MORREO

Descargo de responsabilidad. Skip Beat no me pertenece.

Resumen. Kyoko tiene una nueva adicción y todo es culpa de Kuon.

…

Todo era culpa de Kuon, que no pudiese dejar de pensar en la sensación, en el sabor, él era el culpable de que lo deseara con tanto fervor, el asunto ocupaba todo su pensamiento, no se podía concentrar, ¿por qué le tenía que pasar esto a ella?

Si solo él no la hubiese llevado por ese camino. Creyó en vano que una sería suficiente, pero quería más, se dijo que una segunda no haría daño, incluso cedió a una tercera, la última de la noche, se repitió una y otra vez, pero la tentación es grande y no pudo evitarlo, porque allí estaba él, provocándola con el sonido, con cada mordisco, y ella estaba fascinada con la dureza y la cremosidad que se deslizaban en su boca de forma tan excepcional, con el amargor y la dulzura que se fusionaban como si hubiesen sido hechos el uno para el otro. Antes de que Kuon pudiese reaccionar se abalanzó a por él. Sus labios buscaron los suyos en un conocido juego de tira y afloje, cómo le gustaban sus besos, su mente comenzó a nublarse con el deseo, tenía que ser rápida si quería lograr su cometido, estiró la mano y encontró su objetivo.

—Lo tengo —dijo señalando el paquete ahora en sus manos.

—Hey, tramposa, dámelo de regreso.

—No.

—Kyoko te has comido tres paquetes, dámelas.

—No —respondió cual niña chiquita mientras se alejaba de él.

—Kyoko —llamó con tono falsamente amenazante.

—Es tu culpa —mencionó sacando una de las galletitas negras de relleno blanco del paquete azul.

—¿Mi culpa?

—Sí. Yo no las conocía —agregó mordisqueándola.

—¿Y?

—Son adictivas, no puedo parar.

—Entonces creo que tenemos un problema —mencionó gateando hacia ella.

—¿Sí?

—También soy adicto a ellas, pero soy más adicto a tu piel, querida esposa —finalizó lamiendo la piel de los dedos de su mano, robándole el último pedacito de galleta.

—Entonces, deberíamos agradecer que yo también sea una adicta irremediable… De ti.

...

NA. El titulo es un juego de palabras. Uso la palabra original (morreo) que se usa para referirse a un beso prolongado y en el que hay contacto con los labios y la lengua y por otro lado es una combinación de las palabras amor y la marca de las galletas que ha inspirado este pequeño drabble.