¡Hola gente!
Se estarán preguntando, ¿que demonios pasa aquí? ¿Por qué esta loca ya subió nueva historia si aun no actualiza las demás?...
Pues déjenme decirles que si no publicaba esta historia, mi conciencia no me dejaría dormir nunca mas (hablo en serio, solo soñaba con que debería publicar esto) así que pues como no quiero que mi sueño se vea afectado y mi esposo me eche de la cama en plena madrugada XDD aquí les traigo esta hermosa historia digna de una película.
Bueno, no tanto así como una peli, pero si se que les encantara, ya que la idea vino a mi cuando vi el video de Karakuri Burst de Len y Rin Kagamine, me emocione y definitivamente dije que seria un excelente NaruHina así que la idea ya esta comenzando a plasmarse y definitivamente merece ver la luz.
Espero de todo corazón que acepten esta idea, ya que la escribí con el fin de hacerlos pasar un rato de agradable lectura, espero poder lograr mi cometido n_n
Sin más, los dejo que disfruten de esta hermosa historia llena de drama, dolor, romance y muchos pañuelos desechables.
DISCLAIMER: Idea inspirada (NO BASADA) en la canción de Karakuri Burst propiedad de Yamaha, personajes propiedad de Kishimoto Masashi, lo demás son cosas que rondan en mi mente jejeje.
-o-o-o-o-o-o-o-o-o-
Las muñecas asesinas y las tropas especiales son completamente hostiles, unos pertenecen a una enorme organización criminal, y los otros a la policía especial…
A la mitad de la noche, ellos siguen luchando para destruir todo, por que la destrucción, es la prueba de su existencia.
CAPITULO 1 *****MI ANGEL*****
-¡Nii chan!… despierta, o si no, Ebizu te regañara de nuevo- Una pequeña niña de tan solo 5 añitos trataba desesperadamente de despertar a su mejor amigo, en si, el único que tenia. Miraba angustiada el reloj que se encontraba en la pared como si quisiera que no fuera la hora que marcaba, las 6:30 a.m. sabía que si su rubio amigo no despertaba, ese hombre desgarbado y con esa expresión sádica siempre dibujada en su rostro y que trataba de ocultarla tras esas horribles gafas oscuras terminaría por propinarle una paliza por desobedecer las reglas del orfanato.
-Mmhh…- El pequeño chico abrió simpáticamente uno de sus ojos zafiros al sentir la fuerte sacudida de parte de su "hermanita" como el cariñosamente la llamaba- Imoutochan, solo 5 minutos mas y te juro que me levanto ¡dattebayo!-Terminando de decir esto, cubrió su infantil rostro con la vieja y sucia sabana que le habían dado para cubrirse desde hace ya más de dos años y a los pocos segundos continúo roncando para sorpresa de la pequeña niña.
Ella por su parte, estaba muy nerviosa, sabía que en cualquier momento aparecería el "ogro" como llamaban a Ebizu y lo golpearía sin piedad, al imaginar eso, la chiquilla comenzó a sollozar y a tartamudear como cuando se sentía nerviosa y, con más fuerza sacudió al rubio perezoso que se negaba a salir de su "cómodo" catre. –Ni…nii chan, despierta o si no… te golpearan nuevamente…- la pequeña ojiperla sorbió su nariz y comenzó a llorar con mas fuerza, cosa que escucho el rubio e inmediatamente se levanto de su lugar para comprobar que su Imouto-chan estaba llorando.
Entonces la abrazo y le dijo… -No llores Hime, mírame, ya me levante, así que no debes llorar ¿si?...- El pequeño niño limpio cariñosamente las lagrimas de la niñita y le dio un beso en la frente. –Sabes que no me gusta que llores, eso te hace ver débil ante los demás y tu debes ser fuerte para poder sobrevivir en este lugar…- la antes ruidosa voz del chiquillo comenzó a apagarse cuando pronuncio las siguientes palabras. – así como yo, desde que murieron mis padres.
La pequeña asintió con la cabeza y término de limpiarse todo rastro de lágrimas que quedaban en su pálido rostro, el echo de que el la llamara "Hime" la hacia sentir especial, como una verdadera princesa y siempre al escuchar esa palabra, su animo subía muchísimo, es por eso que el rubio siempre que lloraba, la llamaba de esa forma y ella le agradecía con un beso y una dulce sonrisa, cosa que hizo después de que el pequeño rubio terminara de acomodar su catre.
