Antes que nada debo aclarar que Naruto y sus personajes no me pertenecen, también que esta es mi primer historia y contiene Lemon, espero les guste y me dejen algunos comentarios para poder mejorar. =^°^=

Maldición, maldición maldición... ¿cómo demonios habían llegado a esto? Simplemente maldición, podía morir ahora mismo y nada más importaría que tenerla a ella de esa forma.

Sus rosados labios gimiendo su nombre (Si, su nombre, SOLO SU NOMBRE) de esa forma tan sensual que debería ser un delito, con sus bellos ojos entre cerrados, su cabello negro regado y desordenado sobre sus sabanas, se veían tan bien, sus senos de pecado meciéndose con cada embestida, su piel nívea, sus piernas rodeando su cadera y su interior presionando su virilidad de esa manera tan deliciosamente excitante.

Naruto solo podía preguntarse en cómo demonios habían llegado a esto (no es que se quejara). Pero como era posible que SU dulce, tímida e inocente Hinata se encontrara ahora sonrojada, a su merced y gimiendo de placer; quizás más tarde se lo agradecería a Kurama.

Varios días antes

Demonios, no de nuevo- se dijo a si mismo Naruto mientras se sentaba agitado en la orilla de su cama, volteo hacia la pequeña repisa a lado de la vetada, las 2:00 a.m. Maldijo nuevamente en voz baja, hacía más de una semana que le pasaba lo mismo, ese calor insoportable, el sudor en su frente, el temblor en sus manos y esa prominente erección dentro de sus boxers que delataba su estado.

Esos malditos sueños lo iban a volver loco, ya no podría contenerse más, Sakura ya se lo había advertido gracias al Chakra de Kurama él sería más sensible al aroma de Hinata, en especial ahora, porque no decirlo a partir de esto empezaría a odiar la primavera.

No es como si antes no hubiera tenido sueños húmedos con Hinata, por Dios mentiría si decía que no la deseaba, estaban saliendo desde hacía ya 8 meses, no habían pasado más allá de algunos besos pasados de tono, por la timidez de Hinata y su mismo nerviosismo para no espantarla, eso no permitía que llegaran más lejos, si bien el podía imaginar que es lo que había debajo de esa ropa, ahora más ajusta que antes, no se atrevía a ir más allá, no quería aterrarla, era la primera vez que se sentía amado de esa forma y que amaba de esa manera, no quería arruinarlo.

Aunque últimamente se estaba volviendo más difícil controlarse, ese aroma a jazmín era insoportable y cada vez que la besaba su aroma se volvía casi embriagante. Ese mismo día estuvo a punto de arruinarlo durante un entrenamiento en el cual en un pequeño descuido termino sobre ella sujetando sus manos sobre su cabeza para inmovilizarla, regalándole una sensual imagen de Hinata debajo de él respirando de manera agitada, sonrojada y con sus piernas sobre su cadera, fue entonces que su aroma lo golpeo como una bofetada, estuvo a punto de arrancar esa ajustada blusa y hacerla trisas, si no hubiera sido interrumpido por Sakura era seguro que sus bajos instintos lo hubieran dominado por completo.

Se revolvió el cabello rubio con las manos, cansado y dándose por vencido se levantó y se dirigió a la ducha, un buen baño helado seria lo único que le permitiría descansar, tenía que hacer algo antes de volverse loco y cometer alguna estupidez con Hinata. Lo mejor sería perderle una misión a Kakashi, eso le daría un tiempo para calmar sus alocadas hormonas.

Por la mañana

-Vamos tiene que haber algo para mi Kakashi-sensei- le decía un casi desesperado Naruto al Hokague

-Lo siento, en verdad pero solo tengo misiones de bajo rango y sería una perdida enviarte a ti- le contesto un casi divertido Kakashi al ver la desesperación su ex- alumno

-Vamos, vamos, no importa hare lo que sea, solo dame una misión para entretenerme, últimamente todo ha estado muy tranquilo, estoy algo aburrido- Dijo el rubio revolviéndose el cabello con las manos algo desesperado y al mismo tiempo tratando de aparentar no estar del todo desesperado.

-Muy bien ya que insiste te daré un envió a la aldea de la Arena, es algo sin riesgo así que estarás de regreso en unos pocos días.- Dijo entre risas Kakashi, pues si bien ya sabía que era lo que aquejaba al joven aquellos días, Sakura se lo había dicho, era divertido verlo de esa forma.

-Gracias Kakashi-sensei- Dijo un feliz Naruto, ahora podría tener un tiempo para poder relajarse y llenarse de ese autocontrol que se iba terminando cada vez que estaba con la ojiperla.

Naruto salió triunfante de la oficina del actual Hokague en dirección su departamento, tenía que preparar todo para su misión, después se despediría de Hinata como era su costumbre antes de una misión y cuando regresara sería un hombre nuevo capaz de controlar sus instintos.

Dos horas después de su plática con Kakashi Naruto estaba listo para partir, caminaba en dirección a la mansión Hyuga, al llegar se encontró con Hanabi quien iba saliendo.

-Naruto-san, que gusto verte!- saludo ella con entusiasmo, estaba feliz de verlo, había empezado a admirarlo y respetarlo más después del horrible episodio que vivió en la Luna.

-Hanabi-chan!- Saludo Naruto con igual entusiasmo.

-Buscas a Hinata-chan?- pregunto Hanabi dejándolo pasar a la mansión al mismo tiempo que preguntaba.

-Si, iré a una misión durante unos días, es algo que salió de imprevisto, venía a despedirme-

-Está en la parte trasera, en el jardín entrenando, suerte en tu misión- Le dijo mientras salía corriendo- por cierto, disfruta el show- dijo volteándose y giñendole el ojo.

