Se que no e continuado mis historias pero es que tengo un bloqueo de escritora y ya no se que más escribir y bueno este era un One Shot, a los que siguen mis historias les pido una disculpa ._. saben que si los quiero :3
La chica de cabello negro miraba con especial detenimiento la lluvia que caía al otro lado de la ventana, las gotas se amontonan en el cristal al igual que sus lágrimas. La lluvia de esta tarde era tan deprimente como las de las otras dos tardes, los últimos dos días Asami solo habían visto el cielo gris, nubes negras y gotas de agua fría en el cielo. Y eso la deprimía, sentía como si la calidez de su cuerpo fuera tomada por el agua poco a poco, arrebatándole el calor. La chica sentía un inmenso dolor en su corazón y la lluvia no ayudaba, solo la sumía aun más en su dolor. Las lagrimas empezaron a escurrir al compas del tintineo de las gotas en el techo; ella se levanto de la silla en la que había estado toda la tarde viendo el agua caer y se sentó al borde de la ventana cerrada, posando sus delicadas manos en el cristal frio; esa chica de ojos verdes se preguntaba si su corazón se sentiría así de frio. Entonces sintió en calor de una mano, de un hombre, sobre la suya, levanto su cabeza y vio aquellos ojos dorados que tanto le recordaban a Mako…Asami bajo la mirada, borrando la sonrisa que momentos antes se había formado al ver a Iroh.
-¿Aun lo amas, no es así?- pregunto el chico volteando a otro lado. Ella no respondió, las lágrimas empezaron a salir con más fuerza. El general tomo la cara de la chica entre sus manos.-Puedo ayudarte- dijo Iroh mientras le sonreía a Asami.
Ella retiro su cara y salió del cuarto corriendo, abrió la puerta de la entrada, ignorando la fría brisa que se mezclaba con el agua helada, y se sentó bajo un árbol, empapándose hasta los huesos, abrazando sus piernas, sintiéndose débil y vacía, cerro sus ojos y la imagen de su madre llego hasta su mente, cerró los ojos aun con más fuerza. Y entonces se quedo dormida.
Iroh vio preocupado como Asami se quedaba dormida bajo la lluvia y decidió que no podía dejarla ahí, salió a toda prisa y la cargo entre sus brazos, por fin pudo admirarla de cerca, aquellos labios rosados que desde siempre había querido besar, aquellas delicadas manos que alguna vez había querido hacer suyas, entonces ahí bajo la lluvia se dio cuenta de lo mucho que la amaba. Llevo a Asami dentro de la casa y la sentó en un sillón de la sala, predio la leña de la chimenea y la cubrió con mantas para calentarla, preparo algo de té y se sentó a su lado, tomando entre sus ásperas manos las de ella, y espero a que despertara. Y cuando finalmente lo hizo, la beso suavemente en los labios, Asami sintió como el calor regresaba a su cuerpo, a su corazón, y entonces se dio cuenta de que todo estaría bien siempre y cuando Iroh estuviera a su lado.
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