de tiempo.

Cada vida en Konoha siguió su curso y su destino. Del grupo de nueve novatos ya nada quedaba, todos eran jóvenes adultos de respeto. Una nueva generación surgió.

Fueron años en los que reinó una aparente paz, en ese mundo en reconstrucción, luego de los estragos de guerra. Hinata no podía estar más tranquila, todo era felicidad; después Naruto se convirtió en Hokage.

Eso cambió su vida. Radicalmente.

El día del nombramiento del Hokage comenzó mal, nadie se había percatado que quien estuvo en la ceremonia no fue ese hiperactivo rubio, nadie lo sabría hasta tiempo después; Naruto había contado orgulloso esa anécdota que avergonzaba a su primogénito, y todos lo tomaron con gracia, la pequeña Uzumaki Hyuga era poderosa… el rumor pronto se extendió.

No había pasado siquiera un año cuando la tristeza se posó en el rostro de Hinata… Naruto comenzó a trabajar de más y el desgaste de su familia era notorio. Himawari siempre fue más sensata, pero Boruto causaba dolores de cabeza, su hijo era rebelde y estaba celoso y molesto con su padre. Naruto se esforzaba tanto, pero Hinata veía en sus ojos como por momentos se sentía superado por el cargo.

Entonces las cosas cambiaron.

Naruto apenas estaba en su casa y nuevos problemas parecían querer surgir. Las visitas de Sasuke comenzaron a ser menos espaciosas y las noticias parecían preocupar a Naruto; Hinata, que miraba de lejos, no sabía cómo debía de tomarlo, un mal presentimiento la albergaba.

Pronto las naciones, anteriormente unidas luego de la alianza, parecieron distanciarse; comenzarían a ocurrir hechos aparentemente aislados y la paz comenzaría a cobrar sus víctimas… la confianza que tenían de que nada ocurría, fue un grave error.

Pronto toda Konoha se cimbraría con una terrible noticia. El Séptimo Hokage y su hija, estaban muertos. Fue un ataque repentino e inesperado, una vil trampa.

… y el mundo no debía de saberlo, no todavía.

Hinata quería morir. Nadie podía creer lo que pasaba.

Pronto la ojiperla no sólo tenía que alzar el rostro y fingir que no dolía, porque era una kunoichi, porque su clan no le permitía mostrar sentimentalismos y porque tenía a un hijo de la mano, que tampoco daba crédito a lo que veía.

Justo ahí comenzaría una serie de eventos que girarían de una forma drástica el futuro que se había marcado. Ya no eran Hinata y Naruto.

Hinata pronto no tuvo sólo que luchar por superar la muerte de dos de las personas que más amaba en el mundo, sino también que lidiar con el más alto mando de su clan, y enfrentar la disyuntiva en la que la colocaban. Su vida se caía a pedazos y ella todavía no podía entenderlo y aceptarlo.

Otra vez el mundo estaba amenazado y la muerte del shinobi más poderoso lo demostraba. Fue entonces que las decisiones debieron tomarse.

Había que encontrar y reconocer al enemigo y sólo unos ojos eran capaces de ello.

—Búscalos. Sólo a ti puedo pedirte tal cosa, Sasuke— aseguró el anterior ocupante de esa silla principal.

El joven de ojos negros mantuvo su semblante serio —Naruto no puede estar muerto.

—¿De verdad crees, que él hubiese dejado morir a su hija si estuviese con vida?— soltó el de cabello plateado y cansada mirada —¿Te encargarás de ello?— volvió al tema que le preocupaba.

El otro sólo pudo asentir sin decir más, él creía saber quiénes eran los responsables. Había muchas dudas que también quería quitarse, algo de eso no tenía lógica.

De pronto una Hinata de ojos llorosos irrumpió en esa oficina, atrayendo la mirada de esos dos. Ella apretó sus manos y no se atrevió a verlos a los ojos.

—Por favor… déjeme ir con usted— suplicó colocándose a la espalda del alto Uchiha que sólo la vio de medio lado y la reconoció como la mujer que Naruto amó.

Kakashi se mostró realmente sorprendido.

—No— dijo secamente el Uchiha y le retiró la mirada. No pensaba arriesgar ni cuidar a nadie.

—Por favor— suplicó y entonces sí lo vio a los ojos al colocarse entre él y el anterior Hokage—. Yo también creo que Naruto no puede estar muerto — mencionó con voz a punto de quebrarse y el pelinegro achicó los ojos.

Luego de unos segundos de mirarla, el Uchiha se giró y salió sin decir nada de esa oficina que anteriormente le había pertenecido a su mejor amigo.

A Hinata se le escurrieron las lágrimas.

—Sólo estorbarías, además, tu hijo te necesita— informó un cansado Kakashi al verla desolada.

Ella, que estaba consciente de sus limitaciones, no pudo resignarse. Ya había perdido a su hija, no podía dar por hecho que Naruto también había muerto.

—Esto, Hinata— habló el sexto con pesar —, me temo, que está por encima de nuestras capacidades.

—Aun así— dijo ella y salió de ahí tras los pasos del orgulloso y altivo pelinegro.

Los ojos cansinos de Kakashi viajaron al pergamino que el Uchiha le había entregado momentos antes.

—Quién lo hubiera pensado…— dijo apenas con voz.

Ahora lo que debían saber era, para qué querían los ojos de la menor de los Uzumaki Hyuga, qué tenía que ver Naruto también en los planes de esas personas, que llegaron y desaparecieron cortando de tajo, con la pacifica vida que toda esa aldea y la nación tenían.


Pues fue eso.

Ojalá que se haya entendido la idea principal.

Como ya vieron no cambia mucho del canon, están todas las familias que conocemos –aunque no aceptemos xD- ... Ammm, tengo una vena muy marcada por el NaruHina, me gusta, pero este fic va con fines SasuHina, ésta es mi OTP.

Sobre el SS, bueno, en mi fic también existe Sarada, pero YO aquí manejo como que éstos no viven unidos, tienen a una hija que une a sus padres, pero nada más; no hay hogar ss ni nada fuera de Sarada.

Espero se respete mi decisión, si alguien comulga con esta familia, pues este fic no es el indicado para leer :v

Ah, tampoco hay NaruSaku.

Comentarios negativos, ahórrenselos. Esto es sólo un fanfic y no cambia el canon, y lo digo, porque hay quienes se lo toman muy a pecho. Escribimos SasuHina, porque nos gusta el SasuHina, es todo xD

Ya, bueno, eso… por último, si alguien aquí sigue Consecuencias, lo actualizo en unos días ñ.ñ

Besos.

Aidé.