-Te quiero mucho Nii-chan, nunca me dejes por favor- La ojiplata lo abrazo fuertemente, enterrando su rostro en el pecho del chiquillo.
-Jamás te abandonare Imouto-chan, te lo juro ¡dattebayo! Y sabes que siempre cumplo mis promesas- el correspondió al fraternal abrazo y acariciando corta y negra cabellera de la niña, la beso delicadamente en la mejilla. – Ahora hay que irnos por que si nos llega a encontrar el Ogro, me dará mi paliza matutina jajaja.
La niña sonrió y tomo la mano de su hermano para salir corriendo del dormitorio de los niños rumbo al patio de "juegos" listos para comenzar un día más con sus quehaceres que el ogro los obligaba a hacer.
Naruto y Hinata llevaban una hermosa amistad a pesar de su corta edad, ambos eran huérfanos, aunque en el caso de la pequeña Hinata, no se sabia con certeza si sus padres habían muerto, o solamente su madre y, su padre sin saber como cuidarla, la abandono a su suerte en aquel triste lugar desde las 3 años. Ahora contaba con 5 años de edad y era sumamente insegura y tímida, todos en el orfanato la despreciaban por su extraño color de ojos, por eso desde que llego a ese lugar, fue rechazada e insultada, una niña mas grande que ella que ahí se encontraba también, había esparcido el rumor de que la pequeña Hinata era una bruja y que llevaba el demonio dentro y, que si se acercaban a ella, se los comería vivos cuando esa maldad saliera a flote. Obviamente todos los pequeños de ese lugar se aterraron por la historia de la niña y aislaron a la dulce Hinata desde su llegada, haciendo que con el paso de los meses, ella se convirtiera en una niña insegura y miedosa de los demás niños, ya que estos le hacían travesuras, le halaban el cabello, le escondían las sabanas de su catre haciéndola pasar frio en muchísimas ocasiones.
Tristemente así paso un año encerrada en ese lugar, su cumpleaños numero cuatro llego y sin haber ninguna celebración de parte de los cuidadores del orfanato y mucho menos felicitaciones de los demás niños, se encerró en un cuarto oscuro donde metían cosas viejas e inservibles en el mas remoto rincón de aquel enorme lugar, inocentemente rezo, rezo con toda su fe pidiendo como presente de cumpleaños que Dios le mandara un ángel que la cuidara y que le hiciera compañía en su soledad, lloro como nunca lo había echo por que a sus escasos 4 añitos, ella sabia mas que cualquier persona del dolor, del sufrimiento y de la soledad.
Una semana después, como de costumbre, estaban molestándola, le tiraban piedras y le decían cosas hirientes, no había piedad para la pobre niña ante esos pequeños diablillos que se dejaron llevar por una falsa historia.
-Tienes que irte bruja, o si no, nosotros haremos que te echen de aquí, no queremos que comas nuestras cabezas y nos saques los ojos- Un niño de unos 8 años se paro frente a la pequeña y con piedra en mano lanzo esa advertencia, Hinata solo temblaba de miedo, mirando a los niños que la rodeaban, sin duda en su pequeña mentecilla, sabia que no saldría bien librada de esa situación, y así, sentada en medio del patio con demasiados niños rodeándola con piedras en sus manitas, solo cubrió su rostro y se encogió llorando, esperando que las piedras comenzaran a llover sobre su cuerpecito.
-¡Oye tu! ¿No crees que deberías meterte con uno de tu tamaño?
La voz se escuchaba detrás de todos esos niños que hacían bola alrededor de la niña ojiperla, de hecho todos se sorprendieron de que alguien estuviera defendiendo a "la bruja", incrédulos todos desviaron su atención sobre aquel niño rubio y el que, anteriormente había amenazado a Hinata, le reprocho su actitud.