Naruto entro a la mansión algo confundido, a que se refería Hanabi, con eso, no era la primera vez que entraba a la mansión, ya anteriormente había estado allí pero hoy no se veía el movimiento de otras ocasiones, no se había topado con ningún sirviente durante el trayecto, pero no le dio importancia, siguió caminando en dirección al jardín. Al dar la vuelta en el pasillo que daba al jardín se quedó sin habla por lo que vio.

Era Hinata entrenado en un pequeño, ajustado y diminuto short negro, combinado con un top blanco entallado, dejando a la vista sus bien torneadas y largas piernas (y un poco mas), adema de dejar ver por igual sus bien dotados pechos.

Maldición, Naruto se pegó a la pared del pasillo sintiendo su corazon latir 1000 veces por segundo, ahora entendía a lo que se refería Hanabi, trato de calmarse y controlar ese maldito instinto, además de tratar de evitar que cierta parte de su anotomía se quisiera hacer notar, solo podía pensar en Maldecir a Kurama.

Dio la vuelta nuevamente hacia el jardín una vez ya mentalizado y sintiéndose mas "tranquilo".

-Hey Hinata-chan- Saludo tratando de parecer casual

Ella volteo sorprendida regalándole una imagen aún más provocativa de sus pechos y piernas, corrió para tomar una pequeña toalla que cerca de donde ahora se encontraba Naruto.

Gran error! Correr de esa forma solo causo que sus pechos se mecieran con cada paso... Diantres se había convertido en todo un pervertido...

Ella se cubrió un poco con la pequeña toalla sujetándola a su pecho con ambas manos...

-Naruto-Kun! Hola… yo estaba entrenado un poco- Dijo sonrojada y apenada- que haces aquí?-pregunto ella

-Lo siento Hina no quise asustarte es solo que tengo una misión y saldré durante los próximos días, lo siento fue algo de imprevisto, solo quería despedirme- dijo con una sonrisa que casi pasaría por natural

-Oh espero no esa algo peligroso- dijo ella preocupada caminado hacia el aun sujetando la pequeña toalla sobre su pecho para cubrirse un poco, era una tentación, no podía contenerse, maldición, ¿Qué era lo que tenía que controlar?.

De un paso se acercó a ella y la sujeto por la cintura en verdad estaba a punto de perder el control, la beso tiernamente, lo que no esperaba era lo que ella haría después, sintió su delgados brazos rodeando su cuello y atrayéndolo para profundizar lo que empezó como un tierno beso, la toalla con la que había tratado de cubrirse estaba ahora en el suelo, sintió su lengua húmeda rosando sus labios pidiendo permiso para entrar en su boca, demonios, como negarse, abrió la boca en busca de más contacto, jamás se cansaría de su embriagante sabor, tan cálido.

Ya no podía mas en un bruco movimiento la coloco entre la pared y su cuerpo, diantres la presión de sus senos contra su cuerpo era una sensación alarmantemente excitante, al demonio en eso de controlarse, dejo la guerra de sus labios para tomar un poco de aire, se separó de ella y la vio allí, sus labios rosados por las pequeñas mordidas, sus mejillas rosadas, su ojos entrecerrados y su respiración acelerada.

En ese momento pudo sentir su erección hacer presión contra sus pantalones, sonrió de forma zorruna, sujeto ambas manos de ella y las retiro de su cuello para colocarlas sobre su cabeza e inmovilizarla con un solo brazo, ahora la tendría a su merced, era una imagen tan sugestiva. Se acercó nuevamente y la beso con pasión, de manera un tanto brusca la mano libre de Naruto recorrió el cuerpo de Hinata, esos senos que tanto había deseado tocar eran estrujados, su mano fue bajando lentamente por su cintura luego su trasero llegando a su pierna, la sujeto con firmeza halándola hacia arriba para darle un espacio entre las piernas de ella, acomodo su cadera para que ella pudiera sentir la reacción que causaba en su cuerpo, una prominente erección, un leve gemido salió de la boca de Hinata, a estas alturas Naruto había perdido el control por completo.

Sintió el calor que emana del cuerpo de Hinata, justo en su centro donde la virilidad de Naruto podía sentirla a pesar de la ropa, movió las caderas de manera sugestiva restregando su erecto pene contra su intimidad, oculto el rosto entre el cuello de Hinata y e embriago con ese aroma a jazmín que lo volvía loco, soltó las muñecas de ella y se dispuso a romper ese molesto top que no le permitía ver eso senos que tanto añoraba...

-Naruto-kun- la voz jadeante de ella lo trajo de golpe a la realidad.

Qué demonios estaba haciendo, se separó de golpe de ella de tan rápidamente que se precipitó al suelo cayendo casi de espalda, Hinata deslizó su espalda por la pared hasta caer hincada en el suelo.

Naruto estaba horrorizado que carajos de había pasado, debía controlarse, que le había hecho, levanto la mirada hasta topare con la imagen de Hinata hincada en el suelo sonrojada, con la espalda en la pared, Dios podría jurar que estaba horrorizada.

-Hinata-chan... yo... demonios... Hinata, lo siento...yo me tengo que ir...-

-Naruto-kun- fue interrumpido por ella que iba a decir algo.

Naruto no pudo escuchar nada de lo que dijo, ya que fue su mirada lo que capto por completo su atención, sus ojos estaban empañados por las lágrimas, la expresión de Hinata lo aterro, se levantó de forma precipitada y salió corriendo de la mansión dejando a una muy confundida Hinata, lo había arruinado.

Hola , espero que les haya gustado el inicio estaré subiendo el próximo capitulo a mas tardar el miércoles, por favor dejen algún comentario si tienen alguna sugerencia, quiero mejorar, :)