-Tu no te metas nuevo, además cuando sepas que ella es una bruja, también querrás pegarl…- Pero el niño no pudo terminar lo que estaba diciendo ya que una piedra que pego justo en su frente lo descoloco haciéndolo caer al suelo, este comenzó a llorar y se fue corriendo, los demás niños y niñas que estaban hace unos minutos dispuestos a golpear a la pequeña, al ver los ojos furiosos de el chico nuevo y ver de lo que era capaz, salieron corriendo sin dejar rastro de ellos.
Los ojitos perlas de Hinata miraban con agradecimiento a aquel niño de cabellos rubios y ojos color cielo, este con una sonrisa le ofreció su mano para levantarse y ella aun pensado que era el ángel que tanto había pedido, le agradeció y se levanto del piso.
-Gra… gracias por ayudarme… ¿Dios te mando… cierto? A que me… ayudaras, eres mi ángel ¿verdad?- Los ojos de Hinata reflejaban mucha ilusión a lo que estaba pasando, al ver a ese niño rubio que tenia frente a ella.
El pequeño ojiazul comenzó a reírse sonoramente mientras se rascaba la nuca en forma graciosa, cosa que en cierta forma ofendió a la chiquilla y al darse cuenta de ello, el rubio, dejo su risa y le dijo…
-No soy un ángel y mucho menos Dios me mando, de hecho, el es el culpable de que yo este aquí, por que Dios me quito a mis padres, se los llevo y por eso mi tío me vino a botar en este lugar tan feo- Su voz ahora sonaba apagada, como si quisiera llorar pero se estuviera reprimiendo.
-Dios es bueno, no hables así- La niña tomo una mano del niño y le dijo eso como forma de consolarlo, cosa que el chiquillo acepto y haciendo gala de sus "modales" se presento formalmente.
-Mi nombre es Naruto Namikaze, tengo 8 años y puedo defenderme solo, nadie se mete con un Namikaze- Se sentía orgulloso de poseer ese apellido y siempre hacia gala de ello.
-Yo soy Hinata, hace una semana fue mi cumpleaños, cumplí 4…- con sus deditos le demostró al rubio el número de años que tenia, sin embargo puso un dedo de más, cosa que hizo reír nuevamente al ojiazul. –y nadie me quiere, todos los niños de aquí me odian por que mis ojos les dan miedo, dicen, que soy… una bruja- Bajo la mirada al piso, se enojo consigo misma por haber hablado de mas, ahora el también la despreciaría y le haría bromas pesadas, pero era muy fácil hablar con el, incluso su tartamudeo había desaparecido.
-Mas que una bruja, a mi me pareces mas una linda princesa- se rasco la barbilla en una forma graciosa de hacer saber a la pequeña que estaba pensando, -¿sabes? así te llamare de ahora en adelante, ¿estas de acuerdo Hime?- el niño se agacho a la altura de la pequeña y le sonrió nuevamente, esto a Hinata la dejo sin palabras, nunca nadie la había tratado de esa forma, solo su difunta madre. Por esa razón asintió con la cabecita y sus mejillas se tornaron de un tenue color rosado, estaba apenada por saber que para su nuevo amigo Naruto era una linda princesa.
-Vámonos Hime, quiero que todos vean que estas conmigo y que yo te protegeré, ¡dattebayo!- Naruto apretó fuertemente la manita de la niña y se la llevo para los dormitorios, a partir de ese día, no permitiría que nadie lastimara otra vez a su nueva hermanita.
-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-
¡Wow!
¿Verdad que son unos tiernos ese par de chiquillos?
La verdad si lo son… pero se que me odiaran por lo que les hare durante toda la historia, por que los que ya han visto el video, saben mas o menos de que tratara la este fic, pero para los que no… pues vean el video XD búsquenlo en you tube y ¡listo!
Aunque les advierto que el final ni yo lo se aun, así que, de que se llevaran varias sorpresas, seguro que se las llevaran.
Ustedes saben como soy yo jejeje
Bueno pues ya los dejo de molestar por que tengo que escribir más cosas, así que les dejo un abrazo enorme y un besote con mucho cariño (ahí se lo reparten n_n) los quiere su amiga Oyuky chan…
¿Verdad que si me dejaran reviews?... yo se que si por que son muy lindos todos ustedes XD ¡sayo!
P.D. ¡ENTRE MAS REVIEWS, MAS RAPIDO LA CONTINUACION!
